Capítulo
9
Jaejoong
se despertó con una inhalación desesperada. Cada vez que se
levantaba se parecía a luchar por un largo camino en un túnel
negro, sin sonidos roto solamente por un torrente de ímpetu.
Ahora,
él sacudía la cabeza alrededor, al verse en una habitación oscura
encima de las más suaves sabanas que jamás se hubiera imaginado.
No
estoy en prisión —Los recuerdos de la tarde regresaron de golpe
como el choque de una ola. Yunho tenía su boca caliente contra su
cuello. Sus colmillos barriendo sobre su piel por sangre. Su lengua
serpenteando por las gotas. Se estremeció. Él había probado su
sangre. Oh, mi Señor, los vampiros existen.
Una
posesión demoniaca no debería de saltar en un muchacho de Taebaek
Sanmaek, el hogar de los manipuladores de serpientes y hablantes de
lenguas.
Pero
la idea de un vampiro bebedor de sangre, había torcido su mundo
entero.
Y
si eso era cierto, entonces no tenía ninguna razón para no creer
que Ren era una deidad.
Jae
se echó el brazo sobre la cara, gimiendo en la miseria, —Oh, Dios.
—No
soy el dios al que te refieres, —entonó Yunho desde una esquina
oscura. —Aunque para ti, podría serlo.
El
se puso de pie en la cama de un tirón, entrecerrando los ojos en la
oscuridad. Sus ojos rojos brillaban desde las sombras como brasas.
—¡Tú!—su
pesadilla continuaba. Adaptándose, ya que afuera era de noche. Las
cortinas estaban echadas hacia atrás, una brisa fría sopló y entre
abrió las puertas francesas. El horizonte brillaba en la distancia.
Otro día de tiempo perdido, pero supuso que ahora todo su tiempo era
prestado. Luego se evaluó el cuerpo. ¿No había sangre?
Estaba
vestido con un traje casi indecente, con pulseras y anillos
adornándolo. Uñas largas de
color rojo en las puntas de sus dedos.
¿Sin
piel incrusta debajo de ellas? Ren siempre lo dejaba en escenas
horrorosas. Entonces, ¿dónde estaban los cadáveres? —¿Ren... me
hizo matar mientras estaba inconsciente?
—No.
Jae
exhaló con alivio.
—Mi
Novio estaba cansado también, así que se fue temprano a la cama.
—Desde que Jae lo vio por última vez, él se había lavado y
limpiado la sangre, se había cambiado a un pantalón negro con
botones.
—Pero
siempre hay un mañana.
—Si
tu objetivo es hacerme miserable, considera esa misión cumplida. —El
siempre despertaba de los apagones agotado y hambriento. Incluso si
no estaba cubierto de sangre, se sentía sucio y utilizado.
—Entonces,
¿De qué me perdí? —El se golpeó la frente con la palma de su
mano. —Oh, sí, lo último que recuerdo, es que eres un vampiro.
—Lo
soy. —Él lo veía de otra manera. ¿Pero por qué?
¿Cómo
podía estudiar a una persona cuando estaba fuera del
escenario por medio de sus interacciones? No podía tener una
idea de su estado de ánimo tampoco. El no parecía furioso o que se
volvería loco en algún momento, solo estaba ensimismado en una
completa calma. Como un depredador.
Jae
tragó. —¿Bebiste más de mi sangre mientras estaba dormido?
En
un tono sarcástico, dijo, —De alguna manera me contuve.
El
alivio lo hizo valiente, y le espetó: —Sé sarcástico todo lo que
quieras, señor, pero estabas lamiendo de mis venas como un hijo de
puta, antes de que fuera pateado sobre mis pies.
—Y
te estaba gustado eso. Estabas gimiendo y frotándote contra mí.
Apartó
la mirada avergonzado. Porque lo que decía era cierto. El placer que
había sentido había sido desconcertante…
—¿Realmente
no recuerdas nada del resto de la tarde?
El
sacudió la cabeza bruscamente.
—¿Cómo
de enloquecedor debe de ser, no tener ningún control sobre tu
cuerpo? Si odias tanto esto, entonces ¿por qué te levantas una y
otra vez?
—Porque
este es MI cuerpo. —Jae golpeó su pecho casi al descubierto, y los
brazaletes sonaron en sus muñecas. —¡Mío!
—Incorrecto.
He puesto mi reclamo sobre el mismo. Y pronto lo abandonaras para
cedérselo a otro ser.
¡Él
iba a echar fuera su alma! Jae recordó que se había
sentido derrotado cuando él, había amenazado a su madre y su
hermano —hasta que se dio cuenta de que aún le quedaba una jugada.
Si pudiera llegar a un teléfono, podía hacer que su familia se
ocultara.
Entonces
el vampiro no tendría ninguna influencia sobre él. Jae podría
sacarse fuera —y a Ren con él. Este
mapache no está jerarquerizado aún…
—Si
tú estás dispuesto a morir por esto, entonces ¿por qué no te
retiras y le permites gobernar?—le preguntó. —Tendrías
simplemente que dormirte dentro de tu forma física, sin más dolor,
ni miedo. No habría necesidad de que me deshaga de tu alma.
—Yo
estaba dispuesto a morir para eliminar a un asesino que mata hombres
buenos. No para darle un libre con—tú—permiso. —Añadió lo
último algo ausente, tenía la sensación de que algo no estaba bien
en su cuerpo.
—No
continúes peleando conmigo, Jaejoong. Cualquiera que cruce espadas
conmigo pierde. Es simplemente un hecho.
—¿Huh?—Algo
definitivamente estaba mal en la parte baja.
Con
creciente irritación, dijo, —cruzando espadas. ¿Estás
perdiendo...
—Sí,
bueno, tal vez sea porque nunca has conocido a nadie como yo.
Soy
más terco que cualquiera que te hayas encontrado.
—Una
declaración ridícula, de un muchacho ignorante. Soy miles de años
más viejo. He conocido a millones de personas.
—¿Miles?
¡Eso es antiguo! —Exclamó. —¿Así que los chupasangre son
inmortales?
—Te
daré un momento para abrigar tu mente endeble alrededor de este
asunto.
—Demasiado
considerado de tu parte. Pero no importa. Soy aún más terco de
cabeza que nadie. Y puedo ser más obstinado que una montaña.
Es
mi naturaleza. —¡Maldición! ¿Por qué sentía tan raro entre sus
piernas?
Yunho
abrió la boca para decir algo, pero el lo interrumpió. —Tengo que
usar el baño.
El
resopló con irritación y apuntó hacia un pasillo. —Por allí.
Jae
se levantó de la cama, haciendo una mueca hacia sus pies adoloridos
con pedicura. Un par de tacones de aguja estaba en ángulo sobre el
suelo.
¿Tacones,
Ren? Eso es cruel. Crece, Jae había ido descalzo unos buenos siete
meses de cada año. En prisión, había usado sandalias. Los zapatos
le eran extraños, los tacones una tortura.
Por
un pasillo largo, vio el cuarto de baño. El interior era amplio. Un
piso de mármol relucía, los contenedores hacían juego. Toallas
afelpadas muy bonitas, para usarse, estaban colgadas de un perchero
con calefacción.
Cuando
se dio la vuelta para examinarse en el espejo de pared a pared, se
quedó sin aliento ante su reflejo.
El
traje negro que llevaba era tan ceñido hasta hacer que su ombligo
fuera visible. Su pecho estaba casi expuesto a punto de salirse, la
delgada tela claramente definía lo poco que cubría.
Estar
expuesto así hubiera sido demasiado vergonzoso para él,
pero la prisión —y la ducha comunal—habían perforado
cualquier atisbo de pudor que una vez había poseído.
Tenía
un corte de pelo nuevo y elegante, manicura y pedicura, pero las
capas de maquillaje cubrían su rostro.
Sus
labios eran de color rojo brillante, sus ojos matizados con sombras
llamativas. Parecía una versión de estrella—porno de sí mismo.
El
maquillaje ocultaba el rasguño que el vampiro le había hecho. Se
examinó el cuello y el pecho en busca de más mordeduras, no
encontrando ninguna. Por lo que él le había dicho la verdad.
Teniendo en cuenta la manera en que antes había lamido ese flujo de
sangre, había pensado que seguramente él mordería a Ren y
terminaría el trabajo. A sí que ¿por qué se abstuvo?
¿Ren
le había dado a Yunho su virginidad en cambio? ¡Para todo lo que
Ren amaba asesinar a los hombres, nunca había disfrutado de uno!
Jae
se bajó los pantalones y gritó. Ren le había hecho una depilación
con cera — completa.
—¿Qué
carajo?—Estaba calvo como una bola de billar. —¿Quién hizo
esto?
—Su
cara se calentó.
La
desnudez era tan descaradamente sexual. Sin duda Yunho lo había
desflorado hoy.
Se
sentó en el inodoro, sintiendo la sensación con total naturalidad,
con cuidado sondeo por dentro. Ningún dolor. Su virginidad intacta.
¿Así
que no había habido sexo ni mordeduras? ¿Los vampiros tendrían
sexo? Entonces recordó cuando había lamido su sangre. Sus ojos se
ensancharon. —¡Oh!—Él teniendo una erección, la habría molido
contra su espalda.
Tal
vez Psico—Ren se había negado. Si era un dios, entonces tal vez
pensaba que el sexo estaba por debajo de él. ¿Entonces por qué la
depilación con cera?
Jae
vació su vejiga, se lavó las manos, luego se dirigió de nuevo
hacia el milenario inmortal que esperaba por él.
La
habitación ahora estaba iluminada. Lámparas empotradas lanzaban un
resplandor luminoso. Una vez que sus ojos se acostumbraron, el rostro
de él atrajo su atención y dio un paso vacilante. La primera noche
que lo había visto, estaba demasiado petrificado para registrar
mucho de su aspecto, ¡solo sus ojos rojos demoníacos!
Entonces,
el día de hoy, había estado todo cubierto de sangre.
¿Ahora?
Querido
Dios, él estaba... muy bien. Todos sus rasgos cincelados y el pelo
castaño alborotado. Incluso sus ojos espeluznantes no podían
quitarle merito a su rostro, sólo le hacían parecer una especie de
ángel caído.
Una
vez que pudo apartar la mirada de él, notó otros detalles —como
el tamaño de la habitación. —Si solo no fuera tan agobiante
—murmuró, sorprendido por la altura del techo. Decorada en tonos
crema, la habitación era tan espaciosa que se dividida en un
estudio, con un área para sentarse y dormir. El mobiliario era tan
lujoso, que temía tocarlo.
Sin
embargo, el colchón king size estaba directamente en el suelo
—¿Tienes
algo en contra de las camas?
—A
los vampiros les gusta dormir lo más cerca posible del suelo.
—Pero
no estamos en la planta baja.
—A
veinticinco pisos de eso. También disfruto teniendo el penthouse.
¡El
nunca había estado por encima de tres pisos antes! Vio un enorme
parque más allá del balcón. —
¿Eso
es… Central Park?
—¿Y
qué con eso?
El
salió corriendo hacia afuera. Mira las bonitas luces. Mejor que en
televisión
Cuando
llegó al barandal del balcón, fue disparado hacia atrás como si se
hubiera topado con un muro invisible. Justo cuando estaba a punto de
aterrizar sobre su culo, Yunho se apoderó de sus costados,
sosteniéndolo en posición vertical.
Él
lo puso sobre sus pies, pero se mantuvo cerca de él. En su oído,
dijo, —Místicamente protegido, recuérdalo. —Él agarró su
muñeca y lo obligó a tocar la barrera invisible.
Los
labios de Jae se separaron cuando sintió la energía presionando
contra su mano.
—No
puedes salir de estas instalaciones de ningún modo a menos que seas
escoltado por mí. —Lo soltó, pero no se alejó.
—De
una cárcel a otra.
—Precisamente,
—murmuró, poniendo sus manos sobre sus caderas.
Se
quedó inmóvil, sin saber qué hacer. Probablemente le parecían a
todo el mundo, como amantes observando el horizonte, en vez de un
vampiro y su cautivo. Su piel se erizó con la conciencia de eso.
Al
final, él lo giro para afrontarlo.
Pagaría
para saber lo qué está pensando. —¿Cómo te mueves tan rápido?
—No
me muevo rápido. Tú, mortal, te mueves despacio. —¿Había bajado
la mirada al revelador escote en V de su traje?
—¿Y
cómo desapareces y apareces?
—Eso
se llama teletransportarse—es como los vampiros viajan. —Él
frunció el ceño, dejando caer sus manos.
—Ha
pasado mucho tiempo desde que hable con alguien que sabe tan poco
acerca de nuestro mundo.
Por
increíble que parezca, es aún menos lo que se sobre el tuyo. Él
comenzó a regresar de nuevo a la habitación, diciendo por encima
del hombro: —Ven.
Se
encontró con sus talones escarbando el lugar. Lo único que lo hacía
sostenerse a su obstinación como a una vela, era su terca
incapacidad para recibir órdenes. —¿Realmente piensas que eres
mi dueño?
Lo
miró con una mirada suave. —Sí.
¡Lo
odio! —¡Así que antes, cuando estabas a punto de hacer algo y me
informabas cómo iban a ser las cosas, tú básicamente me estabas
diciendo que voy a ser un esclavo hasta el final de mis días!
—Textualmente.
—Empezó a rodearlo de una manera extraña, merodeando
misteriosamente, cosa que lo asustó y sacó el infierno fuera de él.
Por
lo que levantó la barbilla. —¿Y dónde exactamente vas a enviar
mi alma?
—¿Enviarla?
Hmm. Aún no sé donde van las almas después de esta existencia.
—Dando vueltas, dando vueltas. —Mi única preocupación es que la
tuya se haya ido de tu cuerpo.
—Si
no es que acabo conmigo antes, entonces.
—No
lo harás. Usaré tu debilidad “tu amor por tu familia” para
asegurarme de que no te dañes a ti mismo.
—¿Eres
realmente el tipo de hombre que mataría a una mujer indefensa y a un
niño?
—El
le exigió, a pesar de todo en este hombre gritaba que lo era.
Yunho
le sostuvo la mirada y respondió: —Lo haré sin vacilar para
conseguir lo que quiero. Lo haré con placer si sigues desafiándome.
Es
un animal... entonces es mejor tratarlo como uno, Jae. No muestres
ningún temor.
—Ruégame
por sus vidas ahora, Jaejoong. Suplica por ellos.
Con
más valentía de lo que alguna vez había fingido, le dijo: —Me
odiarías peor de lo que ya lo haces. Así que hare algo mejor.
Negociare contigo.
—¿Negociar?,
—Repitió, parecía intrigado. Luego su expresión se cerró. —Sólo
los que tienen poder pueden negociar. Tú no tienes ninguno.
—Ahí
es donde te equivocas. He evitado que Ren se levante una o dos veces
en el pasado. Puedo armarme de valor en contra de él aún más. No
dormiré o comeré. Pensaré nada más en la forma de enterrarlo
profundamente en el interior, que no verá jamás la luz del día.
—Jae
pensó que estaría furioso por eso.
En
su lugar, se vio de nuevo intrigado. —Me gusta un buen negocio.
Sin
embargo, también disfruto haciendo rogar a mis enemigos.
—Me
necesitas vivo, pero necesitas más que eso. Necesitarás de mi
cooperación. Así que, ¿qué tenias planeado para mí después de
que consiguieras que te suplicara?
—Había
planeado una comida. Entrecerró los ojos hacia él. —Por supuesto
que tengo hambre, Yunho. Podría comerme un caballo ahora mismo. ¿Ves
como fácilmente podemos estar juntos?
Él
le pellizcó la barbilla, fuerte. —Ten cuidado pequeña mascota. Si
juegas conmigo, no te gustará cuando me una al juego.—Inclino
cabeza hacia él. —Y por esta posibilidad, ¿qué quieres a cambio?
—No
dejarás que Ren mate.
Después
considerarlo un momento, dijo, —¿Hasta que te hayas ido?
Estuvo
de acuerdo. Y obedecerás mis órdenes, sin cuestionar, o tú castigo
equivale al fin de tú familia. Trata de evitar que Ren se levante o
dáñate a ti mismo de alguna manera y tal vez arranques sus cabezas
de sus cuellos con tus propias manos. ¿Me entiendes, Jaejoong?
—E…
entiendo. —Entonces agregó: —Entiendo que toda mi familia está
a salvo de ti y de
cualquier
persona que trabaje contigo, siempre y cuando coopere.
Él
arqueó una ceja, como si se sorprendiera por su temeridad. Jae
sospechaba que era una novedad para él.
Entonces,
¿qué pasaría cuando la novedad desapareciera?
—Me
preguntaba si estabas loco. Ahora he decidido que debes estarlo y
mucho. —Se dio media vuelta y avanzo hacia otra habitación. —
Sígueme.
Después
de haber tenido una especie de victoria, él lo siguió. A cada paso,
se encontraba con más ejemplos de su riqueza, lujos como nunca
había imaginado —arte, alfombras orientales, aparatos
electrónicos novedosos. Pero ni un solo teléfono o computadora.
Este
lugar era un paraíso en comparación a la cárcel. El aire era más
seco aquí, no estaba cargado de humedad. Mientras que en su sala
llegaba el olor de orina y maza, aquí todo olía a nuevo.
El
departamento tenía dos alas con extensas terrazas entre ellos.
Incluso
una de las terrazas, tenía una piscina.
Un
paraíso en comparación a cualquier parte. —¿Cuántas
habitaciones hay en este lugar?
—Más
de una docena a lo largo de los tres pisos.
—¿Vives
solo?
—A
partir de hoy, vivo con Ren y un prisionero temporal.
Entonces,
un pensamiento lo golpeó. —¿Estamos a punto de comer juntos?
—¿No
querrás verme beber, ni cenar?
Nunca
había sido escrupuloso con la sangre, había cazado ciervos
con su tío toda la vida, eventualmente guiaba partidas de caza
como negocio propio. Entonces, los crímenes de Ren habían
endurecido a Jae aún más.
Por
no mencionar cuando la perra había bebido baldes de sangre…
Pero
Jae no había negociado que Yunho no pudiera matar o que no podía
beber de él.
—La sangre en sí misma no es un problema. Estoy más
interesado de en donde la consigues.
—De
una jarra en el refrigerador por lo general. Esta noche, comerás
solo. Estoy aquí sólo para asegurarme de que ganes peso. Para
rellenar más tus curvas. Ren te encuentra carente de ellas.
¡No
había nada de malo con sus curvas! —Entonces tal vez ustedes
debieron de secuestrar a un chico regordete, uno que ya estuviera
confeccionado y cumpliera con sus requisitos.
Él
apareció a su lado en un instante, su mano se cerró sobre uno de
sus codos. —Tú eres mío. Tu cuerpo es mío por derecho. Tú eres
de mi propiedad. Cuanto antes lo aceptes, mejor será para ti.
Jae
trató de liberarse, pero su control era como el de una tenaza. —¡Tú
eres el que está loco!
—¿Deberé
volver con la cabeza de tu madre? Tal vez la sitúe como centro de
mesa.
—¡Todavía
estoy cooperando! —¡Era la persona más espantosa que jamás se
había encontrado! No había nadie en las montañas o incluso en el
pabellón de la muerte con quien pudiera compararlo.
Su
sonrisa se profundizó. —¿Y quién es tu dueño?
¡Di
las palabras! ¡Se obligó a decir! —Tú…lo eres.
Mhm .... Me perdi un poquito en quien era el que habla el momento o debe ser que lo lei muy de prisa, ya quiero que Yunho y Jae esteen juntos y Yunho se enamore y no permita que el alma de Jae se vaya. Gracias Gaby, cuidate mucho, no me gusta saber que estas enfermita :(
ResponderBorrarMe encanta la personalidad de Jaejoong :3 igual la necesita para lidiar con Yunho y su ego y sadismo enorme xDD al fin Jaejoong mando a dormir a Ren :P a ver que pasa en el siguiente~ gracias por el capítulo :D saludos~
ResponderBorrarYunho abre bien los ojos el que te conviene es Jae no Ren pues ese nomas usa de ti es malo y traicionero
ResponderBorrarespero y se de cuenta de ello y mantenga a Jae a su lado y que se deshaga de Ren
si Jae le pertenece a Yunho Jae puede lograr que Yunho le pertenezca a el y poder hacer que entre los dos logren terminar con Ren pues Jae también lo puede manipular solo esta que encuentre su punto devíl por el momento es Ren
espero que cuando lo tome logre enamorarse de Jae y no piense mas en Ren para que lo pueda expulsar del cuerpo de Jae
Gracias por el capitulo
oee yh.. ren solo te usa.. comprendelo.. en cambio si escojes a jae puedes llevarte una gran sorpresa. n.n
ResponderBorraractu prontooo please!!
pobrecito Jae, por amor a su madre y hermano ,hará lo que sea que Yunho le mande hacer. me da mucha pena su situación y admiro su tenacidad y su valor para enfrentarse a este ser inhumano y déspota.
ResponderBorrargracias por la actu, espero que ya te encuentres mejor . besos
Yunho considera a Jae como un buen negociador para tus deseos, pero ojala y te des cuenta que Ren solo te esta dando atole con el dedo, solo quiere la inmortalidad y a ti no, pero no le queda de otra mas que soportarlo, en cambio búscale un poquito a Jae verás como te responderá con pasión pues le gustas en el fondo, ya no lo amenaces tanto con su familia y búscale por el lado bueno.
ResponderBorrarGracias
El pobre esta atrapado por las amenazas de Yunho pero yo creo que ambos sederan jejje
ResponderBorrarPobre Jae... por su familia tiene que hacer caso a Yunho y bajar la cabeza... Espero que Yunho pronto se de cuenta de las verdaderas intenciones de Ren...
ResponderBorrarOh! Lo dijo! crei que no lo haria! Cuanta fuerza requirio para decirlo, pero bueno son su familia, de no ser por ellos, ya habria encontrado la forma de estar muerto......
ResponderBorrarAlgo asi como una tregua eh?? mmm me gusta habra mas....bueno, confianza no, pero algo similar.....
Jae no se intimida tan facil, si no fuera ppr el bienestar de su familia, yunho no podria hacer su santa voluntad con el
ResponderBorrarGracias por el capitulo
Jae no se intimida tan facil, si no fuera ppr el bienestar de su familia, yunho no podria hacer su santa voluntad con el
ResponderBorrarGracias por el capitulo