Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 27

Capítulo 27 +18

La confusión cedía. Yunho no estaba soñando.

Tenía una de sus manos sobre un tierno pecho, La otra subía pulgada a pulgada, pero sin pausa, el camisón de Jaejoong por sus firmes muslos.

¿Cómo había acabado en esta posición? No lo podía recordar.

—¿Por qué sentía el sabor de su deliciosa sangre? No podía recordar...

"Espera"... ¿El lo había estado interrogando? Cuando su mente comenzó a aclararse, se dio cuenta de que el mortal había pensado sacarle ventaja. 

—¿Escarbando para conseguir información? Jae tragó saliva.

—¡Tú pequeña zorra! —Él quería castigarlo y no podía."¡Blyad!"

¿Cuánto le llevaría encontrar el anillo y librarse de él?

La frustración burbujeo dentro de él, Se levantó y bruscamente lo tiró sobre la cama, consiguiendo que lanzara un grito.

Cuando Jae se apresuró a enderezarse, su camisón se deslizó hacia arriba y Yunho pudo echar una rápida ojeada a su sexo. ¿Desnudo? Al momento se teletransportó de vuelta a la cama, tirándolo de espaldas. 

—¿Tienes una sorpresa para mí? La veré ahora. —Separa tus muslos.

—¡No!—Jae se bajó el camisón abruptamente. Yunho le sujetó las rodillas y se las separó arrugando el camisón. Con el rostro enrojecido Jae trató de luchar, pero él lo sometió fácilmente, lo inmovilizó colocando sus caderas entre sus muslos. —Hicimos las cosas a tu manera la última vez, ahora las haremos a la mía...

—Su voz se apagó en cuanto echó una primera mirada a su carne. Su hermoso miembro y sus pequeñas bolas y ese pequeño agujero rosado abierto como pétalos en flor.

Dejó escapar un gruñido, mientras su mano bajaba hacia él.

Yunho no quería desearlo, pero la vista de su excitado miembro, y su lujurioso aroma, llevó su deseo más allá del control. Si Jae necesitaba correrse, él instintivamente tenía que complacerlo. A la primera percepción de Jae mojado, caliente al tacto, increíblemente suave... Soltó un gemido reverente.

—¡Déjame ir! Jae lo empujó.

¿Quitándole su premio? —Jaejoong —Yunho ahuecó su mano posesivamente, sobre su miembro dándole un duro apretón. —Esto me pertenece. No me niegues lo que es mío.

Cuando sus uñas se hundieron en su brazo, él soltó una risa cruel. 

—Como las garras de un gatito.

—Otro apretón. —Entiéndeme, soy el dueño de tu cuerpo, disfrutaré de el por el resto de mi vida. Lamiéndolo, follándolo, todo a mi antojo.

Jae empezó a temblar de miedo, viéndose delante de él con ojos desolados.

—Maldito eso no es suficiente.

Sí, él lo odiaba y disfrutaba insultándolo “especialmente ahora que lo había interrogado. Sí, estaba furioso por no tener ninguna pista de su sueño anterior ni de lo que había hablado, y esperaba desquitarse con él.”

Pero ahora tenía una dolorosa erección, lo que significaba que ansiaba la desinhibida sexualidad que Jae le había demostrado, lo deseaba más mojado, lo deseaba desenfrenado.

Con esfuerzo, suavizó su tono. —Relájate mascota.—Se obligó a decir. —No te haré daño esta noche. —"¿Hmm. no fue una mentira?" Yunho pensó.

La tensión todavía vibraba dentro de Jae.

—¿No confías en mí? Jae sacudió la cabeza. Su brillante cabellera, suelta contra las sábanas.

—Sólo quiero acariciarte con los dedos. Sólo jugar. Obsérvame. —Para demostrarlo, pasó el dedo índice sobre sus bolas, frotándolas lujuriosamente. Una vez, dos veces…

Jae disminuyo el agarre sobre su brazo. Otra ligera caricia y comenzó a relajarse.

—Eso es —si él se burlaba, Jae levantaba las caderas buscando más. —Tan receptivo.

—Yunho rozó con su dedo húmedo su rosada entrada.—Eres tan bonito aquí, Jaejoong.—Y para pronunciar esa declaración sin sentir el Rána, tuvo que añadir.—Te encuentro exquisito aquí.

Jae tragó saliva nerviosamente, estudiando su expresión.

—Pon los brazos sobre tu cabeza y mantenlos ahí.

—¿Por qué? —Porque yo conduzco. Hazlo. Sujétate los codos.—Cuando Jae vacilantemente lo hizo, Yunho cerró sus puños sobre su camisón y lo desgarró, dejándolo completamente desnudo.

"Dioses todopoderosos"

—¡Yunho! tus ojos...

Entre jadeos, él soltó entre dientes. —He necesitado ver... verte. Así.

Estrecha cintura que iba ensanchándose hacia unas bien proporcionadas caderas, hermoso pecho, coronado con pezones rosas que le hacían la boca agua, piel del color de la miel.

El exuberante calor entre sus piernas...

Yunho pensaba que era digno de lo mejor, lo consideraba su derecho; pero incluso se sintió mareado por su suerte, al contemplarlo extendido ante él.

Cuando comenzó a temblar de nuevo, él se tendió de lado junto a Jae, doblando su brazo, descansó su cabeza sobre una mano. Esta pose casual desmentía la explosiva necesidad en su interior, mientras lentamente acariciaba su miembro.

Jae jadeó otra vez. Me vuelves loco, vampiro.

—Por supuesto que lo hago, Jaejoong. Otra caricia.

Este hombre era la encarnación del sexo.

Comparados con Yunho, los chicos con los que Jae había estado antes eran unos brutos torpes. Ahora estaba tratando con un inmortal seductor que usaba sus talentosos dedos y su ingeniosa mente para hacer cosas pecaminosas con él.

Un inmortal, cuyos ojos parecían haber capturado el fuego, y se volvían profundamente rojos mientras miraban fijamente su cuerpo desnudo.

Cuando él dibujó la humedad continuo con aquellos círculos perezosos, Jae relajó sus brazos sobre su cabeza y dejo caer las rodillas ampliamente.

—¿Quieres más? —Moliendo su dureza contra su cadera, con la nariz le acarició el cuello, el oído, murmurando palabras en ruso.

Sus cálidos suspiros contra Jae, lo hacían temblar violentamente. —¿Qué dijiste?

—Te decía obscenidades al oído. —En un tono desigual le dijo.—Te contaba, que tienes el hoyito más bonito que he visto en mi vida y lo que voy a hacer con él.

Jae gimió, enterrando sus uñas en sus codos.—¡Yunho!

—Sé mi querido. —Jadeó con ese acento profundo. —y acaríciate con los dedos para mí. Enséñame como te gusta correrte.

Su acento… el borde áspero de sus sucias palabras, era como si lo tocara, acariciándolo por todas partes.

Jae prestamente obedeció, deslizando su mano entre sus piernas, acariciando suavemente su miembro. Aunque él no se lo había pedido con la otra mano se tiró un pezón, lo que parecía agradarle.

—¿No te penetras? —Sus ojos fijos en sus dedos.

El sólo pudo sacudir la cabeza.

—¿No sabes cómo, verdad? Pronto te enseñaré lo bien que se siente tener algo dentro de ti.

"Yunho... ” —Una vez que tu cuerpo se convierta en inmortal, te llenaré con mi pene y me correré aquí dentro profundamente. —Con la yema del dedo índice dio un golpecito justo en su centro. —Y aquí.—Levantó la mano hacia su boca, introduciéndole la punta del pulgar.

Cuando Jae obedientemente succionó, él siseó. —Sí, dulce Jaejoong, estaré dentro de esta carne al atardecer, a la medianoche, al amanecer.

Imaginando que su dedo era otra parte de su anatomía, Jae chupó extasiado.

—Siento tu pequeña lengua ¿Vas a hacer que me corra sólo con eso?

—Alejó su mano, pasando la yema mojada de su dedo primero sobre un puntiagudo pezón, luego sobre el otro.

—Yunho, estoy cerca...

—¿Sin esperarme?

Se levanto desabrochándose los pantalones, se los quitó, después se colocó de rodillas entre sus piernas.

Jae contempló con reverencia su cuerpo desnudo, su enorme pene —era más hermoso de lo que había imaginado. La venosa erección estaba tan rígida, la cabeza tan amplia. La humedad salpicaba la hinchada abertura.

Cuando pudo pensar de nuevo, Jae dijo. —Quiero tocarte, aprender lo que te gusta.

—Yunho le lanzó una mirada inescrutable —“¿Satisfecho con eso?". —Estás ocupado con otra cosa. — Apuntó su mirada hacia sus dedos, y agarró su erección con una mano, levantándola sobre Jae.

Con los músculos de los brazos a punto de reventar, presionó la cabeza de su excitación contra el pecho de Jae, tomando aire fuertemente ante el contacto. Lentamente la paseó sobre un pezón, luego sobre el otro, haciéndolo soltar un gemido ahogado.

Tragó saliva cuando él se colocó frente a él presionando su erección por ambos lados.

Con un gruñido, él empujó. Su cabeza cayó hacia atrás, los tendones de su cuello se tensaron. "Dios mío… podría correrme sólo con observar cómo se mueve". Yunho sujetó ambos pezones entre el pulgar y el índice y empujó de nuevo. Y otra vez. —Podría derramarme sobre tu cuello si no me detengo.—Jae gimoteó imaginando el líquido caliente marcándolo. —Haz lo que quieras.

Pero él ya había comenzado a bajar su miembro por su torso. En una neblina de sensaciones Jae vio la húmeda cabeza deslizándose por su vientre. —Más abajo, vampiro, presiónalo contra mí. Déjame moverme contra el.

_ ¿Quieres que nos toquemos? ¿Quieres sentirme contra tu pene desnudo? —De nuevo, su tono era desafiante. —Entonces bésame, levántate y bésame.

Jae sintió como si el vampiro estuviese probándolo, pero para determinar ¿qué?

Apartando los dedos de su sexo, Jaejoong colocó sus manos tras el, apoyándose en sus brazos para levantarse. Condujo su boca hacia la de Yunho arbitrariamente, al encuentro de su lengua.

"Dioses él me vuelve loco". Yunho retrocedió. —Más fuerte. Bésame como si te fueras a morir si no te corres pronto. Sus ojos estaban fijos en los labios de él. —Lo haré.

Él tomó su brillante pelo, y lo empujó hacia delante. —¡Hazlo!

Con un ronco jadeo, Jae se inclinó, cuando él atrapó su boca con la suya, Jae succionó su lengua otra vez. Haciéndole perder la cabeza.

Y entonces, Jae tentativamente, pasó la lengua sobre uno de sus doloridos colmillos, sacándo su propia sangre para él.

Yunho se quedó en shock, incluso mientras pensaba. "¡Sí, dioses sí! Hazlo otra vez…”

El pequeño brujo le lamió el otro colmillo más fuerte.

"¿Compartiendo otro beso de sangre conmigo?"

El placer afectó directamente a su miembro, pero la idea de Jae haciendo esto incendió su mente. Demasiado intenso, demasiado de él. Demasiado inolvidable...

Él rompió el beso. Furioso con Jae. Encantado con el. Su polla a punto de explotar.

—Recuéstate. —Él apenas reconocía su propia voz. —Sujeta tus codos otra vez.

Cuando Jae obedeció, él lo recompensó bajando unas pulgadas sus caderas, su pene presionando su humedad.

Jae envolvió una pierna alrededor de la cintura de él, animándole.

" Cosita caliente…" Finalmente, Yunho descansó su erección contra su tembloroso agujero. "¡Mierda!" Él tuvo que apretarse la corona de su miembro para no correrse instantáneamente. "Tan mojado". —Empapado.

Con su otra mano, él gentilmente pellizcó los pliegues en contra de su eje, como había hecho con sus pezones. Entonces se movió sobre su miembro.

—¡Oh—mi—Dios! —Las manos de Jae volaron a sus caderas.

—¡Jaejoong, quieto, no te atrevas a correrte todavía!

—¡Demasiado tarde! —El se estremeció, su largo pelo cayó desordenadamente sobre las sábanas. 

 

—No puedo parar. Sintió las uñas de Jae clavándose en su trasero, mientras sus caderas rodaban arriba y abajo, deslizando propio miembro a lo largo de su erección. Tan pronto como él se liberara de su agarre, se derramaría.

"No puedo resistirme a esto... "

Él extendió sus rodillas más ampliamente, empujando contra la parte trasera de sus muslos. Cuando él empujó más fuerte sobre Jae, sus rosados pezones sobresalieron.

"Demasiado…"

Con la mirada fija en sus párpados entrecerrados, él dijo con voz rasposa. —Quieres mi semilla.

—Sí.

—Entonces observa cómo me corro. —Él soltó su miembro, su espalda se arqueó mientras el semen subía a toda prisa. —¡Ah Jaejoong!—Bramó él, explotando en su vientre.

Formando arcos, su semen, cayó como latigazos sobre Jae una y otra vez. Yunho se quedó estupefacto.

Porque Jae se estaba retorciendo en otro orgasmo. Y sonreía. Sus labios curvados con deleite.

—¿Jaejoong?

Cuando al fin el terminó de correrse, se derrumbó a su lado con un gruñido, su erección aún moviéndose nerviosamente contra el muslo de él.

"Demasiado de él". Necesitaba huir de Jae.

Y aún así, yació de lado con un brazo extendido a lo largo de su pecho, su pierna sobre las suyas, acercándolo.

En ese momento Yunho frunció el ceño. Ellos encajaban. Como dos piezas de un rompecabezas.

El cuerpo de Jae canturreaba, su piel hormigueaba. La áspera respiración de Yunho le golpeaba en la oreja. Yacieron así, hasta que ambos recuperaron la normalidad. Yunho incluso rozó sus labios contra su sien.

Embadurnándose un dedo con su semilla, Jae le lanzó una provocativa sonrisa. —Mira lo que me hiciste hacer. —Dijo Jae repitiendo sus palabras.

Justo cuando estaba pensando que había hecho algún progreso, Yunho se alejó poniéndose de espaldas, su cara una máscara de rabia. —Cuestióname así otra vez, y haré que ruegues por tu muerte.

—Antes de desaparecer añadió. —Y todavía no te comparas con Ren.

—Jae quedó atónito, abriendo y cerrando los ojos sin poder creer lo que acababa de ocurrir, pero la prueba evidente descansaba reunida sobre su vientre.

Antes había encontrado erótico sentir cómo se corría sobre él; ahora se sentía mancillado por ello.

"Usado". Jae se cubrió la cara con el antebrazo, su labio inferior temblaba. No sólo no había sido lo suficiente bueno para influenciarlo. Yunho se había vuelto a burlar de él por intentar seducirlo y alejarlo de Ren.

"Duele tanto".

Jae no se permitía llorar, ni siquiera en prisión. Ahora no sabía si podría contener las lágrimas. El acababa de llegar -de nuevo- con alguien que lo había amenazado, a el y a su familia repetidamente. Alguien que asesinaba.

"Alguien a quien odiaba profundamente" Antes de que pudiese estallar en lágrimas, sintió una agitación en el pecho. Ren.

"Me pregunto qué pensará el Dios del esperma encima de él". Si de verdad desprecia todas las cosas sexuales... Demonios, incluso si no lo hacía.

Por primera vez en su vida, Jae le permitiría levantarse sin luchar.

"Por los baldes de sangre que vomité." —Diviértete con esto Dios.