martes, 21 de abril de 2015

Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 16



Capítulo 16

Cuando Yunho despertó, yacía en un banco de nieve. A pesar de que seguramente era aún de día en Nueva York, el color amarillo claro de la luna se derramaba sobre él.
Teletransportándose en sueños. Una vez más. 
¿Dónde demonios estoy? ¿Esto iba a suceder cada vez que durmiera?

Lanzó una mirada a su alrededor, reconociendo su paradero —porque se trataba de una propiedad a la que regresaba a menudo, una que ahora le pertenecía. El campo en el que su madre había muerto.

Recordaba de manera claramente la muerte de JiYool y la noche siguiente. Sobre todo la víspera siguiente a eso, en la que finalmente había sido capaz de levantarse de su capullo de nieve.

El sol casi se había puesto cuando empezó a arañar para poder sacar su cuerpo fuera de la nieve. Los humanos se habían ido hacía mucho tiempo, pero Yunho se había visto obligado a esperar en agonía hasta que llegase el crepúsculo.

Por fin rompió la capa exterior de hielo y corrió en busca de su madre... esperando contra toda esperanza. Entonces divisó todo lo que quedaba de la orgullosa JiYool—ceniza negra contra la brillante y blanca nieve.

Con un grito ahogado, llegó hasta sus restos, pero una ligera brisa susurró, dispersando sus cenizas a través del campo.

¡No, no, madre!” Llorando, desesperado por tocar siquiera un fragmento de ella, se abalanzó sobre ellos. Se teletransportó hasta el lugar, cepillando sus dedos sobre la ceniza desintegrada. La primera vez que había sido capaz de teletransportarse. El golpe lo sacudió. Horas antes, esa habilidad hubiera evitado el sacrificio de JiYool.

Cayó de rodillas, lleno de un odio amargo contra sí mismo. Le fallé. Las lágrimas caían, hasta que se dio cuenta de su presencia. Los Daci a su alrededor, envueltos en la niebla.
Su madre le había dicho que su familia iría por él una vez que los humanos se hubieran ido. Efectivamente, ellos lo habían hecho.

Yunho, le susurraban como el viento”.
Él se puso de pie, señalando en círculos."¡Muéstrense!" Volvió el odio que había sentido por sí mismo hacia el exterior. Oyó la voz de su madre en su mente: "Confía en la fría razón." Pero no pudo. La furia quemó dentro de él justo como el sol la había quemado a ella.

"¡Ustedes cobardes inmundos! ¿Dónde estaban anoche? ¿Dónde está Jong Suk? ", Gritó hasta que la saliva que rociaba sus labios, se congeló.
¡Déjenme ver sus caras!”

Yunho…”
Se teletransportó adelante, volando en la niebla con sus pequeños colmillos descubiertos.
No podía verlos. Los ojos muy abiertos, hasta que se dio cuenta de que eran la niebla—y dentro de ella, también.
¡Permitieron que se quemara!,” Gritó, con la garganta en carne viva.
¡Luchen conmigo!”
Por todo su alrededor, escuchó sus murmullos: “...su maldición... ” “...Se teletransportó dentro de la niebla... ” “...Sangre de la Horda... ” “...falta... ” “...rabia... ”
¡Sí, tengo la sangre de la Horda! Lo mejor para destruir” Simplemente teletransportándose en la distancia, se disipó.

La noche estaba tranquila, silencio absoluto. Completamente solo.
A través de los siglos, Yunho había vuelto aquí una y otra vez, buscando desesperadamente al pueblo de su madre, buscando a Jong Suk. Pero nunca se había teletranportado en sueños hasta esta clase de distancia.

El mordisco de la nieve en sus pies descalzos, una invitación de la brisa helada a la calidez de su torso al descubierto. Despreció este lugar. Yunho aún podía recordar el olor de la carne quemada de JiYool en esa helada madrugada. Ese recuerdo carcomía su mente.

Debido a que su padre, Jong Suk, el rey de los Daci, la había abandonado.
El abuelo que Yunho nunca —en su vida sin fin—había podido encontrar.

Cuando joven, Yunho no comprendió el dolor que su madre había sentido. Desde entonces había conocido muchos tipos de tortura, había sentido su propia piel quemándose por el sol. Ahora entendía a lo que Jong Suk había sometido a JiYool. 

Todavía puedo sentir sus cenizas frágiles contra la punta de mis dedos...

Con el recuerdo, la rabia hirvió dentro de Yunho, tan fresca como esa víspera. ¿No debería haberse atenuado? Se sentía enloquecer, con ganas de destrozar al enemigo hasta que la sangre humeante rociara como la lluvia la nieve pintándola. —¡Da la cara, Jong Suk! —Bramó. —¡Maldito cobarde!

Por un instante, pensó que sintió su presencia. ¿O fue sólo un remanente persistente de su sueño? —¡Da la cara!—Nadie lo confrontó, nadie respondió a su desafío. —¡Maldito seas por siempre, lucha contra mí!

Este podría ser el momento en que cayese al filo de la navaja, irremediablemente loco.

Otro bramido surgió de su pecho. Anhelando la sangre, la matanza... rotura de huesos...
La prisa cuando la carne dio paso a sus colmillos. En el filo de una navaja de afeitar, la mirada fija en el abismo. Y el abismo le devolvía la mirada.

Justo cuando se dio cuenta que estaba a punto de perder esta batalla, se imaginó la piel de su complaciente novio, renunciando a su vino carmesí. Hundir sus colmillos en él, sumergirse en lo profundo...

Sus ojos se abrieron. El está solo. Indefenso.
En menos de un instante, había regresado al departamento. Necesitaba protegerlo. Necesitaba de él. Enterrar su cara en su cabello y aspirar su aroma embriagador, podía imaginarlo con tanta claridad. Encontró a Jaejoong parado en el balcón bajo la cubierta de sol.

No es él, no él. Ren únicamente. Yunho susurró, —Permite que Ren se alce.
Jae se dio la vuelta. —Estás de vuelta—Oh, Dios mío, tus ojos.
¡Permite su subida!

Abismo...

El no lo está intentando.
Yunho echó hacia atrás la cabeza y gritó. ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAArggggggggggh!!!

¿Yunho?
—Escuchó cómo se atragantaba con un miedo mortal, y sin embargo, disminuyó cerca de él, las manos en frente de Jae.
¿Q… qué te ha pasado? ¿Hay nieve en tus pantalones?

Yunho entrecerró los ojos sobre él, dispuesto, sí, ven a mí. Jae dió un paso más cerca de las sombras, y luego otro. Sus manos temblaban. Las quiero en mí. Ven y tócame.
Tócame, y yo podría durar otra noche.

Los ojos del vampiro eran más aterradores de lo que Jae los había visto nunca. Estaban llenos de rabia — y angustia. Una horquilla roja rodeada de blanco, dándole un aspecto aún más siniestro. Sin embargo, eran fascinantes para él.

Su pecho desnudo se alzaba al respirar, sus manos apretadas en puños, la promesa de violencia en cada músculo ondulante y tendón estirado. Sus colmillos brillaron afilados.
Y aún así se encontró cruzando hacia él, queriendo alisar su cabello despeinado por el viento en la frente, necesitando sentir su piel perfecta.

Cuando se unió a él en la habitación, algo empezó a suceder que Jae no entendía. Él se colocó más cerca de Jae, más cerca, con una sedosa gracia, depredadora.
Cayó en la cuenta, de que no quería asustar a su presa. Jae se estremeció, al mando de sí mismo, no saldría corriendo. Porque sintió que eso podría… excitarlo.

Pronto estaban tan cerca que tenía que estirar la cabeza para encontrarse con su mirada. Sus labios se separaron con la necesidad evidente que vio allí.
Pero, ¿qué es lo que él necesitaba? ¿Qué quería?
¿Por qué sentía como si fuera a morir si no averiguaba como se sentía su pálida piel?
Jaejoong, —dijo entre dientes, su voz cruda, su expresión enloquecida.
Tal vez podría tocarlo, podía satisfacer su curiosidad, y él no lo recordaría siquiera.

¿Puedo... puedo tocarte?
Yunho se estremeció, y luego susurró: —Si. Tócame.
Para probar las aguas, apartó un mechón de pelo de su cara. Cuando simplemente se acercó a él, tentativamente puso la palma de su mano sobre su pecho, contra su piel helada. ¿Dónde se había teletransportado? ¿A qué tierra nevada?

Yunho se estremeció, aún cuando sus músculos saltaron con su toque —Jaejoong, —le gruñó con voz entrecortada, —me quemas. Estaba a punto de soltar sus manos cuando le ordenó,
Más.
O… bien. —Avivó sus dedos sobre el pecho, avanzando poco a poco hasta que sus manos se extendieron sobre sus rígidos pectorales, sus pezones planos. El no entendía a este hombre, este malvado vampiro con sus ojos angustiados. Yunho todavía no había puesto sus manos sobre él. ¿Porque temía? —Si pierdo el control... —Le había advertido.

Pero sentía que Jae lo calmaba, que lo afectaba físicamente —y mentalmente. Y su mente estaba torturada y el debía ayudarlo, para algo había estudiado psicología, aunque el vampiro no lo supiera.

Efectivamente, la agitación comenzó a ceder, sus párpados se volvieron pesados.
Jae estaba tan afectado. Su fascinación creció con los bordes que se flexionaban bajo su mano, pidiendo a gritos ser explorados.

Cuando él peinó con las uñas el vello castaño del pecho, los ojos de Yunho se cerraron como cubiertos con una capucha.
¿Estás mejor?—Su voz era vergonzosamente ronca. Pero Jae había estado dolorido por algún tipo de contacto durante media década, ¿cómo nopodía apreciar a un hombre como él? Todo pelo alborotado y músculos abultados.
Dando la impresión de despertar, le lanzó una mirada llena de odio.
Golpeó sus manos lejos murmurando una maldición, entonces se dirigió hacia la cocina.

Como no se teletransportó, pensó que él quería que lo siguiera.
Jae lo miró reacio asombrándose de los planos esculpido de su espalda, su forma cónica descendiendo hasta las caderas estrechas...

Incluso su andar era sexy. Yunho caminaba como imaginaba que lo haría un poderoso rey.
En la cocina, abrió el refrigerador, apoyado en la puerta sacó una jarra de sangre. Se veía como un dosificador de crema en sus manos grandes.

Levanto la jarra, tragando su contenido, mientras que Jae se hundía en una silla, mirándolo con fascinación. Lo vio mirarlo por el rabillo del ojo, sabía que él observaba su respiración entrecortada, sus mejillas enrojecieron. Ahora que Jae lo había tocado, estaba aún más atraído por él. Lo atraía como la luz a la polilla.

¿Tal vez era un poco menos intimidante, sin su lujosa ropa a la medida y botas caras? Y su traqueteo con la jarra en el refrigerador era tan normal, tan masculino, no podía dejar de responder. Incluso cuando un hilo de sangre corría por la comisura de sus labios.
Vampiro. Sangre. Aun así, no podía apartar la mirada. ¿Cómo puede esta vista hacerme babear?

Cuando terminó, Yunho se pasó el antebrazo por encima de su boca, por la barba y el mentón. —¿Mira hasta hartarte? ¿Toca hasta llenarte? No te preocupes, estoy acostumbrado a que las mujeres y hombres de todas las especies me codicien.

Sintió el rubor de la vergüenza, pero lo frenó. Jae tenía una fecha de vencimiento en su vida que se acercaba rápidamente, no podía perder ni un minuto avergonzándose por nada. Y resolvió que no se golpearía porque se sintiese atraído por un mortal maniático, vampiro que él ansiaba matar.

Jae inclinó la cabeza considerando la situación, diciendo con sinceridad: —Bueno, al menos, el envoltorio es hermoso. En su expresión, dijo, —Oh, vamos. En toda tu vida sin fin, ¿nadie ha insinuado que eres feo por dentro?

Los más débiles que Yunho no hacían un hábito el insultarlo. Por supuesto, Jae quería morir. —Tú no vas a provocarme para que te mate, dijo, y agregó, —esta noche. Sin embargo, el tribunal de mi ira, te castigará de otra manera.

Su cólera estaba lista, y su humor asqueroso. A pesar de que había dormido durante horas, los únicos recuerdos que había soñado o vivido en carne propia —fueron los propios, algo que no había ocurrido en mucho tiempo. Lo que significaba que no había cosechado ninguna nueva información sobre el paradero del anillo.

Si no podía acceder a los recuerdos Yoochun Park, se vería obligado a ponerse en la búsqueda del anillo de nuevo. La primera vez que había tomado el consejo de su tío y bebido “en directo” la sangre inmortal, Yunho había aceptado el riesgo: la locura.

Pero se había convencido de que su mente era demasiado fuerte para ser excesivamente afectado. Tal vez había crecido más diabólico, su conciencia aún más erosionada.
Nunca había esperado teletransportarse en sueños y los estragos, como los momentos en que no podía oír a un enemigo acechándolo por el estruendo de su corazón.

Nunca había esperado perder su capacidad estratégica. En el pasado, fácilmente había manipulado a varias personas, desde hacía décadas, previendo los movimientos de cada jugador como si fueran peones de ajedrez. Ahora la solución de un simple rompecabezas se le escapaba. Rara vez podía dormir. Cuando lo hacía, no podía filtrarse a través de sus sueños para llegar a la información que necesitaba. Definitivamente algo andaba mal en su cabeza.

¿Algo también extraño? No había experimentado los recuerdos de Jaejoong en absoluto. Fue su última toma, ¿por qué no lo había visto los suyos? Lo único bueno que llego con su descanso fue que sus heridas se habían curado por completo. A su edad, podían pasar semanas entre sus tomas, pero la regeneración le había dejado muerto de hambre.

Sirvió más de la sangre fría en un vaso —glu, glu.—Él quiso beber tranquilamente delante del mortal, sólo para molestarlo. Pero Jae no hizo ningún comentario sobre el desayuno, sólo dijo: —No he encontrado nada aquí que pueda comer.

No te preocupes, alimentaré a mi nueva mascota.
¿Mascota?—Sus ojos brillaban. —Nunca supe que podía odiar a alguien tan profundamente como lo hago.

A menudo ayudo a descubrir los límites exteriores del odio. Es un talento mío. —Meditando sobre tu propia situación desconcertante, dijo, Debes de estar confundido por sentir deseo por un hombre que desprecias.

No, me di cuenta de lo que está pasando.
Estoy intrigado contra mi voluntad. Dime lo que tu cerebro mortal amenaza con dejar salir — dijo Yunho, imitando su acento. Jae entrecerró los ojos.

Siempre me han gustado los hombres. Antes de la cárcel tenía bastantes novios, íbamos al estacionamiento cada fin de semana.

Los celos estallaron dentro de Yunho, aunque estaría condenado si sabía por qué. Jaejoong no era suyo. Como si recordara a un ex novio, miraba su pasado y a Yunho. Sus ojos desaparecieron lánguidos, Jae giró un mechón de cabello, recorriendo su regordete labio inferior.
Ese pelo. Esos labios.

Perdiéndome en algún estacionamiento, —murmuró Jae distraídamente, un rubor se extendió a lo largo de sus altos pómulos. —Caliente, agitado... estacionamiento. Justo cuando estaba a punto de romper algo, Jae le devolvió la mirada. —En los últimos cinco años, he visto un total de nueve hombres. Piensa en eso por un segundo. Entonces entenderás cómo incluso tú te puedes ver bien.

¿Incluso yo?—Su tono fue de burla. —¿Mis atributos naturales no tienen nada que ver con eso?— Hizo un gesto sobre sí mismo, señalando su físico impecable.
Había llegado a ser perfectamente forjado. Exactamente como lo prometieron.
Pero, por todos los dioses, ¿qué se necesita para mantener mis propias promesas?

Yunho, solamente porque estoy sexualmente desesperado eso no te convierte en un melocotón.

¿Sexualmente desesperado? Su mente tuvo un flash del momento en que lo había visto en el agua besando con avidez a ese chico, clavándole los dedos en sus hombros mientras su boca se había movido sobre él. La expresión del hombre había sido de asombro antes de que sus ojos se cerraran, por la lujuria que lo abrumaba...

La visión de Yunho se volvió roja. Jaejoong se había retorcido contra el muchacho, como si no pudiera acercarse lo suficiente a él. Yunho arrojó su vaso en la cocina, sangre y fragmentos de la explosión contra la pared. 

Se teletransportó delante de Jae, agarrando de un tirón la parte superior de los brazos de su asiento.

Los latidos de su corazón se aceleraron, sus ojos muy abiertos por el miedo delicioso...


12 comentarios:

  1. noo quede mas intrigada Jae al fin probara lo bueno de Yunho jajaja lo vio todo rojo el querra experimentar lo del estacionamiento con Jae

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  2. Yunho se puso celoso! Siiii, al fin~ me encanta la sinceridad de Jaejoong, es chistoso xDD quedo muy bueno el capiiiitulooo *o* estaré esperando el próximooo, gracias!!!! :3

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  3. nooo, cómo terminó así el capítulo. Yunho está viendo rojo de los celos que tiene y quiero seguir leyendo cómo pelean estos dos, tratando de ocultarse lo excitados que están los dos por ponerles las manos encima al otro
    Pero no entiendo cómo Yunho un Dios vampiro no se da cuenta aún que Jae es su pareja predestinada.... si es tan evidente la necesidad y el alivio que siente cuando ve y piensa en Jae. eso me desespera ,quiero que se de cuenta de una vez.
    Jae ya está rendido ante su vampiro, lo desea y necesita tocarlo y sin darse cuenta aliviarlo de su locura.
    hermosa historia.

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    1. No olviden que aunque se de cuenta y se siente atraído por Jae ellos no pueden tener relaciones, porque fisiológicamente son incompatibles mortal e inmortal, si Yunho lo tomara lo más probable es que lo mataría, por eso es que busca con tanta desesperación el famoso anillo.

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  4. OHHHH PR DIOS ME QUEDE CON UN INTRIGA GRANDEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE ACTUALIZA PRONTOOOOOOOO ME ENCANTAN LOS CELOS DE YUNHO INCLUSO ME PARECEN TIERNOS
    ESTA GENIAL EL CAP ESPERARE PACIENTE POR OTRO

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  5. Aishhh1 en lo mas emocionante, jajaja... al fin Yunho se acerca a Jae con muy, muy buenas intenciones por lo que leo, pero como dices Gaby si lo toma lo mas probable es que lo mate, entonces que se esperen a encontrar el anillo, pero que ya lo encuentre es muy necesario, jajaja
    Gracias por el capitulo...

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  6. hay por dios y yo que pensé que ahora si se le aria a jae pero por lo que e leído eso no se podrá dar espero y encuentre pronto ese bendito anillo y este con Jae y no con Ren que Jae sea primero y único
    Gracias por el capitulo y corro a el siguiente bye

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  7. Ambos están que quieren pero el Yunho se detiene como dices no lo puede tomar por miedo a hacerle mucho daño y que Jaejoong no lo puede soportar pero los celos quien sabe que puedan hacer jejeje ..next

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  8. wuauuu lo que causa los celos de Yunho hace que este mas cerca de Jae.
    Jae tampoco se queda atrás ya que esta insinuando que esta caliente hahahahha que sincero que es.

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  9. Oh por favor que lo haga!¡que lo bese!que lo mierda o lo acaricie pero que haya algo de intimidad....cada día pasa y Jae no tiene mucho tiempo. ......
    Jae es tan orgulloso y valiente.. ...tan admirable, cualquier otro estaría temblando y llorando...el no. ....

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  10. Esos celos!!!
    Me encanta este fic, me gusto que jae tiene el poder de calmarlo, que mas quieres yunho, quedate con el n.n
    Gracias

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  11. Besalo no lo pienses y entras al paraíso el es tu pareja el que te calma el que va hacerte feliz no lo pienses....gracias

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