Capítulo
26
¿Dónde
estoy ahora? Yunho despertó en la nieve, una vez más, esta vez
durante el día. La luz del sol se filtraba sobre su pecho desnudo
era como una tira de cuero sin curtir frotándolo lentamente.
Protegiéndose
los ojos, miró a su alrededor, su corazón comenzó a tronar en sus
oídos. ¡Oh, dioses, no...!
Se
arrodilló en medio de un bosque. A su alrededor estaban los árboles
que lloraban sangre. El sol de la mañana se derramaba entre los
troncos retorcidos, filtrándose a lo largo de la corteza.
Una
vez más, había regresado a este lugar de su pasado —el Bosque
Sanguinario que flanqueaba el Castillo de Helvita.
Crecí
dentro de esas paredes. Más tarde conocí la tortura en estos
bosques.
La
constante presión triturante de la tierra sobre él, como si la
tierra se estuviese alimentado de él, como la digestión de una
comida…
No
había vuelto aquí desde que el rey Demetrio había muerto.
Ahora,
sin ningún rey en la residencia, los vampiros leales guardaban el
asiento, a la espera de un heredero con dos requisitos: tenía que
venerar la sed de sangre, y tenía que ser un legítimo rey.
Liderados
por un soldado llamado Siwon Choi, que había rechazado a todos los
contendientes. Siwon asesinaría a Yunho en cuanto lo tuviese a la
vista.
¿Por
qué regrese a este lugar de traición? ¿Por qué su subconsciente
se centraba en los recuerdos de su tortura?—Un metal frío besó su
cuello. ¿Una espada de verdad? ¿Una amenaza imaginaria?
Giró
la cabeza para encontrar dos centinelas de día, un demonio behorned
y un Cerunno. Ellos habían recibido la orden de hacerlo prisionero,
para interrogarlo.
El
demonio podía teletransportarse a un refugio, la velocidad de la
Cerunno era legendaria. Sin embargo, se quedaron quietos.
Entonces
ellos no tienen ni idea de quién soy.
El
demonio dijo: —¿Quién se atreve a traspasar estos terrenos
sagrados?
Yunho
le enseñó los colmillos. Me teletransportaré con una velocidad tal
que no podrán seguir, apareciendo detrás del demonio, susurrando mi
nombre en su oído. Temblará de miedo antes de que retuerza la
cabeza de su cuello.
El
Cerunno escapará —hasta que le arroje la espada del demonio,
atravesando a la criatura en la columna vertebral...
—El
Enemigo de lo Antiguo, —le susurró Yunho al oído al demonio antes
de tomarlo por los cuernos
y hacerle una torsión. La cabeza se desprendió rápidamente de los
tendones raídos y las vértebras crujientes.
—Y
no hay muchos que se atrevan a ello. —Miró impasible el cuerpo
colapsado del centinela. Me
equivoqué. No había habido ningún signo de miedo, sino que el
hombre se había enojado al oír el nombre de Yunho.
El
segundo guardia ya había comenzado su retirada deslizándose,
corriendo por la nieve, alrededor de los árboles. Yunho le arrebató
la espada al demonio y se la arrojó al Cerunno, golpeándolo en la
espalda, paralizándolo.
Sus
pensamientos ya estaban en otra cosa, Yunho se teletransportó hasta
el ser, pasando por encima de su cola serpentina crispando para
recuperar la espada.
A
la vez que desprendía la cabeza del Cerunno con un swing, Yunho se
dió cuenta de que su mente dañada estaba tratando de decirle algo
al enviarlo aquí. Sin embargo, lo más probable es que estuviese
muerto antes de que pudiera interpretarlo.
Se
había teletransportado directamente a sus enemigos sin armas, sólo
para despertar desorientado en el sol. Si el demonio se hubiese
movido antes que yo en primer lugar, estaría muerto.
Por
lo menos Yunho no había revivido la tortura que había experimentado
aquí. Seguramente caería en el abismo a continuación.
Querría
estar demente. Los recuerdos siempre lo obsesionaban. Pero ni uno
solo nuevo del anillo. Después de varias horas de sueño, no había
obtenido ninguna pista nueva.
Con
ambos oponentes eliminados, Yunho trató de no darse cuenta que los
troncos de los árboles parecían abrirse más cerca de los
cadáveres.
Los
árboles de este bosque no necesitaban ni el sol ni la lluvia para
vivir —como casi todo en este reino vampírico, se alimentaban de
sangre.
Él
bloqueó el gemido rapaz de un tronco, el silbante zumbido de una
extremidad...
Con
un estremecimiento, Yunho se teletransportó al departamento. A pesar
de que todavía tenía que dormir, para soñar, estaba preocupado por
el riesgo.
¿Tendría
que conseguir enlaces que le impidieran teletransportarse?
¿Encadenarse a la cama cada vez que durmiera?
De
vuelta en la habitación en penumbra, Jaejoong estaba durmiendo
pacíficamente. Su aspecto era cálido y suave, tan alejado de la
violencia que él acababa de infringir.
Mientras
lo miraba, el enfrentamiento comenzó a mezclarse con sus recuerdos,
solidificándose con el valor de casi un millón de noches de ellos,
cada uno lleno con tortura, guerra o muerte. La sangre hasta mis
tobillos, y un sinfín de gritos en mis oídos.
Sí,
Jaejoong estaba muy alejado, siempre debería ser así...
Arrastró
la mirada lejos de él, frunciendo el ceño hacia abajo a una espada
goteando que no había recordado que sostenía. Perdiendo
el juicio. Con un movimiento experto, sacudió la hoja y la sangre
salió volando.
Perturbado,
arrojó el arma a la distancia, y luego se sentó en la silla de su
escritorio, dejando caer la cabeza entre sus manos. La locura se
deslizaba cada vez más cerca, el abismo a la espera. ¿Qué voy a
hacer? Por primera vez en mucho tiempo, no lo sabía. Estando tan
cerca del Final de la partida, y ¿cediendo el control ahora?
¡Nunca!
Alzó
la mirada, centrándola en su rompecabezas más complicado. ¿La
mente sobre la mente? Un escalofrío en el dormitorio.
Jae
se despertó, preguntándose si una ventana se había quedado
abierta.
Pero
el frío provenía de Yunho que había vuelto a aparecer después de
algún misterioso viaje, con nieve aún apelmazada alrededor de las
piernas de los pantalones y agarrando una espada sangrienta en su
puño.
Jae
había mantenido los párpados cerrados, su respiración profunda, e
incluso, mientras él lo había mirado con una expresión
indescifrable. Por último, se había hundido en la silla del
escritorio.
Entonces
Yunho le había dado a uno de esos rompecabezas una mirada
desafiante, como si fuese a derrotarlo o a morir en el intento. Ahora,
Jae observó que parecía estar haciendo progresos, colocando un
bloque aquí, girando la estructura para insertar un triángulo.
Estaba
cautivado por sus pálidos dedos trabajando. A pesar del borde con
garras negras, eran largos y elegantes. Al igual que imaginaba que
serían los de un cirujano.
Sin
embargo, Yunho usaba sus manos no para salvar, sino para destruir.
Cuando
los dedos cesaron abruptamente su trabajo, la tensión irradiaba de
él, escalaba como una bomba de relojería a punto de explotar. Sus
ojos ardían rojos.
Con
un rugido, arrojó el rompecabezas a través de la
habitación, tan fuerte que las piezas se deslizaron por el
suelo y se incrustaron en la pared del fondo.
Dios,
es tan fuerte. Contuvo el aliento. Al parecer, uno de los más
fuertes.
Pero
eso no fue suficiente destrucción para el vampiro. Mientras Jae lo
miraba con asombro, aplastó los muebles, tiró las lámparas. Corrió
el antebrazo sobre el escritorio y barrió todos los rompecabezas
tirándolos al suelo.
Se
quedó quieto, arqueando las cejas juntas. ¿Arrepentimiento? Era
evidente que no podía soportar ver a sus queridos rompecabezas en
desorden. Tomando aliento, sus ojos brillando en la oscuridad, se
dejó caer de rodillas.
Quizás
le debería ayudar, para influir en sus afectos.
—¿Qué te pasa,
Yunho?, —Preguntó, reuniendo valor para unirse a él en el suelo.
—Tan
simple antes, —dijo él, ausente, estudiando un bloque desde todos
los ángulos. —Un juego de niños.
Se
arrodilló delante de él.
—Está
bien. Shh, vampiro, calma, los vamos a recoger —murmuró, mientras comenzó a reunir piezas
similares en pilas para, luego colocarlos sobre el escritorio.
Yunho levantó
la cabeza para mirarlo por completo. Su mente estaba definitivamente
fuera de sí. Sus ojos... Parecía... vulnerable. Incluso con sus colmillos y
garras negras, sus iris de fuego. A pesar de que seguramente acababa
de terminar hacía un par de minutos con la vida de alguien.
“Nunca
vamos a vivir cerca del bosque de sangre. Los árboles lloran la
sangre, que beben de sus profundidades. Nunca cerca de ellos otra
vez”. —Eran sus palabras las divagaciones de un loco, su acento
más marcado de lo que alguna vez le había oído.
A
pesar de que Jae quería exigirle una explicación de lo que eso
significaba, dijo, —Por supuesto que no.
¿Por
qué estabas en el… bosque?
—Me
teletransporto cuando duermo. Me teletransporto hacia mis enemigos.
¿Cuánto tiempo el destino me dejará salirme con la mía? ¿Cuántas
veces puedo tener una espada en mi cuello, antes de que una se hunda
de verdad?
—¿No
se puede evitar que te teletransportes?
—Con
cadenas. Odio estar encadenado. Atrapado rápidamente en cualquier
situación.
—Yo
también.
—Cuando
era niño, estuve atrapado en una red.—Él miró más allá de Jae.
—No podía teletransportarme. El metal era frío y pesado en mi
piel. Ellos se dejaron caer para recoger mi cabeza y colmillos.
—¿Quién?
Mira
a la sanguijuela señorial en harapos, —se burló él, imitando el
acento de otra persona. —Debe tener hambre.—Un largo suspiro.
—Estaba a salvo. ¿Pero con qué fin...?
Sin
previo aviso, dejó a un lado su rompecabezas y lo llevó en sus
brazos, directo a la cama. Se sentó contra la pared, tomándolo en
su regazo, mirándolo. —Cuando tome el castillo, los cortaré a
todos.
—Um,
¿todos y hasta el último árbol?
Eso
pareció apaciguarlo de alguna forma. —Sí, belleza, yo sabía que
estarías de acuerdo, —respondió él, rozando un mechón de pelo
de la frente.
La
habitación se oscureció aún más cuando una especie de lluvia
comenzó a caer afuera, parecía que estaban en un capullo del mundo.
¿Ni siquiera recordaría esta conversación? Tal vez podría
profundizar para obtener información.
—Yunho,
háblame de la venganza de sangre. ¿Cómo encajan las siete tareas?
—Vengaré
la muerte de mi madre.—Alzó la mirada, parecía ver lo que Jae no
podía ver. —Ella murió por mí, no tenía que hacerlo. Jong Suk
podría haberla salvado.
—¿Y
Jong Suk es...?
—Su
padre. El que permitió que fuera violada por docenas, y luego
quemada viva.
Jae
sujetó su mandíbula para que no cayese.
En
un tono distante, Yunho murmuró: —Ningún niño debe
escuchar esas cosas. El Daci la abandonó, regresando cuando no
era más que cenizas esparcidas. Pero yo les haré pagar.
¿Había
estado cerca cuando su madre había sido violada y asesinada?
¿Por
qué el padre de JiYool no hizo nada para salvar a su hija, pero
perdonó a su nieto?
No
importa, Jae. El pasado de Yunho no te importa. No importa qué tan
trágico fuera.
—¿Cómo
entra el anillo en juego? —Jae sabía que Yunho planeaba usarlo
para convertir a Ren en un vampiro —y deshacerse de mí—
pero ¿cómo servía a su venganza de sangre? ¿No debería
la adquisición de su pareja estar en una lista de tareas diferentes?
—¿Qué
se supone que el anillo puede hacer?
—Casi
todo lo que uno desea. Durante un tiempo,—agregó enigmáticamente.
—Es un poderoso talismán, sin embargo, aparentemente es fácil de
usar. Sólo tienes que girarlo en el dedo y pedir un deseo. Pero no
demasiados.
—¿Qué
significa eso?
Él
no respondió, sólo le acarició el cabello.
Al
darse cuenta de que no iba a conseguir más de él sobre este tema,
dijo, —Sé que lo encontrarás muy pronto.
Él
le sonrió, revelando incluso, los dientes blancos, sus colmillos no
eran tan intimidantes en este crepúsculo. Yunho Jung Daciano era
impresionante cuando sonreía.
—Lo haré. Y entonces serás mi
pareja para siempre.
—Sí,
para siempre, Yunho.
Dobló
el dedo debajo de su barbilla, en lugar de pellizcarla. —Aún
quiere estar conmigo. Esta inesperada ternura, junto con su
vulnerabilidad, le provocaba dolor en el pecho.
—Esperé
una eternidad por ti.—Recorrió con los nudillos su mejilla, con
expresión de anhelo. Y Jae tenía la extraña necesidad de llorar.
—No supe lo que vería. Imaginando por siglos, buscando caras.
¿Estás contento de cómo me veo?
Otra
sonrisa pícara hizo que su corazón se apretara. —Podría mirar a
Ren durante horas.
Un
elogio, Jae suponía. Inclinó la cabeza hacia él. Yunho pareció
más joven cuando sonreía. — ¿Qué edad tenías cuando te
volviste inmortal?
—Tenía
treinta y tres años cuando mi corazón dejó de latir.—Suspiró.
—La última vez que tomé una criada.
Como
Jae había pensado. Miles de años sin una pareja. —¿Estás
realmente mal, Yunho?
—Sí.
—respondió sin vacilar.
—¿Realmente
significa que me haras daño?
—Cuando
encuentre con el anillo, sí. Para ti, no soy nada más que la
muerte, —dijo, así como él dio otro toque sensible en la mejilla.
—¿Me
dolerá cuando expulses fuera mi alma?
—El
anillo puede traer dolor. No lo sé.
La
repuesta era preocupantemente vaga.
—¿No
me vas a mostrar ningún tipo de misericordia?
—¿Misericordia?
Mi padre me la pidió una vez. Después de que lo decapité, le di de
comer sus restos a los perros.
—Yunho
le dirigió una sonrisa siniestra, tan diferente de su sonrisa
rompecorazones.
Esta era más para desnudar sus colmillos. —Él
odiaba a los perros.
—¿Mataste
a tu propio padre?
Se
puso tenso a su alrededor.
—Tal
vez no debiera haberme enterrado con vida durante seis siglos...
—E—enterrado.
—Enviado
a la tumba. Antes de que estuviese muerto.
¡Oh,
Dios mío! Ayer por la noche, había reconocido que estaba fuera de
su liga con Yunho. Ahora se dio cuenta que estaba fuera de su liga en
todo este nuevo mundo por completo. Un mundo lleno de odio y tortura
y asesinato. No es de extrañar que quisiera a Ren.
Y,
sin embargo, se encontró acariciando suavemente con sus dedos la
fuerte mandíbula.
—Siento
todo lo que has sufrido. Él levantó la cabeza girándola y le
mordió el dedo índice.
—Ay
—¡Como un animal rabioso!
Cuando
la sangre surgió, le estrechó la muñeca y se llevó la mano a la
boca, cerrando los labios sobre la punta del dedo. Cuando empezó a
succionar, sus párpados se volvieron pesados, y luego los cerró por
completo. Esos músculos esculpidos se relajaron a su alrededor.
Y,
oh, Jae respondió a su evidente placer. Mirar a sus labios
trabajando lo hizo derretirse. Cuando su lengua se enroscó alrededor
de la punta de su dedo, sintió un dolor lento y húmedo crecer entre
sus piernas.
¿Por
qué no le permitió succionar sus pezones antes? ¿Para qué su boca
hambrienta trabajase los pezones rígidos? De pronto se soltó,
cambiando de expresión. —Te necesito.
Tragó
saliva, preguntándose qué iba a hacer ahora.
—¿Yunho?
—¿Quieres que te toque?
¿Jae?
¿Lo lastimaría? Si pudiera acariciarlo con tanta suavidad como con
la que había trabajado ese rompecabezas...
Antes
de que lo hubiese arrojado con rabia.
Jae
había planeado seducirlo lejos de Ren. ¿Te estás rindiendo después
de un fracaso?
Le
tomó el pecho con la palma caliente, esos dedos elegantes tiraban de
su pezón a través de la seda. Jae abrió la boca, su cuerpo se
derritió como si se hubiese quedado sin un sólo hueso.
—Respóndeme.
—Metió su boca en su cuello, tomándole el pelo con un pequeño
roce de un colmillo. —¿Sí o no, Jaejoong? antes de que deje de
fingir que tu respuesta es importante.
Cuando
empezó a deslizar el camisón hasta sus muslos, Jae se estremeció,
perdido en la necesidad.
—Sí,
sí...
Por la PTM que esto se pone mejor cada capo. Fuera de que me guste el morbo y todo el sexo YunJae que pueda leer, me dio mucha pena lo que le pasó a Yunho. Imagíname leyendo esa parte escuchando See You Again de Wiz Khalifa(la que le dedicaron a Paul Walker) Llorando a mares. Espero que continúes adaptando. Gracias por etiquetarme <3
ResponderBorrarPobre Yunho :( tan torturado, tan dañado u.u aunque en un desvarío confeso sua penurias a Jaejoong, me alegro de que se las haya dicho. Espero que de a poco se vayan acercando más, aunque sea inconscientemente~ gracias por el capítulo!! Hasta el proximo que se viene buenooo :Q___ xD saludos :)
ResponderBorrarse entregará Jae a los deseos de Yunho??
ResponderBorrarpor Dios, terminó muy emocionante.
Yunho es un pobre ser ,tan torturado, tan desquiciado, no encuentra paz y creo que nunca la encontrará porque solo busca venganza. solo Jae puede salvarlo de su agonía eterna.
me encanta cada vez más y más esta historia, es tan intensa.
gracias una vez más por este capítulo
Waaaaaaaaaa que cruel Destino tuvo Yunho.... Me encantó el capítulo cada vez se pone mas interesante esperare con ansias lo siguiente y mil gracias por subirlo te mando besitos 😘😘😘😘😘 ya abrazote
ResponderBorrarSi por fin hazlo tuyo Yunho je je, solo espero que no lo lastime mucho,
ResponderBorrargracias por el cap
Jae esta consiguiendo que Yunho le diga poco a poco lo que quiere saber de el y espero logre pronto que Yunho nomas lo piense a el y que se olvide de una buena vez de Ren y de el único que Yunho tenga en mente sea Jae y nadie mas
ResponderBorrarGracias por compartir
Yunho se aferra a Ren pero no puede sostenerlo, Jae no sale de sus pensamientos, ahora es quién lo oye y lo consuela, algo que no va a obtener con Ren, espero ahora si lo haga con Jae, poco a poco este esta logrando ser necesario para Yunho, ojala pronto lo logre, el anillo y el tiempo son una amenaza para Jae...
ResponderBorrarGracias
Me da mucha lástima todo el pasado de Yunho y que el se convirtió asi fue por su propia familia no poder estar en paz con esos recuerdos yo creo que Jaejoong lo haría que este en paz .... y y y por fin mierd* por fin déjense llevar de una vez
ResponderBorrarpobre de yunho todo lo que paso junto con mama por eso es a si solo busca venganza y tiena que con ren logra la tan es pera venganza gracias por capitulo
ResponderBorrarpobre de yunho todo lo que paso junto con mama por eso es a si solo busca venganza y tiena que con ren logra la tan es pera venganza gracias por capitulo
ResponderBorrarYunho de verdad a tenido una infancia horrible espero que estar al lado de Jae y encuentre felicidad aunque Yunhi piensa que su felicidad esta al lado de Ren
ResponderBorrarSe abrió casi por completo a Jae y eso es bueno, Jae lo empieza a entender y lo ayudará, mucho más que Ren y en todos los sentidos >w<
ResponderBorrarMe encanta que lo llame por su nombre.Jae. .no Ren....y que sea tan dulce como ese ultimo momento. .....ohhh lo tomara, en serio lo hará....
ResponderBorrarLa vida de yunho ha sido muy triste y realmente se esta volviendo loco.
ResponderBorrarOjala y Ren nunca despierte, que no pueda arruinar lo que sin darse cuenta esta creciendo entre el.yunjae.
Que pasara en el proximo capitulo?
A leer!!