Capítulo
7 +18
Cuando
el resplandor de su orgasmo se disipó, Jaejoong se deslizó
lentamente a la realidad. No podía creer que hubiera sido
tan descarado. O tan infiel. Se retorció en los brazos de
Yunho y se sentó en la silla detrás de él, tirando de
su ropa interior en su lugar y con la cara caliente, de repente en
sus manos.
¿Qué
hacía? Estaba en un club de sexo por el amor de Dios, y había
permitido que su jefe lo llevara al orgasmo. O para ser
más exactos, le suplicó que lo hiciera.
¿Quién
era él? Y oh, Dios. Minho.
Yunho
estaba recostado en la silla opuesta y apoyó los pies sobre la mesa
de café, todavía sin camisa, aún sexy como el pecado.
Cruzó los brazos sobre su pecho.
—Jaejoong.
Mírame.
No
podía. Estaba mortificado.
—Mírame.
No
podía ignorarlo. Dejó caer las manos y lo miró a los ojos.
¿Cómo
podía parecer tan completamente relajado, descansando como si
no tuviera ninguna preocupación en el mundo? Bueno, tal vez
no la tenía, pero él sí.
—Soy
un hombre casado, Yunho.
—Sí.
Y tu marido se está tirando a otra persona, por lo que,
de la manera en que yo lo veo, esto es justo.
Jaejoong
negó con la cabeza. —Esto no es un juego de toma y
da, Yunho, es mi matrimonio. He amado a Minho desde que
tenía diecisiete años.
Las
lágrimas brotaron de sus ojos y las quitó con el dorso
de la mano. Siempre había pensado que él y Minho eran buenos
juntos. Cuando las grietas comenzaron a aparecer, frenéticamente
las había empapelado, excusándolo. Era una agonía quitar la
envoltura frágil y exponer la fea verdad escondida debajo.
—Cristo,
Yunho. —Le dolía el corazón—. ¿Y si me equivoco? ¿Y si ni
siquiera está teniendo una aventura?
Yunho
fijó su mirada en la ventana, de repente sin expresión.
—Parecías
bastante seguro.
Jaejoong
se encogió de hombros y recogió su ropa.
—¿Sí?
Tal vez sólo me decía a mí mismo que era conveniente, porque
quería darme permiso para... para follarte. —Se obligó a decir la
palabra.
—No
me has follado —dijo—. Aún.
—¿Aún?
—Sacudió la cabeza para tratar de aclararla—. Yunho,
tengo que irme.
—No,
no tienes. Sé valiente, Jaejoong. Quédate aquí.
Se
puso de pie para comenzar a vestirse, pero Yunho se puso de
pie también y lo agarró por los hombros. Cuando levantó
la vista, su rostro estaba serio.
—No
se trata de tu marido, Jaejoong. Se trata de ti. Se trata del hecho
de que eres un joven atrapado en un matrimonio infiel. —Sus
manos se movieron hasta acunar su cara, los pulgares cálidos
moviéndose por su mandíbula.
—Cristo
Todopoderoso. ¿Cómo puede mentirte y no desearte?
Las
lágrimas quemaron la garganta de Jaejoong, y las tragó.
Jesús.
Yunho era bastante peligroso cuando estaba siendo habitualmente
engreído,
¿pero de esta manera? ¿Perceptivo y crudo? Era
letal.
Yunho
le quitó la ropa de las manos y la tiró en la silla detrás de sí.
—No
te mientas a ti mismo, porque te sientes culpable,
Jaejoong. Está jugando, y te mereces algo mejor. Mereces ser
adorado, y mereces que te follen hasta que no puedas ponerte de
pie.
Jaejoong
lo miró y sus entrañas se retorcieron con deseo. Esa era
la cosa más sexy que alguien le había dicho, y la forma
en que lo miraba ahora con carnalidad no disimulada, era la
manera más sexy en que alguien lo había mirado, también.
Nunca
había conocido a nadie como Yunho, tan en contacto con su propia
sensualidad, tan sin el estorbo de la inhibición innecesaria.
Él
debió haber sentido que sus palabras habían encontrado una
grieta en su armadura, ya que se acercó y tomó su mano.
—Ven
conmigo. Quiero que veas algo. —Lo llevó a través de
la habitación hacia el enorme, espejo de suelo con marco dorado—.
Mírate en el espejo, Jaejoong.
Jae
trató de apartarse, pero lo sostuvo firme. —Mira. Dime lo
que ves.
Miró
de mala gana. Y vió a la misma persona que siempre veía
reflejada. La misma persona, pero sutilmente diferente. ¿Más
adulto? ¿Más conocedor?
Ropa
interior de seda negra, zapatos de tacón alto. Pelo semi
largo y castaño cobrizo. Una boca hinchada por los besos y
los líquidos, ojos sensuales de un hombre satisfecho.
Y
detrás de él, una cabeza y hombros más altos, Yunho.
Sin camisa. Hermoso.
Su
guerrero vikingo, y ahora su amante vikingo.
—Déjame
que te cuente lo que yo veo —dijo Yunho, con las manos
sobre sus hombros—. Veo a un joven con el rostro de un ángel.
—Pasó el dorso de sus dedos por su mejilla—. Un rostro que hace
que los hombres lo quieran follar sólo para ver cómo luce cuando se
viene. —Jaejoong lo miró en el espejo, sorprendido y
fascinado—.
Que
tiene el tipo de curvas que hacen que los hombres quieran
tocarlo. —Extendió una gran mano cálida sobre su pálido
estómago, haciéndolo temblar y el aliento se quedó en su
garganta—. Veo un hombre que merece ser tratado como un príncipe.
Sólo
tenía que tocarlo y era como si hubiera accionado el
botón “sedúceme ahora” dentro de su cabeza.
—Mírate,
Jaejoong. —Se encontraba tan cerca que podía sentir el calor de
su aliento cosquillear en su cuello—. Eres como un
melocotón en espera a ser arrancado del árbol. —Dio un
paso contra él, su espalda contra su pecho—. Piel de
suave terciopelo. —Pasó los dedos por sus brazos—.
Deliciosas curvas. Maduro. —Deslizó una mano entre sus piernas
y lo acunó.
Jaejoong
observó todos sus movimientos en el espejo con los ojos muy
abiertos, casi demasiado encendido para respirar—.
Jugoso.
—Yunho gimió mientras deslizaba su mano dentro de sus
bóxers—. Tan jodidamente jugoso. —Movió los dedos por su
sexo, todavía mojado de la primera vez que lo hizo venir—.
Quiero lamer tus jugos, Jaejoong.
Jaejoong
podía sentir su erección presionando con fuerza en su
espalda, y lo único que podía pensar era en lo mucho que
quería que continuara haciéndolo sentir tan bien. La visión
de ellos en el espejo era como una película porno suave,
no podía apartar los ojos de su mano moviéndose dentro de
sus boxers.
—Dime
que esto no es hermoso —dijo en su oído.
El
no podía. El hecho era que lo hacía hermoso.
—Quédate
ahí.
—Jaejoong
casi lanzó un grito de protesta cuando él sacó sus manos
y retrocedió. Regresó momentos después con su copa de
champán en una mano y un vibrador grande, de plata en la otra.
Jaejoong
se quedó boquiabierto. Lo que había esperado, no era eso.
—¿Cuál
te gustaría primero? —preguntó, su perezosa sonrisa de
vuelta en su lugar.
—Yunho,
no. Yo no quiero...
—Jae,
Jae, Jae. —Le entregó el champán y negó con la
cabeza—. No me digas que no quieres esto. Te vi en mi oficina,
pensar en ese juguete te encendió.
—Pero
nunca he... —Miró el vibrador con aprensión—. Nunca
he utilizado realmente nada como... como esto... —Se fue
apagando, sus mejillas ardiendo, y tragó una gran bocanada
de champaña—. No es lo mío.
Yunho
se rió y se paró detrás de él otra vez. —Esa es la cosa,
precioso. No creo que sepas qué es lo tuyo. —Su brazo se
deslizó alrededor de su cintura, el vibrador de plata en
la mano. Movió el interruptor y se encendió.
Jaejoong
se quedó inmóvil, sabiendo muy bien que no iba a detenerlo.
En
este momento, no podía hacer casi nada que quisiera.
—Has
vivido una existencia segura y aburrida. —Tocó con la
punta del vibrador la punta de sus pezones, en un movimiento rápido.
Jae abrió la boca y fue a aferrarse a él, pero él fue más rápido
y le quitó las manos.
—Deja
de esconderte de mí. —Le movió el cabello detrás de
sus hombros para exponer completamente sus pezones desnudos—.
Mírate. —Sus ojos se oscurecieron con la lujuria y movió
la cabeza del vibrador hasta su estómago—.
Estás
perdido entre el combate ocasional del sexo misionero con un
hombre desinteresado. —Puso la punta del vibrador contra uno
de sus pezones, y lo mantuvo allí, los ojos de Jaejoong se abrieron
ante la nueva sensación. Los dientes de Yunho rozaron su
cuello mientras movía el vibrador alrededor de su otro
pezón. Jesús.
Jaejoong
sintió la vibración erótica en sus pezones duros como guijarros
a su ingle, y se arqueó contra las olas de placer erótico que lo
recorrieron.
—Te
veo. Realmente te veo —susurró, mirándolo a los ojos en
el espejo—. Veo al chico de allí que quiere más. Deslizó el
vibrador por su cuerpo y acarició entre sus piernas.
—¿Todavía estás seguro de que esto no es lo tuyo, Jaejoong?
Jae
sacudió la cabeza y se recostó contra él, extendiendo un
brazo detrás de la cabeza para aferrarse a su cuello. No estaba
seguro de nada, aparte de lo malditamente bueno que el
vibrador se sentía mientras él lo pasaba por la escasa seda
que cubría su sexo.
Movió
sus manos para enganchar los pulgares en los costados de sus
boxers mientras Jae se veía desnudo, sus pezones
sobresaliendo, su pecho subiendo y bajando en el espejo. Iba a
desnudarlo y follarlo con ese gran vibrador de plata, y Jae no
podía esperar.
—Quieres
esto. —Él bajó su ropa interior, luego se enderezó
para mirarlo a los ojos. Se mordió el labio y asintió
lentamente—. Mira de nuevo. Mira lo que yo veo.
Jaejoong
se vio a sí mismo, desnudo, aparte de sus tacones
y nunca se había sentido tan profundamente sexy en su vida.
—Arrodíllate.
—Sus ojos saltaron a Yunho con confusión—. Aquí, frente
al espejo.
Puso
una mano sobre su hombro y aplicó un poco de presión
para animarlo, y Jae se dejó caer con incertidumbre arrodillándose
con su parte inferior descansando sobre sus tobillos.
Yunho
lo miraba de pie detrás de él, y podía ver claramente su
erección cerca de su cabeza. Tenía el aspecto de vaquero
sexy: todo músculo y el pecho desnudo con un
vibrador
en lugar de un arma.
Se
sentó y se arrodilló detrás de Jae y juntando las
piernas a las suyas, el vibrador silenciado en el suelo
junto a él. Envolvió los brazos alrededor de su cuerpo y lo
abrazó, y esos pocos momentos inesperados de ternura lo abrumaban.
Los brazos de Yunho eran fuertes y cálidos, sus labios
suaves, rozando su hombro.
Jaejoong
miró su cabeza inclinada, en la forma en que cerraba los ojos
cuando lo besaba, y se derritió por él otra vez. Luego
abrió los ojos y le dio esa torcida sonrisa de Dios del sexo, y el
momento se había ido. Su pulso se disparó en anticipación
erótica por lo que podría suceder a continuación.
Yunho
no lo hizo esperar para averiguarlo. Puso las manos en sus
rodillas y le separó las piernas, y luego mantuvo sus
manos en sus rodillas, aun mientras Jae instintivamente trató de
cerrarlas de nuevo.
—Uh-uh.
Ábrelas.
El
pánico se arremolinó en el vientre de Jaejoong. ¿O era
emoción?
Las
dos sensaciones se habían entrelazado en sus entrañas
desde el momento en que había puesto un pie en el umbral de la
oficina de Yunhoy entró en su presencia. Quería cerrar las piernas,
era demasiado obsceno, ambos mirando su sexo brillante en el espejo,
pero luego... no quería.
Las
manos de Yunho se movieron a lo largo de sus muslos cuando
estuvo seguro de que Jae no iba a cerrarlos sobre él. Sus dedos
trazaron la piel suave, y Jae gimió cuando él pasó un dedo por su
base. Otra vez, muy lento. La respiración de Jaejoong llegó
en cortos jadeos, y amenazó con detenerse por completo cuando
él movió las manos para cubrir las suyas y llevarlas hacia abajo
entre sus piernas. Sus grandes manos calientes sobre las suyas,
pequeñas.
—Ábrete
para mí, Jaejoong. —Cerró los ojos con fuerza y él hundió sus
dientes en su cuello casi lo suficiente para hacerlo gritar—. No
cierres los ojos. Observa. —Movió los dedos con los suyos
propios, guiando sus acciones, obligándolo a exponer su yo
interior a los dos en el espejo—. ¿Lo ves? ¿Puedes ver cuán
jodidamente hermoso eres? —Él tocó con su dedo índice su
abertura, y sonrió a la manera en que Jae se sacudió y
gimió de placer—.
Eso
está mejor. No muevas las manos. Mira. Mira mis dedos.
—Jae hizo lo que le dijo, perdido en la intensidad de
los sentimientos que había liberado. Quería venirse. Quería que
los dos lo vieran venirse. Sí. Sí.
No
te detengas. Se lamió los labios, perdido en la forma en
que sus grandes dedos morenos se movían de la manera
correcta. Y luego se detuvo y Jae se quedó sin aliento por
la frustración, porque había estado tan cerca, muy, muy cerca.
Y entonces se quedó sin aliento de nuevo, pero esta vez con
temor, porque había agarrado el vibrador y lo deslizaba por
detrás de su espalda. Sonó bruscamente contra la plenitud de su
trasero, y luego los ojos de Jaejoong se ampliaron cuando Yunho pasó
la punta entre sus
piernas.
Podía
ver su palpitante cabeza de plata, y Jae sacudió sus
caderas en un esfuerzo para moverlo más cerca de su entrada.
—Chico
codicioso. —Yunho empujó hacia adelante para darle lo que quería
por un breve segundo. Lo suficiente como para hacer que se
retorciera, demasiado breve para dejarlo venir. Él era su verdugo
celestial, corriendo la punta arriba y abajo de su sexo, nunca
dejando que tuviera lo que necesitaba—. ¿Lo quieres dentro de
tu ano, Jaejoong? —Dejó que la punta del vibrador se
deslizara en su interior.
—Sí
—susurró, horrorizado por el hecho de que su cruda elección de
las palabras sólo lo excitara aún más—. Sí. —Estaba más allá
desesperado porque él lo llenara.
—Príncipe
—murmuró contra su pelo, y luego introdujo el vibrador
dentro de él en un empuje largo y lánguido. Jaejoong gimió
de placer, incapaz de apartar la mirada de sus manos
mientras introducía el eje de plata en él. Comenzó a
temblar, a temblar físicamente con profundo placer, y él lo
mantuvo en el borde de su clímax, desafiándolo con sus ojos y sus
manos a ir más allá de lo que lo había hecho antes.
—Sí...
sí... —gimió y empujó el vibrador dentro de él hasta
la empuñadura, y luego se retorció hasta que el estimulador golpeó
su punto dulce. Lo mantuvo allí.
—Mierda,
sí —susurró—. Mírate... —Su cuerpo comenzó a
sacudirse—. Mírate venir, Jaejoong. —Lo tenía bien abierto y
el estimulador se mantuvo estable contra su próstata cuando
trató de zafarse ante la intensidad, intentó contenerse, pero
algo en su cabeza se rompió en mil pedazos haciéndolo
convulsionarse con la violencia de su orgasmo, mientras
explotaba a través de él.
Podía
oír a alguien gritar de placer, y le tomó varios minutos
para registrar el sonido como suyo. Su cuerpo había tomado
el control de su mente con un instinto animal que Jae era
incapaz de luchar. Jung Yunho era salvaje, y le encantaba.
Jaejoong
se dejó caer en los brazos de Yunho mientras lo acercaba
a su pecho. Necesitaba estar quieto, para que su corazón
martilleando se detuviera y su cuerpo dejara de temblar.
¿Qué
hacía? Las réplicas de vergüenza se apoderaron de él, y cerró
los ojos ante la imagen de sí mismo desnudo en brazos de otro
hombre. Lo que le había parecido tan erótico hace momentos, ahora
se veía sucio.
¿Que
control tenía este hombre sobre él? Sólo tenía que tocarlo y el
sentido común se iba volando, dejándolo sin sentido y
deseoso de su toque. Incluso ahora, con el peso de la
vergüenza en sus hombros, no podía verlo como algo más
que hermoso.
No
era su culpa que su matrimonio se hubiera roto, y por
mucho que pudiera pensar, dejarse seducir no era la clave para
recomponerlo.
Yunho
se agitó detrás de él, pero sus huesos se sentían demasiado
pesados para levantarse del suelo. Jae no tenía por qué
preocuparse. Momentos más tarde, sus fuertes brazos se deslizaron
por debajo de él y lo levantó como un niño, su cálido pecho
contra su mejilla mientras Jae se instalaba en su contra.
Se
acercó a la cama y lo depositó suavemente, y luego colocó
las sabanas sobre su cuerpo temblando ligeramente y alisó el pelo
húmedo de su mejilla.
Si
hubiera sido distinto a impresionantemente suave, Jaejoong podría
haber encontrado la voluntad de poner fin a la misma, pero
su ternura derribaba sus defensas. Se robaba su vergüenza y
su ira, y lo dejaba con sólo un sentido de inevitabilidad
y calma, y el dolor cansado de un amante satisfecho. Le
acarició el pelo, y lo tranquilizó con susurros, palabras
incomprensibles, mientras lo mecía.
Se
esforzó por atraparlas, pero flotaron lejos mientras se
dormía. Todas excepto una.
Príncipe.
ahsgsishsuahausjauwidjshsishshsusjsheydksvshdkwgudwhdkdiwbsksldiwjlqdjdoajsgdiskwhwisigdisnb! No Jae! No te sientas culpable! Tu mereces esto y más ;3; Minho no te valora joder! no dejes que la culpa te haga dudar! sjdhdhshhshdgs
ResponderBorrarPor cierto, comenté el capítulo anterior y no apareció después e.é sólo lo comento para que no pienses que no lo hice ;3; ahsgdushshshshdhhhs
Una cosa más, no sé si es buena idea decírtelo, pero no quiero quedarme con la espinita u.u hay partes dónde Jae se lee demasiado... mujer o.o entiendo que es muy arduo y complicado el trabajo de adaptación, y más cuándo es originalmente heterosexual, pero esos detalles le quitan fluidez a la historia. Sólo es un pequeño comentario, pues leí tus anteriores adaptaciones y fueron impecables en ese aspecto~
So, gracias por el nuevo capítulo! Esperaré con ansias el siguiente, para ver cómo reacciona Jaejoong y se desarrolla la historia :D
Agradezco tu comentario, pero no es que se lea, es que digamos que es fashionista porque su mejor amigo es diseñador de vestuario y él lo arregla a su manera, Jae ha estado al estilo de "Yoochun" ¿se entiende? y el es un poquito too much xD ya mas adelante verás a Jae más él.
ResponderBorrarMaldito Yoochun joto (? hace que me frikie con tanta cosa fashionista y ghai xD
BorrarGracias por la explicación~ Ahora todo tiene sentido! Esperaré con ansias los capítulos para ver cómo se desarrolla todo ese show orquestado por Yoochun y Jae xD
no se debería de sentir culpable Jae al contrario afortunado por tener a ese hombre a su lado que le muestra un nuevo mundo de placer que le debería de haber mostrado su marido y no lo hizo así es que llego el rey del sexo a mostrarle lo que es bueno y divertido
ResponderBorrary por el marido que no se mortifique que el también lo esta pasando genial aunque cuando se entere no creo que le agrade pero ni modo el se lo a buscado y Jae que lo disfrute por lo que dure que yo quiero que dure por siempre pero con Yunho y Jae juntos
Gracias por el capitulo
Woooo yunho si q lo hizo volar y le dio a conocer uun mundo q no conocia y a descubrir q es lo q le gusta a jae. No debe sentirse culpable, te aseguto q Minho no tiene ningun remordimiento d conciencia.
ResponderBorrarSenti raro cuando decia q tenia ropa interior de seda, zapatos d tacon y traje verde con botones los cuales yunho desabotono en el cap anterior y q le sacava el cabello q tapaba sus pezones, como q lo senti un ella. Solo es una obsetvacion pero como le respondiste a Awelita Cassiopeia es la moda fashionista d yoochun, solo queria dejarte mi inquietud respecto a este punto. Esperare el proximo cap feliz. Gracias por actualizar ^^
Te explico más o menos si te fijas al principio Jae es ultra tradicional y la ropa es ropa prestada, no es de él, recuerda que le dice que tiene solo trajes de cadenas de tiendas, los tacones no son de aguja o algo asi sino como botines con tacón para que se viera mas alto, y lo del traje con los botones imaginate una pechera (como las que usaron TVXQ! en Time Tour) creo que si no me entienden iré poniendo las fotos, pero es que lo vistió para impresionar al Jefe.
Borrarmuerooooooo me encanto, es que esta tan pero tan sexy, Jae dejate llevar por Yunho tu esposo no merece nada,
ResponderBorrargracias por el cap y conti por fa
Espero que no se moleste con lo que diré, pero me siento confundida. No se si Jae es una mujer o un transvestim. Se que tienes que actualizar constantemente porque muchas te lo piden, pero creo que una adaptación no es solo "copiar y pegar" o "solo cambiar los nombre". Se que estas abierta a criticas para mejorar tu trabajo y no solo a los halagos. Creo que la gente que te lee merece algo bueno......
ResponderBorraryo no tengo problemas con la ropa de jae y es en tendible que es una adaptacion y si por favor continua con adaptacion y jae que se deje llevar por yunho el a hecho de todo por su matrimonio y minho ya esta con otra ¡¡ gracias gaby besos
ResponderBorrarPor mi que el marido de jj se vaya al carajo,el esta definitivamente mejor con el shinki del sexo duro yunho y su potente yunhotron.
ResponderBorrarOhhhh ya entendi gabicita gracias por la explicación *.* seria lindo si pudieras compartir fotitos. Y estare atenta al proximo cap ^^
ResponderBorrarOmo *w* Eso fue estupendo!!!! Un grandioso lemon! *~^ Jae es tan sexy! Y sigo diciendolo Minho es un idiota.....¬¬
ResponderBorrarCrei que se me echaba para atras JJ.....pero como se le hiba a resistir al Dios del sexo? A ese Adonis......
Hahaha lo que me preocupa es que en pocas horas se va a inagurar el lugar y Jae acostado en la cama, durmiendo despues de ese orgasmo alucinante......uff!
Me encanta! ^^
Por dios Jaejoong tu maridito esta que te pone los cuernos tu bien lo sabes asi que no te arrepientas y creas que lo que has hecho es sucio has tenido los mejores orgasmos y con un moreno que desde el primer dia te trae loco jejeje dejate llevar y se mas tu aish que con ese esposo que tienes te has reprimido mucho asi que porque no ...tambien tenía unas opiniones iguales con los comentarios anteriores pero gracias por aclararlo veamos mas del mismo Jae ...gracias
ResponderBorrarNonono.. Más caliente la situación en la que lo puso yunho...con el espejo era demasiado y agregar un vibrador.. Naa demasiado para alguien que lo tienen abandonado desde hace 6meses
ResponderBorrarNecesito saber qué va a pasar... Necesito actu!!
Me encanto. Jae no debe de sentirse infiel. Minho no merece a Jae. Espero el siguiente capítulo
ResponderBorrarufff ,esto está que arde y lo digo literal. he leído comentarios que Jae parece travesti o mujer, pero no sé si soy yo o qué pero de la emoción que estaba por hacer la chanchada con Yunho, ni me fijé en esos detalles. qué importa si tiene tacones altos o calzón de encaje negro, Yuunho lo está follando con sus dedos y con su vibrador muchachas..... lo demás es una pequeñez .... yo quiero que siga la fiesta sea Jae mujer, travesti o la puta de Yunho. perdón....
ResponderBorrargracias Gaby
Jae se siente culpable por sentirse nuevamente deseadp. Jae no te culpess, si estuvieras satisfecho en tu matrimonio ni siquoera Yunho te haria dudar pero Minho te orillo a ello, disfrutalo.
ResponderBorrarGracias
Oh por dios, yunho si que sabe como jugar y eso que solo es el principio, espero y jaejoong pueda deshacerse de esos sentimientos de culpabilidad pronto, que esta bien que j o se trata de pagar con la misma moneda, pero si yunho lo puede hacer sentir bien consigo mismo y como una persona deseable, pues porque reprimirse xD
ResponderBorrarHasta el proximo