Capítulo
17
Las
manos de Jae volaron hacia el pecho del vampiro cuando su boca
descendió sobre su cuello. —¿Qué está mal contigo?
—¡Este
cuerpo me pertenece ahora! Nunca va a ser tocado por otro. Él
rechinó, contra su piel.
—
¡Maldita sea,
permítele a Ren levantarse!—Sus labios se abrieron, y su lengua
barrió su piel.
—¡Oh!
Yo… Yo no puedo, él ni siquiera esta intentándolo— ¿Beberás
de mi otra vez?
Su
piel era más cálida de lo que había estado antes, cada vez más y
más caliente bajo sus dedos. Con otra perversa lamida sobre su
cuello un escalofrío lo recorrió. Los pezones de Jae se apretaron
en puntos sensibles, hinchándose.
—Tú
estás necesitado de mi tacto, desvanécete y has que él venga a
mí—ordenó, con voz ronca. —Le daré placer a este cuerpo, y
luego tú estarás liberado del dolor cuando despiertes.
—No
sé cómo desvanecerme—exclamó, su acento cada vez más grueso. Él
estaba besando su cuello tan ávidamente, no mordiendo, pero con un
hambre urgente. —Oh, Dios, no puedo pensar cuando haces eso—¿Había
gemido lo último?
Debió,
porque Yunho se aparto de él, mirando hacia abajo para sopesar su
reacción. Estaba jadeando, sus ojos se centraron en su sexy boca,
aquellos labios. Le desabrochó el botón de los pantalones. —Tú
me odias…
Jae
tragó saliva con miedo. Y anticipación. —…pero aún así me
dejarás hacerte lo que quiera—pellizcó la cremallera, graznando
palabras en ruso a medida que él, lentamente comenzaba a tirar hacia
debajo.
—Yo…
¡Yo te odio más que nada! Pero —esa boca tuya se siente tan bien.
Probablemente tienes algún tipo de control vampírico artificial
sobre mi—Alguna explicación debía tener ese deseo animal que
sentía por él. Cuando extendió sus pantalones y los abrió sus
dedos tocó su ropa interior sus boxers con un gemido, Jae se
mordió el labio inferior, luchando por mantener los ojos
abiertos.
¿Continuarían
sus dedos bajando, descubriendo su humedad…?
¿Cuánto
más podía controlar? ¿Su vida, su futuro, y ahora sus deseos? Jae
sufría de demencia temporal, comprensible teniendo en cuenta todo lo
que había pasado. Todo por lo que él le había hecho pasar.
Al
pensamiento, Jae lo odió una vez más. El sacudió fuertemente su
cabeza, y luego encontró sus ojos ardientes. —No, no te dejaré
hacer lo que quieras—le agarró la muñeca, tirando de su cada vez
más descendiente mano dentro de sus boxers —Porque no te quiero, y
nunca te querré.
Un
músculo palpitó en su mandíbula. No sabía si iba a darle un beso
más —o a matarlo.
Se
volvió y golpeó la pared de la cocina, levantando una nube de yeso.
—Como
si yo te quisiera—¡te detesto tanto que me quema! ¡Y no puedo
matarte!
—Aún... Posó la mirada en Jae. —Todavía no. Pero muy pronto—Él
desapareció, reapareciendo segundos más tarde, completamente
vestido.
Su
ancho pecho estaba agitado aún bajo un suéter de color gris oscuro
de algún material fino, cachemir o probablemente algo igual de
costoso. Independientemente de lo que fuera, se amoldaba a sus
músculos como una segunda piel. Su pantalón negro, obviamente,
estaba hecho a medida. Llevaba una correa para espada y la espada.
Asombrosamente
hermoso.
—Vamos
a dar un paseo
¿Una
oportunidad para escapar?
—¿Dónde?
—A
ver a Hag.
Yunho
teletransportó a Jaejoong dentro de una cabaña junto al mar en la
orilla de una playa solitaria. Necesitaba una reunión de emergencia
con su oráculo, una mujer Fey conocida como la Hag en el sótano.
—¿Dónde
estamos?—susurró Jaejoong. —¡Dijiste que tus enemigos podrían
encontrarme fuera del departamento!
—No
aquí. Su protección es idéntica a la mía—Jaejoong estaría lo
suficientemente seguro. Además, no tenía más remedio que consultar
con Hag —su mente estaba cada vez más desordenada. Peligrosamente
desordenada.
Hace
instantes, había decidido bajar los pantalones de Jaejoong hasta sus
tobillos, luego inclinarlo sobre la mesa para follarlo allí mismo.
Brevemente había pensado que era una idea brillante.
Haciéndolo
gemir mi nombre antes de permitirle venirse, sumergirme en su
apretado calor, sintiéndolo contraerse a mí alrededor…
¡No,
no! ¡Enfócate Yunho! Aparte del hecho de que él esperaba el
levantamiento de Ren esa misma noche, podría matar a Jaejoong. Sí
él perdía el control, profundizando en él con todas sus fuerzas…
Sus
fosas nasales llamearon y apretó los puños. El ansia de sangre
peleaba con la necesidad sexual. Ya había estado cerca de tomarlo
esta mañana. Hag podría ayudarle a encontrar un foco, podría
ayudarle a sortear a través de sus recuerdos —para que pudiera
librarse de Jaejoong, cuanto antes.
El
oráculo era la única persona que, incluso mínimamente,
confiaba con su juego final. Había previsto a su novio y le había
dicho cómo encontrarlo. Se había asegurado que el cuerpo de
Jaejoong estuviera protegido durante su encarcelamiento.
Por
años, Hag había guardado sus secretos… Las persianas de su casa
estaban cerradas contra lo último de sol del día. El oráculo lo
estaba esperando.
Cuando
Jaejoong inspeccionó la sala abierta y el área de la cocina, Yunho
trató de ver este lugar a través de sus ojos.
Alas
de murciélago y madejas de hierbas colgando del techo para secarse.
Cadáveres de animales yacían en una mesa de carnicero en varios
estados de descomposición.
Hag
elaboraba brebajes burbujeantes en una cocina moderna de gas,
mientras que en bancos largos de trabajo tenía una variedad de
frascos sobre quemadores.
Su
colección de cráneos de demonios decoraba un estante superior
—parecían humanos a excepción de los cuernos y colmillos
sobresalientes. Cabezas de Ghoul alineadas en otro estante, sus
rostros verdes putrefactos congelados en el horror. Penes de Centauro
conservados en tarros llenos.
—Hag—la
llamó. El oráculo era en realidad una fey de aspecto joven que
había sido transformada en una vieja sin poder durante algunos
siglos antes de que regresará recientemente a su verdadera forma:
la de una hermosa morena con orejas puntiagudas.
SoHyun
era su verdadero nombre, pero a Yunho le gustaba llamarla mejor Hag. Yunho
quería recordarle a la vieja fey del pasado tan a menudo como fuera
posible. Porque él era quien la había salvado. Otro nombre en mi
libro. Hag salió de una habitación al fondo.
—Yunho,
no puedo decir que esto es una sorpresa —Ella se limpió las
ensangrentadas manos en un delantal manchado. A pesar de que llevaba
ropa moderna bajo el delantal, botas, una falda corta, una camiseta
—tenía una definitivamente inmoderna vieja bolsa negra de huesos
videntes puesta en su cinturón.
Aparte
de su talento como un oráculo, —que se había debilitado por falta
de uso involuntario. Hag era también un concoctiones,
especializada en venenos y pociones.
Jaejoong
quedó asombrado con las manos ensangrentadas de la Fey, deslizándose
cerca de él como para protegerse. El vampiro quien intentaba
destruir su alma.
Le
oyó susurrar a sí mismo, —mente abierta, mente abierta—y creyó
había curvado el dedo a través de una de las presillas de su
cinturón. —¿Ahora permaneces cerca de la sanguijuela? —El temor
de Jaejoong era tan mortal, desigual. Otro ejemplo de cómo era
inferior al valeroso Ren.
¿El
intento resplandeciente de gloria de Jaejoong hace cinco años?
¿Su
conexión con él antes en las sombras? Mera deficiencia mental,
decidió Yunho.
—En
este momento, pienso que eres el menor de dos males. Soltó una
carcajada sin alegría. —No puedes estar más equivocado.
—¿Ella
es la Hag?—Murmuró Jaejoong. —No se parece a una.
¿Cambia
de noche o algo así? Hag suspiró ante su ignorancia. En un tono
desdeñoso, dijo, —trajiste compañía humana. —Mis enemigos ya
saben que está en mi poder.
—¿En
tan pocas horas?
—Ara—Él
no necesito decir más.
—Debemos
actualizar nuestros códigos claves cada hora Él asintió.
La
fey rodeo a Jaejoong, sus orejas puntiagudas se movían
nerviosamente.
—El
es más guapo que en mis visiones.
—¿Esperabas
algo menos de mi novio?
—¿Visiones?—La
postura tímida de Jaejoong desapareció, y se apartó de él para
fulminar con la mirada a Hag. —¿Tú fuiste la que le dijo a este
monstruo como encontrarme?
Hag
no le hizo caso como si fuera un perro ladrando. —Su cuerpo se
reproducirá bien, después de que lo conviertas— le remarcó a Yunho.
Había
estado tan preocupado por el acto de la reproducción que nunca había
pensado en el resultado. ¿Cómo sería su descendencia, cuando
llegarán a este cuerpo? Aunque los vampiros se reproducían
moderadamente, se imaginó numerosos niños de pelo castaño con
decididos ojos negros. —Requeriré muchos herederos.
La
comprensión —y el horror—apareció en la expresión de Jaejoong.
Cuan
bizarro era darse cuenta que el cuerpo de uno seguiría, Yunho
reflexionó, reproduciendo pequeños para otros.
—Mis
hijos—Jaejoong apretó los puños. —Criados por ti y tu asquerosa
puta—Si él lo golpeara, como deseaba hacer, se rompería los
huesos de la mano.
Cuando
Hag dio un apretón evaluando la cadera de Jaejoong, el chico se dio
vuelta, moviendo uno de sus puños. Yunho se teletransportó entre
ellos, capturando su palma. —Nunca toques a esta fey. Nunca. Su
piel es venenosa.
Hag
era una Venefican, una mujer envenenada. Cuando era una niña, había
sido alimentada con pequeñas cantidades de veneno hasta que su piel
se había vuelto definitivamente letal. También había sido
entrenada como una cortesana, poniendo esos rasgos juntos, ella era
un arma perfecta.
—Y
antes de concebir ideas suicidas—Yunho le dijo a Jaejoong,
—entérate que ella te sanará antes de que puedas morir. Pero
experimentarás la agonía como nunca antes.
Jaejoong
dio un tirón a su mano lejos de él, con la barbilla levantada.
—El
es un humano un poco salvaje, ¿no?—Dijo Hag.
—Jaejoong
aún no ha comprendido su lugar en el gran esquema de las cosas—le
dió al chico un moderado empujón hacia el mostrador de la cocina.
—Siéntate, cállate, y no toques nada. Jae vaciló antes de
sentarse en un taburete, todavía erizado.
—¿Qué
te trae por aquí hoy?—Preguntó Hag.
—He
venido por una poción. Necesito despejar mi mente para llegar a mis
recuerdos—Mi final del juego esta tan cerca. Entonces tendría todo
lo que siempre había querido.
Finalmente
entenderé lo incomprensible…
—Necesito
concentrarme—En algo más que el encanto de Jaejoong.
Hag
inclino sus ojos de una gama de color marrón sobre él. —¿Quieres
hablar de negocios delante de él?
Se
encogió de hombros. —El se habrá ido antes. Pero tiene que comer
hasta entonces.
Hag
le dijo —Ve al cuarto de atrás y busca un cofre verde adornado con
enredaderas de hoja verde. Abre la tapa y dile lo que deseas comer.
No abras el cofre negro decorado con telarañas.
Cuando
Jaejoong sólo entrecerró los ojos, Yunho, dijo, —Has lo que ella
te dijo. Debes seguir sus órdenes como si fueran mías.
Jaejoong
se levantó con enfado, y luego se paseó por el cuarto de atrás. Él
oyó un chirrido de bisagra, y luego ella pronunció —Fun… yuns
Un
segundo más tarde con su acento particular: —¡Vete al infierno!
Por
encima del hombro, Yunho ordenó, —Come algo nutritivo.
Después
de una pausa rebelde, dijo, —Waa—ffles—con—mieel—dee—ma—plee—Entonces
Jae gritó,
—¡Ohhh!—Excelente. El regresó con un plato repleto y cubiertos
de plata, se sentó en la mesa cercana.
Ahora
que Yunho había recuperado su equilibrio, actuaba sin inmutarse por
todo eso, pero él sabía que las ruedas estaban girando, podía ver
la maquinación brillando en sus ojos. Sin
embargo, no podía predecir lo que Jae haría.
Con
cautela tomó un bocado de su desayuno, murmurando: —¡Oh, Dios
mío, esto esta bueno! Otro bocado y otro. Disfrutaba de la comida de
una forma casi sensual. Se preguntó si así sería en la cama,
degustando el sabor de su piel. Mientras él saboreaba la suya.
Hag
le estaba diciendo algo y él quería concentrarse, pero seguía
oyendo el tenedor de Jaejoong en ese plato, sus ruiditos de placer.
Se encontró absorto cuando él giró un bocado de waffle con maple.
—¿Estás
disfrutando de tu comida?—él le rechinó.
—En
prisión la comida sabia a trench foot —Con un aire petulante,
añadió.
—Además,
estoy disfrutando el hecho de que yo puedo hacer algo que tú no
puedes.
—¿No
puedo?—Yunho se teletransportó al asiento a su lado.
Con
una elevación desafiante de su ceja, Jaejoong levantó un bocado de
waffle. —¿Lo quieres morder?
—No
tienes ni idea.
—El
waffle. Oh, pero tú eres una sanguijuela. —Jae hizo un gesto
exagerado.
Encontró
imperativo eliminar esa expresión de la cara del mortal.
Aunque
sabía que Hag lo miraba con desconcierto, le importaba un comino.
Agarró la muñeca de Jaejoong y tomó el bocado.
A
la vez, sus papilas gustativas gritaron ¡mal! No había masticado en
años y era torpe con ello, pero al final se pudo tragar la comida.
Jaejoong le lanzó una media sonrisa sorprendida. —Tienes jarabe en
el labio. Aquí—Lamió su pulgar y lo extendió para quitar los
restos de jarabe de la boca de Yunho. Así que, se podría decir que me gusta
esto.
El
aire entre ellos era electrizante cuando él debatía el pinchar su
muñeca para lamer bebiendo todo.
Hag
se aclaró la garganta. —El anillo, ¿Yunho?
De
mala gana, se levantó. —¿Todavía no lo has visto en las
visiones?
Ella
hizo espacio para que se sentará en el mostrador, guardó una pila
de lo que parecían cráneos de aves. —No he tenido más suerte que
tú.
Esta
oculta, con algún tipo de magia muy fuerte. Cada vez que trato de
descubrir su ubicación, mi capacidad se debilita.
Puedo
sentir la mirada del mortal todavía en mí. Lo que significaba que
estaba teniendo dificultades para mantener los ojos lejos de
Jae. Yunho se pasó los dedos por el pelo. —¿Puedes
ayudarme en mi concentración?
—Es
posible. Pero tenemos otras preocupaciones. La Dorada.
La
Reina Sorceri del Mal. Hace unas semanas, la había encontrado
dormida en una tumba oculta en el Amazonas. Había estado medio
muerta, momificada desde hacía siglos en un sarcófago, con el
anillo de Sums en el pulgar.
A
pesar de que había tenido hechizos de protección unidos a ella,
incluyendo uno que garantizaba despertarla, Yunho había arrancado su
pulgar crujiente y robado el anillo.
Y,
posiblemente, había inundado su tumba con un maremoto.
¿Tal
vez no debí robar descaradamente su posesión más preciada de su
cuerpo, despertándola y, potencialmente, anunciando el apocalipsis?
Podría
haber dejado su pulgar…
—He
visto a la Dorada en visiones, la he sentido—continuó Hag. —La
Reina del Mal no se detendrá ante nada para castigarte.
Una
—reina—era una hechicera que ejercía el mayor control sobre algo
que cualquier otra hechicera. Cuando la Dorada estuviera regenerada
por completo, podría controlar a los seres del mal —incluyendo a
Yunho. Pero él no estaba preocupado por su poder, calculando que con
el anillo podría derrotarla fácilmente.
Sin
embargo, justo cuando había estado a punto de deslizarlo en su dedo,
había sido capturado por Yoochun Park.
—Trataré
con ella una vez que haya encontrado el anillo, —dijo Yunho.
—Tenemos algo de tiempo. Hace sólo siete días, me las arreglé
para echarla en un abismo de fuego—Cuando todo el infierno se
desató, o mejor dicho, cuando todos los prisioneros inmortales
escapaban de las celdas de la Orden, sus zombies Wendigos lo habían
atacado en paquete.
Había
derrotado a todos ellos, una hazaña particularmente notable teniendo
en cuenta que había estado muriendo de hambre, recuperándose de la
tortura, místicamente debilitado e incapaz de teletransportarse.
Entonces él volvió su mirada llena de odio hacía la Dorada…
Hag
jugueteaba con un frasco de humo. —La hechicera ya está llegando
por ti.
—¿Ha
resucitado con tanta rapidez?—Después de despachar a los Wendigos,
había saltado sobre una grieta para llegar a la Dorada, lanzándola
al suelo. Pero ella le había cogido la pierna. Cuando ellos pendían,
había hecho lo que cualquiera en su situación, patearla en la cara
hasta hundirle el cráneo y un ojo regenerado.
Al
final, ella cayó en un abismo de cientos de metros de profundidad.
—Sí,
La Dorada se está recuperando de las heridas que le inflingiste —y
de su estado momificado. ¿Yunho, si apenas pudiste contra ella la
última vez, y ahora se está regenerando…? Su control sobre todas
las criaturas del mal será absoluto en cuestión de semanas, incluso
días.
Entonces
podría ordenarle saludar el sol de mediodía en un desierto
ecuatorial, lo cual lo mataría incluso a él. Jaejoong tosió,
escondiendo una sonrisa detrás de su puño.
—¿Qué
es tan divertido?— Yunho exigió.
—A
mí me parece que estuviste a punto de conseguir una zurra en el culo
por parte de una chica. No sé quién es esta Dorada, pero le deseo
toda la suerte del mundo.
Hag
se quedó sin aliento. Yunho dió un puñetazo en el taburete a su
lado, rompiéndolo, las astillas volaron.
Mientras
él y Hag veían con asombro, el mortal con calma tomo su plato y se
acomodó el cabello, luego se comió otro bocado de waffle como si nada.
Hag
: significa bruja o arpía y el nombre despectivo del personaje.
Concoctiones:
Una inventor o elaborador de brebajes.
Funyuns:
comida similar a los Pretzel
Trench
foot: se traduce como pie de trinchera, es una dolencia producida por
extensas exposiciones al frío, el paralelismo con la comida, es
inexplicable en este contexto.
Ohhhhh pensé que Yunho se lanzaría a violar a Jae jejejeje. Me encantó el cap gracias 😘
ResponderBorrarGracias por los capitulos jaja
ResponderBorrarpensé lo mismo hoy habria fiesta en la cama pero tenia que ser Yunho déjate llevar por el deseo
jae esta tambien en un estado de abstinencia sera un volcán cuando lo pruebe
Me da risa Yunho, Jaejoong lo exaspera con tanta facilidad xDD ya se está acostumbrando a Jae sin darse cuenta xD gracias por el capítuloooo, hasta el próximo :)
ResponderBorrarmuy bueno aun que Yunho se sigue resistiendo en tomar a Jae pobres y con las ganas que se tienen y no se puede hacer nada al respecto espero de verdad que pronto se pueda consumar esto pues me desespera que sufran por querer estar entrelazados y no poder estar así
ResponderBorrarGracias por el capitulo
No se si encontrar el anillo es bueno o no pprque si lo obtiene puede hacerlo con Jae sin matarlo, pero tambien serviria para que resurgiera Ren en el cuerpo de Jae pero ya como suyo...
ResponderBorrarGracias muy emocionante...
u que interesante ¡¡ yunho casi no puede resitir ajae jjuju y yunho asiendo todo lo posible para traer a ren y yaa tiene de masiados enemigos.- gracias por el capitulo
ResponderBorrarA mí me sigue fascinando este Jae, es tan valiente aunque tenga miedo,se enfrenta a Yunho y a quién sea con unas preguntas osadas.me mató cuando dijo que sus hijos serían criados por un monstruo y su puta,ja ja ja. qué bueno
ResponderBorrarEstaban a punto de caer en sus pasiones caray están que se desean pero Yunho te das cuenta que no puedes dejar de mirar a Jaejoong a Jaejoong ...pero también me encanta el carácter de jaejoong el como si nada jejeje
ResponderBorrarAhora todos esta detrás del anillo se puede saber de donde proviene porque es tan poderoso.....
ResponderBorrarYunho quería tomar a Jae pero se contuvo porque sabie que no es Ren es muy divertido por parte de Yunho pidiendo que Jae desapareciera y que despertara Ren ..
Jajja jae provoca tanto a YH ...es un pasatiempo para él ..jajajjaa fue demasiado este cap.graciasss
ResponderBorrarHahaha xD me encanta la actitud de Jaejoong y como Yunho no es capaz de controlarlo del todo..
ResponderBorrarAsi que esta a punto de perder el control, es tu pareja yunho reconocelo yaaa!!!
Se evitaria tantos problemas si tan solo aceptara que un simple y pobre humano podria ser su pareja.
No entiendo como es que la hag no le dice que jaejoong es su novio y no ren, sera que realmente no lo sabe o se lo oculta a yunho o no sabe las suposiciones que ha hecho yunho?
Gracias