Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 53

Capítulo 53

Eso es una perspectiva sanguijuela, matar o ser matado, —Sora la radiante, una espadachín milenaria de piel brillante, le dijo a Jae en un tono siniestro. —Así que levanta tu arma y prepárate para tu final. Porque estoy a punto de tomar tu cabeza.

Jae bostezó. Diez días de esto se estaban volviendo obsoletos.

—Chica, no quiero jugar más a los videojuegos.

El compañero berserker de Sora, Yoochun, había estado teniendo reuniones con algunos berserkers relativo a la Accesion, por lo que Sora había estado pasando el rato aquí por un par de días, brillando en el sofá, jugando videojuegos con Jae.

Al principio, Sora había estado entusiasmada por conocerlo, porque Jae había hecho lo que Sora había soñado durante siglos. —¡Trágate esa sanguijuela chupasangre asesina, en una taza de tu propio chocolate!

¿Pateaste el trasero a Yunho? ¡No jodas! Descríbelo segundo a segundo le dijo con voz entrecortada…

La única cosa que las Valkyrias odiaban más que a los vampiros en general, era particularmente a Yunho.

Por supuesto, Sora habría tenido éxito “recogiendo la cabeza y los colmillos de Yunho”.

Sin embargo, después de un par de días, Sora se había dado cuenta de que Jae todavía tenía sentimientos por el archienemigo de las Valkyrias, —Eso no es cool, hillbilly, no es cool.

¿Por qué no había venido aún por Jae? De vez en cuando, Ara lo visitaba, manteniéndolo informado —aunque no siempre era coherente. A través de Ara, Jae supo que Yunho estaba de hecho recuperándose y que había sido invitado a gobernar Dacia.

Jong Suk ya no existía. Yunho se había convertido en Rey.

Como el siempre había querido.

Jae había pasado por tantas emociones al pensar en él —culpa, ira, deseo.

¿Estaba todo perdonado? ¡Infiernos no! Todavía estaba furioso con Yunho.

Esto no significaba que no estuviera anhelando que lo rescatara. Jae sabía que él podía -creía que podía hacer casi cualquier cosa. Pero después de casi dos semanas, Jae tuvo que preguntarse si el Rey Yunho alguna vez iba a reclamar a su consorte.

Jae le había preguntado a Ara, —Si él ha sanado, entonces ¿por qué no ha venido por mí?

—¿Quién?

—Uh, Yunho.

—No suena una campana…

—¿Puedo enviarle un mensaje a Dacia, para explicar lo que pasó?

Con los ojos brillantes de emoción, Ara había gritado, —¿A quién estamos enviando un mensaje…?

Ahora, Jae dijo a Sora, —Jugaremos mañana. Además, ¿no es el momento de mi copa para cenar?

Los iris ambarinos de Sora destellaron plateados con ira. —No soy tu recadera de sangre.—Ella dio un grito que hirió los sensibles oídos de Jae. —Chupa mi polla, VampirJae chúpala.

Enojado, Jae presionó sus nudillos en el brazo de Sora con todas sus nuevas fuerzas vampíricas.

Ara le había dicho al principio, —Si alguna de mis medias hermanas se pasan de la raya, lleva la montaña sobre ellas.

Jae había aprendido que no había otro modo de tratar con las Valkyrias. Si a ellas les gustaban los seres que no aceptaban ninguna mierda de ellas, era sólo cuestión de tiempo antes de que fuera Señor Popularidad aquí.

—¡Perra!, —Gritó Sora. —Solo puedes esquivarlo porque le bajaste los humos a Yunho por mucho tiempo.

Ara les dijo a todos que Jae había atacado a Yunho a propósito, y estuvo cerca de decapitar a uno de los villanos más temidos del Lore habían llamado a Jae una criatura con la cual no jodías.

—Tráelo, Sora, cualquier día de la semana.

—La próxima vez te lo traeré de regalo. Tu sangre está en el microondas, slore. —salió pisando fuerte. Al parecer, así era como Sora trataba a todos sus amigos.

Jae se encogió de hombros. Cada una de las Valkyrias era a su manera excéntrica, desde Ara la de los ojos vacíos, hasta la desalentadora Cara, quien era parte Furia, una raza de mujeres guerreras que incluso las Valkyrias evitaban.

Aunque muchas de las decenas de personas que vivían en Val Hall no se fiaban del vampirismo de Jae, pensó que se estaba adaptando a ellas.

Cuando se olvidaban de sí mismas, las valkyrias eran una especie divertida.

Todos ellas eran medias hermanas, básicamente, una gran familia unida, con todo lo que viene con familias de ese tamaño disputas, compatibilidades, favoritismo y lealtad inquebrantable.

En cierto modo, Jae estaba como en casa aquí.

Suspiró. Todavía extrañaba a sus propios amigos, SoHyun y Junsu, a su propia familia…

La mirada de Jae cayó en el sofá, al teléfono celular que Sora olvidó.

Sus ojos se ensancharon. Después de diez días de intimidar a sus captores para que la dejaran hacer una llamada, Jae aún no las había convencido.

Tan cuidadosamente como acunaría un huevo, Jae recogió el teléfono. ¿Se atrevería a llamar a su familia, hacerles saber que estaba vivo?

Acababa de marcarles cuando se dio cuenta, al menos tenía que decirles que ya podrían salir de su escondite con seguridad.

Además, aún se negaba a reconocer que no podía verlos y nunca volvería a su montaña.

A pesar de que entendía las precauciones de Yunho acerca de mezclar la fuerza inmortal con la fragilidad humana —VampirJae nunca encontró un picaporte que no se rompiera, él creía que podía entrenar para controlar su fuerza.

¿Y acerca de la advertencia de nunca revelar innecesariamente asuntos del Lore a los seres humanos?

Bien, su familia había tenido que arrancarse la venda de los ojos mucho antes. En primer lugar, con Ren, y luego con Yunho.

Si los dioses querían castigar a Jae, les recordaría que albergar a Ren en su cuerpo durante

seis años fue el maldito tiempo cumplido.

Con ese pensamiento, marcó el número celular de su madre.

—¿Omma? Soy yo, Jae.

—¡Oh, Señor Jesús en el cielo, sabía que no estabas muerto! Nos dijeron que te habían disparado en la fuga de prisión, ¡pero yo sabía que aún estabas con vida! ¿Por qué no viniste a casa?

Jae podía oír el desconcierto en el tono de su omma, la entendía. Si él estaba vivo y fuera de la cárcel, entonces debería estar en casa, fin de la historia.

—Lo haré en el futuro. En algún momento. Pero es… complicado, Omma. Y realmente difícil de creer.

—Pues, veamos si no puedo seguirte el ritmo y mantengo los ojos en mi cabeza.

¿Por dónde empezar? Habían pasado tantas cosas. ¿Cuánto debía revelarle a su madre? —Primero, dime como se porta Sukkie.

—Sukkie está cada vez más revoltoso, rebelde y voluntarioso, naturalmente, toda la familia está orgullosa de cómo consigue sacarlo fuera.

Gritos de Valkyrias sonaron en la habitación de al lado.

Omma Kim gritó, —¿Qué demonios fue eso?

—¡La TV! Déjame bajar el volumen. —Corrió hacia la puerta, la cerró y la bloqueó —al romper la perilla. Mierda. —¿Cómo lo están llevando los demás? ¿Y tú?

—Oh, cariño, nosotros estamos manejándolo bien, —dijo alegremente. Demasiado alegre.

—Dime que tan grave es, Omma.

Una exhalación en el teléfono. —Tratamos de juntar los pagos de la hipoteca cada mes, pero Va-Co estaba sosteniendo nuestros pies sobre el fuego, niño.

Los colmillos de Jae se afilaron, la violencia cocía, hervía lentamente dentro de él.

—Todos nuestros hombres están de vuelta en la mina.

—¿Qué? Pero juraron que no harían eso. ¿Qué pasa con la tienda de Il Woo?

—¿En esta economía? Todo está cerrado. O era la mina, o perderíamos la montaña.

La mayoría de tus primos están felices por el trabajo.

—Conseguiré una manera de enviar dinero, ¿de acuerdo?

—Jae, sólo dime acerca de ti. Comienza desde el principio.

Se mordió el labio.

—¿Recuerdas el demonio de ojos rojos que todo el mundo vió esa noche?

—¿Del que nos estábamos escondiendo? ¿El Mothman?

—Ese sería él. Sólo que no es un demonio o Mothman, y no tienen que ocultarse por más tiempo. Él nunca los lastimará.

—Yunho no podía romper su juramento de no dañar a su familia, había visto de primera mano la forma en que lo ataban esos votos.

—Entonces, ¿qué es?

Después de una vacilación, Jae admitió, —Es un vampiro, fue el que me sacó de la cárcel. Su nombre es Yunho Jung Daciano.

—El simple hecho de decir su nombre le provocó una punzada en el corazón.

“Tomaste mi nombre el instante en que te reclamé…”

Omma farfulló, —¿V…vampiro? ¡Oh, Jae, está a punto de darme un ataque al corazón! ¿Estás seguro?

—Estoy seguro —lo he visto beber sangre.

—¡Jesús! ¿Este… vampiro te lastimó? ¿Estás con él ahora?

—Vino a ser mi protector, me llevó de viaje por todo el mundo. Pensó que el loco de Ren era su compañero, pero resultó que era yo.

—¿Ren continúa matando?

—Se ha ido, omma. Para Siempre.

—¡Estás curado! ¿Por qué no me lo dijiste en primer lugar?

Porque fui curado de una cosa solo para convertirme en algo más, algo en lo que podrías tener un momento aún más difícil de aceptar. —Um, en realidad no he caído en cuenta que estoy libre de él.

—¿Todavía andas con ese tipo vampiro? ¿O tengo que enviar a nuestros hombres para traerte?

—¡De ninguna manera, omma! A menos que desees matarlos a todos.

Además, no estoy con él actualmente. Más o menos conseguí ser atrapado por algunos de sus enemigos. Un grupo de chicas. Son muy decentes, aunque…

—Jae se apresuró a añadir. —Tengo toda la comida que puede comer —la sangre que puedo beber, —y vemos telenovelas juntos, tengo mi propia habitación —que solía pertenecer a una especie de princesa del hielo —y me tratan realmente bien.

No es que Jae disfrutara de estar prisionero, pero hasta que pudiera averiguar todos sus nuevos poderes, estar en un ambiente protegido, sin sol no era tan malo.

Cada hora aquí aprendía más sobre el Lore, y las chicas eran buena compañía. Nunca patean mi trasero mucho más que yo el de ellas.

¿Una de las primeras cosas que había aprendido? El combate era bastante divertido cuando nunca quedas adolorido por mucho tiempo.

—No me importa estar aquí en absoluto, de verdad. —En cierto modo, estaba muy agradecido de estar en Val Hall. Debido a que por cualquier razón, Yunho no había venido a buscarlo.

En el fondo, Jae sabía que no tenía otro lugar adonde ir. Ese conocimiento era aterrador.

—Ellas me están enseñando todo acerca de los vampiros—de mi mismo —mientras espero a ver si Yunho vendrá a rescatarme.

Ara había sido un salvavidas, enganchó a Jae con el mismo tutor que había enseñado a Junsu, aunque a Jae no se le permitió ver o comunicarse con el chico. Junsu era demasiado leal a Yunho, y las Valkyrias temían que repartiera información sobre Jae a su enemigo.

El tutor, una halfling vampiro/valkyria llamada Song Ji Hyo, era absolutamente

encantadora, con una estructura ósea para morirse, colmillos pequeños, orejas puntiagudas y larga cabellera dorada.

Había sido genuinamente alentadora cuando Jae comenzó a teletransportarse.

Bueno, a vacilar. Aunque no había conseguido progresar en esto, Jae practicaba todos los días.

Pero Jae se dio cuenta que Ji Hyo se mantenía a distancia, y algo sobre la halfling seguía tirando de la memoria de Jae, haciéndolo cauteloso también.

Ji Hyo probablemente había tenido cierta clase de mala experiencia personal con Yunho. Parecía que todos en el Lore tenían una historia que contar acerca de dicho vampiro.

—¿Si él te rescata?—Exigió omma Kim. —Pensé que habías dicho que era tu protector.

¿Por qué no habría de hacerlo?

—Tuvimos un pequeño tropiezo. Pero estoy seguro de que va a venir.

—¡Ven, por favor, Yunho!

—¿Cómo es él? —Preguntó omma Kim, encendiendo un cigarrillo. —¿Ese bebedor de sangre?

—Es alto, guapo, y tan rico, como el día es largo. —bastante famoso.

En el mundo de los mortales, Yunho hubiera sido un actor rompecorazones quien simplemente cometía en promedio un par de asesinatos al día, por milenios.

Como Novio de Yunho, Jae se había ganado cierta notoriedad, también en el corredor de la muerte, entre los Loreans curiosos, el mortal que de alguna manera había sobrevivido a la conversión. Cuando no constaba que ningún otro humano común lo hubiera hecho.

—También es un poderoso Rey entre su especie—, dijo Jae. —Famoso en su círculo.

— Infame por su crueldad deshonesta.

Si, Jae había oído hablar de sus fechorías, sabía que todos en el Lore lo consideraban un monstruo diabólico. Pero al final, había decidido que, si bien podría ser un demonio, él seguía siendo su demonio.

Suspiró de nuevo ¿Era suyo? Se preguntaba cada minuto del día.

¿Y si nunca vendría a recogerlo?

En su mente, eso se reducía a que tendrían que trabajar mucho en su relación, ahora que Jae no era un nuevo vampiro enfurecido lleno de esteroides, estaba listo para hincarle el colmillo.

Siempre y cuando él venga por mí, patearé su trasero de cualquier forma, pero lo resolveremos. O bien estaba tomándole mucho tiempo sanar —o había decidido no venir por él.

Sin duda, un inmortal de su avanzada edad sería lo suficientemente maduro para discutir sus diferencias.

—¿Qué pasa si no viene, Jae?

Buena pregunta. —Ya se me ocurrirá algo.

—Yo, ¿por qué esta con llave la puerta?, —Gritó desde la sala Sora.

—¿Con quién diablos está hablando VampirJae?

—¡Omma, tengo que cortar! Pero enviaré dinero en cuanto pueda.

—Astillándose la puerta se vino abajo, revelando a Sora, que brillaba como una luz fosforescente. —No sabes como de muerto estas, sanguijuela.

—¡Te amo, omma, los amo a todos, hablaré pronto!

—Jae colgó el teléfono. Accidentalmente aplastándolo.

Sora se lanzó a Jae.

Jae se preparó para el impacto, cerrando los ojos cuando algo como el vértigo lo abrumó. Esperó…

Entonces vino un golpe en la consola del televisor. Sora le gritó, —¡Voy a joderte completo!

Cuando Jae abrió los ojos, él estaba al otro lado de la habitación y Sora había chocado de cabeza simplemente con el televisor.

¿Me teletransporté? ¡Por fin! Ese vértigo, ¿cuándo lo había sentido antes?

¡En la pelea con Yunho! ¿Se había teletransportado incluso entonces? No era de extrañar entonces que Jae le hubiera alcanzado con ese giro de espada.

¡Cómo deseaba poder explicárselo!

Por ahora, tenía una Valkyria cabreada con la que tratar. ¡Pero Sora nunca podría alcanzarlo ahora que podía desaparecer! —¿Qué te pasa, luciérnaga? ¿Olvidaste cómo cambiar el canal? Ja, ja, ja, la Valkyria, no puede atraparme, —se burló Jae con voz cantarina. —¡El Hillbilly, a la carrera, corriendoo!

Cuando Sora saltó del sofá, Jae se teletransportó, una vez más, pero Sora previó su reaparición y lo barrió al suelo.

—¡Auch!

Luego Sora procedió a mostrarle sus verdaderos colores, haciendo que Jae golpeara su propio rostro. —¿Por qué te golpeas? ¿Eh? Vampiro, deja de golpearte a ti mismo.

—¿Vampiro?—Preguntó Ara desde la puerta, su pelo alborotado, su mirada perdida. Ese murciélago rabioso de ella se posó en su hombro, con vehemencia batiendo sus alas, tan enloquecido, como su dueña. —¿En el Val Hall? —Sus ojos ambarinos giraban al color plateado, los colores girando. Una extraña electricidad comenzó a crepitar en el aire.

Cada uno de los aumentados sentidos inmortales de Jae gritaron PELIGRO. ¿Seguramente, no de Ara? Olvidándose del murciélago, la adivina atacó, con un revés envió a Sora, através del cuarto.

Antes de que Jae pudiera reaccionar, Jae había empujado sus rodillas en los hombros de Jae, sujetándolo con una fuerza monstruosa.

Con el pelo desordenado sobre su pálido rostro, Ara murmuró, —Helen pagó con un corazón roto. Furie pago. Ji Hyo.

—¡Ara! ¡Soy yo, Jae! ¿Qué estás haciendo?

La adivina ladeó la cabeza como un animal.

—¿No sabes dónde está Furie…? —Un rayo cayó en el exterior, los truenos hacían temblar la casa.

—¡Ara, ten calma!—Sora trepó encima, tirando de su hermana.

—Era apenas una mierda alrededor —Pero incluso Sora no era rival para el poder de Ara.

Finalmente, Ara permitió a Sora tirar de ella, ambas aterrizaron enredadas en el suelo.

La adivina parpadeó con perplejidad. —¿Qué sucedió?

Jae gritó, —¿y tú me lo preguntas?—Luego se arrepintió de su tono cuando Ara de repente pareció agotada, incluso enferma.

Su murciélago se contoneo hacia ella, saltando a su brazo, pareciendo calmarla.

—¿Qué mierda, Ara? ¡Estas mostrando mierdas con frecuencia estos días! —Sora misma se desenredó de su hermana, espantando al murciélago lejos. —Fuiste toda Cabalgata de las Valkirias sobre VampirJae.

Ara se abstrajo en algo invisible de Jae, luego suspiró con tristeza.

—Y me temo que entre los dos, yo estoy haciéndolo mejor…

Slore: Combinación de las palabras puta y zorra en ruso.

Mothman: Hombre Polilla.