Capítulo
50 +18
Los
iris de Jaejoong se dilataron y se volvieron oscuros por la
emoción mientras Yunho acariciaba su calor, su respiración
era entrecortada en sus labios manchados de sangre Simplemente
mirarlo hacía que le doliera de vuelta el pecho.
Pero
Yunho no podía permitirse disfrutar de esa sensación poco
conocida —de la liberación sorprendente que acababan de
compartir. El tenía una misión. Tenía que convencerlo de que éste
era el camino correcto.
Si,
su Novio tenía un defecto fatal, ese era su testarudez. Desde luego,
ahora le gustaba ese rasgo en Jae, lo encontraba admirable.
No
significaba que no debía ser persuadido en algunas ocasiones.
Estaba
preparado para el desafío.
Una
vez más curvó el dedo dentro de Jae. Debido a que su sangre corría
dentro de él ese pequeño lugar acanalado se había hinchado...
hasta el punto de que él sería capaz de sentirlo contra su eje
cuando lo tomara, se sentiría atrapado en el borde de su hinchada
corona.
Y,
dioses, cómo se sentiría...
—Te
sorprenderé con placer, con riqueza. —Comenzó dando vueltas su
pulgar sobre su miembro mientras frotaba en su interior. —Nunca te
arrepentirás de ello. “Esta noche, te haré llegar más de una
docena de veces, cada una más fuerte que la anterior”.
Un
destello de angustia pasó por su rostro. Yunho había escuchado de
los humanos convertidos que el sexo como un ser inmortal era mil
veces más intenso. No era de extrañar que Jae temiera.
—Shh,
shh, amor, puedes tomarlo ahora… Yo nunca le haría nada
a tu cuerpo que no me agradecerías más tarde.
—Como
cambiar mí especie.
Desvergonzadamente,
dijo, —Así es. —Extrajo sus dedos, y empujó sus manos hasta su
culo y lo levantó. Con un impulso rápido, montó a su pareja.
Yunho
se retiró y adentró su eje profundamente, girando las magras
caderas para que Jae sintiera cosas que nunca se imaginó que pudiera
sentir.
—¡Sí,
sí! ¿Sí? —Jae comenzó a tener un orgasmo antes incluso que
hubiera comprendido lo cerca que estaba. —Me vengo... ¡Oh, Dios!
Podía sentir a su sexo apretando el eje una y otra vez, mientras
Yunho se estremecía y sudaba encima de él, ya en el mismo punto.
—¡No
se va a detener Yunho! —Su miembro se deslizaba sobre ese punto en
su interior, haciendo que el orgasmo continuara y continuara.
Fue
implacable, siguió sumergiéndose y sumergiéndose, hasta que
Jae estuvo sollozando por misericordia... mientras alzaba sus
caderas por más.
Pero
Yunho rechinando los dientes aminoró el paso.
—¿Aceptas esto? Él
coloco sus dedos en su pelo, agarrándolo, levantando su cara hacia
él. —¿Me aceptas?
Casi
podía imaginar que estaba diciendo perdón en lugar de aceptar.
—¡Lo
hago! ¡Oh, sí! Jae le hubiera dicho cualquier cosa en ese momento,
cualquier cosa para que se moviera dentro de él.
Yunho
se hundió para darle un beso, lamiendo sus labios, y sus sensibles
colmillos. Cuando la rica sangre se derramaba entre sus lenguas, Jae
destrozó las sabanas con sus nuevas garras.
La
primera vez que ellos habían tenido relaciones sexuales, le había
suplicado ser más suave. Ahora le exigió—¡Más fuerte!
—¿Lo
quieres con fuerza? —Su tono de voz le advirtió que tal vez no.
Sin
embargo, se encontró presionándolo de regreso para estimularlo.
Se
estremeció, arqueando sus garras. Y por un breve instante, él le
lanzó una mirada... ¿de asombro?
Entonces,
el Yunho despiadado regresó. Con un gruñido, empujó sus
caderas en el colchón, palpitando contra Jae. Los sonidos del
sexo crecieron ensordecedores... entrechocando con su piel, el
continuó gimiendo, sus palabras guturales en ruso.
Y
siempre el estruendo de sus corazones. Jae estaba en el borde, a
punto de llegar al clímax de nuevo.
Esta
dicha cruda lo habría matado como ser humano.
Entre
respiraciones agitadas, con voz áspera él dijo, —Dime que me
amas.
Jae
estuvo a punto de gritar que lo hacía.
Pero
incluso en esta bruma de emociones, se aferró a un susurro de
obstinación. No se lo diré primero...
Y
una vez que empezó a llegar al orgasmo, no podía hacer nada más
que gritar su nombre.
Justo
cuando Jae temía que no podría aguantar más sus empujes, él
detuvo por completo su cuerpo, sus músculos tensos como un cordel.
—
¡Nunca te dejaré ir, Jaejoong! —Él permaneció inmóvil dentro
de Jae, su rostro era una máscara de tensión. —¡Tú eres mío!
—él rugió, —con los ojos radiantes, fijando su mirada en la de
Jae. —¡Mío! ¡Ah, dioses, lo eres... mío…!
El
éxtasis iluminado sus rasgos.
Su
semilla hervía hacia afuera deprisa. Sus caderas se
lanzaron hacia delante en una furia incontrolable, pintoneando
entre sus piernas.
Por
primera vez chorros ardientes de semen bombeándose dentro de Jae...
su cuerpo vertiéndose en él… una y otra vez...
Una
vez que él lo había llenado con su calor, Yunho finalmente colapsó
sobre Jae. —Jaejoong...—gimió aturdido y cansado.
Jae
le aferró cerca, presionando besos sobre su húmeda sien, el sudor,
resbalaba por su cuello. Yunho se quedó dentro de él, aun empujando
suavemente, como una íntima caricia.
A
medida que sus corazones latían en conjunto, Jae experimentó esa
cercanía con Yunho que una vez había conocido y después se perdió.
—Esto
es solo principio, amor, —él prometió, con su eje agitándose en
su interior...
Al
final de la noche, después de un sinnúmero de episodios de sexo,
Yunho lo exprimió contra su pecho—fuertemente. Pero se sentía
bien para Jae.
—¿Sabes
cuánto tiempo he querido sostener así a mi Novio? —Presionando
los labios contra su pelo, murmuró, —Nunca te faltará nada,
Jaejoong. El mundo es tuyo para tomar.
Una
vez más, se sentía protegido. Seguro. Sus párpados empezaron a
cerrarse. Pero no quería que esto terminara, temía que al despertar
en la mañana, todo esto no fuera más que un sueño.
—Tengo
tanto sueño.
—Mi
niño hermoso, llega el amanecer. Y todos los vampiros buenos se van
a dormir.
Jae
se relajó, arqueando una ceja. —Entonces tu permanecerás
despierto.
Yunho
tomó su rostro, y ligeramente cubrió la boca con la suya, lamiendo
tiernamente sus colmillos, dándole una última probada de su sangre.
El
dulce beso de buenas noches. Luego lo regresó a la cuna segura de
sus brazos con cuidado.
¿Entonces
por qué todavía sentía una sombra de recelo? ¿Por qué sentía
como si en realidad acabara de vender su alma al diablo —y había
una política de no reembolso?
No,
no. ¿A qué ser no le gustaría este dios, este amante decadente,
con poder y dinero, que parecía adorar su cuerpo?
Si
él le dijera que lo amaba ahora mismo, Jae se lo diría de regreso.
Y Jae lo quería decir.
Pero él no lo había dicho. Y nunca le había dicho que estaba
arrepentido de todo lo que había hecho.
Estoy
loco por Yunho...
Yunho
tenía exactamente cero reinos bajo su control. Ninguna de sus
venganzas se había llevado a cabo y todos sus planes habían sido
puestos patas arriba.
Sin
embargo, una lánguida relajación se extendió a través de él. Sus
labios se curvaron por su propia voluntad.
La
satisfacción que sentía al acariciar el cabello de Jaejoong
mientras dormía en su pecho era... indescriptible.
Él
lo había complacido con su cuerpo, alimentando su necesidad, y luego
saciado. Lo había alimentado con su sangre hasta que su piel se
calentó. Ahora dormía profundamente... mientras que él lo protegía
con la fuerza que había ganado a través de eones de supervivencia.
Por
supuesto que lo amaba. Él sabía que Jae había estado a punto de
decirlo antes. Así que su lealtad era suya...
Indescriptible.
Yunho
se había esforzado mucho al ensayar ese deseo de transformación, y
el anillo había hecho exactamente lo ordenado. Lo que significaba
que al día siguiente le daría un regalo que ningún otro hombre
podía ofrecer.
Cuando
Jae despreocupadamente dormido presionó el borde del labio
inferior con uno de sus adorables colmillos, Yunho suspiró.
El
Enemigo de lo Antiguo suspiró.
Queridos
dioses, esa hermosa y perfecta criatura finalmente había sido de él.
Felicidad.
A
continuación, sus propios colmillos se afilaron.
Mataré
a cualquiera que intente aprovecharse de estos sentimientos en mí.
por fin Yunho conoce la felicidad y todo se lo debe a Jae por que sin el no la hubiera conocido nunca y con Ren menos así es que debe de estar contento con la decisión que tomo y espero no siga adelante con su venganza
ResponderBorrarmejor que se dedique a querer mucho a Jae y a su próxima familia que supongo no tardara en llegar los bebes de ellos
Gracias
Que clase de regalo le quiere dar Yunho a Jaejoong con ese anillo :O espero que todo le salga bien :/
ResponderBorrarGracias Gaby por el capítulo :)
si ,si muchachote... ya sabemos que Jae es tuyo, pero dime ¿ qué te cuesta decirle que lo amas con locura?? Jae es muy nuevo en todo esto y necesita que tú le digas primero que estás loco por él.
ResponderBorrarqué carrera sexual maratoneana, si siguen así todas las noches ,se la pasarán cansadísimos con tanto dele y dele.
gracias Gabyta
al fin Jae acepto lo que Yunho quería, pero con ese tipo de persuasión quién no lo haría, no pues así si... Ahora haber que regalo que quiere dar Yunho a Jae,que emoción...
ResponderBorrarGracias!
que bueno que sienta felicidad junto a Jaejoong pues claro es un novio pareja eternamente kyyaa cual sera el regalo que le dará que ningún otro le puede ofrecer >o< dios esta que lo ama el lo sabía pero que le cuesta decircelo aish pero lo va a protegernos con todo
ResponderBorrarGraciass
yunho ahora sabe lo que es la felicidad por estar con jae y no por su venganza ¡¡ yo pienso que el regalo de yunho para jae es un hijo vamoa a ver si es si gracias gaby por el capitulo
ResponderBorrarLinda pareja ...YH trata muy bien a jae...vual sera ese regaloo !??
ResponderBorrarAww yunho pudo experimentar lo que es la felicidad despues de miles de años n.n
ResponderBorrarQue sucedera la mañana siguiente?? En que consiste exactamente el deseo de yunho?... Familia acaso?? Que emocion!!