Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 57

Capítulo 57

—Tienes una visita, Yunho, —Llamó Hag.

—¿Una visita? ¿En mi reino supuestamente oculto?

—Él le enseñó los colmillos a Stelian, que se limitó a levantar las cejas. 

—Por todos los cielos, muéstrame a mi huésped no invitado.

Era Ara, con una caja de regalo pequeña

—¿Cómo has entrado aquí, Valkyria?

Ella miró a su alrededor, sus ojos dorados se ensancharon y luego murmuró: 

—¿Dónde lo pongo? —Su pelo era arrastrado por el viento, y tenía manchas oscuras bajo los ojos. Llevaba una arrugada blusa campirana, una falda larga —y una bota.

—Estás empeorando. —¿Por qué no tenía la energía para odiar a Ara como se merecía ser odiada? En la isla, ella le dijo: “No habrá un próximo encuentro, vampiro.” 

¿Por qué no podía estar molesto?

—Tú estás mejorando, —dijo. —Antes. Ahora no tanto.

—Si estás aquí para negociar la libertad de Jaejoong, aguanta la respiración. Y permanece sentada.

Tomó mi felicidad y se la llevó lejos.

—No, no estoy aquí por eso. Sólo soy una mensajera de Jaejoong. Le enviaste tu corazón en una caja, y él respondió.

Inmediatamente, se teletransportó hacia Ara, arrebatándole el paquete.

Cuando Yunho levantó la tapa con una sensación de pavor, Ara murmuró:

—Sugerencia: es el del medio.

El frágil dedo de Jaejoong. Ver que se mutiló así le provocó una reacción visceral —el dolor punzaba a través de su propia mano, irradiando a través de su corazón regenerado.

Cerró la tapa con un trago, sentimentalmente guardando el paquete en su bolsillo.

—Le diste tu corazón y él te dio el pájaro. —Ara suspiró.

—Canciones se escribirán sobre esto.

Stelian se rió, atragantándose con su aguamiel.

Entonces Jaejoong en verdad me odia.

No me importa un carajo.

—Mi aquelarre se volvió loco con esto, por cierto, —dijo Ara. —Por supuesto que adoran al vampiro combativo. Si no encontramos pronto a nuestra reina, probablemente pondremos su nombre en la boleta electoral.

Esto en cuanto a su tormento a Jaejoong. A las Valkyrias nunca las había visto venir.

—Y ahora su rey está en el próximo capítulo de su vida eterna.

¿Cuál es, cuál es...?

—¡No, no me importa! No…

¡Maldita sea! Él tomó el brazo de Ara, para luego, teletransportarlos a su suite privada, en lo alto del castillo.

Demasiado tarde, recordó el estado de sus habitaciones. Desde que no había permitido que nadie entrara para limpiar, se encontraban en... desorden.

—¿Remodelando, vampiro?—Ella escaneó la zona, teniendo en cuenta los muebles que había destruído y la pared que había golpeado tantas veces hasta que finalmente se había derrumbado.

¡Todo por culpa de Jaejoong!

Ara frunció el ceño. —Me gustaba la forma en que estaba antes.

—¿Antes? Naturalmente, ¿has estado aquí?

Ella se encogió de hombros.

—¿Entonces, quieres saber lo que tu Novio está haciendo?

No podía mentir. —No he ido por él, ¿verdad?

Se acercó a la ventana de la sala de estar, mirando hacia fuera. —Es comprensible. Ellos incluso dicen que le tienes miedo. Y por ellos, me refiero a mí. Pero el rumor se está poniendo al día. Me darás las gracias por esto más tarde, —prometió, pasando a su escritorio y hurgando en los papeles. —Debe haberte tomado días regenerar un corazón. Todo ese dolor... Si tan sólo pudiera encontrar un hombre tan romántico.

—¿Romántico? Fue para marcar el final de nuestra relación.

Mantenlo en el Val Hall para siempre, si lo deseas.

 —Oh, no. Se ha ido. A un paradero desconocido.

 

Su intestino se apretó. El tatuaje de camuflaje alrededor de su tobillo se había desvanecido con su transformación. ¿Estaría Jaejoong seguro fuera de la guardia de los espectros?

¿A quién pretendía engañar? Era una hombre feroz —¡un vampiro que lo había derrotado!

—Jae mencionó algo acerca de ver el mundo.

Quería decirle a Ara, —Me tiene sin el menor cuidado, —pero su garganta ardería por la mentira. —¿Sabes que hay una recompensa por su cabeza?

—¿La que Kris ha publicado?

—¿Kris? Mordió hacia fuera. El Caminante de tumbas recibirá una visita mía

—Él esta de paseo actualmente. Estará de regreso en Oblak en algunas semanas. Si me acuerdo, me aseguraré, de hacerle saber que le harás una visita.

—Haz lo que quieras—, Yunho espetó.

—No temas, muy pocos Loreans harán un objetivo de Jae. ¿Después de que les he dicho a todos lo que te hizo? Además, ellos saben que es mejor, no usarlo como una ventaja, ya que al parecer no lo quieres. ¿No es así?

Todavía lo buscaba en su cama, sólo para encontrarse a sí mismo agarrando nada. En cada

despertar, rugía por la frustración, sacudido nuevamente por que Jae no estaba con él.

—Puedes mantener la fachada, Yunho, fingiendo lo maravilloso que estas sin Jae. Pero los dos sabemos que lo echas de menos.

—Tal vez simplemente perdí a una pareja —a cualquier pareja. Te apuesto que seré el vampiro que abandona a su pareja y disfruta de las demás.

A partir de hoy, lo haría. Su plan para instalar concubinas se había retrasado por la regeneración de su corazón. Luego había perdido el entusiasmo por la idea, porque su nuevo corazón le dolía más que el otro. Pero no habría más retrasos.

Ara examinó sus garras, como si su declaración fuera el colmo de lo absurdo.

—¿Sabes cuántas veces he oído eso?

Se teletransportó frente a ella, poco a poco arrinconándola contra la pared. 

—¡Ah!, flor, ¿te gustaría que te demuestre lo rápido que me he olvidado de él?, —Le preguntó, con la voz goteando insinuaciones.

En un susurro sin aliento, dijo: —Sí. Bésame, Yunho.

Él arqueó una ceja. ¿Podría algún hombre decirle que no? Ara era impresionante —y aparentemente dispuesta. Él aparto el cabello enredado de su cara.

Siempre supe que me quería. ¿Qué ser no lo haría? Jaejoong. Porque soy feo por dentro.

Haciendo caso omiso de los pensamientos acerca de su Novio y su pasado polémico con Ara, se inclinó más cerca... más cerca. Sonrió al imaginar que Jaejoong averiguaba acerca de otras mujeres en su vida, descubriendo que solo era un punto más en su marcador de revolcones, sin un pensamiento dedicado a él.

No es un pensamiento. Besaré a Ara... y será mejor que con Jaejoong.

¿Mejor que la primera noche que reclamó a su Novio, ayudándolo a tomarlo dentro de su cuerpo? ¿Mejor que la noche en que lo había convertido? ¿Cuando había amasado su carne con sus pequeñas garras mientras se alimentaba de él?

La manera en su corazón latía al compás del de Jae... la forma en que siempre se movía en círculos alrededor de él... la forma en que su barbilla sobresalía tercamente, sus feroces ojos grises...

Justo antes de que alcanzara los labios de Ara, se quedó paralizado.

¿Mejor con la Valkyria? Idiota, no puede ser mejor.

Su ira estalló. 

 

—¡Ahhh! —espetó. —¡Es él! ¡Es su culpa, me arruinó! —Yunho golpeó la pared junto a la cabeza de Ara, ella bostezó.

—¡Sabías que esto iba a suceder! Sabías que nunca te besaría. Sin embargo, tú dijiste, que desafío a tu previsión.

No hace falta ser una adivina para ver cuánto te dueles por él, Yunho. Es la pieza del rompecabezas que falta. Nunca estarás completo sin él, no importa cuántas Valkyrias etéreamente hermosas tengas en la cama.

Jaejoong es mi felicidad, pensó de nuevo. —Podría odiarlo por lo que me hizo.

—¿Debido a una decapitación sin éxito?—Ella golpeó su garra contra su barbilla.

—¡Vaya! Nunca pensé que fueras estúpido. Estoy repensando nuestra amistad.

Él le enseñó los colmillos, una vez más. —¡No se trata de mi cuello!

Me traicionó. —Fingiendo afecto por él. ¡Por él!

—He tenido suficientes traiciones en mi vida. De mi padre, mi tío, de ti.

—¿De mi?

—No te hagas la tímida, Valkyria. Sé de tu traición. Advertiste a In Wook de mi intento inminente contra su vida. Él te escuchó muy bien. Ella se encogió de hombros con indiferencia. 

—Se lo dije, pero sólo después de que te expliqué que tenía la intención de hacer exactamente eso. En repetidas ocasiones te dije que fueras paciente, que confiaras en mí, pero no quisiste escuchar. Fuiste por él de todos modos.

—¡Eras mi más antigua amiga! Nunca pensé que realmente te comunicarías con él.

—Actué por tu bien, para girar a tu destino en una dirección diferente, antes de la tragedia.

—¿Tragedia?—Volvió a golpear con el puño esta vez sobre el escritorio y se rompió en astillas, los papeles volaron. —¿Qué podría haber sido peor de lo que ocurrió? ¡Sufrí seis siglos infernales por tu culpa!

¿Sabes lo que era estar en esa tumba, para que los insectos vagaran dentro de mi cadáver viviente, cosechando mi carne? Sin tener idea de cuándo iba a terminar... el árbol de la sangre creciendo en mi interior. Yunho se tambaleó sobre sus pies, los recuerdos amenazaban con abrumarlo. —Se… alimentaban.

Recé por la muerte. ¡Cualquier cosa para ponerle final al dolor!

—Si In Wook no te hubiera capturado, entonces no tendrías a tu Novio.

Inhaló por calma. Exhaló. Sorteando el vínculo que tenía con Jaejoong. 

 

—¿De qué mierda estás hablando?

—Nunca te has preguntado “¿por qué yo te traicionaría? ”—Ara hizo comillas en el aire, —¿verdad?

—Debido a que somos enemigos naturales. Instintivamente tú desprecias lo que soy. Sólo era cuestión de tiempo. Se sentó en el asiento de la ventana del estudio.

—Si no hubieras sido capturado por In Wook, hubieras muerto en la invasión de la Horda a Draiksulia.

—No hubo invasión de la Horda al plano Fey.

Ella chasqueó los dedos. ─ Exactamente. Tú, al igual que todos nuestros aliados Valkyrie, se salvaron. A partir de sólo un susurro en el oído de tu padre. Sus labios se separaron.

—Y si hubieras perecido entonces, nunca habrías tenido contacto con Ren —quien habría matado más, mientras estuviera en el cuerpo de Jaejoong, sin darle tiempo para el intento de un exorcismo.

—Los Vacantes ojos dorados de Ara brillaban. —Vi el futuro alterno de tu Novio tan claro como el día. Una mañana de otoño, Jaejoong lavaba la ropa por su madre, doblando la ropa de la cuerda para tender la ropa. Entonces tomó la Remington de su padre y entró solo en el bosque. Metió los cañones bajo su barbilla. La sangre, el cerebro y el hueso salpicaron sobre las hojas.

Yunho se estremeció.

─Lo vi todo. ¿Aún crees que soy una traidora?

No tendría a Jaejoong si no fuera por las acciones de Ara. ¡No lo tenía de todos modos! Entonces sus ojos se estrecharon. —¿Por qué me dejaste tanto tiempo en la tumba? Estuviste allí la noche que Shindong me liberó —te vi en el bosque.

—Mi previsión no funciona contigo. Sólo era capaz de encontrarte mediante la lectura de destino de Helen. ¿Sabes lo que ella hizo por ti?

—Sí. —Mi tía. —Una vergüenza.

—Habla mal de mi hermana muerta, Yunho, y llevaré mi locura a otro lugar.

—¿A algún lugar fuera de Dacia?—Él agitó su brazo. —Si todo el tiempo podías encontrar este reino, ¡me podrías haber dicho cómo hacerlo!

Pasé siglos buscándolo. ¡Como tu bien lo sabías!

—No estaban dispuestos a ser encontrados aún. ¿Prefieres haber peleado contra ellos o que te conviertan en su rey por invitación? Sólo hacía falta paciencia, que es lo que te dije una y otra vez. Pero nunca me escuchaste. Tú rompiste la confianza entre nosotros, no yo.

—Incluso después de todo, el antagonismo entre nosotros, fui a ti por ayuda hace apenas unas semanas. ¡Me diste la espalda y me enviaste directamente a la Dorada a mi casa! No te atrevas a negarlo.

—Tenía la esperanza de que La Dorada encontrará la mejor dirección.

El mapa del tesoro es a veces una farsa.

Sus puños se cerraron con fuerza, los músculos de sus hombros se anudaron con la tensión.

—Querías a Jaejoong, y necesitabas que Ren desapareciera —sin romper tus votos.

¿Ara había enviado a La Dorada para ayudarlo?

—Mi plan era brillante.

—Y arriesgado. —Si Jaejoong no hubiera pensado sobre la marcha...

Ambos estaríamos muertos.

—Un gran riesgo conduce a una gran recompensa, ¿no?—Entonces Ara se echó a reír.

—Disfruto al decirle a los Loreans, —‘Debes de tener en cuenta que tu deuda de sangre está siendo atendida por La Dorada, con efecto inmediato’.

Yunho se vió sacudido por estas explicaciones. ¿Mi milenario odio por Ara carecía de fundamento? ¿Quién sería su némesis, sino Ara? En el Lore, ella era el único adversario digno de él. ¿Lo cual fue una de las múltiples razones por las que no hubo represalias después de que lo traicionara?

Siempre puedo matarla, pero nunca podré traerla de regreso...

En un tono contemplativo, agregó, —Viste a La Dorada cuando estaba llena del júbilo por una victoria largamente esperada. La mayoría de las veces, es tan apocalíptica. Y ahora tiene peones malos y buenos para librar su guerra. Tendré que arreglar eso en el futuro.

—Ara frunció el ceño, y de pronto se vió muy, muy cansada. Después de que pareció contar con los dedos, murmuró: —¿Cómo me acordaré de arreglar todo esto en el futuro?

Al fin, miró a Yunho. —¡Me arriesgo a un apocalipsis por ti, y ni siquiera quieres estar con Jaejoong!

—¡El casi me decapitó! ¡Nunca he estado más cerca de la muerte durante todos mis años!

—Así que ahora estás haciendo un mohín en tu castillo. ¿Después de las miserias que le has infligido a legiones? ¿Puedes repartir, pero no lo puedes tomar?

—Es diferente.

—¿Cómo?

Encajó los dedos en su pelo. — Simplemente es.

—¿Cómo?—, Insistió.

—Porque creo... ¡porque estaba enamorado de él!

—¿Entonces por qué no está aquí contigo ahora?

—¡No fuí correspondido!—Se sorprendió al decirlo en voz alta.

¿Yunho Jung Daciano, un rey, admitiendo que se enamoró de un ser que lo despreciaba?

—¿Crees eso a causa de los recuerdos en sus sueños? ¿O a causa de sus acciones?

—No puedo ver sus recuerdos, Ara. ¡Pero sé por qué —es debido a que los vampiros no ven lo que no pueden manejar!—No puedo soportar saber que jugó conmigo. Jae lo había superado. —Sólo dime lo que yo... dime lo que debo hacer diferente, para que me ame.

Ara puso los ojos en blanco. —¿Por dónde empezar?

—¡Vete a la mierda!

—¿Por qué debo ayudarte con Jaejoong, de todas formas? Me has traicionado de la peor manera de lo que alguna vez lo he hecho. ¿Por qué atacar a Furie en lugar de exigir tu venganza directamente sobre mí?

—¿Dónde está el deporte en eso? ¡Estás más loca que yo! ¿Por qué no puedes encontrar a Furie, adivina? ¿Es otro punto en blanco en tus visiones? Nunca dudé que sería encontrada.

—¿Eso habría cambiado tu decisión de encarcelarla?

—No. Seguí las órdenes de mi rey. Tú más que nadie debes saber por qué tenía que obedecerlo en todo.

—En todo caso, ¿me ayudarás a encontrar la Valkyria Furie ahora?

—Como le dije a Sora, no sé dónde está.

—Pero lo hiciste una vez, Yunho. Tú fuiste el que la encadenó en el fondo del océano.

—Por tus intervenciones en el pasado, debería estar obligado por el honor a ayudarte, —dijo Yunho. —Por desgracia, no tengo honor.

Su rostro se ensombreció. —No te puedo ayudar de esta manera.

Estás más consumido por el odio de lo que nunca pensé, y eres mucho más ignorante acerca de las parejas y el amor de lo que jamás imaginé. Estoy perdiendo el tiempo que necesito para otras cosas.

—Ella se volvió para irse.

Detrás de ella, Yunho llamó, —me bebí al Comandante Shim, Valkyria.

Tengo sus recuerdos. Sé que estabas trabajando para él.

Yunho ahora también sabía que probablemente Shim... renacería.

Como un ser inmortal.

Antes de que Yunho lo hubiera mordido, el astuto hijo de puta, había hecho estallar una muestra de sangre, como una cápsula de cianuro. Cuando Shim murió, había tenido la sangre de un inmortal corriendo a través de él, uno tan poderoso que incluso Yunho había sido superado después de beber.

Shim podría volver, y solo los dioses sabían cómo qué.

Tal vez debería informarle a Park todos los oscuros secretos que he aprendido acerca de su padre sustituto, para aliviar algo de su culpa. Y para prepararlo.

Pero Yunho seguía siendo Yunho, y lazo de sangre o no, Park era todavía un idiota. No doy sin recibir.

¿Sin embargo, no tenía a Jaejoong con él?

Ara se volvió hacia él, con el rostro desfigurado por el cansancio. 

—No estaba trabajando con Shim, yo lo estaba usando.

—¿Cómo sentirán tus aliados si saben de tu conexión con él?

Mediante Shim, enviaste a la bruja a la isla. Demonios, enviaste a tu propia hermana. Me pregunto por qué le diste mi nombre para que lo añadiera a la lista de captura. No obstante, otra traición.

Ella inclinó la cabeza hacia él, sus ojos se volvieron plateados. —Tenía que atraparte antes de que usaras el anillo, Yunho. Un segundo más y seriamente habrías reescrito a la pareja equivocada. No quiero ni pensar qué habría sucedido si tu Novio, si Ren se hubiera hecho un vampiro, con la capacidad de teletransportarse...

Y más, te necesitaba en la isla para conseguir seis fines:

—exterminar a los Wendigos,

—salvar la vida de Junsu,

—donar sangre a Park para estabilizarlo hasta que su berserker se hiciera cargo.

Me olvidé de las demás, —dijo con creciente agitación. —No importa. Resta: a veces tienes que ser cruel para ser amable.

—Así que después de esta noche, ¿se supone que debo sentirme en deuda contigo? ¿Esperas que de vuelta a mi animosidad hacia ti?

No podía aunque quisiera hacerlo. Ella tenía razón, estaba consumido por el odio.

—Veo a Furie ahogarse, pero nunca la encuentro. ¡Es mi hermana!

¿Y tú no puedes perdonarme eso?

Tal vez debería decirle a Ara, donde la dejé...

Pero había algo más en la línea. —Tú y yo sabemos a quién está unida. El hundimiento de ella era también estratégico.

Ara parecía abatida. Moviendo los labios en silencio, envolvió sus brazos alrededor de su pecho.

El entendimiento lo golpeó. Con el fin de ayudarme esta noche, se ha lastimado de cualquier forma. —¿Ara? —Estaba cansada, confundida, apenas el ser maligno que la había creído durante tanto tiempo. En nórdico antiguo, ella le preguntó, —¿Cómo recordaré el apocalipsis? Su voz era atormentada, su estructura delgada temblaba. —Hay tanto para ver, para recordar, tantos rostros...

Por todo ello, los recuerdos habían ensombrecido sus pensamientos, las visiones del futuro habían ocultado las de ella. Él había jugado su Endgame, al parecer, ella había estado jugando el de miles de personas.

—¿Cómo?—Exclamó. El relámpago, destelló dentro de las grandes cavernas de Dacia por primera vez en la historia.

En las calles de abajo, los gritos sonaron. El trueno sacudió el reino entero, haciéndose eco en las ruinas hasta estremecerlo. La amenaza desconocida de la que Hag habló.

—¡Cálmate, Valkyia!—La agarró de los hombros, dándole un empujón.

Golpeó contra él era más fuerte, y dos destellos fueron lanzados en rápida sucesión. Al igual que detonaciones. ¡Ella podría derribar el castillo!

—¡Fénix, cálmate!—La levantó en sus brazos teletransportándose a lo lejos.

De inmediato, el relámpago menguó. Los segundos pasaban. Alaridos silenciados aquí y allá. Desastre evitado.

—¿Fénix?—Susurró hacia él. —Nadie me llama así, solo tú. Todo el que lo utilizaba está muerto. Están todos muertos.

Él exhalo una ráfaga de aire. —Ellos siempre mueren antes que nosotros, ¿no?

—Sin falta.

—¿Cuándo fue la última vez que dormiste?

—Desde que te vi en la isla.

Eso había sido hace varias semanas.

—¿Por qué? ¿Los gritos de Val Hall te mantienen despierta?

—Me gusta ir a la deriva con el sonido de gritos. No, es porque siempre hay alguien que necesita de mi ayuda. Los Loreans son incesantes, merodeando alrededor de la mansión, con sus corazones lánguidos y deseos incumplidos. Puedo sentir su dolor, como un diente malo que nunca puedo sacarme.

—Necesitas un hombre para mantener a raya a esos seres.

—No tienes ni idea.

Murmuró una maldición y luego dijo: —Puedes descansar aquí esta víspera.

—Teletransportándose al sofá de la sala de estar, la dejó allí suavemente.

—Mantendré a los Loreans fuera por una noche.

—Es benditamente tranquilo aquí, en lo alto de este castillo. 

La reina Blanca y el rey negro pueden llamarlo empate por un tiempo...

Mi enemiga, mi amiga sola una vez. ¿Por qué seguía ayudándolo?

Con un brusco —Buenas noches, — Yunho arrojó que una manta sobre ella.

Pero ella dijo: —Quédate. Sólo hasta que me duerma.

Después de discutir unos minutos, se dejó caer, apoyando su espalda contra el sofá, con los brazos estirados por encima de sus rodillas dobladas. —¿Por qué me quieres aquí?

Bostezó ampliamente, como de jóvenes lo hacían. —Podemos observarnos la espalda mutuamente, como estábamos acostumbrados a hacer.

A pesar de que se sentía como en los viejos tiempos, dijo, —Todavía no puedes confiar en mí. Estoy pensando en cortarte el pelo mientras duermes, sólo para tener unos pases más allá de la Plaga.

—Por supuesto. Háblame de otras cosas.

—¿Sobre qué?

—Cualquier cosa.

Otra exhalación, entonces él dijo lo que pensaba. —Me siento... viejo.—Él sabía que ella podía comprenderlo. Cuando habían sido amigos, él una vez le confesó, —Fénix, eres la única que entiende la verdad: La solitaria vida eterna no es más que un castigo eterno.

—Yunho, has encontrado la suciedad más joven que somos.

Se frotó la mano por la cara. —No me sentía viejo cuando estaba con Jaejoong. Me sentía como un joven vampiro, que acababa de empezar con su pareja. El mundo era nuestro para tomar.

—Te envidio ese sentimiento.

Después de varios latidos del corazón, admitió en voz baja: —Volvería a la tumba si eso obligara a Jaejoong a amarme.

—¡Oh, Yunho!, —suspiró ella, acariciando su hombro. —Traté de ayudarte con él. Lo cuidé en Val Hall. Le mostré que podía caminar bajo el sol.

—¿Estaba emocionado?—Se volvió para hacer frente a Ara. —¿Qué te dijo? ¿Me mencionó?—A pesar de que Yunho siempre había jurado que nunca otorgaría un regalo sin pensar en el rendimiento de su inversión, él finalmente lo hizo. Le dio a Jaejoong el sol. Él quiso que Jae tuviera esa felicidad, incluso si él mismo no podía.

—Jae estaba... triste.

—¿Triste?—Mordió hacia afuera. ¡Nunca entendería a las parejas! —¿Entonces nunca habló de mi?

—¿En las semanas que lo ignoraste, en las que lo humillabas con cada día que no lo recuperabas? Honestamente, Yunho, si hubieras traído a alguien tan... torpe.

Él frunció el ceño al techo. El silencio reinó.

Maldita sea, Ara se iba a dormir y lo dejaría solo y perturbado, preguntándose cómo había hecho para que Jaejoong estuviera triste y si debía darle a su Novio otro de sus corazones negros en penitencia.

Con el ceño fruncido, con voz ronca dijo: —No soy un estúpido, ya sabes.

—Entonces, sueña con sus recuerdos, —susurró Ara, antes de irse a la deriva.