Capítulo
43
Nunca
me acostumbraré a esto, pensó Jae mientras las olas lamían sus
pies en una aislada playa en Francia. Una brisa fragante danzaba
sobre su piel, la mayoría de la cual estaba desnuda en una diminuta
trusa.
Por
casi tres semanas, Yunho lo había llevado a las playas iluminadas
por la luna alrededor del mundo... después de que Hag le hubiese
dado un tatuaje genial de aspecto druida alrededor del tobillo.
Pero
ese dolor había valido la pena para ver el mundo.
—Es precioso
aquí, mi querido vampiro — Casi tanto como tú...
Yunho estaba descalzo, sin camisa, usando sólo unos pantalones vaqueros de
corte bajo. El rocío marino había humedecido su cabello y empañado
su pecho. A la luz de la luna, su piel brillaba, sus ojos
resplandecían.
A
pesar de que él había visto su expresión emocionada con cada lugar
nuevo que visitaban, su atenta mirada estaba trabada en su rostro.
—Gracias
por traerme aquí.
Un
pequeño asentimiento.
Después
de esa primera noche de sexo alucinante, Jae había
despertado, adolorido pero feliz,esperando que las cosas fuesen
diferentes entre ellos. En vez de eso, Yunho lo había dejado de
nuevo con Hag, como si nada hubiese cambiado.
Bueno,
excepto por el candente beso encrespador de dedos que le había dado
antes de irse. Y después había regresado temprano, preguntándole,
—Si pudieras ir a cualquier parte en el mundo, ¿a dónde irías?
—Bora…
Bo...
Ni
siquiera había terminado de decir las palabras cuando él ya los
había teletransportado ahí. Cada vez que Jae estaba en la casa de
Hag, leía revistas de viaje, y luego él lo llevaba a cualquier
destino que Jae hubiese marcado. (Doblando la puntita de la hoja de su revista de viajes)
Aparentemente
Yunho había estado en todas partes. Todavía no lo había dejado
perplejo en ninguno de sus viajes. Él le había mostrado todas las
Grandes Maravillas: la Gran Muralla China, la Grandes Pirámides, la
Gran Barrera de Coral. Además de las Maldivas, los bosques de Asia,
los témpanos glaciales, y selvas...
Ahora
Jae miraba hacia abajo al agua alrededor de sus tobillos. —Uh,
Yunho, ¿por qué el agua está brillando?
—Es
la fosforescencia.
En
cada destino, él le enseñaba cosas nuevas sobre la zona. Parecía
saber de todo, y Jae presentía que él sinceramente disfrutaba de
enseñarle. —Fos… fur ¿qué?
Yunho
deletreó la palabra, y luego le explicó, —Diminutos
organismos que emiten luz cuando son perturbados.
—¿De
verdad? —Jae salpicó durante un rato, fascinado.
—Sabes,
esta no será la última vez que los veas.
Como
alguien que había tenido límites de tiempo aplicados a su vida útil
—dos veces—le resultaba difícil sacudirse la sensación de que
la muerte estaba al acecho. —Antes de que nos vayamos, ¿podemos
caminar más por la playa, tal vez recoger algunas conchas? —Tenía
un estante en el departamento designado nada más que para conchas de
mar.
—Como
desees.
Caminaron
en silencio, perdidos en sus propios pensamientos.
Estas
semanas no habían sido perfectas entre ellos, por supuesto.
Cuando
llegaban a dormir juntos, Yunho tenía que encadenarse a la cama.
Como
le había explicado, —No más viajes no planificados para mi Novio.
Y
ahí estaban los asuntos de una perra en cuclillas dentro de Jae y de
un anillo que conseguir. Sin mencionar la constante tensión que
había sentido en él, como si estuviese luchando contra alguna
fuerza dentro de sí mismo.
Una
noche después de que habían hecho el amor, Yunho le había
murmurado, —Me gustaría contarte las cosas que tengo en mi
mente—Precisamente el hecho de que quisiera confiar en Jae
significaba mucho—. Me podrías ayudar a verlas claramente.
Sin
embargo no importaba cuánto se lo preguntara, él no se lo diría.
Quizá
sólo se estaba impacientando por convertirlo en vampiro. ¿Podría
eso explicar la tensión que había comenzado a notar en su hermoso
rostro?
Jae
no estaba tan ansioso de ser convertido.
La
idea de transformarse en otra especie era aterradora para él.
¿Cómo
no iba a lamentar todas las cosas a las que estaría renunciando para
siempre?
El pollo frito de su madre, los waffles, las cervezas. La
luz del sol.
Jae
le había preguntado, —¿Alguna vez has deseado pasar un día
holgazaneando bajo el sol?
—No
puedo extrañar lo que nunca he conocido.
—Pero
yo podría.
—Ya
veremos eso...
Más
que nada, extrañaría a los seres que amaba.
Yunho le había dicho, —Nunca los volverás a ver, Jaejoong Yo soy tu
familia ahora... tomaste mi apellido en el momento en que te reclamé.
Tu lealtad es sólo para mí.
Incluso
si Jae creyera que podría moverse alrededor de esa
proclamación, había otras preocupaciones.
Había
aprendido que prácticamente no había vampiros en el Lore —porque
todos habían
muerto
de algún tipo de plaga inmortal, una que sólo los afectaba a ellos.
—¿Qué pasará si me contagio con la plaga cuando me conviertas?
—le había preguntado a él.
—Esa
debería ser la última de tus preocupaciones. Preocúpate por los
asesinos, las guerras, los torturadores. Pero no por una enfermedad.
—¿Tu
mundo es siempre tan violento?
Él
había admitido, —El Lore es un... lugar despiadado.
Para
sobrevivir en él, Jae tendría que volverse más agresivo,
insensible incluso. Yunho le había dicho que los que sobrevivían
más tiempo eran los notorios, los inmortales con reputaciones
basadas en un triunfo remarcable o en una valiente hazaña.
En
prisión, Jae había trabajado tan duro para aferrarse a su
humanidad. Ahora se esperaba que la tirara a la basura.
¿Deseaba
estar con él tan desesperadamente? ¿Para cambiar tan drásticamente?
Si
lo amara, puede que lo hiciera. Pero no lo amaba. No del todo.
Mente
sobre la mente. Sólo un tonto lo amaría...
Además
de eso, cada vez que sentía que estaba en peligro de enamorarse de
él, habían tenido una discusión por algo.
Unas
cuantas noches atrás, cuando Yunho había estado estudiando
obsesivamente su preciado libro de cuentas, Jae había limpiado
algunos escombros de sus variados arrebatos y lavado sus sábanas.
Yunho había estado espantado. —Tú... ¿tú limpiaste?
—Alguien
tenía que hacerlo. No me gusta dormir en sábanas sucias.
—Hasta
que podamos contratar sirvientes, nos transferiremos a otra
habitación. ¡Incluso a otra propiedad!
Ningún
Novio mío “limpia”.
—Sigues
tratando de cambiar mi forma de hablar y actuar. Vas a alterar mi
propia especie para que se adapte a la tuya. ¿Cuándo cambiarás
algo por mí?
—Este
perro viejo no aprenderá nuevos trucos. Además, el lugar de una
pareja es ajustarse a su macho.
Jae
se había mordido la lengua para evitar gritarle. A veces con él, se
mordía la lengua con tanta fuerza que sangraba.
Y
habían peleado a causa de sus celos irracionales. Una noche, lo
había llevado a un arroyo donde Jae solía nadar cuando era joven.
—¿Por qué me trajiste aquí, Yunho?
—Una
vez te gustó este lugar.
Había
amado este lugar. Sin embargo la emoción por el considerado gesto se
había desvanecido directamente. —¿Cómo supiste eso? —El
vampiro debió haberlo visto ahí... de noche—. ¿Me “espiaste”?
—Espío
a todo el mundo. ¿Por qué contigo sería diferente? Pronto irás a
espiar conmigo.
Luego,
la comprensión había aflorado. —Oh, Dios mío, tú eres el que
hirió a MinWoo, el muchacho con el que yo estaba. Nos viste juntos,
y lo arrojaste por un barranco. ¡Se rompió ambas piernas!
—¿Vivió?
—Con la mirada estrechándose, Yunho había murmurado, —no por
mucho tiempo más.
Jae
a duras penas impidió que buscara a su antiguo novio con la
intención de cometer un crimen.
Conseguir
que perdonará a Junsu fue en su mayor parte una batalla cuesta
arriba. —No seas así, Yunho—había dicho Jae. —Junsu
solamente quiere visitarnos en la casa de Hag. Puede ayudar a
protegerme cuando estás ausente.
—Olvídalo.
—Él
es tu mejor amigo —No necesariamente porque a Yunho le importara
algo respecto a Junsu, sino porque el muchacho se preocupaba más por
Yunho de lo que cualquier otro en el Lore lo haría.
—¿Cómo
sé que no lo vas a “mortificar” con más de tus besos?
—Porque
sabes que estoy encaprichado sólo por ti. Además, puedes confiar
en él. Cualquier otro hombre me habría devuelto el beso —Cuando
permaneció impasible, Jae había gritado—, ¡estás celoso de un
muchacho de dieciocho años de edad!
—Él
tiene “diecisiete”.
Con
el tiempo había convencido a Yunho. O eso había creído Jae.
En
donde Hag, había apoyado al muchacho contra una pared, con la
expresión llena de malicia. —Jaejong Jung Daciano es “MI”
pareja.
Junsu
había tragado. —Y seguramente es muy agradable, Señor Yunho.
—Guarda
tu boca para ti mismo hoy, muchacho, o tu columna vertebral decorará
la repisa de nuestra chimenea...
Pero
después de sus luchas con Yunho, cada vez que él lo encontraba
pensativo, lo sorprendía con nuevos regalos. Le había comprado
joyas de todas partes del mundo. Las propias joyas de Jae.
Suponía
que las otras también eran suyas, pero éstas eran especiales porque
las había escogido específicamente para él.
O
lo sorprendía con sexo perverso. Su sensual vampiro tenía tantos
trucos bajo la manga, y a medida que se sentía más cómodo
controlando su fuerza con Jae, le había revelado uno tras otro.
Sin
embargo cada nuevo movimiento lo hacía preguntarse con cuántas
impresionantes hembras inmortales había practicado Yunho antes de
él. Una vez le había dicho que se había acostado con una nueva
pareja cada noche: cortesanas fey, camareras ninfas, las ocasionales
demonios pastoras.
Pero
nunca un humano, por supuesto...
Yunho
repentinamente tomó su mano. La suya encajaba en la de él como si
fuese un guante hecho para Jae. Echó un vistazo hacia él por debajo
de las pestañas y suspiró.
Yunho
era como un dios de castaños cabellos al lado de Jae.
Entonces
Yunho se detuvo, luciendo como si quisiera decir algo, pero cerró la
boca y siguió caminando.
Mataría
por saber lo que estás pensando... Jae no quería romper esta
precaria tregua con él, no quería echar a perder este tiempo de
luna de miel. Pero a la menor oportunidad, necesitaba saber cómo
iban a desalojar al dios.
La
noche en que habían intercambiado sus votos, Jae había estado
demasiado agotado por todos los avances para darse cuenta de algo
crítico. Cuando le había preguntado cómo se desharían de Ren,
Yunho le había respondido, —El anillo todavía está en juego, ¿o
no?
Clásico
Lenguaje de Yunho.
Había
sido tan falso, prometiéndole que iba a dejar pasar todas las cosas
que le había hecho. En ese momento, habría dicho cualquier cosa.
Había
reconocido que lo tenía contra las cuerdas, y maldita sea, Jae
quería vivir.
Ahora,
incluso mientras sostenía su mano y se apoyaba en su fuerte brazo,
se preguntaba si podría mantener su palabra.
Verdaderamente
quería superar su resentimiento... en vez de simplemente
mentirle sobre eso y chasquear su liga mental.
¿Pero
cómo podría dejar pasar la forma como lo trató cuando todo lo que
él estaba haciendo ahora sólo se lo recordaba?
El
decirle que nunca volvería a ver a su familia de nuevo trajo a su
mente cómo los había amenazado con tanta crueldad. Sin mencionar el
hecho de que lo había atascado en el corredor de la muerte. Trató
de razonar que Yunho había impedido que Ren los matara encerrando a
Jae.
Se
dijo a sí mismo que él había salvado sus vidas.
Jae
se dijo eso montones de veces.
Y
a pesar de que había tomado la poción anticonceptiva de Hag, él
todavía se retiraba durante el sexo.
No
es que quisiera quedar embarazado justo ahora o algo, pero debía de
estar horrorizado con la idea de un heredero mitad humano.
Cada
vez que dejaba su semen en cualquier otra parte menos dentro de Jae,
le recordaba sus muchos insultos.
Débil
mortal, estúpido humano. Nunca nadie lo había hecho sentir tan
inadecuado.
No
es como si hubiese cambiado de idea respecto a lo que Jae era,
aceptándolo; simplemente estaba esperando el momento en que se
hiciera diferente.
Quitando
las diferencias entre sus especies y ellos todavía estaban en mundos
aparte. Él era de la realeza. Jae era... Jae. ¿Todavía me
considera un “atrasado y vulgar montañés rústico”?
Probablemente estaría avergonzado de mí frente a los demás.
Dios,
eso duele.
¿Y
cómo podía estar cómodo con él, cuando sentía cuán peligroso —y
malvado—era todavía?
Había
estado orgulloso porque no había querido decapitar a su amigo.
Qué
manera de establecer criterios, Jae...
Yunho
dejó de caminar, arrastrándolo más cerca. —Si pudieras tener
cualquier regalo, ¿cuál sería? —La brisa azotaba su cabello a
través de sus magras mejillas—. Ningún gasto es demasiado grande.
—El
pago de la montaña de mi familia. Quizá tener un lugar cerca de
ellos.
—Jaejoong...
—le dijo en señal de advertencia. A la luz de la luna, sus ojos
brillaban como los de un animal atrapado por un faro.
—Bien
entonces, ¿quizá algo para SoHyun? ¡Podrías tacharla de tu libro!
—Una y otra vez, la fey había ayudado a Jae a tratar de entender
un enigma como Yunho. La otra noche, Jae había admitido que sería
un fracasado para él si él no podía ajustar algunas cosas.
SoHyun
había respondido, —Tienes que entender que él nació y fue
criado en un mundo fuera del reino humano, en un momento diferente.
Hace siglos, él creció en ese castillo funesto que viste, bajo el
reinado de un cruel déspota... que además era su padre. A pesar de
que Yunho es uno de los machos más inteligentes que he encontrado
jamás, no tiene conocimiento con respecto a los sentimientos.
Ninguno. La tuya sería la
primera
relación que ha tenido con un amante, la curva de aprendizaje
precariamente empinada...
Ahora
Yunho dijo, —La deuda de Hag todavía no ha sido satisfecha.
En
cualquier caso, yo estaba hablando de un regalo para ti—Claramente
frustrado, murmuró—, Sólo olvídalo. Simplemente tendrás que
soportar cuando te traiga más joyas.
—¿Exactamente
cuán rico eres, Yun?
A
él comenzaba a gustarle cuando Jae lo llamaba así, porque el apodo
era de ellos nada más. Del mismo modo que a Jae comenzaba a gustarle
ser llamado Joongie en su áspero acento.
—Nosotros
somos obscenamente ricos. Como corresponde a un rey y su consorte.
Siempre proveeré para ti.
Y
“sólo” para mí. Tal vez podría empeñar algunas de sus joyas
en el futuro, y enviarle algo de dinero a su familia.
Él
tiró de su mano. —El agua está caliente. Ven a nadar conmigo.
Sonríe,
Jae. —Tienes esa mirada en tu rostro. Estoy a punto de ser follado,
¿cierto?
Después
de trabajar un poco para sacarse la ropa, Yunho lo alcanzó, apoyando
las palmas en su trasero con una palmada moderada.
Se
sorprendió a sí mismo gimiendo roncamente.
—En
efecto —dijo él con voz áspera, amasando su palmeada carne
mientras lo levantaba, obligando a sus piernas a rodear su cintura—.
Estás a punto de ser follado...
Algún
tiempo después, con las olas estrellándose contra ellos, Jae
chillaba de placer, gritando su nombre como una oración mientras se
aferraba a sus hombros mojados.
Directamente
después, él dio un grito brutal y tiró de su eje fuera de él.
Exhalando sus respiraciones junto a su oído, bombeó semen entre sus
cuerpos resbaladizos.
Tan
cuidadoso de no dejarme embarazado. Esa conexión que había sentido
la primera vez que habían tenido relaciones sexuales estaba perdida
ahora.
Cuando
finalmente lo liberó, Jae se apartó para lavarse su semilla, con
los ojos hormigueándole con lágrimas.
—¿Joongie?
—Él rozó el dorso de sus dedos por su mejilla. Tanta fuerza en
él, sin embargo podía acariciarlo tan suavemente—. Mírame
—Cuando Jae lo hizo, su mirada parecía arder con emoción—.
¿Te
he hecho daño, amor?
¿Cómo
podía hacer que su corazón se derritiera tan fácilmente?
Cuando
lo miraba así, todas sus defensas se desmoronaban. —No, no es eso.
Con
voz ronca, le dijo, —Eres mío. Tu vida está conmigo. No luches
contra eso.
La
ternura en su tono lo hizo querer lanzar los brazos a su alrededor y
admitir lo mucho que se preocupaba por él.
Pero
se obligó a decir la verdad. —A veces tengo dudas...
—¿Dudas?
—Como un tiro, él enrolló un mechón de su cabello alrededor de
su puño, su expresión alterada desde el hambre sexual hasta la
amenaza—. El tiempo para las dudas ha terminado. Esto es algo
consumado, Novio.
—Yunho...
—Si
alguna vez nos separáramos, te traería de regreso a mí —dijo con
voz áspera—. No hay ningún lugar en la tierra donde no pueda
encontrarte.
De
cualquier otro hombre, esas palabras podrían ser una promesa a
futuro. De Yunho, no eran nada más que una amenaza.
Ponla
con las otras.
¡Chasquido!
—Ningún
lugar, Jaejoong —repitió él, con los ojos encendidos.
Semejante
contraste con sus anteriores sentimientos sinceros.
Era
como si dos hombres estuvieran frente a él, uno que necesitaba amar
y ser amado, y uno que solamente quería al Novio que consideraba
suyo por derecho. Ninguno de los dos sabía cómo amar.
—Entiendo
eso, Yunho.
Durante
el último par de semanas, la liga se había estirado tanto que se
preguntaba cómo era que todavía no se había roto.
Nota Personal: Muchas gracias a Greyci por pasarme esa hermosa foto de las Maldivas.
Nota Personal: Muchas gracias a Greyci por pasarme esa hermosa foto de las Maldivas.
Oh por un lado entiendo que Yunho no puede ser capaz de expresar sus emociones.
ResponderBorrarPero por otro por favor Vampiro dejate de jilepolleces y has feliz a tu hombre
Bechitos 😘 😘 😘 😘 y gracias por el capítulo
A pesar de todo Jae ama a Yunho pero le hace falta ese sentimiento por parte de este, el que lo ame... Aunque diga que extrañaria la comida y vairas cosas, las acepta pero el no tener el amor de Yunho es la esencia que falta entre ellos, aunque creo que Yunho lo ama pero no lo sabe expresar, porque para él siempre ha sido el mandar y que se hagan sus deseos y por lo mismo no lo sabe demostrar. A Jae también le hace falta saber el que su familia estará económicamente estable pero sobre todo que estará a salvo de cualquier peligro.
ResponderBorrarJae sufre por que siente que Yunho no lo quiere tanto como para darle un hijo ah el o cuando le pregunto que regalo quería para el se lo hubiera pedido un hijo y así se hubiera dado cuenta que tanto lo ama o lo saca de la duda por que no se lo puede dará hora que es humano y no cuando sea inmortal
ResponderBorrarGracias por el capitulo hasta pronto
Uuu mi bebe sufre por que se siente inferior a yunho es solo un humano y yunho siempre lo demigro por eso y estan débil y frágil en comparación de yunho y el que yunho no quiera embarazalo.lo angustia ¡¡ Gracias gaby por el capitulo besos
ResponderBorrarYunho no encuentra aún el equilibrio entre ceder al amor y seguir siendo el dios de lo antiguo y se lo hace notar a Jae. Es muy contradictorio, en un momento le dice amor y al otro -tú me perteneces novio.-
ResponderBorrarJae sufre por eso y aunque ama a Yunho y está dispuesto a ser su pareja aún siente rencor por todas las palabras hirientes y tratos injustos que le dio Yunho.
Yunho deberá hacer un curso intensivo de -como ser un buen novio humano- jajaja. sino seguirán los problemas y me temo que el que estallará en cualquier momento es Jae ... y con mucha razón
gracias bella por este capítulo
Jaejoong tiene miedo siente que Yunho aún lo mira con inferioridad porque es humano y esta muy triste porque piensa que no lo puede embarazar en su condición de mortal tiene realmente muchas dudas y solo Yunho las puede disipar si solo cambiará un poco por el asi como quiere que Jaejoong deje todo el tambien debe de darle algo a cambio solo expresarse mejor dejar de ser como dos personas como dijo Jaejoong un rato amor y despues eres mio como si fuera un objeto tsk hay Yunho ..
ResponderBorrarGracias
Pronto Jaejoong va a explotar... pero bueno es esperable tomando en cuenta las conductas de Yunho... pero Yunnie no tiene la culpa, le hicieron ser así :c él no tuvo una familia unida que le quisiera :( espero que todo se arregle bien u.u gracias por el capítulo :3
ResponderBorrarYo creo que Jae tendra que dejarle mas tiempo a Yunho para que sepa valorar mejora a Jae ya que Yunho a dado un paso muy grande de querer matarlo paso a amarlo y quererlo... animos Jae seguro que todo se mejorara con el tiempo.
ResponderBorrarGracias por la actu <3
Oh ti que creo que todo seria color de rosa.....no es asi, Jae siente que falta algo. ...mmm. ...Ojalá mejore no quiero que se separen....
ResponderBorrarT_T pobre Jae sufre sin descanso por no entender a Yunho. Y aunque ahora están juntos todavia hay algo que los mantiene alejados. Yunho no sabe como tratarlo y Jae sufre por ello
ResponderBorrarUuh eso no esta bien, es como una cortina de humo...
ResponderBorrarCuanto tiempo mas podra jaejoong soportar esa situacion, no creo que mucho, no cuando su liga mental no da para mas.
Yunho cabezota -_-