Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 31

Capítulo 31

Ese Jaejoong, ¡como mierda se atrevía!—¡Como de costumbre hablas de cosas que ni siquiera entiendes!

—¿Yo? ¡Apuesto a que tú ni siquiera sabes lo que es la felicidad!

Yunho quería chasquear —Por supuesto que lo sé —pero no lo hizo...

Creía que la había conocido siendo niño con su madre, pero no podía recordar aquellos primeros años vívidamente, no después de los eones transcurridos, no después de una vida dedicada a la venganza. Y no podía revivir lo que había sentido en aquellos días puesto que no había sentido nada que se le aproximase desde entonces.

A menudo espiaba a otros, estudiando sus formas de vida. Había estado vigilando a dos hermanas Sorceri riéndose disimuladamente de irónicas bromas. Había observado a los lycae en sus juegos bruscos, riéndose tan estridentemente que tenían que sujetarse los lados. Ellos experimentaban la felicidad, Yunho no.

Sabía que era diferente a los otros, y aún así, no podía asegurar que fuera infeliz —aunque no supiese lo que significaba lo contrario.

—Bién ¿sabes lo que es? —demandó Jaejoong.

"No puedo mentir". Alegría, felicidad, satisfacción, todas esas cosas eran incomprensibles para él.

Una de las razones por las que luchaba tan duro por su Final del juego era porque seguramente quedaría satisfecho una vez que sus votos hubiesen sido completados; una vez que su ardua y desagradable tarea finalmente hubiese acabado.

Jae dio un grito ahogado —¡no lo sabes ¿crees que soy tonto?!

He estado sentado en mi miserable tráiler experimentando algo que tu mente brillante ni siquiera puede comprender.

—No puedo matarte ¡pero puedo herirte, romper tus frágiles huesos!

—¿Lo harías?, ¿lastimarías a la única persona que podría enseñarte a ser feliz?

—Jae se apretó la frente—¡oh Dios ¿ahora?!

¿Ren se elevaba?—¡Jaejoong no retrocedas, termina esto conmigo!

El estrechó su mirada hacia Yunho. —Sólo mantengo los términos de nuestro trato. Si Ren quiere su turno, entonces tengo que salir de su camino ¿no?

—¡Tú, pequeño zorro, no te escaparas de esto!—su voz retumbó en la caverna.

—¡Uh oh, ahí voy... whoa, whoa estoy yéndome justo delante de ti!

¡Red Rover, envía a Ren ahora mismo! ¡Observa cuan feliz puede hacerte El Devorador de

Almas!

—Y entonces Jaejoong se desmayó.

Yunho lo atrajo hacia él y lo sostuvo justo cuando Ren decía. —¿Dónde estoy? Sentí sangre y

violencia. Dio un furioso grito, Jaejoong se había burlado de él, tenido la última palabra y después se había alejado a propósito. ¡Maldito, lo iba a estrangular!

—¿Yunho? ¿Qué te pasa? —Entonces Ren frunció el ceño, luchando por ponerse de pie, pero él dejó la mano sobre su brazo manteniéndolo envuelto. —¿Por qué estoy vestido así? ¡Oh, mi piel!

Yunho pensaba —Mantener el control. Antes de aplastar a Ren con furia. “Inhalar, exhalar.” —El mortal se mostraba… molesto. Y desconcertante. El continuaba asombrándole a cada paso.

—¿No puedes controlar a un chico humano? —Ren escudriñó alrededor toda la carnicería. —¡Pero mira esta espléndida matanza! ¿Obra tuya?

Jaejoong se había disgustado. Ren no sólo aceptaba lo que era, se regocijaba de ello.

—¿No hay más vidas que tomar? todas éstas completamente acabadas. Yunho eres un egoísta. —Ren empujó con el pie una pierna cercenada. —¿Por qué has traído a Jaejoong aquí? ¿Tiene esto algo que ver con el anillo?

—Estoy haciendo progresos en ese aspecto.

—¿Así que no tienes el anillo para mi, ni vidas para que pueda tomar, aunque no he asesinado en años? —El pateó una cabeza descompuesta, e hizo una mueca de dolor ante el contacto. —¿Eres siempre tan egoísta?

—Sí —Respondió distraídamente. Ellos no podían permanecer aquí mucho más tiempo, él sólo podía medio-teletransportar a dos personas durante un corto período. En un instante los llevó de regreso a su habitación de Nueva York y lo liberó.

—¡Llévame adonde haya cuerpos con vida Yunho!, mejor teletranspórtame a la antigua casa de Jaejoong, prometí a su madre que la mataría. Exijo tenerla en mis garras.

—Exige todo lo que quieras, no ocurrirá. —Después de todo él sentía gratitud hacia esa campesina por haber tenido a Jaejoong. Sin ese mortal, Yunho no tendría cuerpo para su Novio.

—No permaneceré en primer plano para ser tratado así. —Ren comenzó a balancearse sobre sus pies. ¿Ahora el iba a retroceder? ¡Infiernos si lo iba a hacer! —Si te vas a propósito, marcaré este cuerpo, quemaré tu cara, te sacaré un ojo.

Ren inmediatamente se enderezó. —¿Qué quieres? —Yunho estaba claramente de un humor peligroso.

—Responderás algunas preguntas para mí.

—En un tono ofendido el dijo. —De verdad, Yunho, ¿a qué viene esto? Yo soy el único que

debería estar furioso ¿Cómo permitiste que Jaejoong bronceara mi piel así?

Yunho se teletranportó de una pared a la otra. —Necesito información.

—¿Sobre qué?

—Hablamos hace años de gobernar juntos —dijo—¿Todavía quieres eso?

—Por supuesto. Temo que seas tú el que tiene dudas.

—Nosotros hablamos de tronos, poder y venganza. Pero ¿qué de nosotros?

—¿Qué quieres decir?

—Cuando mi venganza haya sido infringida y nuestras coronas reposen en nuestras cabezas ¿entonces qué?

—Entonces, conquistaremos más—dijo Ren—Podemos gobernar el mundo juntos, mientras buscamos un modo de que retorne mi divinidad.

Yo también tengo enemigos a quien castigar. ¿O has olvidado eso?

—Tú hermano Rin

—Entre otros —La Dorada, por ejemplo. —Tienes a La Reina del Mal jurando represalias contra ti, lo que significa en mí contra. —Ren dudó si contarle a Yunho sus muchos crímenes contra la hechicera, pero decidió no hacerlo. Él no necesitaba saber porqué había estado enviando asesinos tras La Dorada durante siglos.

Él no necesitaba conocer la profecía, esa predicción hecha por un oráculo vampiro muerto hace mucho tiempo. —Si no la derrotas, ella me matará. Lo presiento.

—La Dorada no puede encontrarte. Nadie en El Lore sabe de este departamento. Estás totalmente oculto si permaneces aquí o donde Hag y ocultaré el cuerpo de todas las maneras que pueda. ¿Piensas que permitiría alguna vez que La Dorada me robara a mi compañero, y con él mi futuro?

Ren se calmó con eso. Aunque no confiaba en nadie, sabía que Yunho era uno de los más

implacables guerreros del Lore y uno de los vampiros más fuertes que habían existido.

Él se pellizcó el puente de la nariz. —¿Y después de que La Dorada haya sido derrotada como te imaginas nuestras vidas?

—Aniquilaremos a cualquier enemigo que quede, convirtiéndonos en la pareja más poderosa que el mundo haya conocido.

Sintiendo incrementarse su frustración, Yunho dijo. —Y cuando nuestro trabajo este hecho ¿por las noches, al amanecer?, entonces ¿qué?

Ren apartó su cabello hacia atrás suavemente. —No entiendo.

—¿Sabes lo que es la felicidad?

—Es observar debilitarse la luz en los ojos de un buen hombre, es tener a tus súbditos arrastrándose, es ejercer el poder sobre la vida y la muerte.

—No, Ren. No puedo creer que vaya a decir esto, pero… cada una de esas cosas es un proceso, no un resultado. —Él se rió amargamente. —No tienes más idea de lo que es la felicidad que yo.

—Te estás volviendo loco por tu pequeño concubino. Mírate —Es como si lo estuvieses añorando. Casi como si él fuera tu Novio. Lo que es probable que Jaejoong fuera. Aunque Ren creyó en un principio, que había sido el mismo el que había sangrado a Yunho, ya no lo creía.

¿Qué significaba para él tener sentimientos por una criatura tan repugnante? Algo grande estaba trabajando aquí.

De hecho él nunca creería que Jaejoong era suyo, la mera idea sería mortificante para un macho de su rango y posición. Si Yunho todavía no había visto la verdad era porque no quería. Las dudas se comían la confianza de Yunho, erosionándola.

Incluso si él llegara a creer que Jaejoong era su Novio - y era un gran si- no había nada que pudiera hacer al respecto. Él ya había puesto su destino en movimiento, estaba indisolublemente unido a su suerte, obligado no sólo a expulsar el alma de Jaejoong, como el chico pensaba...

No podía ser él.

Sin duda.

Al sentir tanta aversión a su humanidad, Yunho nunca se había permitido ni siquiera considerar que Jaejoong pudiese ser su Novio. Ahora aparentemente, iba para allá.

Era posible que Jaejoong no lo hubiera sangrado en sus primeros encuentros porque era demasiado joven. Las hembras de otras especies normalmente no provocaban el sangrado a no ser que ellas hubieran crecido lo suficiente.

A los diecisiete, Jaejoong no le había despertado, a los dieciocho, una mirada a Ren había despertado su corazón y su cuerpo volvió a la vida.

¿Fue debido a la llegada de Ren? ¿O a la edad de Jaejoong?

"No, no no, dios triunfa sobre basura de tráiler".

Lujuriosa basura de tráiler, con predilección por lamerle sus colmillos y succionar su lengua lentamente. De todas las parejas que se habían formado en ésta Accession, de todas las historias de infortunio y dicha entre compañeros, ninguna había incluído a un ser humano.

"¿Por qué tuve que escoger la pajita más corta?" Incluso el macho mortal de Sora la Radiante había terminado siendo un berserker del Lore.

Y Ren, ahora, le crucificó. —Imagina cómo habría reaccionado tu familia ante Jaejoong Kim. ¿Lo aprobaría JiYool? JiYool hubiese echado espuma por la boca de la ira ¿su único descendiente rechazando a un dios por un "animal inferior"? ¿Dónde estaba la lógica en eso?

In Wook, se hubiese reído mofándose de él. —El hijo Dacian no es mejor que un vampiro de la Horda —y le habría preguntado a Yunho si Jaejoong sabía a vino y miel.

"Y yo diría que sí"

—Sabes que Jaejoong no puede ser tu Novio. —dijo Ren plácidamente. —Además del hecho de que soy un dios, y por lo tanto una impecable pareja para un rey como tú, considera esto; Ningún vampiro aterrorizaría a su pareja como tú lo has hecho con él.

Ren tenía razón, ¿no habrían sus instintos haberle impedido herir a Jaejoong?

En vez de eso, él había conducido a este mortal al corredor de la muerte, lo había menospreciado en cada oportunidad, sostenido su inminente muerte sobre él, burlándose con eso. Lo había atormentado mentalmente en forma contínua. "Contempla el océano que nunca tocarás, las joyas que nunca poseerás. Desea al macho que nunca te deseará a su vez y siente el placer que nunca experimentarás de nuevo."

La bilis subió por la garganta de Yunho. "No es Jaejoong. No es justo"

Ni siquiera su tío Shindong había torturado a su Novia así y ella había sido un enemigo odiado.

JiYool le había dicho a Yunho. —Serás un rey bueno y leal a tu Novio. —Pero él no lo había sido para Jaejoong. Había convertido la vida del chico en un infierno viviente.

"No es él, no él" Y aún ahora, mientras su agitación crecía, y sus dudas pesaban sobre él en un grado abrumador, su primer impulso era tocar a Jaejoong.

No porque fuese su Novio, sino porque él le daba placer haciéndole olvidar sus problemas por algún tiempo. —Oblígalo a que salga. —soltó Yunho.

Ren parpadeó hacia él. —¿Estás despidiéndome?

—Sí.

—¿Ni siquiera vas a intentar seducirme?

—No sientes deseo por mí. Nunca lo has sentido. Puedo esperar por el humano, que sí me desea.

—¿Cómo sabes que no será mejor conmigo?

—Debido a que posiblemente no puede ser mejor con nadie. —Las palabras dichas en voz alta le sacudieron —la verdad dicha en voz alta.

¿Tengo la suficiente voluntad para renunciar a ese placer? ¿Qué elección tenía?

—¿Qué es tan superior con él? —Demandó Ren. —Cuéntame que hace Jaejoong que te embriaga de esta forma. ¿Extiende sus muslos en bienvenida? ¿Gime en tu boca?

La frustración aumentaba. Le molestaba el joven delante de él.

—¿Te mira con necesidad?

—Como si fuera a morir si no lo follo. —Siseó él.

—Practicaré esa expresión en el espejo para cuando hagamos el amor.

—¡Acaba con este engaño!—Yunho se agarró la cabeza a dos manos. —No tienes intenciones de acostarte conmigo. Los rumores de tu virginidad son ciertos. Nunca has estado con un hombre.

—Pero sólo porque no había encontrado a mi compañero.

En un tono helado, él dijo. —Estás muy por encima de un vampiro como yo como para mentirle ¿no es así Dios? Pasó un largo rato. —Sí, tienes razón.—su expresión de leve preocupación se transformó en una de regodeo.

—Oh, Yunho, eras demasiado arrogante para creer que una pareja no te desea sexualmente. Pero estoy por encima de los bajos deseos.

—¿Admites libremente tu traición? ¡Nunca pretendiste compartir mi cama!—Mintiéndome. Traicionándome. ¡Ya!

—Tomas a un Dios por Novio. Nací diferente, fui creado diferente. ¿Es el sexo tan importante para ti? ¡Estamos hablando de conquistar reinos juntos! Para eso están las

concubinas. Él podría mantener un harén, tomar a una nueva hembra cada noche. No requería de un Novio para eso.

¿Frente unido, Yunho? —No había planeado tomar a ninguna otra pareja. Siembran discordia. —Eres el más singular de los machos. —Entonces Ren entornó los ojos. —No es una cuestión de sexo, es una cuestión de El. —Cuando Yunho no dijo nada Ren separó sus labios. —¡Estás enamorándote del mortal!

Pues date cuenta de este hecho; pronto destruirás su alma.

—¿Crees que me tienes a tu merced?

—Lo hago.

—Podría usar el anillo para forzar a la Horda a seguirme.

—Anillo tramposo, poder precario. Me necesitarás a tu lado todo el tiempo que desees gobernarlos —o serás desafiado constantemente.

Él no podía negar eso. Yunho no cumplía uno de los dos requisitos sagrados de la Horda, justo como Hag había predicho, su Novio era la llave para su trono.

—Sin mí, Yunho, te enfrentas a una eternidad de insurrección. ¿Cómo conquistarás a los Daci con tu reino envuelto en una rebelión?

—Entonces quizás los conserve a ti y a Jaejoong. Tú serás mi pareja, y él nuestro sucio pequeño secreto. Un concubino oculto que aparece sólo en mi cama. —Perfecto.

De la misma forma que merecía un dios como pareja, también merecía un joven y núbil que saciara su lujuria.

—¿Quieres que comparta este cuerpo, Yunho? Eso no ocurrirá.

—Yo digo que sí.

—¿Recuerdas el resto de nuestra conversación la primera noche en los bosques?—Preguntó Ren, su voz aterciopelada. —Yo lo hago a menudo.

Él también pensaba en ello a menudo...

Teletransportándome a pocas pulgadas de él, rodeó su nuca con una mano temblorosa. —La única cosa más grande que mi necesidad es mi fuerza. Tu forma mortal es demasiado frágil para que la reclame, pero debo acabar esto.

—Entonces, no te cederé este cuerpo hasta que destruyas el alma de Jaejoong y consigas que esté completo. —dijo Ren. —Por ahora, puedes tener tu liberación física de otra manera, después de jurar que harás esas cosas que has ofrecido. Jura por tu Lore, y haz un pacto irrompible conmigo.

Ellos se miraron a los ojos, y sintió como si el tiempo se detuviera, para que pudiera apreciar la trascendencia de sus siguientes palabras. —Juro por El Lore, que haré todo lo que esté en mi mano para extinguir el alma de Jaejoong para siempre y entonces haré este cuerpo inmortal.

Ren parecía vagamente sorprendido y después complacido. —Muy bien, mi rey...

Ahora Ren dijo. —Hiciste tu juramento, Yunho. Estarás irremediablemente obligado por él a encontrar el anillo para hacer este cuerpo inmortal y deshacerte de Jaejoong.

Había estado en lo cierto esa noche; sus palabras habían sido trascendentales, pero no por las razones que él había asumido. —Libérame de este pacto.

Sus labios se curvaron, casi en una sonrisa. —Juro por El Lore que nunca te liberaré. —Ren estaba disfrutando con esto. —Estos votos son tan convincentes ¿no? ¿Recuerdo a mis acólitos? Tu destino está sellado, Yunho.

Lo estaba, él lo sabía, su camino era claro.

—Consuélate vampiro. Si permaneces firme, pronto tendrás todo lo que has querido. Todo lo que JiYool quería para ti. Pero parecía que había empezado a querer más.

—Ahora, Yunho, ¿convoco a tu concubino… temporal?

Entrecerrando los ojos él rechinó. —Sí flor. Tenlo bañado y vestido de seda roja en mi cama. Oh, y sáltate lo del maquillaje llamativo.

Red Rover : Es un juego infantil al aire libre donde hay dos equipos alineados a cierta distancia tomados de las manos y por turnos van diciendo red Rover, red Rover envíame a —nombre del jugador del equipo contrario—y el que es nombrado tiene que tratar de romper la cadena corriendo hacia donde están tomados de las manos, si no lo consigue debe incorporarse al equipo contrario. Rover es una palabra noruega para pirata.