Lothaire ~ Yunho Enemigo De Lo Antiguo (Adaptación) ~ Capítulo 52

Capítulo 52

Como si estuvieran a una gran distancia, Yunho oyó a seres murmurar… ¿Dacians?

¿Dónde estoy? ¿Se había teletransportado en sueños otra vez? 

¿Por qué no puedo abrir los ojos?

Cada músculo de su cuerpo se tensó, su primer pensamiento frenético fue para Jaejoong.

—Ha enloquecido demasiado, —dijo una voz profunda. —¿Pero su compañero también?

—Por lo menos la maldición se acabó, —dijo una mujer.

—Es cierto Mina, ¿pero Yunho no es simplemente una nueva maldición?, —dijo un hombre con sequedad. —Quizás deberíamos haberlo dejado en York.

—¿Debo decirte lo que ya te dije antes, o, simplemente, más a menudo?, —dijo otro hombre en un tono torpe. —Y es Nueva York.

Evidentemente, hay una diferencia entre los dos.

¡Blyad! Eran Daci. Lo habían capturado. ¿Dónde está Jaejoong?

A continuación, los recuerdos de él se abalanzaron sobre Yunho.

La última cosa que su adolorida cabeza recordaba era su grito, sus ojos negros por la furia cuando había empuñado la espada. La había oscilado en contra de él.

Después la picadura de la hoja. Y oscuridad... 

Jae… ¿estuvo a punto de cortarme la cabeza?

¡Dioses, le había mentido, fingido amor por él, y trató de matarlo!

Se había preguntado cuántas veces podría tener una espada en el cuello antes de que una lo golpeara de verdad.

Nunca había pensado que tendría que preocuparse de que su propio Novio diera el golpe.

Una vez más, fui traicionado.

Con dificultad, movió la mano hacia su garganta, sintiendo un vendaje. 

¿Por qué lo vendarían los Daci?

—Está despertando al fin.

Cuando Yunho logró levantar sus pesados párpados, se encontró en la cama en una habitación magnifica.

El olor de la sangre fresca llenaba el aire. La luz entraba a raudales por la ventana abierta y se extendía sobre sus brazos, pero no le quemaba.

Figuras borrosas estaban junto a la cama.

Trató de levantarse. No pudo.

Ajustando su visión, vio a tres hombres altos, de pelo oscuro, todos ellos similares en apariencia, y una hembra baja y rubia. Cada uno vestido con ropas anticuadas.

Otro enorme vampiro estaba sentado en el escritorio, apoyando las botas sobre él. Bebía de una jarra, lo que olía a una mezcla de sangre con alcohol. Su aspecto era más moderno que el de los otros, con los ojos de un azul glacial. Como los míos solían ser.

 ¡El Dacian del Bosque Sangriento! 

 

—¿Dónde estoy?—Rechinó Yunho, con la garganta ardiendo como si se hubiera tragado un atizador.

—En el Castillo de Dacia—, dijo, el que estaba sentado. —Soy el príncipe Stelian. De pie están los Príncipes Trehan, Viktor, y Mirceo, así como la hermana de Mirceo, la hermosa princesa Kosmina.

Nerviosamente ella hizo una reverencia formal.

—¿Una mujer vampiro? —Yunho no había visto una de raza pura en siglos.

—Las nuestras han estado a salvo de la peste.

Yunho estrechó su mirada en Stelian. —Tú estabas en Helvita esa mañana.

—Es correcto. Estábamos tratando de salvar a nuestro rey de los hombres de Minho. Desde que tuviste, ¿cuál es el término moderno?— dejaste caer la pelota.

—¿Rey?—El vértigo se precipitó sobre Yunho.

—Bienvenido a su reino, mi señor. Es nuestro gobernante ahora.

Recientemente reinstaurado. —Él levantó la jarra en un brindis fingido.

—¿Cómo? No he conquistado nada, no he librado una guerra contra ustedes.

—La familia real te ha escogido para ser nuestro gobernante. Casi por unanimidad, con sólo una excepción.

—¿Por qué haces esto? Exigió Yunho, tosiendo sangre.

—¿Por qué no tomas el trono para ti mismo?

—Aquí, tío Yunho, —dijo la mujer, corriendo hacia adelante con un cáliz incrustado con joyas. —Toma esto. Tiene hierbas curativas.

Yunho lanzó la taza con el revés contra la pared, salpicando sangre perfumada. —¿Tío?

Stelian exhaló. —Técnicamente, eres nuestro primo. Sin embargo, los más jóvenes Mirceo y Kosmina nos llaman primos mayores “tío” es como una curiosa tradición.

—¡Responde a mi pregunta!

Trehan dijo, —Cuando JiYool la Audaz murió, maldijo a su familia a la guerra y a apuñalarnos por la espalda hasta que tú fueras rey, hasta que todos nosotros te prometiéramos lealtad.

—Mi madre no era una bruja.

Stelian descartó eso lejos. — Quizá ella solo aprovecho las intrigas ya en movimiento. Eso fue antes de nuestro tiempo. En cualquier caso, seis generaciones fueron exterminadas por asesinatos y guerras civiles.

Finalmente decidimos investigar, para ver si serías un buen gobernante.—Él dio un trago, diciendo en voz baja, “Antes de que nosotros nos matáramos el uno al otro”.

Los tres hombres de pie lanzaron la mirada a Stelian. Él simplemente se encogió de hombros.

—Yunho lo descubrirá todo tarde o temprano.

Viktor dijo: —Te hemos estudiado, pero decidimos que estabas demasiado enloquecido para controlar cualquier cosa.

Ante el ceño de Yunho, Mirceo se apresuró a explicar:

—Insistías en aparecer a las afueras de nuestro reino, a medio vestir, gritándole a alguien “Lucha hijo de puta”.

Kosmina jadeó. —Ese lenguaje.

Acariciándole la mano, Mirceo continuó: —Y también desafiabas a Jong Suk, que ha estado muerto hace mucho.

—¡Muerto! —¿Mi venganza no existe?

Mirceo asintió con la cabeza. —Desde hace más de un milenio.

Todos estos años que había perdido Yunho, empeñado en la entrega de una retribución. Por un hombre que ya no existía.

Trehan dijo en un tono mesurado,

—Por no mencionar el hecho de que parecía como si intentaras consumir al líder de la Horda en el bosque.

Sin embargo, después te instalaste con tu Novio, y te volviste más lúcido.

Decidimos jurarte lealtad a ti y a tu pareja.

Yunho se tensó aún más. Así que Jaejoong había sido la clave de su trono. La predicción de Hag había demostrado ser correcta. Lástima que Jaejoong había intentado cortarle la cabeza. —¿Dónde está… —“esa perra”—… Jae?

Iba a echarlo en el calabozo de este castillo, condenándolo a otra cárcel.

¡Blyad!. ¿Por qué la idea no le daba placer? ¿Únicamente porque Jae era su Novio?

¡Él despreciaba ese vínculo predestinado con él! Y ahora estaban unidos por la sangre también.

Pero incluso con esa unión, Jaejoong no había sentido nada por él —había intentado violentamente alejarse de él—mientras él había bajado la guardia…

—Después del atentado contra tu vida, —dijo Stelian, —fue capturado por una Valkyria llamada Cara la Justa.

—Así que Carafina tomó a mi Novio. Jaejoong estaba dentro de las paredes del Val Hall. Esos campos de rayos podían aterrorizarlo peor de lo que él jamás podría. Su pareja le había hecho daño, y ahora pagaría.

Yunho quería reír.

Sin embargo, su resentimiento se tambaleó bajo el peso de otro sentimiento.

Pérdida. Todo lo que siento es… pérdida.

—¿Y La Dorada?,—preguntó él. —¿Tuviste un enfrentamiento con ella?

—Su anillo le ha sido devuelto, tu transacción finalizada, —Stelian dijo, añadiendo contra el borde de la jarra, —Dios ayude a las pobres almas de ese libro.

Yunho ya lamentaba su libro de contabilidad, su fortuna dilapidada.

¡Podría comenzar un nuevo libro! Tal vez él y La Dorada podrían negociar las deudas como tarjetas de béisbol…

Kosmina se aclaró la garganta. Cuando todas las miradas se volvieron hacia ella, su rostro se volvió rojo brillante. —Te… tememos que el Rey Jaejoong está detrás de la guardia del Antiguo Flagelo. N… no hay manera de eludirlos.

—La mocosa era socialmente inepta, más atrasada de lo que hubiera creído nunca que Jaejoong fuera.

—Tu tío conoce el camino alrededor del Flagelo, —Yunho rechinó con disgusto. —Pero no lo utilizaré.

¿Carafina pensaba obligarlo a revelar dónde estaba su hermana?

Todo el mundo asumía que lo sabía, simplemente porque él había sido quien la hundió en primer lugar.

¿Tal vez no debiera haber optado por un fondo marino con frecuentes rupturas sísmicas y una corriente fuerte? Cuando él les había dicho a otros que no tenían idea de dónde estaba Furie, había dicho la verdad. 

Al día de hoy, Yunho no podía encontrar a la reina Valkyria, pese a la ayuda de Hag. Incluso si pudiera, nunca lo haría por el rescate de Jaejoong. “¡Feo por dentro!” le había gritado Jae. "¡Yo nunca podría amarte!".

Realmente no se había enamorado de él.

¡De él!

Lo cual indicaba que Jae era un idiota. No tenía tiempo ni paciencia para ello.

¡Maldita sea, Jaejoong! ¿Por qué…?

Stelian chasqueó la lengua. —¿Sentimientos heridos a causa de una mísera decapitación?

¿Sabían que Jae le había hecho esto a él? Voy a matarlos a todos…

—El dejó un octavo de pulgada de tendón, —añadió Stelian. —Bastante como para evitar un daño cerebral permanente y permitir la regeneración.

Yunho estrechó su mirada en él. —Tú eres el que votó en contra de reinstaurarme.

—Ese soy yo. Parecía prudente entonces, y aún más ahora que has perdido a tu pareja.

—No la he perdido.

—No soy un experto con las parejas, —los demás voltearon sus ojos ante eso, —pero creo que un intento de decapitación comunica la necesidad de un poco de espacio.

A Yunho no le gustaba este Stelian culo-sabiondo.

En un tono inocente, el Dacian preguntó: —¿No es ese el término moderno para eso?

Viktor dijo: —Hemos reunido un grupo para negociar con las Valkyrias. Si eso falla, estaré contento de iniciar el asedio.

—Un negro destello cruzó sus iris, como si la idea de una guerra le excitara.

Así que a este le gusta pelear.

—Desármalo. Carafina puede pudrirse esperando.

—Ante la mirada incrédula de los machos, Yunho dijo: —No quiero recuperar a mi Novio.

Mirceo dijo: —Independientemente de lo que pasó entre el Rey Jaejoong y usted debería estar subordinado al bien de la corona…

—No pronuncies su nombre otra vez, —murmuró Yunho, o será tu última expresión.

Los labios de Mirceo se abrieron por la sorpresa. —Si esto es lo que... dispone, mi liege.

—¿No estás acostumbrado a recibir órdenes, Mirceo?—Yunho los miró uno por uno. —¿Todos asumen que quiero su reino? ¡Tal vez prefiero a la Horda de mierda!

Otro grito ahogado de Kosmina, que se ruborizó más ferozmente.

Stelian dijo: —Ve a la ventana, mira hacia fuera.

Despreocupado de su desnudez, Yunho lo hizo. Con un ahogado chisporroteo, Kosmina se teletransportó lejos, mientras Mirceo se reía entre dientes.

—Hay ropa para ti, tío. Ten cuidado de no establecer una nueva moda.

En la ventana, Yunho miró, emocionado. ¿Por qué JiYool alguna vez dejó este lugar?

Él estaba en el legendario castillo de piedra negra de Dacia, el único rodeado por fuentes de sangre.

La magnífica estructura asentada en lo alto sobre alguna saliente rocosa - desde aquí, podía estudiar el reino que se extendía más y más, antes de desaparecer en la niebla en el horizonte. Cavernas altísimas la sobrepasaban, las calles empedradas serpenteaban a través de la niebla. La arquitectura era de estilo antiguo, pero ricamente construidas con piedra tallada.

En la parte superior de una caverna alta, un prisma gigante diluía la luz del sol, brillando a través de todo el reino, disminuyendo los rayos que iluminaban todo, pero no quemaban. Ni siquiera la piel de un vampiro.

Y todo lo que veo es… mío.

Cuando pudo manejar las palabras una vez más, les informó: —Mi coronación se llevará a cabo tan pronto como mi garganta sane. Aceptaré sus votos de fidelidad después.

Esto estaba sucediendo, los imbéciles lo estaban invitando a gobernar este fantástico reino.

—Muy bien, —dijo Stelian con decepción no disimulada. —¿Adoptarás un nuevo nombre de regencia?

Una tradición vampiro. El propio tío de Yunho, Shindong había adoptado un nuevo nombre, cuando fue coronado por la Horda, lo que significaba una regla sin fin.

Oh, no exactamente, primo. —No. Hice muchas relaciones públicas con el nombre que tengo. Seré conocido como el Rey Yunho, el Enemigo de lo Antiguo.

Él todavía tendría su guerra contra los vampiros, pero los bandos serian intercambiados.

Utilizaré a los Daci para arrasar a la Horda . No tenía ningún problema revirtiéndose a sí mismo, él cambiaba de alianzas con facilidad.

Y entonces él lo haría. Tendría todo lo que alguna vez había querido. Luego conocería la felicidad. —luego pensó— Conocí antes la felicidad. Pero él me la robó.

Con un golpe de espada. De todos los golpes, de todas las torturas, ese golpe le había hecho el peor daño.

¿Por qué, Jaejoong…?. No podía sacarlo de su mente y peor aún, no podía sacarlo de su latiente corazón.

Con los puños cerrados, les ordenó: —Déjenme para me vista.

Déjenme que disfrute con la idea de mi Novio atrapado en un infierno lleno de Valkirias maliciosas. La arquera —Furia Carafina lo aterrorizarían.

La beligerante Sora tendría su garganta. ¿Ara salvaría a Jaejoong, o dejaría que la naturaleza siguiera su curso?

Espero esto último. Tal vez debería enviar a su pareja un regalo de despedida, como él le había dicho una vez.

Sí, para informarle que ahora soy un Rey, y lo he abandonado.

Los príncipes se teletransportaron retirándose uno tras otro, con Stelian murmurando: —Un rey con los ojos rojos que desprecia a su Novio. Que Dios nos ayude a todos…