jueves, 2 de julio de 2015

Juegos De Caballeros ~ Capítulo 31



Capítulo 31 +18

Se vistieron para la cena.
Yunho parecía el hermano sexy de James Bond, letal y goteando atractivo sexual. Jaejoong se sentía como si hubiera entrado en un set de filmación y hubiera sido involuntariamente contratado como su suertudo interés amoroso. Pero por supuesto, como en todas las mejores películas de James Bond, no era más que el coprotagonista hasta que la aventura terminará.

La comida se hallaba divina, y sin embargo apenas la probaron.
Su rodilla toco la de Yunho mientras cogía su copa de vino. Sus dedos rozaron los de Jae mientras volvía a llenar su vaso. Su mirada se detuvo en sus labios mientras probaba el dorado puré de mora rociados por la pannacotta perfectamente arreglada.

Esto es delicioso. —Jae saboreó la fría y aterciopelada crema en la boca.

Yunho asintió mientras saboreaba su propio postre. —Le falta algo —Empujó su silla hacia atrás y se dirigió a la mesa con el plato de postre en la mano—. ¿Qué piensas tú? —Le dio un poco de pannacotta en su boca, sus ojos fijos en sus labios. Se encontraba en modo depredador máximo, y un estremecimiento de anticipación onduló por la espalda de Jaejoong.

Se apoyó en la mesa y Jae puso una mano intencionalmente casual en la pierna de Yunho mientras se tragaba su bocado del impecable postre.
Mmm. Veo lo que quieres decir...
Los ojos de Yunho bajaron al ver su mano que se deslizaba hasta el muslo. En segundos, lo atrajo hacia sus pies contra su cuerpo.

Sabes, creo que tiene que ser más dulce —dijo, y deslizó la cremallera de su pantalón. Cayó al el suelo, dejando a Jaejoong escandalosamente encendido y vestido sólo con su ropa interior y zapatos de gamuza negro. Sus ojos vagaron por su cuerpo, y su lengua tocó su labio en concentración mientras lo movía para posarlo en la mesa. Los dedos de Yunho ya trabajaban en abrir los botones de su camisa y la tiró a un lado un momento después y pasaron a sentarse de forma más segura en el borde de la mesa.

Era frío y suave por debajo de su trasero, más aún cuando un segundo o dos más tarde Yunho prescindió de su ropa interior. Se movió más cerca entre sus piernas, su boca sobre la de Jae.

Debes decirle a la cocinera que añada un poco más de azúcar —dijo, masajeando su erección a través de sus pantalones.
Hmm… —Yunho sumergió su dedo en el postre y lo limpió en el labio inferior de Jaejoong. Éste deslizó la punta de su lengua para saborearlo, y se encontró con su lengua haciendo lo mismo. Sus brazos le agarraban cada lado de su cuerpo mientras inclinaba la cabeza hacia atrás para dejarle hacer un buen trabajo en su boca.

Eso tiene ya un sabor un poco más dulce —murmuró.
¿No es suficiente, aun verdad? —preguntó, consciente de que no lo sería.
Sacudió la cabeza, triste. —No del todo.

Jaejoong asintió, luego sumergió sus propios dedos en la pannacotta y pintó sus pezones endurecidos hasta que se parecían a los Alpes fuera de las ventanas. 
—Con esta ayuda, ¿qué te parece?

Yunho levantó una ceja en aprobación. —Déjame ver.
Lamió cada uno de sus pezones hasta dejarlos limpios, y la conexión entre su lengua caliente y el postre frío en su piel hizo a Jaejoong suspirar de placer. Su pene se hallaba tan duro como una roca bajo su mano.

¿Y bien? —susurró, asediado por la lujuria desenfrenada en sus ojos cuando se enderezó.

Está casi allí. —Llegó detrás de Jae, y en un rápido movimiento tiró todo el contenido de la mesa en el piso. Todo excepto su pannacotta.

Sus cálidas manos abarcaron su cintura y lo desplazaron hacia atrás sobre la mesa, y separó sus piernas. Jaejoong sabía muy bien hacia dónde se dirigía, y su cuerpo tembló de anticipación. Se mordió el labio mientras los dedos de Yunho se sumergieron en el postre, y su cuerpo se tensó por la sorpresa erótica mientras untaba la crema fría entre sus piernas.

Se detuvo un momento para admirar su obra, una capa de remolinos de pico grueso que cubría su modestia en la manera más lujuriosa posible.

Pruébame. —Se encontraba a medio camino de rogar, y la mitad de una sonrisa arrogante apareció en los labios de Yunho.
Dilo de nuevo.
Por favor, Yunho. Pruébame.

Éste dejó caer su cabeza, lentamente arrastró su lengua por toda la longitud de su sexo. El estómago de Jaejoong giró mientras observaba la transferencia de crema de su cuerpo a su lengua. —¿Mejor?
Su mano se extendió sobre su estómago. —Es jodidamente delicioso.

Su pulgar masajeó la crema dentro de su hueso púbico, a un susurro de distancia de su miembro, y cuando por fin dejó caer su cabeza y lo devoro, el cambio de juguetón a mortalmente serio lo hizo casi venirse en el acto. Su lengua y labios se hallaban sobre su miembro. Chupando, lamiendo, lamiendo hasta dejarlo limpio.

Jaejoong se dejó caer sobre la fría mesa y se llevó las manos a sus mejillas sonrojadas, más cerca del orgasmo con cada golpe de su lengua. Lo atrajo hacia el borde de la mesa y se desabrochó los pantalones, y luego empujó su pene en su interior, sin necesidad de preámbulos.

Estaba caliente, húmedo y listo, y Yunho gloriosamente duro, rápido y sucio. Se corrió casi tan pronto como golpeó dentro de él, y Yunho se corrió segundos después, fue demasiado intenso como para durar más que unos momentos, pero eran fácilmente los momentos más sensuales de la vida de Jaejoong.


*******

Yunho arrojó un leño al fuego y se sentó al lado de Jaejoong, con la espalda apoyada en el sofá. Su espalda con curvas doradas y sensuales resplandeciendo de color ámbar por las llamas, una pierna doblada por delante, apoyando su codo y la otra extendida, por lo que pudo deslizar sus pies en la alfombra de piel de oveja.

Se puso sus bóxers de nuevo y medio abotonado la camisa de Yunho sobre su cuerpo después de la cena, los gestos típicos de su timidez a pesar de que había dejado que lo follara hasta dejarlo sin sentido en la mesa de comedor.

¿Estás bien? —murmuró Yunho, jugueteando con su cabello ligeramente alrededor de su dedo. Jae tomó un sorbo generoso de brandy y asintió, con los ojos fijos en las llamas.
Creo que sí. —Sus rasgos eran un perfil de melancolía—. Solo triste porque este sea el fin.

No seguro de si se refería a su tiempo juntos o a su matrimonio.
O ambas cosas. Suavemente puso sus manos debajo de su cabello para darle masajes a la parte posterior de su cuello.

Jae inclinó la cabeza hacia adelante un poco para sacar el máximo provecho de sus acciones, y luego suspiró y rodó los hombros.

Sólo deseo poder presionar el botón de pausa, le estoy temiendo al mañana.
Prefiero el botón de rebobinado —dijo Yunho, complacido por la sonrisa amable que curvó sus labios mientras miraba el reloj. Era un poco después de las diez—.
De todos modos, no hay que irnos hasta en unas horas, y no estoy pensando en dormir.

Se inclinó hacia atrás y se volvió hacia él. —Gracias por traerme aquí, Yunho.
Sus ojos se encontraban redondos y serios, y besó sus mejillas cremosas que parecían gemelas manzanas rosadas. 

Todo en Jae hablaba de bondad y salubridad, lo cual hacía que desabrochar sus inhibiciones fuera aún más adictivo. Brillaba, y él disfrutaba. 
—Eres bienvenido en cualquier momento, Señor Kim.

Sombras opacaron el brillo de sus ojos, los dos sabían que no iban a volver aquí después de esta noche. Sus mundos eran polos opuestos, y esto sólo había sido cosa de una semana. Sin embargo, todo eso podía esperar para otro día. Ahora quería desaparecer esas sombras y rápido.

Como yo lo veo, podemos pasar la noche hablando o podemos pasarla haciendo otra cosa. —Se inclinó hacia delante y pasó un dedo en la piel expuesta por la profunda abertura de su camisa de cuello en V—. Personalmente, creo que hablar está sobrevalorado.

Sus párpados se cerraron y sus labios carnosos se abrieron con un suave suspiro. Su pene se movió en sus jeans. La involuntaria mezcla de inocencia y sensualidad de Kim Jaejoong era una combinación letal que lo ponía duro cada vez que lo miraba. Fue la razón principal por la que le dio el trabajo, y la única por la que lo trajo con él en este viaje a Noruega.

La última carta de su padre le trajo aquí con tanta seguridad como si hubiera tirado de una cadena invisible, pero con Jaejoong aquí el viaje se convirtió de una obligación instintiva a un paseo de mucho placer adulto.

Se inclinó, y su boca se abrió como una flor cuando la cubrió con la suya. Sabía a miel mezclada con brandy. El toque de su lengua sobre la de él, tenía sus manos moviéndose en su cabello para atraerlo más cerca, para abrir más su boca, para dejarlo beber más profundamente.

Un pequeño suspiro de placer escapó de su garganta mientras Jae inclinaba la cabeza hacia atrás y lo dejaba guiarlo y no pudo resistir la tentación de deslizar su mano dentro de su, ahora, camisa para acariciar la suavidad de su pecho mientras su lengua se deslizaba sobre él.

Cristo, hacía que su pene doliera. El pezón instantáneamente cambió de terciopelo suave a un pico rígido cuando rozó con el pulgar lentamente sobre él, y estaba satisfecho por dejarlo sin aliento y por el arco fraccional de su espalda. Su cuerpo se encontraba lleno de deseo sensual, e iba a tomar su dulce tiempo satisfaciéndolo esta noche.

Jaejoong sintió su pezón crecer en la mano de Yunho mientras cada fibra respondía a sus caricias. Su lengua sin prisas exploró su boca mientras la otra mano se deslizo plana en la parte posterior de su pelo. Era tan minucioso, y lo único en que podía pensar era en el aquí y ahora. Tenue música sonaba de fondo, tarde en la noche, relajados sonidos que evocaban imágenes borrosas de clandestinos bares parisinos.

Uno por uno, abrió los botones de la camisa, y Jae se estremeció con las expectativas cuando él presionó sus hombros. Desnudo, aparte de sus bóxers, deslizó sus brazos alrededor de él y cerró los ojos. Cuando lo arrastró a horcajadas sobre su regazo sus pezones se aplastaron contra su abdomen desnudo, encontrándolo firme y caliente por el fuego. Sus manos recorrieron su espina dorsal y se enroscaron en su cabello, echando la cabeza hacia atrás para dejar al descubierto su garganta al camino de besos que le dejaba.

Podía sentir su erección presionando entre sus piernas, separadas sólo por mezclilla y tela. Duro contra suave. Las manos de Yunho recorrieron la espalda de Jaejoong de nuevo para moldear su trasero mientras Jae llevaba a cabo su propia exploración de su espalda, comprometido a memorizar los planos suaves y las curvas tensas. No podía verlo, pero sabía que el lobo solitario y depredador dormía bajo sus manos mientras acariciaba sus hombros.

Mantuvo sus manos en su cuello, luego bajó su rostro hacia su cabello y respiró profundamente. Jaejoong se arqueó, codicioso de su boca sobre él, su lengua en sus pezones, la sombra de su barba cosquilleando deliciosamente contra la parte inferior de su pecho.

El cabello de Yunho se deslizó entre sus dedos, y cuando volvió a reclamar su boca, su beso envió a sus sentidos tambaleándose.

¿Bésame toda la noche? —Hundió sus dientes completamente en su labio inferior.
¿Dónde? —Pellizcó su pezón—. ¿Aquí? —Pasó el dedo por el vientre—. ¿O aquí? —Trazó una línea a través del borde superior de su ropa interior.
¿O quieres que te bese aquí, Príncipe? —Sus dedos quemaron contra su sexo caliente, masajeando a través de la frágil tela.

Sí, sí, y oh Dios, sí. Quería su boca por todas partes. Levantó sus caderas y lo sorprendió deslizándose hacia abajo para acostarse sobre su espalda debajo de Jae, acariciándolo entre sus piernas. Era más insistente ahora, podía sentir su lengua explorándolo a través del material.

Oh, él era muy, muy bueno.

Movió sus bóxers a un lado con sus dedos y Jaejoong tuvo que contener el orgasmo que se cernía listo para que él lo reclamara. Quería que durara, pero el lento e insistente movimiento de su lengua por su sexo estaba más allá de lo electrizante. Caliente... húmedo... y cuando cumplió su deseo y besó su agujero, su ternura abrumo sus esfuerzos para mantenerlo por más tiempo.

Yunho le dio un beso a través de los felices y largos temblores, y luego se deslizó de debajo de Jae y lo arrastró hasta sentarlo entre sus piernas. Sus rodillas dobladas fueron el soporte de las de Jae mientras éste se apoyaba contra su pecho.

¿Más relajado ahora? —Podía sentir su sonrisa contra su oído mientras cruzaba sus brazos sobre su cuerpo y acariciaba su espalda en un abrazo de amantes relajados y cómodos.

Sólo un poco. —Se rió con voz temblorosa, con el corazón aún palpitante. El sexo con Yunho era un cruce entre una película excesivamente romántica y una porno muy sucia, era gentil como una pluma y eróticamente indecente, todo al mismo tiempo.

Jaejoong nunca había conocido a un hombre tan generoso. Parecía que se calentaba, calentándolo a él, y justo en ese momento podía sentir su intensa erección presionando contra la base de su espalda. Extendió una mano detrás y cubrió su entrepierna aun con ropa. —Tú no pareces tan relajado.
Es lo que me provocas.

Levantó el cabello sobre un hombro y lo besó en la base de su cuello. Después de la semana que habían pasado juntos, Jaejoong sabía que no eran solo palabras vacías. Deslizó sus bóxers y se deslizó hacia él, con la mano hacia atrás en su entrepierna, su boca sobre la de él.

Yunho gimió bajo y le acarició la cara con las manos mientras Jae desabrochaba sus botones. Se encontraba desnudo bajo sus jeans, como sabía que estaría, y su pene saltó de sus confines, grueso, rígido y rogando por su atención. 
 
Jaejoong empujó sus jeans lejos y lo rodeó con su mano entre sus cuerpos. Se hallaba tan listo, podía sentir el pesado subir y bajar de su pecho.
Jesús, Jaejoong...

Jae besó sus párpados cerrados y la piel sensible debajo de su oído mientras palmeaba su longitud. Estaba dorada y esculpida en la luz del fuego. Más allá de lo hermosa.
¿Condón? —jadeó, aumentando su velocidad un poco y consiguiendo un retazo de la mirada de placer casi agónica en su rostro—.

En mis jeans—murmuró pesadamente, y Jae buscó en el bolsillo. Yunho lo abrió y se lo colocó a sí mismo, y luego lo tiró a su regazo.
Siéntate en mí.
Jaejoong se rió suavemente en su boca. —Di eso de nuevo.
Lo besó con fuerza sus labios, rozando la cabeza de su pene en su agujero. 
—Siéntate en mí.

Jaejoong se levantó y empaló a sí mismo en cada centímetro de su glorioso pene. Suspiró con placer, sosteniéndolo tan profundo en su cuerpo como le era posible. Completamente conectados, totalmente perdidos.

Mierda... mierda... —Yunho repitió eso como un mantra, su rostro era de concentración erótica mientras Jae dictaba el ritmo lento del sexo. Besó su cuello cuando Yunho echó la cabeza hacia atrás y Yunho lamió sus pezones cuando Jae ahuecó su columna vertebral.

Sus manos se extendían por su cintura, y podía sentirlo cómo se aferraba a su control mientras se meneaba sobre él. Lujuria oscureció sus ojos castaños mientras tensaba la mandíbula, sin embargo, se encontraba duro como el hierro y sin prisas en su búsqueda de hacer que el momento durara para los dos. Era exquisito, y profundamente erótico, y Jaejoong sabía que sería un recuerdo que se quedaría con él para siempre.

Puso su mano en su mandíbula, mientras aumentaba el ritmo, sabiendo muy bien que no iba a ser capaz de aguantar más. Sus dedos golpeaban su espalda para curvarse sobre los hombros, sujetándole la cadera cuando llegó a su clímax con un estremecimiento que sacudió todo su cuerpo.

Jaejoong miró la cara de Yunho mientras se corría. Vio que sus dientes se apretaron y cuando abrió los ojos de color castaño avellanado, vio la vulnerabilidad pura allí, que se hallaba fuera de lugar con el dios del sexo seguro de sí mismo que por lo general el mundo veía.

Puso su mano en su mejilla y él se giró y le dio un tierno beso contra su palma. Entonces, instintivamente, le echó los brazos al cuello y lo apretó contra su pecho.
De todas las emociones que Jung Yunho despertó en Jae en los últimos días, lo único que no esperaba sentir era protección.

Yunho soltó un profundo suspiro mientras su orgasmo disminuía.
De alguna manera, Jaejoong giró las cartas. Nunca había sentido nada igual como el orgasmo que Jae le dio, ni durante los años que él compartió con demasiados hermosos amantes que habían cumplido.

Como un botón de rosa, Jae emergió aún más brillante y más fascinante de lo que imaginó. Usó su cuerpo para darle placer y en sus brazos encontró mucho más que la liberación física.

El mundo parecía un lugar bastante sombrío de pie en la tumba fría esa tarde, pero ahora mismo, anclado en el cuerpo desnudo de Jaejoong con el calor del fuego en su piel, parecía muy cercano a la perfección.

Algún tiempo justo después de la una, y entre despierto y dormido en alguna parte, Jaejoong se movió debajo de Yunho otra vez. Miembros enredados. Dedos entrelazados. Mejillas humedecidas. Corazones lastimados.

11 comentarios:

  1. owch están tan bien juntos que la despedida de su luna de miel esta siendo muy dura
    total que no se separen y permanezcan juntos por siempre que Minho es el que sale sobrando en esta historia de amor
    pues ellos se aman tanto que ni Yunho ni Jae podrán estar sin el otro y menos pasar la noche si no están enredados entre ellos dos como ya se les a echo costumbre en tampoco tiempo
    Gracias por compartir

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  2. Jaejoong esta ya en el corazon de yunho. Sera dificil para yunho admitrlo pero en algun momento hara.
    Gracias por los caps

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  3. CSM!!! Ya se aman...... Lo ultimo... Me mato. Se aman se aman ... Gracias!

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  4. Fue amor a primera vista, aunque no se hayan dado cuentas, hasta ahora cuando Jae dio protección a Yunho y esto el lo sintió, algo que nunca habían hecho por él, y una satisfacción que nunca nadie le dio. Es la pareja mas perfecta que hay...
    Gracias

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  5. uu que desir si es tan cera de volver a a la realidad de jae y su matrimonio y como cambiaron las cosas era yunho el que protejian a jae a hora jae lo protejia a yunho gracias gaby por el capitulo

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  6. ya falta poco para que Jae vuelva a su realidad, no quierooooooooooooo, Yunho no lo dejes ir con alguien que no se lo merece.
    muchas gracias por el cap, cada vez esta mas interesante
    besos

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  7. No, no! No quiero que se separen! Son tan.....se complementan juntos, de verdad que si Yunho lo deja ir.....ruego para que no!
    Gracias. Gran capítulo!

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  8. yo quiero que de una put... vez Jae se enfrente con la realidad y se divorcie. más de los mismo no quiero más. ya sé que son una bomba sexual los dos juntos,han follado hasta el hartazgo y quedó bien claro que se super complementan en ese aspecto. ahora quiero que la historia avance. que llegue mañana ya y Jae se enfrente a su marido y lo deje. gracias por el capítulo

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  9. No quiero ni imaginar como sera la relacion entre ellos una vez que vuelvan al trabajo y Jae se enfrente a Minho...
    Gracias x el capitulo!! ^.^

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  10. Esto significa algo mas enserio es algo que se darán cuenta con esta separación van admitirlo que no solo era placer sino algo mas kyyaa se van extrañar dios esta emocionante ....gracias

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  11. Aww son tan perfectos juntos, pero ya llegara la mañana, de vuelta a la realidad u.u
    Me encanto que jaejoong le diera un giro a las cartas, de verdad lo dejara ir asi nada mas, asi de facil despues de esos dias juntos??

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