lunes, 29 de junio de 2015

Juegos De Caballeros ~ Capítulo 29



Capítulo 29

Yunho rellenó la copa de vino de Jaejoong después del almuerzo, luego echó su silla hacia atrás. La comida que el ama de llaves preparó para ellos estaba deliciosa, sin embargo ambos ni la disfrutaron después de su mañana tempestuosa.

Tengo que salir un rato esta tarde.
Jaejoong asintió, extrañamente aliviado ante la perspectiva de un tiempo a solas. Cada momento con Yunho era completamente acelerado y las experiencias del día hasta el momento lo dejaron sintiéndose en carne viva y expuesto.

Le dolía el cuerpo, y el corazón le dolía aún más. Necesitaba un baño de espuma para suavizar sus músculos, y algún precioso espacio para pensar. En menos de veinticuatro horas estaría de regreso en Corea con Minho, y no tenía ni idea qué diablos iba a hacer.
Lo único que sabía era que las próximas horas se sentían como si se acercara su ejecución.


*******

Yunho apoyó la frente contra el lado frío de la ventana del auto y se quedó mirando el soso edificio del hospital universitario de ladrillo rojo.

Este no fue su destino planeado esta tarde, pero instintivamente giró hacia él de todas formas, en lugar de pasar de largo. No tenía intención de entrar. Sus dedos se cerraron alrededor de la carta en el bolsillo de la chaqueta, no preocupándose por el hecho de que la arruinaba hasta un punto en el que leerla de nuevo sería casi imposible. 

Sabía lo que decía sin mirarla.

Su viejo y querido papá estaba aquí una vez más por abuso de alcohol, sólo que en esta ocasión había muchas posibilidades de que no saliera bien librado de nuevo. Había sido un muerto andante desde que su esposa se suicidó; Yunho sólo se sorprendió de que le tomara tanto tiempo. No tenía sentimientos que ofrecer excepto disgusto y odio, y ¿de qué le servían a un moribundo?

Dejó al capellán escuchar las súplicas por perdón de su padre. Dejó que la fría mano de un extraño fuera su consuelo. Yunho no tenía nada que darle.

Estudió el edificio y se preguntó cuál ventana albergaría a su padre. ¿Cómo luciría aquellos días? Yunho cortó todos los lazos con él después de la muerte de su madre, escogiendo quedarse con los familiares que soportaban su presencia problemática como una cruz en vez de quedarse con el padre miserable que abogó diariamente por la comprensión de su hijo.

Sin embargo, donde fuera que Yunho colocara el sombrero, las cartas lo seguían obstinadamente. Su padre siguió su progreso en todo el mundo y se mantuvo en contacto cada pocos meses, a pesar del hecho de que nunca recibió ninguna respuesta de que sus palabras llegaran a su hijo.

Yunho no quería leerlas, y durante muchos años, no lo había hecho.
Las arrojaba sin abrir una encima de la otra en una vieja caja, inseguro de por qué no las lanzaba a la chimenea en su lugar.

A medida que los años transcurrieron y las cartas continuaron llegando, el caparazón protector de Yunho se endureció lo suficiente para que lograra abrirlas sin ser envuelto por la furia. Ya no era ese niño asustado.

Las cartas le traían noticias de su patria, de las muertes de la familia y de los bebés naciendo que compartían su linaje. Carta por carta, esas ventanas de papel en las pequeñeces de la vida día a día en el Círculo Polar Ártico reavivaron su amor por Noruega, una nostalgia profunda de recostarse sobre su espalda en el claro y ver los cielos bailar una vez más.



Y así reconstruyó su relación con su patria, hizo las paces con el reino frío y hermoso que contenía esos recuerdos agridulces. Volver a Tromso como un hombre exitoso calmó el rugido de injusticia en su corazón. Llegó al punto de partida, y después de años escapando, fue conveniente que Noruega le ofreciera el puerto seguro y el consuelo perdido en su vida en Corea.
Sin embargo, todavía no se puso en contacto con su padre.

No podía hacerlo. Cuando todo se dijo e hizo, el hombre fue el responsable de la muerte de su madre, y toda la conversación en el mundo no podría cambiar eso.

Arrojó la carta hecha un ovillo en el asiento del pasajero y puso el auto en reversa. Aceleró cuando golpeó el camino abierto, disgustado consigo mismo, incluso por estar allí en primer lugar. Había otro lugar en el que quería estar.


*******


Jaejoong se recostó en las burbujas de vapor y cerró los ojos. Si pudiera congelar el tiempo, presionaría el botón en este momento. Yunho lo transportaba a este cuento de hadas de cielos mágicos y sexo grandioso, pero la aventura tenía que llegar a un final abrupto mañana.

Los cielos grises y la discordia marital esperaban impacientemente por él, de vuelta en Corea, y la idea de ver a Minho nuevamente hizo su estómago un ovillo de miedo.

Todo su mundo giró en torno a él durante toda su vida adulta, era todo lo que conocía del amor. Pero, ¿lo seguía amando? La pregunta dio vueltas en su cabeza. Antes de que conociera a Jung Yunho, habría respondido que sí sin pensarlo, pero ¿habría sido la verdad? Amar a Minho era natural, pero esta semana con Yunho lo obligó a tomar una píldora de honestidad cuando se trataba de sus propias emociones.

Jaejoong alcanzó la copa oscura de Shiraz equilibrada en la repisa al lado de la bañera y bebió un gran trago. El vino calentó sus venas y lo fortificó con coraje noruego para continuar su larga sesión de terapia personal atrasada.

Era muy curioso dar un paso atrás y mirar los hechos descubiertos.
Jaejoong tuvo la idea de que Minho veía a otra persona por más meses de los que estaba dispuesto a admitir, sin embargo, ignoró la creciente evidencia. Fue alarmantemente fácil considerar sus explicaciones alternativas plausibles en lugar de enfrentar la posible verdad y toda su fealdad asociada.

¿Minho era consciente de que él lo sabía? ¿Tomó su falta de desafío como una aceptación tácita? La vergüenza le sonrojó las mejillas más calientes que el agua del baño de vapor. ¿Cuán poco debe pensar de él, si ese fuera el caso? Sabía en su corazón por qué se mantuvo su silencio. Era sencillo, de verdad. Quería que él lo eligiera.

Luego llegó Jung Yunho, y en una mirada de él, y Jaejoong dejó de esperar. Con un solo toque, la venda le cayó de los ojos. Yunho le recordó cómo se sentía ser adorado, y lo mucho que lo extrañó la sensación.

Los recuerdos de Minho se agolpaban en su mente, y los dejó entrar. Recuerdos de los momentos en los que él fue el único en hacerlo sentir adorado.

A los catorce años, riendo mientras Jae subía a la barra de su bicicleta todo el camino a casa desde la escuela. A los dieciocho, con el cabello muy largo y su gran sonrisa que iluminó su corazón. Y en su vigésimo primer cumpleaños, nervioso y de rodillas en las hojas húmedas, mientras caminaban por el parque.

Las lágrimas se deslizaron debajo de sus párpados cerrados. Lágrimas por Minho, y por su amor que alguna vez se sintió demasiado importante como para romperlo.


*******

Yunho metió las manos en los bolsillos y bajó la barbilla en su chaqueta. El cementerio estaba adecuadamente desolado, y no había flores para animar la lápida gris que llevaba el nombre de su madre.

¿Estaría orgullosa del hombre en el que se había convertido? ¿Habría recorrido el mismo camino si ella hubiera vivido? No tenía ninguna respuesta, o alguien a quién preguntar. 

Ella se fue de su vida por más años de los que estuvo, y sus remembranzas estaban todas envueltas en recuerdos infantiles de lágrimas limpiadas y besos de buenas noches, de rodillas raspadas y nevadas en las mañanas de navidad.

No fue una decisión consciente envolver su corazón y enterrarlo junto a su madre, sin embargo, de alguna manera ocurrió. Permaneció en la misma tumba todos esos años atrás, un hombre-niño, apenas un adolescente, de repente solo y carente de amor.

Nadie se acercó a fundir el hielo alrededor de su corazón desde entonces, a pesar de que muchos lo intentaron. Creció hermoso y rebelde, era problemas para todos y deseado aún más por ello por las novias y novios que llenaban su pasado.

Yunho extendió una mano y la puso contra la fría, lápida dura. Su rostro era confuso en su mente ahora, era más una sensación que una imagen. Su memoria lo mantuvo a salvo mientras crecía. Ella era la única persona que lo miraba a él y comprendía su corazón.

Se frotó las manos sobre la cara. Vino aquí porque necesitaba hablar y no había nadie más para escucharlo.

¿Qué hacía con Kim Jaejoong? ¿Por qué intentaba salvarlo? ¿Qué demonios se creía que era: Caballero por autoproclamación y Caballero por naturaleza? Y si eso era todo, ¿por qué sentía cada vez más como si él fuera quien lo salvaba?

Sin siquiera intentarlo, Jaejoong se metió bajo su piel de una manera que muchas mujeres y hombres refinados y depredadores que poblaron su vida y su cama hasta ahora nunca consiguieron.

Su suavidad y su valentía lo impresionaron demasiado, y encontrarlo en sus brazos cuando despertaba parecía calmar su siempre presente necesidad de levantarse y luchar.

Cerró los ojos por un segundo en conmemoración silenciosa, y luego se giró y se alejó.

9 comentarios:

  1. Pbre Yunho T.T, sufrio mucho solo espero que no pierda la oportunidad de ser feliz con Jae, lucha por el Yunho quitaselo a Minho que no se lo merece pero para nada
    muchas gracias por el cap
    besos

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  2. Necesitaban ese momento a solas para reflexionar.....pobre Jae cada vez que lo piensa se da cuenta de que por bastante tiempo su matrimonio fue sólo rutina, simple compromiso, el amor que se profesaban quedó atras, no fue su culpa, fue de Minho, ojala le quede claro.....
    Presentía que no estaba muerto su padre, pero supongo que para Yunho es como si lo estuviera, alcohólico.....quizo recuperar a su hijo pero nunca se sintió con el valor de ir a buscarlo?
    Los capítulos que vienen siento que serán tensos.....
    Gracias :-)

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  3. jae se ha metido profundamente en el corazón de yunho es un hecho de que lo ama <3

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  4. uu los dos sufren de diferente maneras yunho por su pasado y jae por su futuro y yunho no se da cuenta que ya jae esta muy metido en su corazon ¡¡ gracias gaby por el capitulo besos

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  5. Tan confundidos ....... Jae ya no siente lo mismo por Min Ho . En una semana Yunho le hizo sentir de todo y Yunho siente con Jae lo que no ha sentido con ningun hombre o mujer. Ya quiero que Jae regrese a Seul .... Y se encuentre con Min Ho ..... Quiero ver que hara Yunho.... Gracias#

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  6. Pobre Yunho como a sufrido pero que le aria su padre por que no lo quiere ver acaso el tiene algo que ver con lo que le paso a su mama o porque no lo quiere
    pero Jae si y desde ahora el ya no estará solo pues tiene a Jae y no creo que lo deje que regrese con su esposo pues el no lo valora ni lo quiere como Yunho
    Gracias por compartir

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  7. Yunho no puede perdonar a su padre por lo que le hizo a su mamá, pero su papá nunca se olvido de él, mas a Yunho nunca le intereso, necesita verlo y
    perdonarlo para que este en paz con la vida, ahora el esta analizando lo que
    siente por Jae y se esta dando cuenta que esta enamorado de él.
    Jae por su lado también esta haciendo un análisis de su vida y se da cuenta que amo a Minho, pero que ahora solo es costumbre su relación, mas por Yunho esta teniendo sentimientos nuevos y como desea estar con él en todo momento.
    Gracias

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  8. tantas reflexiones tanto de Jae como de Yunho.
    esta relación les ha traído más allá de una satisfacción física, todo una catarata de recuerdos y pensamientos.
    Yunho reconoce ante la tumba de su madre , el ser que más amó, que Jae es muy importante en su vida. .. eso es un gran paso para su trauma .
    ojalá encuentre la mejor manera de llegar a formar una pareja sana con Jae.
    gracias Gaby

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  9. Lo ves yunho, jae es lo que necesitas n.n
    Lo sabia su padre sigue vivo, aah se me esta acabando esta historia, ojala y termine como espero n.n pero nunca se sabe...
    A leer

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