Capítulo
18
De
acuerdo con el luminoso reloj en la mesita de noche de
Yunho eran un poco más de las cuatro de la mañana. Jaejoong parpadeó
mientras sus ojos se acostumbraban a las sombras del cuarto, medio
despierto y muy consciente del peso del brazo de Yunho en su cuerpo.
Giró
la cabeza en la almohada para mirarlo, sus dedos dolían
por extenderse y acariciar el orgulloso ángulo de su pómulo.
El
sueño le había robado su característica sonrisa arrogante
y fácil confianza, dejándolo desnudo y vulnerable como un
niño. Había una dulzura en cómo sus pestañas rozaban sus
mejillas, y una inocencia en el arco de cupido de su labio superior.
Estudiándolo,
Jaejoong casi pudo ver al niño sin preocupaciones e impetuoso que
debió de haber sido. ¿Quién era? ¿Cómo se había transformado de
niño a hombre, de chico inocente a líder autoproclamado de un
movimiento de liberación sexual? Le encantaría entender la forma en
que trabajaba su mente, pero creía difícil – por no decir
imposible – alguna vez poder descifrarla.
Su
casa no ofrecía pistas de su pasado, e internet había demostrado
ser igual de escueto a la hora de revelar al chico detrás del
hombre.
Yunho suspiró en su sueño, y Jaejoong giró su cuerpo por
completo en el círculo de sus brazos. Lo atrajo más cerca,
y suspiró en él. Quién quiera que fuese, justo ahora sólo
estaba contento de tenerlo en su vida.
Se
durmió.
*******
Yunho
apagó su celular. Todos los arreglos estaban hechos, el trabajo de
minutos. Era una de las cosas que más apreciaba de su riqueza: con
un gesto de varita mágica hacía que todo fuera posible.
¿Necesitaba
que su jet privado estuviera listo para despegar con tres horas de
anticipación? Ningún problema.
¿Quería
la casa de campo preparada para la hora de almuerzo?
Considérelo
hecho.
El
dinero habla, por supuesto. Pero en este momento, la única
conversación en la que estaba interesado en usarlo era en
aquella para ayudar que Jaejoong se diera cuenta de que él tenía
todos los ases, no su marido.
Por
lo que podía ver, el matrimonio era todo sobre poder. Su propio
padre había sostenido todas las cartas en el matrimonio de sus
padres, su madre jugando eternamente con una mano perdedora.
Cuando
Jaejoong había entrado en su oficina la pasada noche del
lunes, el aspecto defensivo en sus ojos ante la mención de su
matrimonio había despertado profundos recuerdos en su mente,
décadas de antiguos ecos de una mirada perseguida similar en
los ojos de su madre.
Pero
luego, anoche, esa mirada no había estado en ninguna parte en el
rostro de Jaejoong, especialmente no en los segundos antes
de que se corriera. Había logrado que los sentimientos de culpa
se diluyeran en su mente. Para el final del fin de semana esa
mirada sería expulsada para siempre.
Una
sonrisa tocó las comisuras de su boca ante la idea de
Lee Min Ho regresando a casa el domingo. El hombre estaría
realmente sorprendido.
*******
Jaejoong
corrió alrededor de su casa, arrojando ropa y su pasaporte en la
maleta de viaje que yacía abierta en la cama. Esta se
sentía como una casa de muñecas después de la mansión de Yunho,
y sólo un par de días de permanecer vacía le había dado un aire
desolado del que estaba ansioso por escapar.
Yunho
le había dado exactamente diez minutos, y entonces apagaría
el motor y lo vendría a buscar. No quería eso. Él no
tenía lugar aquí, en su casa.
Jae
no tenía ni idea de a dónde se dirigían o de qué empacar, pero el
instinto lo hizo tirar su ropa interior más bonita, su
traje favorito y sus mejores zapatos. Yunho había sugerido que
también trajera un abrigo, así que abrió la cremallera de
la maleta y puso su abrigo de lana rojo cereza en la cima.
Estaba listo.
En
su prisa por entrar al auto antes de que Yunho saliera, nunca se dio
cuenta de la luz intermitente en el contestador en el pasillo.
Jaejoong
solo había volado en clase económica, por lo que abordar un jet
privado más o menos una hora después fue una especie de
choque cultural. No había tiendas libres de impuestos o colas de
check-in, solo un chofer uniformado para llevarse el Aston de Yunho
cuando se trasladaran del auto a las escaleras del prístino
avión negro adornado con el logo de Jung Corp.
El
capitán saludó a Yunho calurosamente; cualquiera que fuera
el destino parecía ser un viaje que Yunho hacía regularmente.
Dentro
de la cabina, el avión era la última palabra en aviación
de lujo.
¿Y
que más podría haber esperado? Profundos sillones de
cuero, paneles de madera reluciente y costosos accesorios lo
rodearon, y no fue ninguna sorpresa que fueran los únicos
pasajeros.
Yunho
se quitó su chaqueta de cuero negro tan pronto como las
puertas se cerraron.
—¿Este
es tu jet? —preguntó Jaejoong.
Yunho
se encogió de hombros. —Vuelo mucho.
Miró
detrás de Jae.
—¿Hay
alguna tripulación de cabina?
—¿Quieres
que haya?
Las
cejas de Jaejoong se juntaron. ¿Él? ¿Estaba contento de
estar solo en los cielos con Yunho?
—No
lo creo —dijo finalmente.
Yunho
asintió, y movió un brazo hacia la zona de estar.
—Vamos
a estar en el aire alrededor de cinco horas. Ponte cómodo.
¿Cinco
horas? Eso era mucho más de lo que Jaejoong había
anticipado, y la preocupación erizó su piel. Estaba volando
a Dios sabe dónde con un hombre que solo había conocido
por unos días. ¿Y si no volvía a tiempo a casa?
La
culpa se abalanzó y cayó pesadamente en su pecho. Pensaba
como un amante deshonesto. ¿Minho se sentía de esta forma cada vez
que se reunía con la mujer que había decidido era más digna de su
atención de lo que era él? ¿Se preocupaba por cubrir sus rastros?
Pensaba en ello, y tanto como intentó aplicar la culpa
retrospectivamente y el remordimiento por la conducta de Minho,
se quedó en blanco. ¿Qué quería decir? O su marido no
se preocupaba por si él descubría su infidelidad o lo que
él creía realmente era que era demasiado estúpido como para atar
los cabos.
Ninguna
de las opciones le dio mucho consuelo.
—No
te preocupes, Príncipe. Estarás en casa el domingo al
amanecer.
Jaejoong
asintió y se dejó caer en el sillón más cercano,
agradecido una vez más por la perspicacia de Yunho.
Jae
necesitaba aprender a pensar de esa manera, compartimentar su
vida.
Podría
hacer eso. Podría guardar bajo llave sus problemas maritales en un
archivo cerrado marcado con la fecha del domingo. Se visualizó a si
mismo cerrando el archivo y poniendo el sello, y luego
almacenándolo en los recovecos de su cabeza. Minho no dudaba de
que no había ningún problema, pero ¿no era él el que practicaba
tanto más el arte del engaño?
—¿Adónde
vamos? —preguntó, tanto como para llenar su cabeza con algo nuevo
como por genuina curiosidad.
—Estamos
volando hacia el norte. —Yunho se acomodó en el asiento junto al
de Jae.
Eso
realmente no era de mucha ayuda. La geografía no era el punto fuerte
de Jae.
—¿Al
norte?
—Deja
de hacer preguntas y confía en mí.
Jaejoong
se recostó y cerró los ojos. Estar con este hombre era
tan fácil, era un líder nato y se encontró a sí mismo
más que contento de seguirlo. Era una emoción nueva estar cerca
de alguien que siempre sabía exactamente qué hacer.
Alguien
que justo ahora había reclinado su asiento por completo y
estaba desabotonando los botones de su camisa de vaporosa gasa negra.
Mantuvo
los ojos cerrados, incluso a pesar de que su cuerpo estaba
escandalosamente despierto ante su tacto. Apenas era la hora
del desayuno, sin embargo, parecía que Yunho estaba
hambriento de algo más que de tocino y huevos.
—Volar
me pone caliente —dijo Yunho cuando terminó de
desabotonarlo y tiró de la camisa hasta su cintura.
Jaejoong
se mordió el labio pero no abrió los ojos.
—¿Estás
seguro de que el piloto no puede vernos?
Yunho
deslizó hacia abajo la cremallera de su pantalón.
—Si
está mirándonos en vez de volar lo sabremos bastante
pronto.
Hay
montañas más adelante.
Levantó
las caderas una fracción para permitirle sacar los pantalones.
Ropa
interior negra había sido una necesidad con su elección
de camisa. La delicada tela lo hacía sentirse hermoso, y por el bajo
silbido apreciativo de Yunho, parecía que también lo aprobaba.
Hasta
entonces, Jae nunca había tenido ni el más remoto interés en
unirse al Club de las alturas, pero si lo hacía, entonces ser
seducido en un jet privado por un dios del amor vikingo sin duda
vencía al ser descubierto en el estrecho baño de un avión
económico, honestamente.
Jaejoong
abrió los ojos y miró los penetrantes ojos de Yunho. Vio
perezosa lujuria, y casi podía escuchar moverse los
engranajes en su cerebro mientras debatía qué hacer con él
primero.
Entonces,
¿por qué tenía que tomar él todas las decisiones, todo
el tiempo?
De
pronto valiente, Jaejoong puso su asiento en posición vertical. Con
satisfacción, notó el destello de sorpresa en los ojos de Yunho, y
entonces el cambio de sorpresa a anticipación cuando se puso de pie
y se dejó caer de rodillas frente a él. ¿Qué sigue?
Jaejoong
se lamió los labios. Yunho se quedó sentado, mirándolo
con una ceja levemente alzada. Los nervios bailaban un tango en su
vientre.
¿Tenía
lo necesario para tomar el control de este hombre en este
momento, hacerlo sentir de la forma en que él lo hacía sentir?
Sólo
había una forma de averiguarlo. Extendió una mano hacia
el botón de la camisa en la base de su garganta y lo desabotonó.
Su ceja se elevó un poco más, mientras sus dedos bajaban más,
abriendo el siguiente botón.
Pop,
pop, pop, y de repente estaba desnudo enseñando sus
cincelados abdominales.
Jaejoong
suspiró con satisfacción, reaccionando de nuevo por cuan
perfectamente esculpido estaba.
¿Cómo
puede alguien tan hermoso no ser vanidoso? Porque él no
lo era. Era seguro de sí mismo y al borde de la arrogancia, pero no
usaba su belleza como un arma en la forma en que muchos estarían
tentados. Solo estaba ahí, listo para chamuscar los globos
oculares de cualquiera cuya mirada se detuviera en él por
más de unos pocos segundos. En estos momentos, Jaejoong estaba
en llamas.
Con
sus uñas, rozó su duro pecho a través del puñado de
pelos castaños hasta llegar a la barrera de la hebilla de
su cinturón. Era a su manera. La abrió en un par de segundos, y
tan pronto como la soltó, pudo sentir su erección esforzándose por
liberarse de sus pantalones.
Saber
que lo había excitado lo excitaba a él también, e
inclinándose, se envolvió alrededor de Yunho para reclamar el
beso que lo esperaba en sus labios. Lenta e intensamente
sexual, la caricia prolongada de su boca acabó con cualquier duda
acerca de su habilidad de tomar el mando por un rato.
Con
un poco de remordimiento, apoyó las manos en sus hombros y lo
empujó hacia atrás en su asiento. Lo tomó bien.
Apoyándose en los hombros, se levantó para cuando Jae puso sus
manos en la parte superior de sus pantalones y los arrastró hasta
sus pies.
¿Cómo
era que Yunho estaba en la única posición comprometedora,
y sin embargo era él quien se sentía más expuesto?
Su
miembro se levantó entre ellos, duro, orgulloso y
delicioso. Jaejoong cerró los ojos por un segundo y tragó,
entonces miró a Yunho a los ojos y se pasó la lengua por su labio
superior.
—Dime
lo que quieres que haga, Yunho —suspiró—. No voy a
hacerlo a menos que me lo digas.
Él
extendió la mano y tocó ligeramente su nariz. —Touché,
Señor Kim.
Ahora acaricia mi pene.
Una
leve sonrisa se dibujó en sus labios cuando se extendió
y lo rodeó con sus dedos. Él se movió en respuesta ante sus manos
sobre él y observó, fascinado, mientras llevaba las manos a
sus labios y humedecía sus dedos con su propia saliva. Su
pene era sólida seda bajo la hábil caricia de sus manos,
sus bolas cálidas y pesadas mientras las acunaba.
Le
dio uno de sus casi imperceptibles guiños registrados. Jae
estaba disfrutando esto, el cambio de poder, usar las
habilidades que él le había enseñado para encenderlo.
Inclinándose, lamió sus pezones y luego bajó la mirada a sus manos
alrededor de la erección de él.
—¿De
esta manera, Señor Jung? —preguntó, y luego tranquilamente
se lamió los dedos de nuevo y entrelazó las manos alrededor de él.
Jesús, era duro. Acarició su longitud, dejando que sus
pulgares se deslizaran sobre la palpitante cabeza con cada barrido
hacia arriba.
Yunho
respondió con un fuerte gemido y empujó su pene más fuerte en sus
manos.
—Vamos,
Yunho —susurró Jaejoong, mareado por la lujuria—.
Explícamelo.
Sus
ojos eran tan oscuros que apenas podía distinguir algo, y el pecho
le subía en reveladoras respiraciones superficiales.
—Chupa
mi pene, Jaejoong. Desliza tu magnífica boca hasta el final.
OMG cada vez mas HOT los capitulos *-* .... Jaejoong aun con un poco de dudas pero cuando están solo los dos es un Jae mas atrevido y sigue todo lo que su gran dios del sexo a sacado de el wuuoo porque no el tomar primero la iniciativa me sorpendio no creo que Jae después de una semana emocionalmente activa deje ese yo atrevido aculto ya no sera mismo y Yunho lo sabe kyya conti conti esta wuuaaoo ....
ResponderBorrarGracias por el cap
Jae vas a ser igual que Yunho en el arte de amar, ya que si tiene un buen maestro le va el dicho "el alumno supera al maestro" y se le a&ade la inocencia y ternura naturales que tiene Jae, el que no va a querer que lo deje es Yunho.
ResponderBorrarGracias
woooooo jaejoong aprende rapidisimo y usa las mismas tacticas q yun. jae tremendo se esta liberando y dejando ver su verdadero yo *q* me encantaaaaaa <3
ResponderBorrarAy dios mio! jajajaja siempre uso la misma expresión cada que termino de leer un capitulo pero es que asdfghjklñ me encanta como va todo.. >< jaja no quiero que acabe la semana! jajaja quiero que Jae se quede con yunho siempre xD
ResponderBorrarOye gaby una pregunta, este es un solo libro o tiene mas? :)
Gracias por la etiqueta!! <3
en cada capitulo se pone mejor y Jae mas atrevido ahora el tiene el mando sobre Yunho bien muy bien
ResponderBorrarGracias por el capitulo
omg sun hot hot wow yunho esta asiendo todo lo posible para que jae no se acuerde de minho y jae por primeras vez toma la iniciativa jajajaj gracias gaby por el capitulo
ResponderBorrarasuu se qedo en la mejor parte asdasdxd jae esta aprendiendo rapido jiji gracias por el capi estuvo super
ResponderBorrartan cachondos los dos. y en las alturas. veremos dónde lo lleva el dios del sexo . gracias
ResponderBorrar¡6 dias sin leerlo! No se como pero lo aguante.......estaba tan ocupada y desgastada que no tenia tiempo.....pero me leere los 6 capitulos acumulados....
ResponderBorrarJaejoong tomo las riendas, que sexy! Tener sexo en las alturas, definitivamente Yunho tiene una lista muy extravagante.......
A donde lo llevara? Chamarra de invierno? Bueno si es un lugar frio no habra problema, Yunho se encargara de darle calor todo el tiempo :3
-continuo-
Como asi yunho sediendo el control?, me sorprendio crei que seria de esos completamente dominantes (aunque no le dio del todo el control) como es que el capitulo acabo ahi? Me tengo que leer el siguiente
ResponderBorrarGracias