sábado, 6 de junio de 2015

Juegos De Caballeros ~ Capítulo 5



Capítulo 5

Jaejoong emergió del elevador hacia el último piso, justo antes de las dos, vestido con un traje verde botella que se aferraba a cada una de sus curvas. Era un traje que no se habría atrevido a usar en su viejo empleo, y por lo que importa, nunca lo hubiera querido. Siendo el asistente personal de Siwon todo sobre trataba de alejar sus desorientadas manos, pero ser el asistente personal de Yunho trajo un completo set de parámetros.

¿Qué haría si las manos de Yunho comenzaran a desorientarse?
Lo cierto es, que comenzaba a sentirse más preocupado de que sus propias manos probablemente serían las que se desviarían. Se dejó caer y giró en su grande y vacía cama, la mayoría de la noche, su cabeza llena de fantasías de Jung Yunho dándole una demostración personal del juguete Lick’n’Love.

Aunque era algo bueno que tuviera algo en que enfocar su mente, porque Minho una vez más le mostró su lado evasivo, por el mensaje en la contestadora esperándolo cuando llegó a casa ayer.

¿Cuál era el punto de llamarlo a casa cuando sabía que se encontraba en el trabajo?
La idea de que lo hizo por esa precisa razón lo acechó en la parte trasera de su mente, pero se rehusó a permitirle controlarlo. No quería tener esa conversación, incluso consigo mismo. Minho era un hombre ocupado, y desde ayer, él también se convirtió en un hombre ocupado.

Jaejoong rodeó el escritorio de recepción con un asentimiento educado hacia la recepcionista, y un pequeño entusiasmo de pertenencia se extendió en su estómago cuando pasó sus nudillos suavemente por la puerta de Yunho.

No necesitas tocar. —Se hallaba justo ahí y le abrió la puerta ampliamente para que pasara. Jaejoong dio un paso dentro de la lujosa oficina, sintiendo como si un león hubiera abierto la puerta de su guarida, atrayéndolo dentro.

Buenas tardes, Yunho —Levantó su mirada y le dio el beneficio de su sonrisa deslumbrante. Hizo un pacto consigo mismo mientras aplicaba cuidadosamente su maquillaje de ojos en la hora del almuerzo. Desde el momento que puso un pie dentro de Jung Corp. ese día, iba a dejar que “el otro Jae” se hiciera cargo, y lo iba a disfrutar bastante.

Jaejoong —murmuró, y la ligera sonrisa en sus labios le dejó saber que su saludo lo complació. Cristo, era hermoso. Todo en negro, desde su bien confeccionada camisa a sus pantalones que se ajustaban hacia abajo,hasta sus botas negras. Estaba cubierto desde la garganta hacia abajo, y de alguna manera lucía más sexy que cualquier otro hombre desnudo.

¿Cómo luciría Yunho desnudo? El escandaloso pensamiento hizo que Jaejoong bajara la mirada a sus brillantes zapatos y deseó que leer la mente no fuera una de las habilidades de Yunho. Aunque no le sorprendería si lo fuera. 

Parecía mirarlo y ver a través de su cuidadosamente construido cascarón, justo a través de un inactivo y sexy hombre que necesitaba despertar de su hibernación. Conocía a Jung Yunho desde hacía menos de cuarenta y ocho horas, pero ya lo había cambiado en más formas que alguien más en toda su vida.

Unos pocos minutos después, Jaejoong miró la pantalla del computador de Yunho mientras colocaba su café junto a él en su escritorio. Por lo que pudo deducir, lucía como una página web de un club, pero no cualquier club en el que alguna vez estuvo. Era oscuro, opulento y gritaba sexo desde cada toma.

¿Es ese uno de tus clubes?
Levantó su café y movió sus hombros. —Sí. El más nuevo de los Clubes INFERNO. Se inaugura esta noche. —Hizo una pausa y lamió sus labios—. Iremos allí alrededor de las cinco en punto.

¿Nosotros? —La boca de Jaejoong se secó.
Yunho asintió. —¿Tienes algún problema con eso?
¿Tenía un problema con eso? Negó con la cabeza. —Supongo que no.
Es solo que nunca he ido a un…

Entrelazó los dedos detrás de su cabeza y se inclinó hacia atrás en su silla, una perezosa sonrisa en su cara. —¿Un qué, Jaejoong?
A un lugar como ese. —Jaejoong gesticuló hacia la pantalla.
No te preocupes. Estarás perfectamente a salvo.

Miró su traje. —¿No estoy vestido un poco inapropiadamente para el club?
Su risa era baja y sugestiva. —Totalmente lo opuesto, de hecho.
Se rió otra vez ante su impactada expresión—. Estoy bromeando. Vamos a trabajar, no a jugar.

Jaejoong asintió y se escapó de regreso a su propia oficina.
No quería ir a un club de sexo con él. Quería ir a un club de sexo con él.

Abrió el programa de correo y comenzó a trabajar, dejando que la rutina de engancharse con su nuevo trabajo calmara sus nervios hechos jirones. Su predecesora hizo funcionar el barco muy ajustadamente, lo cual hizo el trabajo de Jaejoong mucho más fácil y lo detuvo de necesitar pedirle constantemente ayuda a Yunho. Un pitido del computador lo alertó de un mensaje entrante en su bandeja en la pantalla.

—Estas muy callado ahí.
—¿Cuánto ruido espera que un asistente personal haga?
—La anterior era bastante habladora.

¿Qué quería decir con eso? Jaejoong se consumió por saber por qué SoJin tuvo que irse de su trabajo antes. ¿Dormía con Yunho? ¿Salió todo mal?
Ciertamente, no parecía estar cuidando de un corazón roto.

Perdido en sus pensamientos, debió de haberse tomado mucho tiempo para contestar, porque un segundo mensaje destelló mientras se sentaba allí, reflexionando sobre las cosas.

—Se fue para casarse con su novio Francés. Un flechazo, o alguna frase igualmente trillada, que creo usó.

Cristo, de verdad era un lector de mentes. O realmente entendía cómo trabajaba su mente. Jaejoong fue a la oficina de Yunho y tomó su taza vacía.
Eran las cuatro y media.

¿Necesitamos irnos pronto?

Yunho asintió. —No estés nervioso, Jaejoong. Creo que lo disfrutarás si mantienes una mente abierta.

Apreció su intento de asentar sus nervios, pero el hecho de que necesitara tener una mente abierta fue de hecho más preocupante que calmante.

Sólo tomaré mi bolso. —De regreso en su oficina, Jaejoong revisó su teléfono por mensajes. Nada. Suspiró pesadamente. Aún para los estándares de Minho, esto era ridículo. Cambió su celular a modo de espejo y colocó una nueva capa de brillo labial en sus labios, luego se detuvo por un segundo mientras su reflejo le devolvía la mirada.

¿Lucía de alguna manera diferente? ¿Sus ojos tenían un brillo más vivo que lo usual? 
Este trabajo y Jung Yunho hacían que su piel hormigueara con entusiasmo y su sangre fluyera un poco más fuerte en sus venas.

Vamos Jaejoong. Hora de irnos.

Una hora o así más tarde, Yunho acomodó su Aston Martin en un estacionamiento reservado afuera del más nuevo de los clubes de la cadena INFERNO y se giró hacia Jaejoong en el asiento del pasajero.

Este es.

Miró fuera del parabrisas, al brillante edificio y de tiro bajo, y después giró sus amplios y aprensivos ojos a él.
¿Ya está abierto?
Todavía no. Abre a las ocho.

Los ojos de Jaejoong miraron al reloj en el tablero. Casi podía verlo desarrollando cuánto “tiempo seguro” le quedaba.

Yunho se giró para enfrentarlo. —Jaejoong. Estos son negocios. No estamos aquí para jugar, así que sólo relájate, ¿está bien?

Vio su garganta moverse mientras asentía y tragaba fuerte. No lo engañó ni por un segundo con sus actos de bravuconería. Era como un gatito, valiente de vez en cuando, pero mayormente como un malvavisco.

Sus interludios luchadores lo encendían, y quería empujarlo en situaciones que alentaran que el tigre en Jae saliera más seguido. El chico brillaba con potencial sexual sin explotar. Su idiota esposo obviamente no era capaz de ver lo que él veía, o no andaría pavoneándose por el Mediterráneo con alguna golfa con cara de duende.

El hombre debía de tener piedras en lugar de cerebro, o no utilizaba su cabeza para nada. Era obviamente el tipo de hombre que escuchaba su pene en vez de su conciencia.

Salió y abrió la puerta de Jaejoong. —Vamos. Te daré el gran recorrido antes de que abra.

El área de recepción era un mundo lejos de las expectativas de Jaejoong. Más como un sofisticado spa que un club, pensó, mientras Yunho apuntaba hacia los probadores mientras pasaban por las puertas dobles más allá del área de recepción.

Dentro, el club se abría hacia un amplio, extenso y plano espacio, opulentamente adornado con terciopelo berenjena y candelabros recubiertos de oro.

Esta es el área social. —Yunho gesticuló a los diversos rincones para sentarse, un bar y una pista de baile.
Luce como cualquier otro club —murmuró maravillado, sorprendido por la normalidad del espacio—. O una versión más agradable de un club normal.

Aceptaré eso. — Yunho asintió—. ¿Qué esperabas? ¿Algo sórdido? ¿de mal gusto?
Gente usa esta área para hacer amigos, bailar, beber… —Se encogió de hombros.
Justo como un club normal —dijo Jaejoong otra vez, sintiéndose un poco menos intimidado.

Algo así. —El tono de Yunho hizo que lo volteara a mirar curiosamente, pero sólo de encogió de hombros otra vez y le hizo una seña para dirigirse hacia las escaleras abiertas que corrían por un lado de la pista de baile.

Se arrepintió de ir delante de él tan pronto como puso un pie en las escaleras; no sería capaz de evitar tener una vista cercana a su parte trasera, y el traje verde botella de Yoochun estaba hecho para dejar muy poco a la imaginación. Se forzó a si mismo a seguir subiendo con pasos constantes, y cuando se giró hacia él en lo alto de la escalera lo miró con una sonrisa.

¿Qué?
Tiró sus manos a su lado y elevó sus cejas inocentemente.
Nada.
Jaejoong le entrecerró sus ojos.
¿Por dónde ahora?

Yunho colocó una mano en la parte baja de su espalda y lo guió por el corredor. La emotiva decoración de la planta baja continuaba ahí arriba, con una atmósfera oscura y opulenta. Cada puerta por lo largo del corredor se hallaba cerrada, tres en cada lado.

Yunho llegó a la primera, la abrió y Jaejoong miró con disimulo dentro. Y luego, con vacilación, dio un paso dentro y miró.

Está bien. Esto ya no luce más como un club normal —murmuró, mirando la enorme área de la cama en el centro de la habitación y al techo con espejos.

No. —La voz de Yunho se encontraba lo suficientemente cerca para calentar su cuello, y su mano aún abrazaba lo bajo de su espalda—.

Escogimos lo mejor en equipamiento y elementos fijos para hacer nuestras habitaciones lo más cómodas posibles. 
—Jaejoong asintió, demasiado consciente del hecho de que miraba a una gran y sexy cama con Yunho para comentar de la calidad del mobiliario.


Pruébala. Dime si es cómoda.
Jaejoong jadeó y negó con la cabeza.
No te asustes, está sin usar. Esta es la noche de apertura, ¿recuerdas?

Jaejoong sopesó sus opciones. Quería decir no, pero tenía que admitir que también quería decir que sí. Recordó su resolución de divertirse hoy, y dio un paso tentativamente hacia el borde de la cama.

¿Qué haría el Jae sexy? Se hincó en el borde del colchón y trepó hacia el centro, luego giró en su espalda y miró a su propio reflejo.

Contuvo su aliento. El hombre mirándolo de vuelta no era nada como el hombre que usualmente veía. Este chico era sexy, no, sexual. Mejillas rosadas, cabello derramándose sobre el terciopelo berenjena como un chico liberal.

¿Bueno?

Yunho se movió hacia la parte baja de la cama y lo miró, luego alcanzó un botón que hacia vibrar a la cama completa. Se levantó en sus codos, y él rió, bajo e indecente. —Está genial, ¿verdad?

Las vibraciones le hicieron cosas extrañas. Jaejoong se recostó de nuevo y cerró sus ojos, permitiendo que las sensaciones jugaran a lo largo de su columna vertebral.

Empujó su cuerpo hacia ellas, y en respuesta, Yunho subió la intensidad. Podía sentir su cuerpo entero derritiéndose en la cama y mientras empujaba su trasero hacia abajo, las sensaciones eran lo suficientemente fuertes para difundirse por todo el camino entre sus piernas. Jadeó involuntariamente y abrió los ojos, encontrándose con los ojos de Yunho mientras lo miraba.

¿Debería de encenderlo otra vez? —preguntó con compostura, una rodilla descansando en el colchón.

Jaejoong acomodó su traje y se levantó rápidamente de la cama.
Es, mmm, muy cómoda —logró decir, mientras salía de la habitación. 
Jesucristo. ¿Qué le pasaba?

Saltó cuando la mano de Yunho volvió a su espalda baja. Su piel zumbó con conocimiento. Si hubiera escogido ese momento para presionarlo contra la pared, lo hubiese dejado. Habría rogado por más.

Yunho abrió las puertas del resto de las habitaciones por el corredor una por una, pero Jaejoong se aseguró de no hacer más que meter su cabeza y echar un vistazo dentro. 
Lo que estaba bien, dado que una habitación tenía una jaula y grilletes, más una impresionante selección de látigos y otras cosas que lucían siniestras y que no reconoció en la pared.

Otro revelaba una habitación con aire Nórdico, y una más allá parecía algo aburrida en comparación, con su mesa de billar en el centro. Aburrido hasta que la mente de Jaejoong ofreció la idea de Yunho doblándolo sobre ella, captó su mirada y, no por primera vez, sintió como si pudiera ver cada pensamiento dentro de su cabeza.

Mientras el recorrido continuaba, Jaejoong se acostumbró al concepto de cuartos de juegos para parejas, swingers, solteros… lo que fuera que deseasen, lo podían encontrar en esas sombrías habitaciones.

Una larga área de spa dominaba la parte posterior del espacio del segundo piso, con un opulento jacuzzi iluminado con estrellas invitadas y brillantes espejos por todo el alrededor. Era innegablemente fabuloso.

¿Un elegante chapuzón?
Jaejoong tuvo que mirar a Yunho para asegurarse de que bromeaba.
Después del inesperado interludio en la primera habitación, no podía estar completamente seguro.

Probablemente después —se aventuró, y recibió una gratificación instantánea de su expresión de sorpresa—. Estoy bromeando. —Sonrió dulcemente.
Esa es una lástima, corazón.

Jaejoong contuvo el aliento ante su casual palabra de cariño. Viniendo de él, ese altísimo vikingo, era tan sexy que nublaba su mente. Se sentía demasiado atraído por Jung Yunho, y en ese simple momento de claridad tomó una decisión.

Si no se dejaba a sí mismo tener a este hombre, pasaría toda su vida preguntándose qué hubiera pasado si lo hubiera hecho. Minho se alejó de él tanto en cuerpo y mente desde hacía mucho tiempo. No más.

Yunho quitó el seguro de la puerta de al lado, lo dirigió a una trayectoria de escaleras separadas de su suite privada en el piso de arriba.

El área frontal tenía un escritorio, con parafernalia de oficina de un lado y una estancia con suntuosos sofás y una enorme televisión en otro lado. Un par de puertas dobles se hallaban abiertas al final de la habitación para revelar una habitación decadente al fondo.

Jaejoong se movió silenciosamente hacia adelante para pararse en el umbral y sus ojos miraron la inmensa cama, el masivo espejo con cantos dorados inclinándose contra la pared, la puerta abierta permitiéndole una vista hacia un baño estilo hotel y azulejos seleccionados.
Esto era.

Ahora o nunca.

15 comentarios:

  1. Ese Jaejoong.. debe dejarse llevar un poco mas!
    jaja aunque debo decir que es raro el hecho de que Jae se maquille o se ponga algo en los labios JAJA xD
    Ya quiero el próximo <3
    Gracias!!*O*

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  2. Ya vas Jaejoong! xD Joder! Que si yo tuviera cómo jefe a Yunho, y además, me tirara el calzón(? ya estaría estrenando la suite

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  3. OH si es tu gran oportunidad si no lo aprovecha te arrepentirá estoy segura así es que Jae déjate llevar y que Yunho haga el resto verás que te fascinara
    Gracias por el capitulo me encanta y quiero mas

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  4. Oh! De verdad lo hara? Uff suerte! A ver si no se retracta, digo tiene al frente al Dios del sexo.....se necesita valentia........y el es un gatito.....ese leon ncesita liberarse...llevara tiempo.....
    "Corazon" que hermoso se escucho *u*
    Creo que Yunho si lee su mente....al menos sus expresiones y lenguaje corporal....eso ha de ser aterrador, mas cuando andas pensando "cosas" indecentes sobre tu jefe....^^
    Se me hizo bien cortito, creo que es por que se quedo tan interesante.......defenitivamente esperare lo ma que pueda en la madrugada......
    Yunho tiene razon Minho tiene piedras en vez de cerebro......oh y Jae por fin va a dejarlo de lado.....babo! Lo que se perdio.....
    Gracias.......(^^.)>

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  5. ese JJ que se debe de ser modosito y le de la bienvenida al yunhotron de una buena vez XD

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  6. si Jae es ahora o nunca, su esposo no lo merece y Yunho esta mas que dispuesto para consolarlo ja ja ja aj
    gracias por el cap

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  7. eso es mi Jae desatate olvidate de ese vergo que tienes x esposo que no vale la pena haz sentir a Yunho como nadie lo ha hecho sentir y que se vuelva mas loco x ti de lo que ya esta jajaja gracias x compartir

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  8. ya pop jae dale alegria a tu cuerpo con yunho jajajja gracias por el capitulo

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  9. Vamos Jaejoong déjate llevar por ese sexy jefe deja que ese lado travieso salga mas seguido es ahora o nunca ..

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  10. OMG jae lo hara? O.O siiiiii hazlo Jaejoong no t arrepentiras

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  11. waaatttt!!????? que Jae seducirá a Yunho ahora???' pero y esto qué es?? cómo así tan de repente?' ya se que se tienen unas ganas tremendas pero de eso a que Jae decida tener a Yunho porque sino se arrepentirá, me parece muy precipitado.
    por qué no primero deja al mustio de su marido y después va a por todas con Yunho??
    qué saldrá de todo esto?? solo un revolcón placenterísimo o un corazón roto??? al de Jae me refiero.

    gracias por la actu Gaby

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  12. Que dificil situacion para Jae, el ser tan recto y tener la tentacion tocando queriendo entrar y el dejando que
    Lo haga pero con vagos remordimientoos de la traicion, pero la culpa la tiene Minho pues si atendiera a Jae como debiera y no lo estuviera ttaicionando no pasaria esto por muy tentacion que fuera.

    Gracia

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  13. Omonaaa vas jaejoong!!.. Tu datelo que minho no ismporte para nada xD
    Que pasara en esa habitacion?
    Asi nada mas pasaran las cosas?
    Me largo a leer el siguiente capitulo
    Gracias

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  14. Omonaaa vas jaejoong!!.. Tu datelo que minho no ismporte para nada xD
    Que pasara en esa habitacion?
    Asi nada mas pasaran las cosas?
    Me largo a leer el siguiente capitulo
    Gracias

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