jueves, 25 de junio de 2015

Juegos De Caballeros ~ Capítulo 25



Capítulo 25 +18

Había oscurecido cuando Jaejoong abrió los ojos de nuevo, y la luz del fuego llenaba la sala de sombras doradas bailando.

Estaba increíblemente cómodo, arropado en piel, y un pequeño pero delicioso estiramiento confirmó que el tapón anal seguía metido en su interior. 
¿Dónde estaba Yunho? Se apoyó en un codo y miró alrededor de la habitación vacía. Sus ropas estaban todavía en el suelo, y la pequeña botella de vidrio de aceite neroli colocada en la mesa de café.

Un sendero de puntos al sexo más sensacional de su vida, justo ahí.
La puerta se abrió y apareció Yunho con dos tazas humeantes en las manos.

Estaba a punto de despertarte. ¿Siempre duermes tan profundamente después del sexo?

Jaejoong se irguió para sentarse y metió la manta debajo de sus axilas.
La taza caliente que Yunho le entregó tenía encima crema y virutas de chocolate, y deliciosas ráfagas de chocolate caliente mezclado con alcohol llenaron sus fosas nasales.

Me agotaste. —Metió el dedo en la crema y lo chupó.
Naturalmente. —Se encogió de hombros.

Usaba los jeans gastados y nada más, Jaejoong admiró la forma en que la luz del fuego acentuaban los músculos esbeltos a través de sus hombros.

¿Por qué él? Era un hombre que podía seleccionar, así que el por qué se había enfocado precisamente en él era un misterio que no tenía el coraje suficiente para resolver. ¿Era sólo que se había metido en su haz principal? La idea de que cualquiera que hubiera conseguido el trabajo como su Asistente Personal estaría aquí en este momento revoloteó en su mente, pero la descartó.

Independientemente de lo que Yunho podría ser, no parecía el tipo de persona que follaba sólo por el beneficio de eso. Por placer, sin duda, ¿pero sólo porque había un hombre en torno a él a quien no había tenido todavía? No. No albergaba esperanzas y sentimientos de amor, pero tenían una conexión innegable que era algo más que físico.

El sexo con Yunho era... inmersión. Se sentía saturado de él, inundado hasta los huesos con la lujuria cada vez que lo tocaba. Estaba tocándolo ahora, masajeándole el tobillo mientras se sentaba en el extremo del sofá con la taza en la mano. Jaejoong tomó un sorbo de su chocolate humeante y vio el fuego.

Cuando la mano se movió un poco más alto para frotar el músculo de la pantorrilla, estiró la pierna hacia fuera sobre su regazo.
Gracias —dijo, en voz baja.
Yunho se volvió para estudiarlo.
¿Por qué?

Jae inclinó la cabeza, señalando la habitación, el momento, el escenario más allá de las ventanas oscuras.
Por esto. Por estar aquí.

Yunho acarició la suave piel de la parte posterior de la rodilla.
Es un placer. Y para ti también, si no me equivoco.
Bebió un sorbo de chocolate, el brandy en él fuerte y fortificante.
Nunca he conocido placer como este.
Bueno. —Asintió—. Como debe ser. —Sus ojos no encontraron los suyos mientras masajeaba la rodilla, ausente, y por unos tranquilos minutos pareció a un mundo de distancia—. Bébelo. Hay algo que deberías ver.

Jaejoong estaba de pie en la terraza con vistas al fiordo, su cabeza inclinada hacia atrás a los cielos con asombro. Envuelto en la sábana de piel para protegerlo del aire frío, lo único que notaba era la sobrecarga majestuosa astral.

El oscuro cielo nocturno estaba vivo con rayas mágicas de colores. Mechones blancos etéreos salpicados con brillantina rosa alrededor de bailarines fantasmas verdes luminosos, grandes franjas de luz que burbujeaban y rodaban como si fueran mezclados desde arriba por una bruja invisible. Era fácilmente lo más impresionante que Jaejoong había visto en su vida.

Vaya —susurró. Era insuficiente, pero la visión lo dejó casi sin palabras—. Hermoso.
Muy especial, ¿eh?

Quería responder, pero descubrió que no podía. De pie bajo la gloriosa presentación de la naturaleza, las palabras le fallaron. Este mundo estaba tan lejos del suyo, uno más grande, uno mejor donde los maridos infieles y matrimonios rotos no importaban. 

Estos amplios cielos ondulantes alcanzaron y tocaron su corazón, realizando su baile elegante para Jae. No se dio cuenta de que había lágrimas en su rostro, hasta que probó la sal en sus labios. Finalmente, se volvió hacia Yunho detrás de él.

¿Siempre es así?
Negó con la cabeza. —Es bastante pronto en el año para nosotros. Las noches llegan más rápido aquí ahora, sólo vemos la Aurora en los meses más fríos.

Miró hacia arriba de nuevo, ansioso por ver más, y luego miró hacia abajo cuando un zumbido comenzó detrás de él. Las aguas previamente inmóviles del jacuzzi cobraron vida, las burbujas de vapor caliente iluminadas por luces bajo el agua evocando los cielos. Yunho estaba junto al jacuzzi, una botella de champaña y dos copas extendidas en sus manos.

Era una invitación que ningun chico podía rechazar. Un hombre hermoso, y un jacuzzi caliente bajo un cielo pintado por una gama siempre cambiante de la brocha de la madre naturaleza. Ya bañado en una embriagadora sensación de liberación, Jaejoong dejó caer la manta de piel al suelo y caminó por la cubierta hacia él.

Observó a Jaejoong cruzar hacia él, desnudo y libre, perfectamente enmarcado por las montañas y el cielo neón brillando detrás de él. Le recordaba a una criatura mística, como si hubiera salido recientemente de las aguas del fiordo y a su cubierta. Una fantasía viviente.

No tenía la menor idea de lo glorioso que era, y mucho más ahora que se había quitado la mortaja gris de la infelicidad que se había puesto sobre los hombros como un manto invisible la primera vez que había entrado en su oficina. Lo tenía por un día más, e iba a hacer que cada segundo contara.

Jaejoong se hundió en las burbujas celestiales mientras Yunho se quitaba los jeans. Se veía tan perfectamente cómodo al desnudo, su estado natural. Se acomodó en el asiento sumergido bajo el agua, recordando otra vez la presencia del tapón anal cuando se movió profundo en su interior. Se removió, disfrutando de la nueva sensación oscura de la plenitud, de manera que lo presionó contra la parte posterior de su próstata.

Estaba en las preliminares sin manos, haciendo todo aún más atractivo por el hecho de que la mirada en los ojos perspicaces de Yunho le dijeron que sabía exactamente lo que estaba sintiendo. Cuando comenzó de nuevo el hormigueo de la excitación sexual, Jaejoong se maravilló de cómo su cuerpo anhelaba continuamente más de este hombre. Lo hacía insaciable.

Entonces, dime. ¿Qué piensas del tapón?
Sus dedos se deslizaron suavemente sobre la nuca de Jaejoong mientras se acomodaba a su lado en el calor del agua. Jaejoong se retorció en su asiento, demasiado consciente de su tacto y los chorros calientes de agua burbujeando debajo de él. Cuando se movió, se roció directamente entre sus muslos, y no pudo evitar separar un poco las piernas. Se sentía tan condenadamente bien, como un masaje íntimo y secreto.

Se movió de nuevo y el agua golpeó su miembro. Yunho le lamió la oreja, sus dedos jugando distraídamente con sus duros pezones.
Su boca abierta se deslizó por su cuello. 
—Sólo deja que suceda.

Cerró los ojos mientras Yunho se estiraba detrás de él y aumentaba la intensidad de los chorros. Jesús. La anticipación de su orgasmo tensó su cuerpo. Dejó caer la cabeza sobre el brazo de Yunho, disfrutando de sus manos sobre sus pezones mientras se construía la liberación que sólo un orgasmo podía darle.

Sacudió su cuerpo en el asiento, incansablemente buscando la intensidad suficiente para empujarlo sobre el borde. El tapón se movió dentro de Jae, una plenitud sexy que era aún más deliciosa por seguir siendo desconocida.

Yunho se encontró con su mirada y la mantuvo, y luego se pasó la lengua por los labios entreabiertos. Era todo lo que necesitaba. Jaejoong gimió suavemente cuando se vino fuerte y rápido, el éxtasis aún más intenso por compartirlo cara a cara con Yunho. Se movió más cerca y lo besó, lentamente y con la boca abierta mientras su cuerpo pasaba de tenso a relajado en sus brazos.

Jaejoong cerró los ojos y se entregó a las sensaciones. Las ondas y las burbujas del agua tibia. El roce de la lengua de Yunho en su boca, y la presión rítmica de su pulgar, adelante y atrás sobre su caja torácica. La sensación de su corazón martillando lentamente en su pecho mientras su cuerpo se acomodaba contra el suyo.

Los cielos del caleidoscopio estaban allí cuando abrió los ojos y miró hacia arriba. Era un cuento de hadas, pero uno para mayores de edad. Una fantasía, tal vez. No la vida real, de todos modos. Jaejoong no podía imaginar cómo su antigua vida posiblemente aún podría estar esperándolo en Corea, un simple par de zapatillas comparado al estilo de vida sexy que había llevado junto a Yunho la última semana.

Por mucho que no los quisiera, los dedos huesudos de la realidad lo pinchaban, empujes afilados que lo hicieron suspirar pesadamente. Abrió los ojos y lo encontró mirándolo.
¿Qué estoy haciendo aquí, Yunho? Ya no reconozco mi propia vida.
¿Eso es algo malo?

Jaejoong retorció su cabello húmedo colocándolo en un bucle sobre un hombro. —Esta semana ha sido... —Buscó las palabras para resumir lo que el cambio cataclísmico de la semana pasada había sido para él—. Ha sido increíble, pero tengo que ir a casa y enfrentar la realidad el domingo.

Yunho giró el bucle de su cabello alrededor de su mano.
Lo harás. Pero por lo menos ahora sabes que hay otras opciones.
¿Existen realmente? —Buscó las respuestas en su expresión abierta—. ¿Cómo puedo seguir trabajando para ti después de esto? —Miró alrededor a la belleza celestial sobre su cabeza, y las cadenas montañosas sombreadas—. Este es tu mundo, Yunho. Es real para ti.
Para mí, es solo una semana de fantasía.

Sólo si quieres que lo sea. Todavía necesito un Asistente Personal, Jaejoong, y estás perfilándote para ser muy bueno en eso.
Casi no he hecho ningún trabajo —señaló en voz baja.
Por el contrario. Has superado mis expectativas por bastante, de alguna manera. 
—Los ojos de Yunho brillaban con diversión mientras descorchaba la champaña y lo vertía.

¿Este siempre fue tu plan? —preguntó—. ¿Me empleaste porque me viste como un esposo aburrido listo para descarriarse?
Rió bajo en su garganta y apoyó la cabeza en el borde del jacuzzi, los ojos fijos en el cielo moviéndose.

No. Te di el empleo porque besaste los sobres antes de enviarlos por correo, y porque me sorprendiste. —Hizo una pausa y cerró los ojos—. Me gusta la gente que me sorprende.

Jaejoong frunció el ceño, consciente de que no sabía prácticamente nada sobre este hombre enigmático. Con los ojos ocultos y la cabeza inclinada hacia atrás, se veía completamente relajado, como uno con su entorno. Pero, de nuevo, eso no era del todo sorprendente si su corazonada sobre él era correcta.

¿Por qué Noruega, Yunho? —Sus dedos se arrastraron sobre la curva definida de su hombro mientras bebía su champaña.
¿Por qué no aquí? Me gusta la privacidad. —El endurecimiento imperceptible de su mandíbula desmentía la ligereza de su tono.
Es magnífico —murmuró Jaejoong—. ¿Pero hay algo más que eso?
¿Qué estas preguntando, Jaejoong? —Yunho abrió los ojos y se encontró directamente con su mirada.

¿Es este lugar un hogar para ti? Quiero decir... ¿creciste aquí?
Yunho tomó un trago grande de su copa de champaña y luego bajó con cuidado intencionado.
Me fui de Noruega en mi cumpleaños décimo octavo. Seúl es mi hogar ahora.

Jaejoong deseaba que lo mirara, pero sus ojos estaban fijos en el cielo que se desplazaba. Ya había sentido que este lugar, este país, ambos eran parte integral del hombre que era, pero no podía entender sus sentimientos por él. Tenía una hermosa casa aquí, así que seguramente tenía que ser aficionado a ella, sin embargo, había una dureza en su postura y un acero en la posición de la mandíbula que sugería lo contrario.

¿La extrañas cuando estás en Corea? —Jaejoong asumió que debería. Era demasiado hermosa para no hacerlo.
Yunho tomó la botella de champaña. —No lo hacía, no por mucho tiempo.
Entonces, ¿qué cambió?
Comencé a hacerlo, supongo. —Se encogió de hombros sin comprometerse—. Crecí.
¿Así que supongo que debes tener familia aquí? Padres, hermanos y hermanas... ¿los visitarás? —se interrumpió vacilante, consciente de que lo estaba presionando por información que no estaba necesariamente dispuesto a compartir.
No. Esta visita siempre fue sólo para follarte.

Jaejoong negó con la cabeza y se rió un poco, a pesar del hecho de que estaba descaradamente tratando de sacar la conversación de ese rumbo.
Podríamos haber hecho esto en casa.
Sí, pero aquí no puedes escapar de mí.
¿Quién dijo que quiero hacerlo?
Yo lo hago. Sigues siendo tan buen chico en el fondo, Jaejoong. En casa habrías retrocedido a ello a cada rato. Aquí eres libre de ser la persona que quieres ser, el hombre maravilloso que puedes ser.

Jaejoong asintió lentamente. Su razonamiento era sensato. Estar aquí había roto sus apegos a casa —al menos por el momento— y la ausencia no le había hecho que en su corazón creciera el apego.
Todo sigue ahí esperando por mí, sin embargo. —Suspiró profundamente—. ¿Qué voy a hacer con todo, Yunho?
¿Qué quieres hacer?
Jaejoong exhaló despacio y sacudió la cabeza, su mente muy lejos, en Corea.
No lo sé. Tengo que hablar con Minho, supongo, sobre su aventura, y ahora sobre la mía.

La boca de Yunho se torció hacia un lado. —No cometas el error de pensar que eres igual a él, Jaejoong. Si hubiera sido un verdadero esposo, no estarías aquí ahora.
¿Cómo puedes saber eso?
Porque eres indulgente y amable, y bueno. Todas las cosas que él no es.

Jaejoong notó cada cumplido, pero no se sentía ninguna de esas cosas. Era un tramposo adúltero, exactamente igual que Minho.
Tú no lo conoces, Yunho... no es una mala persona.
Se encogió de hombros. —No tengo que conocerlo para comprenderlo.

Jaejoong alcanzó su copa y tomó un gran trago de champaña, pero el vino espumoso y las vistas deslumbrantes no podían calmar el torbellino de emociones en su interior.

Yunho miró el perfil de Jaejoong, la posición abatida de su boca, y esa misma expresión torturada y aburrida en sus ojos que había visto la primera vez que lo había conocido. Sólo hablar de su marido había sido suficiente para pintar al instante sombras en su rostro.

¿Qué estaba considerando hacer otra vez? ¿Qué iba a hacer escuchando su confesión de una aventura por un periodo de más de dos años?
La única cosa que quería hacer justo en ese momento era poner de nuevo el brillo en sus ojos.

Extendió la mano y le llenó la copa, luego se deslizó bajo el agua burbujeante y resurgió de rodillas cara a cara con Jae.
Creo que es hora de que quite esa bellota.

Las lágrimas no derramadas todavía brillaban en sus pestañas, pero una risa temblorosa burbujeó en su garganta a la tensión rota. Podía ver su confusión, y podía sentir su miedo, y sólo quería hacerlo más fuerte, más resistente y listo para pelear. Si dependiera de él, se habría encargado de su esposo, de una manera u otra, y lo habría acabado ya —y podría hacer que sucediera— pero sabía que ese no era el tipo de resolución que Jaejoong quería.

Sus pezones se balanceaban rosados y juguetones delante de él, y bajó la cabeza para tomar uno en la boca. Cristo, Jae era sexy. Rodó su lengua alrededor de la protuberancia rosa, disfrutando de su gemido satisfactorio cuando cerró los labios sobre el pezón y lo chupó. Su pene se puso rígido cuando el pezón se volvió roca en su boca, tensándose y presionándose por más atención de su lengua chupando.

Cuando levantó la vista, encontró sus ojos cerrados, lágrimas húmedas en sus mejillas y el labio inferior enganchado detrás de sus dientes. Parecía atrapado en algún lugar entre el éxtasis y la desesperación, y tenía que inclinar la balanza en la dirección correcta.

Subió por su cuerpo y cubrió su boca con la suya, un beso lento pensado para ahuyentar los demonios persistentes de su mente. Por la forma en que su lengua respondió a la suya y sus manos se deslizaron en su pelo, sabía que lo había conseguido. Se arqueó contra él ahora, su pecho contra su pecho, su pene entre sus piernas.

Pero se trataba de Jae. Sobre hacerlo sentir querido, acerca de hacer sus ojos brillar con satisfacción en lugar de lágrimas. Cuando balanceó sus caderas hacia delante y lo invitó a entrar, Yunho aceptó sin pensar o preguntar. Acunó su cuerpo en sus brazos y empujó lentamente, sintiendo su estrechez envolver cada centímetro de él.
Cerró los ojos, y él los besó.

El cuerpo de Jaejoong fluyó a su alrededor como la seda, y no se sentía como follar.
Se sentía como una conexión, reconfortante, y como otras sensaciones a las que nunca le importó darle nombre. Deslizó sus brazos alrededor de su cuerpo bajo el agua mientras sentía el comienzo de su orgasmo, y cuando Jae se vino Yunho se puso de pie y empujó duro, sus hábiles dedos masajeando el tapón en su interior.

Yunho perdió el control mientras las caderas de Jaejoong se molían duro contra las suyas, mientras el pulso erótico y frenético de su orgasmo alrededor de su pene lo hizo venirse con él. El agua caía en torrente de sus cuerpos calientes cuando se calmaron, y Yunho quitó con cuidado el tapón de su trasero extendido. Jaejoong hundió la cara en su cuello, exhausto, y durante unos segundos, Yunho sólo mantuvo su calidez cerca contra la suya y vio el espectáculo de luz sobre su cabeza.

No era un hombre dado al romance, pero el peso ideal de este hombre en sus brazos y la majestad de los cielos sobre ellos lo llenaron de una inesperada sensación de paz.

Momentos más tarde lo llevó a través de las tranquilas habitaciones de su casa con la cabeza en su hombro, y para el momento en que lo colocó sobre la cama, estaba dormido, rastros de lágrimas sólo visibles en sus frías mejillas rosadas. Cuando apartó un mechón de cabello de sus ojos, Jae suspiró y volvió su cara hacia su mano, buscando consuelo en su contacto incluso mientras dormía.

Emociones enterradas por mucho tiempo se abrieron paso hasta la superficie mientras se enroscaba a su alrededor y envolvía su cuerpo con el suyo.

Consuelo, más dulce de lo que jamás había encontrado en el toque de una pareja.

Miedo, más puntiagudo de lo que había sentido por nadie desde el día que su madre murió.

Ira, más aguda de la que había sentido desde la última vez que puso los ojos en su padre.

La bilis le subió a la garganta al pensar en el hombre cuyas acciones habían llevado a su madre a la muerte.
¿Cómo se atreve el marido de Jaejoong a empujarlo a esto?
¿Cómo podía ponerlo en riesgo por causa de una emoción barata?

Mientras el esposo de Jaejoong y el padre de Yunho encajaban juntos en su mente, apretó su agarre alrededor de su flexible manera de dormir. El edredón se colocó suave y caliente sobre sus hombros, y luchó para igualar los latidos de su corazón con el patrón de respiración lenta y constante de Jae.

Sólo había un pensamiento en su mente mientras el sueño lo reclamara.
Protegería a este maravilloso hombre.
No le fallaría de nuevo.

11 comentarios:

  1. me encanta la forma de Yunho de cuidar y proteger a Jae si cuida de el ya que su marido no lo hizo tu si lo aras muy bien
    y no lo folles nunca mas mejor as le el amor a ese hombre que te a robado el corazón
    Gracias por compartirlo

    ResponderBorrar
  2. Oh Yunho se esta enamorando.. ........no solo es el placer que le da el tener sexo con Jae, es mas, es su compañía, lo que experimenta al estar con el.. ....Oh, pobre Jae no puede dejar de pensar en que es igual a Minho, y no es asi.. ...su "esposo" fue el causante, si el no le daba lo que debió, le negó atencion, y amor -y claro placer- espero y Yunnie le haga ver que no es el culpable.. ....
    Solo son 32 verdad, Oh solo faltan 7 capítulos. ...
    Gracias. ....

    ResponderBorrar
  3. uu que romantico y yunho a un que no quiera se esta enamorando jae y jae tiene sentimientos encontrados por el se caso para toda la vida enamorado el fallo fue minho que tiro su matrimolia al viento graciasgaby besos

    ResponderBorrar
  4. Kyaaaaa yunho esta enamorado *.* lo quiere proteger. Jae ya es alguien muy importante en la vida d yunho. Quiero ver q hara yunnie cuando vuelva el descarado XD. Gracias por el capítulo

    ResponderBorrar
  5. Yunho esta enamorad de Jae, esta experimentando sentimientos que no ha sentido por nadie, pero también recuerdos dolorosos por la vida de su madre y que ahora Jae sufre lo mismo al lado de ese marido que no lo supo cuidar, pero así es esto Jae tiene que ser de Yunho en su totalidad.
    Gracias

    ResponderBorrar
  6. Yunho se enamoro de Jae, lo quiere proteger, no quiere que le pase lo de su madre. Me encanta eso. Gracias y espero el próximo capitulo

    ResponderBorrar
  7. oh oh,,, Yunho se está enamorando sino que está ya enamorado. él tiene una mezcla muy grande de odio a su padre y lo refleja en lo que le hizo el marido de Jae a Jae, por eso quiere protegerlo. pobre Yunho y pobre Jae. tanto uno como el otro deberán antes resolver sus problemas personales antes de querer estar y construír algo juntos. muy buen capítulo. gracias Gaby

    ResponderBorrar
  8. waaa eso de qerer protegerlo me suena a q yunho se nos esta enamorando siiii ...jae dejate proteger y amar ,espero q olvide a minho ahh despues de q pase la semana ya no qedara nada del inocente jae ..jae se ha vuelto adicto a yunho gracias gabyy!

    ResponderBorrar
  9. No hay marcha atras sr. Jung.... Se esta enamorando (por lo menos a eso me suena)
    Pero ya se les va a acabar la semana y volveran a la realidad, realmente jae dejara de trabajar para yunho?
    Gracias

    ResponderBorrar