lunes, 22 de junio de 2015

Juegos De Caballeros ~ Capítulo 22



Capítulo 22 +18

De vuelta en la sala, Jaejoong se alegró de ver el crepitar del fuego recientemente hecho en la chimenea. El aire de afuera traía consigo una ventisca helada mientras se quitaba sus zapatos y se paraba junto al fuego para calentarse el trasero.

Yunho se sacó su chaqueta y paró frente a él con el fin de desenroscarle la bufanda, y luego bajar el cierre de su abrigo para finalmente sacárselo fácilmente por los brazos. A pesar de la perdida de una capa de ropa, Jaejoong se sentía más caliente que frío, una combinación del efecto del fuego y del deseo que siempre tenía cuando miraba a ese hombre.

Todo el personal se ha ido a casa. —Yunho acarició con la punta del dedo su clavícula.

El significado tras sus palabras era claro. Estamos solos aquí, podemos hacer lo que sea que queramos. El fuego que calentaba sus espaldas no era nada comparado al fuego encendido en su vientre por sus palabras. Los ojos de Yunho se deslizaron sobre su hombro, y sin girarse, Jae sabía qué era lo que estaba mirando. La bellota. Sus ojos regresaron a los suyos, un brillo de diversión en ellos mientras pasaba su mano detrás de él y le acariciaba el trasero.

Ahora desnúdate y agáchate.
Los ojos de Jaejoong se agrandaron en alarma, pero Yunho sacudió la cabeza.
Estoy bromeando, Jaejoong. —Su mano seguía aferrada a la parte trasera de sus jeans—. ¿Aún no has aprendido a confiar en mí? —Su otra mano se desplazó para jugar con el botón superior de su camisa—.

Para el momento en que vayamos a usar esa bellota, rogarás por ello.
La mirada de Jaejoong se detuvo en su boca. No dudaba de él ni por un segundo. Sus labios se abrieron un poco, y Jae se inclinó más cerca. Nariz contra nariz, respiración con respiración, hasta que vio que sus ojos se iban a la deriva un segundo antes de que su boca tocara la suya.

El deseo lo recorrió mientras Yunho se tomaba su propio tiempo con el dulce beso, sus manos acariciando su cuerpo mientras su lengua danzaba un lento tango con la suya. Jaejoong sintió que sus pezones se ponían duros mientras las palmas de él le rozaban la punta, así que buscó los botones para quitar las barreras de ropa. Quería tener sus manos sobre su cuerpo.

¿Demasiado calor, Señor Kim?
Yunho lo ayudó a quitarse la camisa y también se deshizo de la suya, luego se detuvo para pasar un dedo por la pretina de sus pantalones —¿Debo quitar esto también? —Jaejoong tuvo la clara impresión de que la pregunta no requería respuesta, pero decidió seguirle el juego.

Todavía tengo bastante calor —dijo, batiendo las pestañas.
Yunho lo desabrochó con confianza.
¿Mejor? —Deslizó los pantalones por sus piernas, dejándolo casi desnudo—. 

He decidido que puedes quedarte con el rubor —dijo Yunho—. Eres más como un melocotón maduro que nunca. Carne cremosa… —Sus dedos recorrieron su garganta y llegaron a los pezones—. Y rosa justo aquí. —Hizo círculos con su pulgar alrededor de él—. Y aquí. —Su mano restante se encargó del otro pezón, jugando con ellos delicadamente.

Jaejoong lo miró, enloqueciendo ante el placer carnal en sus ojos mientras miraba su cuerpo. Y entonces los ojos de Jae se posaron en las cuerdas de su cuello, sobre la hermosa definición de sus hombros, los contornos de granito de sus musculosos abdominales, y fue su turno de ser seducido.

Yunho era alguien por quien babear a la vista, sexy, y los dedos de Jae habían encontrado el botón superior de sus jeans por propia voluntad.

Jae levantó los ojos hacia su rostro y lo vio apreciando la situación, entonces él tomó sus jeans y lo miró en acción. Jaejoong liberó el segundo botón de su ojal, y Yunho hizo lo mismo con el más mínimo movimiento de cejas. Cuando Jae abrió el tercero supo qué esperar, y segundos después ambos se ayudaron a quitarle los jeans al otro.

Yunho terminó primero y se quitó la ropa interior al mismo tiempo, e incluso a pesar de que ya lo había visto, Jaejoong tragó duro ante la vista de su pene. Él estaba duro y listo, tal como Jae esperaba. ¿Cuándo no?

Sólo se dejó puestos sus bóxers negros, tanto por la emoción de que fuera Yunho quien los retirase, así como por modestia.
¿Necesitas algo de ayuda con eso? —Los dedos de Yunho se deslizaron bajo la tela.
Jaejoong asintió y se mordió el labio. —Creo que podría necesitarla.

Yunho pasó sus dedos sobre el material, suavemente sobre su trasero, explorando entre sus piernas. Jaejoong cerró los ojos y deseó que se los quitara, sin embargo él no parecía tener prisa. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando colocó un brazo tras su rodilla y el otro detrás de su espalda, levantándolo en brazos. Era algo tan primitivo, y tan sexy encontrarse presionado contra su pecho, que enrolló los brazos alrededor de su cuello y se aferró con fuerza.

Yunho lo sostuvo como si pesara menos que el aire y por un segundo, sintió que era como una damisela en apuros siendo rescatada de las fauces del dragón. Excepto que en ninguna película de peligros había visto al héroe con la cabeza desnuda de su erección presionándose en el trasero de la damisela.

Su boca era una tentación, justo allí y estaba lista cuando Jae alzó la cabeza. Apretó los brazos alrededor de su cuello y se empujó para que él lo besara, un suave y lento roce de su boca que lo dejó queriendo más, un lánguido toque de su lengua que lo dejó mareado. Sus dedos se deslizaron en su cabello y así mantuvo su boca contra la de Jae, mientras éste se movía en sus brazos para sentir el roce de su pene un poco más.

Era un preludio, y él ya lo tenía arqueado para el evento principal.
Yunho se arrodilló suavemente y lo acostó sobre la enorme alfombra frente a la chimenea. Jae movió su espalda contra la suave sensación. Yunho se giró bruscamente hacia la mesa de café y abrió el cajón inferior para sacar algo. Cuando se volvió, Jaejoong vio que se trataba de una pequeña botella.

Date la vuelta.

Jae se sentó, y entonces se detuvo mientras sentía su pene justo ahí, irresistible. Bajó la cabeza y lo lamió, luego deslizó su boca sobre éste y tomó su miembro dentro de la misma. Yunho gimió en agradecimiento, sacudió sus caderas y le acarició el pelo. Jae sintió que se ponía más duro, entonces él enroscó el cabello en sus dedos y le apartó la cabeza.

No todavía, príncipe. —Se inclinó y lo besó para alejar la decepción, soltándole el pelo—. Recuéstate y date la vuelta.

Jaejoong se dejó caer sobre la alfombra y se volcó sobre su frente, sus manos haciendo de almohada bajo su barbilla y el calor de anticipación en sus piernas. Yunho dio un rápido beso contra la parte baja de su espalda, y luego se movió a horcajadas sobre sus muslos. Mientras se sentaba, la punta de su erección empujó contra su trasero cubierto, un recuerdo de lo que estaba por venir.

Las gotas de un aceite para masajes cayeron de a una, dos, tres por su espalda, y luego el mismo goteo cayó sobre sus hombros. El exuberante aroma a naranja tiñó el aire mientras Yunho dejaba la pequeña botella en el piso cercano a su rostro, entonces los ojos de Jaejoong deambularon hasta la etiqueta negra. Aceite para Masaje Sensual Neroli. El ahora conocido logo plateado de Jung Corp. estaba discretamente impreso sobre la parte inferior, una pequeña y brillante estrella sobre la “u” del nombre.

En su nombre. Jung Yunho, el nombre detrás del logo, y en ese momento el hombre detrás de Jaejoong. Sus manos bajaron por su espalda, haciendo movimientos largos, asegurándose de trabajar el aceite contra su piel. Sobre sus hombros, era ligero como una pluma, y sus dedos iban a ritmo sobre su columna, entonces bajó de nuevo uno a uno hasta la parte superior de su ropa interior.

Siguió bajando por lo que éstos cruzaban por encima de sus muslos, y Jaejoong instintivamente movió su trasero desnudo. El hecho de tener su carne expuesta se sentía mucho más indecente que la simple razón de estar desnudo. Las cálidas y resbaladizas palmas de Yunho se deslizaron sobre sus nalgas y las apretaron, sus pulgares pecaminosos se deslizaron dentro de la costura con cada nueva contracción de sus dedos.

Cada vez que pasaba sobre la apretada y pequeña entrada, se detenía para tomar aliento, y Jaejoong contener el suyo. Cada vez que él se movía, Jae soltaba una bocanada, mayormente de placer, pero en parte de pesar. El conocimiento asentado sobre ellos acerca de que él tenía intención de usar el dilator anal en algún punto antes que la noche terminara, lo había puesto al borde, esperando, mitad ansioso, mitad excitado.

En la siguiente pasada, él aplicó una pequeña cantidad de presión con su pulgar, y Jae se tensó, gimiendo un poco. En respuesta, Yunho inclinó la cabeza y le acarició el cuello, su respiración siendo un cálido cosquilleo contra su oreja.

Relájate, Jaejoong. —Su pecho le cubrió la espalda, y las manos seguían en su trasero. El fuego lo mantenía caliente por todos lados, y el cuerpo de Yunho estaba resbaladizo sobre el suyo gracias al aceite neroli—.

Todavía no es el momento. —Su pulgar trazó círculos lentos y secretos mientras sus dientes rozaban su oreja—. Pero esto te gusta, ¿no es así?

Jaejoong cerró los ojos, respiró profundamente a través de la nariz y asintió. Lo hacía. De verdad, de verdad le gustaba.

Bien. —Escuchó antes que ver su sonrisa. Él movió un poco su mano, remplazando su pulgar con el dedo medio. Jaejoong se movió contra su mano. El peso del pulgar se sentía sexy—. Te has puesto tenso otra vez. —Le besó la nuca—. Recuerda el club, Jaejoong. ¿En el cine?

Jaejoong lo recordaba en un glorioso tecnicolor, y sí, recordaba cómo los dedos dentro de su trasero habían hecho que se viniera. Pero esto era diferente. Eso había sido rápido y sucio. Esto era lento y sensual, y la anticipación de la bellota de plata lo tenía jadeando mientras Yunho metía un dedo en él, un preámbulo gentil. Sus labios viajaron por sus hombros mientras volvía a sacar su dedo, y luego lo metía un poco más adentro por segunda vez.

Lo tenía, y él lo sabía. Jae lo sintió reírse suavemente contra su cuello cuando alzó su trasero, un instintivo intento por hacerse más accesible a sus caricias. Él le dio lo que anhelaba, empujando más adentro y torciendo un poco el dedo.

No tienes idea de cuánto me gustaría follarte aquí —susurró él, la boca caliente contra su cuello. Si se hubiese puesto condón y hecho exactamente eso, Jaejoong no lo habría detenido. Tenía dedos mágicos, y se encontraba bajo su hechizo completamente.
Pero no lo hizo. En su lugar, retiró el dedo y se sentó.

Gírate.

Le bajó los bóxers por las piernas y los arrojó a un lado, luego se sentó a horcajadas sobre sus muslos otra vez.

Jaejoong aspiró aire caliente mientras alzaba la mirada hacia el grande y bronceado hombre, con cabellos castaños. Sus muslos presionaban los suyos, y su erección descansaba contra su cadera. Los ojos de él se movieron sobre Jae y se detuvieron en sus pezones.

Eres muy hermoso.

Los elogios eran pocos en su día a día, y Jaejoong usualmente encontraba difícil aceptarlos, pero en ese momento no había dudado de la sinceridad de Yunho. De todos modos, sus ojos se lo habían dicho sin necesidad de palabras.

Él volcó un poco más de aceite neroli en sus manos, las frotó, y las colocó sobre los hombros de Jae, masajeándolos suavemente. Su erección presionaba contra su estómago mientras se inclinaba hacia adelante, y Jaejoong suspiró con placer. Estaba más allá de lo sensual, estando desnudo y caliente aquí con sus manos aceitándole el cuerpo.

Se tomó su tiempo, bajando las manos por la longitud de sus brazos, pasando el aceite por todos lados hasta la punta de sus dedos. Éstos se cerraron en torno a los suyos, y él los apretó suavemente antes de moverse para aferrar su caja torácica.

Jaejoong cerró los ojos y dejó que las emociones lo inundaran.
Paz. Deseo. Gratitud. Pasión. Alegría.
Y entonces las manos de Yunho bajaron a masajear el vértice superior de sus piernas, y la única emoción para la que había espacio allí era el deseo.

Yunho ahuecó su miembro y trabajó con un dedos aceitosos sus testículos y su escroto.
Jesús, Jae se sentía bien. Caliente, y ya húmedo para él. Jaejoong parecía no tener idea de cuán sexy era, especialmente en momentos como este donde se rendía a las inhibiciones y se dejaba llevar.

Su cuerpo brillaba en la luz dorada del fuego y florecía mientras Yunho pasaba un dedo a lo largo de su sexo. Su respiración pasó de acelerada a superficial, al igual que la de Yunho cuando Jae hundió los dientes en su mano para evitar gritar. Yunho se inclinó y chupó sus dulces pezones rosados otra vez, una mano aún entre sus piernas, y la suavidad de su espalda en la otra.

Mirarlo rendirse ante los deseos de su cuerpo era simplemente la cosa más sexy que había visto, mucho mejor que porno hecho con ese propósito. Jae era todo curvas y suavidad, cada vez que tocaba su agujero sus muslos se presionaban contra él mientras intentaba abrir las piernas.

Fácilmente podría dejarlo correrse ahora mismo, pero no lo hizo. Sus ojos se deslizaron de Jaejoong a la bellota plateada en la repisa de la chimenea. La próxima vez que Jaejoong tuviera un orgasmo, eso estaría presionado en su trasero.

12 comentarios:

  1. waaaaaaaaaa so hot, tan solo imaginarme ese masaje a la luz de la chimenea kyaaaaaaaa >///<, me encanto, muchas gracias por el cap
    besos

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  2. Esa escena junto al calor de la chimenea pura sensualidad y amor. Presiento que el que no querrá que se marche será Yunho, pero Jae tendrá que arreglar primero su situación con Minho.
    Gracias!

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  3. Minho ya paso a mejorvida en la mente y kokoro de jj...mejor que siga disfrutando de dios del sexo duro yunho..y su yunhotron..aunq me da penita q solo dure una semana..espero q no quede solo en eso..

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  4. que frío ni que nada con solo el toque de Yunho sobre Jae derriten montañas y le Polo Ártico ellos solos
    si que se ra difícil para ellos no estar juntos cuando llegue el momento de ir cada uno por su lado no creo que después de que termine esta semana Jae pueda regresar a su hogar y Yunho a su vida sin que se extrañen horrores pues todo se pone mas intenso para ellos dos
    Gracias

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  5. Jae despues de sentir tamto frio ahora con yunho haciendole lo q le hace se siente arder en extremo *q* magico y sensual jung yunho *w*

    Gracias por el cap amiga ^^

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  6. hot hot el capitulo y que en lo mejooo¡¡¡ yunho todo un dios del sexo tiene a jae loquito gracias gaby besos

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  7. me gustó la parte donde Jae siente ,paz, alegría, emoción ,etc con las caricias aceitosas de Yunho. ojalá le duren mucho más que una semana.
    muchas gracias Gaby

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  8. kkkkkk q momento tan hott jae debe sentirse en el paraiso con las caricias q le da su dios del sexo...me encantoo gracias unnie saludosy abrazoss!

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  9. Con esos masajes quien va a tener frío y mas aun junto a la chimenea están romantic ... JJ ya no puedes mas y Yunho que decir los dos ya cayeron ...y solo es el primer dia como sera los demás omg ....Minho bueno que descanses en paz ya te enterraron ....
    Gracias

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  10. Que puedo decir? Es magnifico....es muy grafica la descripcion.....de verdad me meto tanto en ello...que me olvido de lo que pasa a mi alrededor..... :3 ...
    Hummm.....yo quiero a Yunho para mi! Por que aun no existe la clonacion!? Yo tendria unos cuantos de Yunho.......*mi mente esta volando¬¬*
    Gracias, solo uno......

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  11. OOOk, shitt!!! Esto se torna sexy, candente y cachondo. Sooooooo hot!

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  12. Masajito previo...eso fue sexy.... Este fic mata mis neuronas no me deja pensar coherentemente u.u

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