Capítulo
16
Jaejoong
enrolló el cinturón de la corta y blanca bata de felpa
alrededor de su cintura y la anudó, contento de que Yunho
hubiera sido lo suficientemente considerado como para
proporcionársela. Él se había deslizado de nuevo en sus
jeans maltratados. Los juguetes seguían en la mesa de café, y Jae
hizo lo posible por no mirar en su dirección mientras entraba en la
cocina.
Brillo
blanco impoluto y acero se alineaban en las paredes en
filas ininterrumpidas; era claro para Jaejoong que no era una
cocina que viera mucha acción. O no cocinando, por lo menos.
Era
un poco después de las nueve y el atardecer había convertido el
cielo en un azul petróleo profundo y los árboles alrededor
de la casa en sombras negras fusiformes. No era de noche,
pero casi. Jaejoong sintió un pequeño escalofrío, sin
embargo pasaría mucho tiempo antes de irse a dormir.
Cuando
entró en la cocina, Yunho estaba de pie de espaldas a él,
iluminado por la tenue luz del interior del enorme
refrigerador de acero inoxidable en el que estaba buscando
algo. Jae se detuvo bruscamente debido al hermoso tatuaje
monocromático que había a través de sus amplios hombros.
Un
complejo y detallado lobo solitario, atado con cuerdas y
lianas que se extendían de omóplato a omóplato, mejorando
cada pendiente y ángulo de su espalda. Era impresionante, y
Jaejoong deseaba ir a pasar sus manos sobre él. Sobre él. Yunho se
dió la vuelta mientras se acercaba, y perdió el valor.
—¿Hambriento?
Jaejoong
pensó y decidió que, en realidad, se estaba muriendo de
hambre.
—Sí.
Sí, lo estoy. ¿Es aquí donde me dices que eres un
cocinero caliente?
Yunho
levantó una ceja.
—No.
Este es el punto en que me ofrezco a servirte sushi en
mi ombligo.
Los
ojos de Jaejoong se abrieron. ¿Estaba bromeando? Aún no
lo conocía lo suficiente como para estar seguro. Jae dejó escapar
un suspiro de alivio cuando sacó un gran quiche de tocino,
una bolsa de ensalada y una botella de champaña del refrigerador y
cerró la puerta.
—Estamos
de suerte. Suzy ha venido hoy.
¿Suzy?
¿Quién era Suzy?
Yunho
llenó de alimentos dos platos, sin ofrecer una explicación.
Para
ser justos, él no le debía una. Era su jefe, y su amante durante
sólo una semana, nada más.
La
comida estaba deliciosa; la ayudó a bajar con la champaña,
que aflojó los nervios de Jaejoong y su lengua.
¿Era
Suzy su novia? ¿Su amante? ¿Su madre? Quería saber. Jesús, ¿era
su mujer?
No,
no estaba casado. No podía poner su dedo en la llaga,
pero estaba sin duda soltero.
A diferencia de él.
Pensamientos de Minho de vacaciones en algún lugar con su
amante invadieron su mente, y Jae empezó a empujar la comida
lánguidamente alrededor del plato.
—Ya
basta... —dijo Yunho suavemente.
Sus
ojos parpadearon hacia arriba.
—Deja
la culpa, Jaejoong.
¡Vaya!,
era bueno. Yunho podría ser ilegible para Jae, pero para Yunho, Jae
parecía ser un libro abierto.
—No
es tan fácil. —Tomó su copa de champaña y bebió
profundamente, tratando de lavar la melancolía.
Yunho
llenó la copa de nuevo.
—Tu
marido no parece luchar con eso.
La
melancolía se convirtió en ira. Yunho tenía razón. Minho
no le había dado un segundo pensamiento cuando había
planeado sus vacaciones clandestinas. Cristo... ¿y si no iba a
volver? ¿Lo había dejado y no podía encontrar las pelotas para
decírselo?
Cerró
los ojos. Qué lío. ¿Por qué estaba aquí? ¿Qué demostraba, en
realidad? ¿Lo que sea que Minho podía hacer, él podía
hacerlo mejor?
Porque
una cosa era segura. Lo que Minho había hecho, Jae lo
iba a hacer mucho peor antes de que llegara el domingo.
—Así
que, Jae, estoy intrigado —dijo Yunho, rompiendo su tren
de pensamiento—. ¿Por qué el consolador de cristal?
Yunho
dirigió a Jaejoong hacia su habitación mientras él agarraba un
cubo fresco de hielo y una botella de vodka del congelador.
Se guardó la venda y la bellota de metal cuando pasó por
el salón, hundiendo el consolador de vidrio en el cubo de
hielo mientras se dirigía hacia las escaleras.
*******
En
un bar de noche en Grecia, Minho pidió otro coñac para molestar a
Boa. Ella se oponía a que él bebiera demasiado en caso
de que no pudiera rendir en la cama. Nada como Jaejoong,
que felizmente lo acompañaba a beber y luego, achispado, le
encantaba hacer un juego nocturno de Strip Póker. O al
menos solía hacerlo, cuando eran felices.
¿Cuándo
había ido todo tan mal?
Levantó
la vista cuando Boa regresó de la barra. Morena en vez de Castaño.
Firme en lugar de suavemente curvado.
Sonrió
cuando le miró, y luego arrugó las cejas cuando él la
saludó con la copa de coñac fresca. Lo que sea.
*******
Jaejoong
se quedó en la puerta de la gran habitación de Yunho.
Más techo de cristal, pero por ahora la vista se ocultaba
bajo el manto de terciopelo del negro cielo nocturno. Una enorme
cama con marco de metal dominaba el espacio central de la sala,
cubierta de sábanas blancas como la nieve, cojines mullidos y
almohadas a la moda de terciopelo y pieles neutras. Cómoda.
Los pelos de la nuca de Jaejoong se erizaron ante la idea de pasar la
noche en ella con Yunho.
El
resto de la habitación era casi clínicamente ordenada, las paredes
de madera elegantes y suelos interrumpidos sólo por una enorme
alfombra de piel de oveja. Esta era la guarida de Yunho, y
Jaejoong se sintió por un momento como un cordero en el
matadero. Cruzó la habitación y se sentó en el borde de la
cama escuchando a Yunho subir, y observó con aprensión que
había espejos en el techo encima de la cama.
Curiosamente
parecía un viejo sombrero, una especie de forma perezosa de
un Dios del amor para marcar su territorio.
—Refrescos
—dijo, dejando el cubo de hielo—. Y entretenimiento. —
Dejó
caer la venda de los ojos sobre la mesita de noche y puso la bellota
de plata junto a ella. Encendió con el mechero una vela y luego se
volvió para mirarlo. Sus ojos se deslizaron por la bata de
felpa todavía envuelta con fuerza
alrededor de su cuerpo.
—Estás
demasiado abrigado.
Desnudo
bajo la bata, el pulso de Jaejoong se aceleró.
Yunho lo miró en silencio durante unos largos segundos, y cuando no se
movió para desnudarse, se agachó y abrió el botón
superior de sus jeans en su lugar. Jaejoong parpadeó con fuerza,
sus ojos siguiendo sus dedos mientras trabajaba en el segundo
botón. Se aclaró la garganta mientras iba por el tercero.
Su ombligo esculpido brillaba a la luz de las velas. Al
soltar el último botón, empujó sus pantalones hacia abajo
y dio un paso para librarse de ellos, luego se enderezó,
completamente desnudo e indiferente.
—¿Ves?
Sin ropa. Fácil. —Él extendió las manos y Jaejoong se atiborró
de la fiesta visual que le estaba ofreciendo.
Era
sin duda el hombre más hermoso que había visto en la vida real, en
revistas o películas. Todo reluciente, cuerpo duro y
atlético, puro músculo. Los ojos de Jaejoong se desviaron
más bajo, más allá de su ombligo.
Cristo.
Su pene. Jae tomó aliento mientras se quedaba mirando la
gruesa y larga curva rígida contra su abdomen. A pesar de
que Jae lo había experimentado tan íntimamente en su
interior, esta era la primera oportunidad que había tenido
de verlo completamente desnudo. Él lo dejaba sin aliento.
Cuando
finalmente arrastró sus ojos de nuevo a su cara, se encontró con
una arrogante media sonrisa en sus labios. Yunho sabía el
efecto que estaba teniendo sobre él.. Se dio la vuelta.
Dios,
sus dedos ansiaban tocar los hombros anchos y entintados
para recorrer su columna de granito hasta su espalda
perfectamente curva. Jaejoong se apartó el flequillo de sus
ojos. Si Yunho hubiera existido en la época del
Renacimiento, los escultores se hubieran arrancado sus propios
ojos por la oportunidad de esculpirlo.
Él
se dio la vuelta y echó la cabeza hacia un lado.
—Tu
turno.
Jaejoong
se mordió el labio inferior entre sus dientes, atrapado
entre los nervios y el deseo de cumplir. El deseo ganó. Se puso
lentamente en pie y Yunho se movió a su alrededor para tomar
su lugar en el borde de la cama. Plantó las manos sobre
la almohada de piel detrás de él, su polla grande y
descarada enfrente de él.
Jaejoong
se lamió los labios secos y tomó el cinturón de la bata.
—Date
la vuelta.
No
había esperado la instrucción, pero aceptó su petición
con un cosquilleo de lujuria en su ingle. Su espalda se volvió y
soltó el cinturón.
—Lentamente.
Su
baja orden le hizo revisar su plan para dejar caer la
bata y mostró sólo un hombro.
—Buen
chico.
Animado,
deslizó el otro hombro hacia abajo, pero siguió sosteniendo la bata
mientras la deslizaba por su espalda, sosteniéndola como cubierta
seductora sobre su trasero. Se volvió para echarle una mirada
descarada a Yunho por encima de un hombro y lo encontró acariciando
lentamente la longitud de su duro miembro con una mano.
Su
boca se abrió y se dio la vuelta rápidamente, dejando caer la bata
al suelo. El conocimiento de que Yunho estaba detrás de él,
masturbándose con pereza, volvió sus rodillas gelatina, y un nudo
de nervios se retorció en su estómago mientras se obligaba a
ser valiente. Se dio la vuelta para mirarlo.
No
quitó la mano de su erección mientras asentía lentamente,
sus ojos deslizándose de su cara a su pecho. Jaejoong sintió que
sus pezones se arrugaban en perlas maduras bajo su escrutinio
y apenas pudo recobrar el aliento mientras sus ojos viajaban hacia
abajo. Sus manos eran torpes a sus costados, y sabía que
tenía las mejillas de color rosa por la incomodidad y el
deseo en igual medida.
Yunho
miró su entrepierna y se acarició a sí mismo por un segundo más,
luego se humedeció los labios y se levantó.
Su
altura sobre él golpeó a Jae de nuevo, reforzado por la
vulnerabilidad de estar desnudo.
—¿Lo
ves? —Hizo un gesto hacia sus cuerpos con las manos.
—Tuyo.
—Posó los dedos de Jae contra su pecho y alzó las cejas.
—Mío.
—Rozó la base de su garganta con sus dedos.
—El
sexo es natural. —Hizo un recorrido con un dedo desde
sus pezones hasta su ombligo, haciendo que los músculos de
su estómago saltaran en respuesta—. Y jodidamente hermoso.
Sus
hermosos ojos castaños sostuvieron su mirada. —Ahora, olvida todo
lo demás —dijo—. Y. Ve. A. La. Cama.
—Puntualizó sus palabras con grandes pausas, convirtiendo su
invitación en una demanda cargada de deseo que Jaejoong fue incapaz
de resistir...
waaaaaaaaaaaa caray es tan hot, me encanta, ya no puedo esperar por el siguiente cap, muchas gracias
ResponderBorrarbye
besos
o por dios o por dios ahora si aquí viene lo bueno y que se prepare Jae que lo volverá loco de tanta pasión que hasta de Minho se olvidara de una buena ves
ResponderBorrarGracias por el capitulo hasta pronto
oh dios mio santo!!!! *O* a mi tmb me dio curiosidad porque el vibrador de cristal jajaja La recamara de Yunho.. muero! yo la quiero <3
ResponderBorrarMuerooo.. asdfghjkl Yunho hará volar a Jaejoong!! jajaaj ya muero por ver eso xD
Yunho tiene un tatuaje? Si verdad! eso fue lo que entendi!!
<3
wow esto se esta poniendo muy sexy y yunho todo un hombre sexy y con un tatuaje de un lobo uuu que do en lo mejor jujujuju gracias gaby por el capitulo
ResponderBorrarYunho a todo le ve placer jajaja servirle la comida as jae en su barriga *q* me recordo algo d un restaurant argentino creo q era, donde servian en cuerpos . Que Hot . Minho q no regrese q se quede con su tipilla y deje en paz a jae.
ResponderBorrarPerdido por el deseo. Asi esta Jae. MinHo esta jodido, no solo porque esta junto a una loca a la que creo ya no desea y tambien porque su adorable esposa se la esta gozando de lo lindo junto a un hombre que lo esta haciendo vivir de nuevo...... Jae tambien entrega sus sentimientos? Gracias Gaby :)
ResponderBorrarwooo si que se esta poniendo mas hot y Jaejoong ya no se resiste mucho asi es tienes que disfrutarlo plenamente y nada de sentir culpa por dios el desgraciado de Minho ya fue .....solo mira al dios con tremendo cuerpo que tienes adelante *p* ...... y en esa habitación wwuuaaoo muero >o< .....mas accion siguiente ....
ResponderBorrarGracias por el cap
Omo~~~Que caliente es Yunho.......ya lo creo tiene un cuerpo de Dioses.....*que envidia-yo lo quiero- :Q*
ResponderBorrarOh, Minho se esta dando cuenta de lo que dejo ir.......de lo que cambio, un afrodita por un duende.......*no encontre otra comparacion* Ja! Ahora es de Yunho......
Oh! El siguiente +18.........ahora si le daran usos los "juguetes".....n_n
Jajaja... si Minho siquiera imaginara lo que esta haciendo su sacrosanto marido le daria el infarto, ahora Jae te dara lecciones porque esta aprendiendo con el mejor, ya fuiste Minho en la vida de Jae jajaja...
ResponderBorrarGracias
este cap fue hott asuuu q caliente es este par jiji gracias por el cap
ResponderBorrarMinho ahora se arrepiente?? pero qué papel hace este inútil?? su marido está en el quinto cielo con el dios del sexo . no hay quién le gane.
ResponderBorrargracias por el capítulo Gaby
Quien entiende a minho, se arrepiente o no se arrepiente ¬¬ , pero bueno jae esta entrando a las grandes ligas y ya no hay vuelta atras
ResponderBorrarQuiero y no quiero que regrese minho (todo por ver la.bomba estallar) que jae no tenga mas arrepentimientos...
Gracias