Capítulo
10 +18
Jaejoong
se quedó atrás junto a la puerta abierta de la suite de
Yunho, usando de nuevo su traje a la medida y sus zapatos,
pero despojado de la ropa interior.
Estaban
en el bolsillo de Yunho, y ninguna cantidad de súplicas
por ellos había hecho la más mínima pizca de diferencia.
Se había reído de la idea de que Jae nunca antes había
dejado la casa sin ropa interior, y la guardó en su
bolsillo a pesar de su protesta.
Se
puso de pie en la parte inferior de la pequeña escalera y lo llamó.
—Vamos,
Jaejoong. Voy a hacer toda una entrada, y vas a venir
conmigo.
—Pero…
—Miró desesperadamente hacia su bolsillo. Realmente quería
la seguridad de su ropa interior.
—Deja
de mirar mi entrepierna y ven aquí. —Tomó su mano,
teniendo la ventaja frente a sus palabras. Dio un paso
vacilante hacia abajo para estar junto a él, sintiéndose mal
y expuesto a pesar de que se veía perfectamente decente a
simple vista.
—Así
está mejor, Jaejoong. Ahora, voy a hacer todo un chequeo
completo del lugar, y vas a hacer tu trabajo como mi asistente
personal y acompañante.
Jaejoong
encontró un pequeño consuelo en el hecho de que le había
dado al evento un sesgo relacionado con el trabajo.
—¿No
debería tener un portafolio o algo así? —preguntó. Se
sentiría mucho mejor si luciera oficial, distinto del resto de la
clientela del club. Algo para marcarlo como parte del
personal, en vez de un buscador de placer.
Yunho
se rió de él.
—No
seas ridículo. Nuestro objetivo es mezclarnos, no sobresalir
y hacer que las personas se… —Se volvió hacia Jae y
lamió sus labios—. alejen a grandes zancadas. —Pasó una mano
por la parte trasera de Jae y se inclinó hacia su oído.
—No
creo que vaya a dejar que te pongas ropa interior de nuevo esta
semana.
El
hombre era letal. Todo esto era un gran juego para él, y
era un jugador de clase mundial. Jaejoong enderezó la
columna vertebral y colocó los hombros hacia atrás. La idea
de ver el club con personas en esas habitaciones, en esas
camas… le estremeció.
Como quería huir a casa, incluso sin su ropa interior, pero
tenía que aceptar que una gran parte de él quería
quedarse y ver lo que había más allá. Se recordó que
independientemente de todo lo demás, se suponía que debía estar
aquí en calidad del asistente personal de Yunho. Si lo
pensaba de esa manera, tal vez podría lograrlo durante las
próximas horas.
—Muéstreme
el camino, Señor Jung.
Él
inclinó la cabeza y colocó la mano en la parte baja de su espalda.
—Quédate
cerca de mí. Nadie te tocará a menos de que lo toques
primero.
Antes
había estado nervioso. Ahora estaba aterrorizado. ¿Y si se
tropezaba con alguien, o rozaba al pasar junto a ellos por error? ¿Lo
atarían a una cama y le darían treinta azotes? Y, ¿Yunho
intervendría, o lo consideraría todo parte de su liberación
sexual?
—¿Jae?
—Yunho se detuvo y lo miró—. ¡Por el amor de Dios!, sólo
relájate, ¿quieres?
Por
aquí. —Se movió hacia la salida de incendios, y le
lanzó una mirada inquisitiva cuando no lo siguió automáticamente.
—Iremos
por este camino y entraremos por la recepción —explicó,
tendiéndole de nuevo la mano—. Quiero verlo a través de
los ojos de nuestros clientes que pagan.
Jaejoong
lanzó una última mirada de anhelo sobre su hombro hacia la ahora
puerta cerrada que se interponía entre él y el santuario,
y luego siguió a Yunho por la salida de incendios.
Jaejoong
se apretó a sí mismo contra el lado de Yunho mientras
pasaban la pequeña cola en la puerta principal.
El
club se veía diferente ahora que la oscuridad había
descendido. La fachada de cristal ahumado tomó una postura
amenazante sin el sol brillando fuera de él, y la
iluminación tenue en la recepción añadía el ambiente de
expectación que irradiaban los clientes que esperaban.
Jaejoong
dio el más pequeño vistazo hacia ellos mientras pasaban,
luego desvió la mirada rápidamente. Por lo que pudo ver, la
mayoría de las personas se veían bastante regulares. Tal vez había
exagerado un poco las cosas en su mente. Era un club.
Había
ido suficientes veces a discotecas, las personas en la cola no
estaban más que vestidas como fiesteros regulares.
Yunho
le asintió al personal de seguridad y colocó una mano en su
espalda de nuevo para dirigirlo por la recepción y a
través de las puertas dobles de la entrada.
Se
inclinó y colocó la boca cerca de su oído mientras entraban en el
club oscuro y lleno.
—Ya
no estamos en Kansas, Dorothy. —Lo inesperado de la frase lo hizo
reprimir una risita. Se relajó un poco. Jaejoong dejó que
sus ojos vagaran alrededor, notando el hecho de que la
habitación antes vacía, ahora se encontraba llena de gente.
A
primera vista, casi parecía cualquier otro club. La música
bombeaba, el bar brillaba con un sinnúmero de botellas de
alcohol y mezcladores, y la pista de baile se levantó con
personas girando. Sin embargo, una mirada más cercana confirmó que
no estaban vestidos como los fiesteros de afuera.
Obviamente
los vestuarios se hallaban colocados mayormente para deshacerse del
ochenta por ciento de la ropa. Las mujeres brillaban con diminutos
vestidos transparentes, y ocasionalmente casi nada en absoluto.
—¿Una
bebida? —preguntó Yunho, levantando la voz sobre la
música. Jaejoong frunció el ceño.
—No
parece muy profesional.
—Considéralo
parte de tu disfraz.
Lo
guió hasta el bar, y los ojos de Jaejoong vagaron
mientras Yunho ordenaba bebidas al barman, inmediatamente
atento. Un chico se encontraba sentado en un taburete al
final del bar, y tardó varios segundos para que Jaejoong se
diera cuenta de que su pene estaba enterrado en la boca de
una morena entre sus piernas. Mierda.
Apartó
la mirada rápidamente y se encontró con los ojos castaños
divertidos de Yunho mirándolo. La iluminación tenue oscurecía
su cara y le daba un aire ligeramente amenazante. ¿Podía
confiar en él para cuidarlo aquí? ¿Y si de pronto se
quitara la ropa y esperara a que él saltara desnudo dentro de un
jacuzzi? Era extraño. Sólo lo había conocido por una pequeña
cantidad de tiempo, sin embargo, estaba —de un modo insondable—
seguro de que podía confiar en él.
Le
ofreció uno de los vasos.
—¿Qué
es?
—Vodka.
—¿Un
vodka seco?
Se
encogió de hombros. —Puedes tener hielo si quieres.
Bebió
con cautela y de inmediato se atragantó con la intensidad del
alcohol en su garganta. Yunho rodó los ojos y le tendió su vaso al
barman, quien vació una pala plateada de hielo en él sin una pizca
de expresión. Yunho se volvió para inclinarse contra el bar
e inspeccionó la habitación.
—Siéntate
por un segundo. Necesito ver todo trabajando. Jaejoong miró el
taburete de metal de diseñador junto a él y deseó tener
un poco de desinfectante de manos.
—Sólo
siéntate en él. Está escrupulosamente limpió.—Yunho
anticipó sus pensamientos de nuevo, y fue su turno de
rodar los ojos mientras se subió en él.
¿Por qué
hicieron estas cosas tan incómodas?
Yunho
estabilizó el taburete con la mano. —Ojalá hubiera estado de pie
enfrente de ti en ese momento. Creo que impactaste a ese tipo de
allí.
Los
ojos de Jaejoong se dispararon alrededor en pánico. No
había nadie mirándolo excepto Yunho, quien reía abiertamente.
Acarició su ropa interior en su bolsillo.
—Que
divertido —murmuró con amargura, y cruzó las piernas para estar
doblemente seguro de que nadie podía notar la desnudez a
través de sus pantalones.
Una
mujer con largos rizos negros y un vestido de encaje rojo se pavoneó
hasta el bar junto a Yunho, suficientemente cerca como para
hacer que ignorarla fuera imposible. Su cuerpo curvilíneo
rozó contra el suyo desde el hombro hasta el muslo, y el
miedo erizó la piel de Jaejoong. ¿Lo habría malentendido?
¿Aceptaría la no tan sutil invitación de esta mujer?
Jaejoong
lo miró mientras él inclinó la cabeza hacia la mujer en un saludo
informal, luego volvió la espalda en su cara para volverse
hacia Jaejoong con deliberada lentitud.
Lo inesperado de su boca en
la suya un segundo o dos más tarde le sacó el aire de los
pulmones a Jaejoong. Sabía a vodka y lujuria, y abrió la boca
para dejar su lengua deslizarse sobre la suya. Sus labios eran
firmes, sus manos aún más firmes mientras sostenían sus
caderas.
—¿Fue
eso otra parte del disfraz? —susurró cuando lo soltó, su boca
hormigueando por el vodka y el beso.
—No.
—Sus pulgares frotaron sus caderas—. Te besé porque, a
pesar de que estás totalmente vestido, sigues siendo el hombre más
sexy del lugar.
Tenía
una manera de decir lo último que Jaejoong esperaba, una
mezcla de ternura con lo obsceno que lo dejó sin habla. Incluso
aquí en medio de esta atmósfera cargada y sexual, Yunho
brillaba. Una hoguera carnal. Peligrosa. Deliciosa.
—Vamos
a caminar. —Le ayudó a bajarse del taburete y lo guió
alrededor del borde de la pista de baile. Jaejoong trató de
no mirar muy de cerca a la gente a su paso, pero no podía evitar
que sus ojos se desviaran, o que su cuerpo reaccionara a ello.
Una
mujer que usaba una tanga negra diminuta colgaba de cabeza
en un tubo, la mano de un tipo entre sus piernas abiertas.
En los sofás, las parejas se tocaban entre ellos
abiertamente. Los dedos de Yunho se entrelazaron con los de
Jaejoong y lo agarró con fuerza cuando pasaron a una pareja
follándose contra la pared, sus pantalones en sus tobillos,
las piernas de ella alrededor de sus caderas.
El
brazo de Yunho cayó en la cintura de Jaejoong. Tranquilizador.
Posesivo.
—Por
aquí.
Se
dirigió a través de un arco en la parte trasera hacia
algún lado que no le había mostrado antes, un tour domesticador.
—¿Te
gusta el cine? —susurró, y lo llevó hacia un lado
dentro de una habitación oscura.
Le
tomó unos segundos a sus ojos ajustarse a la oscuridad y
darse cuenta que se encontraba dentro de un cine, pero no cualquier
tipo de cine en el que había estado. Algo le decía que no
iban a comprar palomitas aquí. Los asientos estaban agrupados
en pares y cubiertos de piel de leopardo, y la película
rodando a través de la pantalla era pornografía fuerte.
Jaejoong la miró, paralizado.
Nunca se había sentido
atraído por cualquier tipo de porno, así que verla de pronto tan
lasciva y enorme frente a él lo sorprendió. No parecía haber mucha
gente en la habitación, pero esos que estaban allí, no hacían un
secreto del hecho que tenían sexo.
Yunho
tiró de él hacia un sofá del amor escondido justo en
el fondo de la habitación.
—Yunho,
no podemos…
—Está
marcado como privado. Nadie mirará a menos de que sea
invitado.
Su
boca aterrizó en la suya al instante en que lo tenía arrinconado, y
el fuego en su vientre se encendió con indecente velocidad. Estaba
rodeado por sexo de pared a pared, y en los brazos de un
hombre que lo deseaba con una pasión que bordeaba en la obsesión.
Sus labios chocaron con los suyos, y su lengua golpeó y lamió
dentro de la suya mientras sus dedos buscaron los pezones a
través del material de su ropa.
La
lujuria se apoderó de Jae. Rápida y fuerte necesidad lo
hicieron subir para sentarse a horcajadas en su regazo. Su erección
quemaba entre ellos mientras él bajó sus pantalones bruscamente
y empujaba la mano entre sus piernas.
Jae
gimió, y él colocó la otra mano sobre su boca.
—No
hagas ruido.
Empujó
los dedos dentro de él, y su cara se contorsionó con el
esfuerzo de silenciar su placer.
—Las
personas considerarán que está bien venir y mirar si
haces ruido —susurró, apartando la mano de su boca. Jae
asintió, con los ojos muy abiertos, asustado de que fuera a
detenerse, sabiendo que no lo haría. Operando por instinto,
extendió el brazo y masajeó su gran erección, luego abrió
el botón de sus vaqueros. Esta era la tercera vez que lo había
tocado íntimamente, y quería nivelar la situación.
Quería
sentir su pene en sus manos, en su boca, dentro de su
cuerpo. Él gimió y se movió debajo él.
—Aquí
no, príncipe. —Jaejoong se quejó con frustración cuando tomó su
muñeca—. Quiero escucharte gritar la primera vez que te folle.
Colocó
la mano de él entre sus piernas y mordisqueó su oreja.
—Hazte
venir tú mismo. —Sus dedos aún moviéndose dentro de él, rítmica
y profundamente. Jaejoong podía sentir el roce entre sus dedos, y no
podía resistir el deseo de hacer lo que se le pedía. Él chupó los
dedos de su otra mano y la estiró alrededor de su muslo. Jae se
tensó, sabiendo a donde iba.
—Compórtate
—se rió Yunho en su boca—. Voy a follarte con mis
dedos. Tú vas a masturbarte Ahora, voy a masajear tu culo,
y te va a encantar.
Sus
dedos mojados hicieron su camino para jugar alrededor de su
ano justo como antes mientras sus dedos se movían duro
sobre su miembro. Jaejoong gimió. Era obscenamente erótico, y le
mordió el labio cuando comenzó a perder el control de su habilidad
para estar en silencio.
—Eres
tan malditamente sexy, Jaejoong —murmuró. Sabía lo cerca
que estaba y lo incitó susurrando palabras sexuales y con
profundos hundimientos de sus dedos. Jaejoong clavó las uñas
en sus hombros y apretó los dientes cuando su orgasmo
comenzó a construirse. Yunho lo sintió y movió sus dedos
más rápido dentro de él, soltando palabras en sus oídos
que lo avergonzaban con su tosquedad y empujó su clímax más allá
de los límites.
No
era hacer el amor. Era puramente follar. Jaejoong se puso rígido, y
Yunho empujó la lengua dentro de su boca al mismo tiempo que torció
el dedo suavemente dentro de su culo. Jaejoong se arqueó
violentamente, lleno en cada orificio, y todo su cuerpo se sacudió
con el esfuerzo de controlar el deseo de gritar en el oscuro y
sublime éxtasis mientras se venía en sus manos. Continuó, y
continuó… ola tras ola… se agarró de él y se sostuvo a través
de la tempestad.
—¿No
estás feliz de no estar usando ropa interior ahora?
—susurró mientras Jae se calmaba. Jaejoong apoyó la frente
contra la de él. —Sí. Sí.
Yunho
sacó los dedos de su interior y le arregló el traje
gentil y deliberadamente. Una sonrisa jugaba en las comisuras de
su boca.
—Qué
pena que no trajeras esa carpeta. Pudimos haber tachado
“hacer que Jaejoong tuviera un orgasmo en un club de sexo” de mi
lista. —Yunho levantó las cejas hacia él—. El primero
en la clase, Señor Kim. Está progresando correctamente.
Jaejoong
se puso de pie y alisó su traje, inestable en sus zapatos. Frente a la gran pantalla delante de él, un chico tenía a
una mujer desnuda doblada sobre el capó de su auto, y la
cámara hacía un acercamiento de su pene enterrado
profundamente entre sus piernas.
El miembro de Jaejoong aún pulsaba por su orgasmo, y miró hacia Yunho
detrás de él. Quería su pene dentro de él, lo quería
llenándolo justo como la mujer en la pantalla.
—¿Podemos
ir arriba? —susurró con voz ronca, pasando la mano sobre
su entrepierna.
Una
sonrisa baja sonó en su garganta.
—Con
calma, príncipe. —Puso la mano en su trasero para
llevarlo fuera del cine.
De
vuelta en el club, Jaejoong caminaba cerca detrás de Yunho hacia las
escaleras a un lado de la pista de baile. Era consciente
de los ojos de mujeres y hombres en él mientras los pasaban, y un
poco de orgullo bailaba por su columna vertebral.
Manos
lejos, chicos. Este Dios del sexo es mío. Por esta semana, de todos modos. Después
de lo que acababa de pasar en el cine, Jaejoong sentía
un extraño
hilo de conexión con estas personas, y los comienzos del
entendimiento de por qué se encontraba aquí. Era extrañamente
liberador, un sentido de pertenencia.
¡Vaya!
¿En qué pensaba? No pertenecía a estas personas. ¿Cierto?
¿Yunho
tenía razón? ¿Había un dios degenerado del sexo
merodeando bajo su piel inocente? Ya
estaba seguro de una cosa, no podía volver a su apenas
vida sexual suburbana con Minho.
Físicamente
empujó cualquier pensamiento de él fuera de su cabeza. Dolían
demasiado. Se encontraba en otro lugar, probablemente follándose a
alguien más en ese mismo momento, y sólo por esta semana,
no iba a sentir culpa sobre hacer exactamente lo mismo.
Me rindo. Mi comentario se ha borrado cuatro veces y la euforia de la lectura se fué. Gracias por tan buen capítulo!
ResponderBorrarBuuuu T_T y yo me quedo con las ganas de leer tu comentario... gracias linda.
BorrarJaja Yunho tan jugueton, me encantaaaaa <3
ResponderBorrarJae solo se esta dejando llevar por lo que nunca a probado y una vez que lo haga ya será muy difícil que lo deje.. no va a querer dejar a yunho en un tiempo >< aunque me da curiosidad saber que va a pasar cuando Minho regrese y esa semana acabe!! >< no quierooooo jajajaj
Oh.. ash! se me olvido ponerte que Gracias jaja y espero el cap. siguiente con ansias <3
ResponderBorrarGracias por el capitulo, ya quiero ver cuando minho regrese
ResponderBorrarJajajja Yunho pasandose todo el rato con la ropa interior d jae en el bolsillo y woooo ese cine erotico *q* me encantooooo y muy bien jae, olvida los remordimientos q ese Minho no te tiene ninguna consideracion a ti asi q disfruta no mas *w*
ResponderBorrarGracias por el cap amiga <3
oh no savia que Yunho tenia una lista de en donde le aria el amor a Jae que bien así no quedara ni uno solo lugar por enseñar o estrenar
ResponderBorrary Jae sin ropa en una semana esta bien pues le estorbaría cada que Yunho tenga deseos de darle su clase de como tiene que aprender cosas nuevas para Jae que Minho no le a enseñado por estar muuuuuuuuuuy ocupado pero el BUENASO de Yunho si tiene todo el tiempo de el mundo para Jae
Gracias por compartir
Wooo cada cap me deja con ganas de leer mas, je je , es que este par es tan ardiente,
ResponderBorrargracias por el cap estaba buenisimo
besos
Jaejoongie cada vez más libertino.. .....me alegra por el, que no se ponga a pensar en el tarado de su esposo.. ..tiene a Yunho para el por una semana, y si la situacion sale bien, quien quita y por más tiempo.. ....
ResponderBorrarHahahahha Yunho tan posesivo......y Jae tan "hambriento" ya quiere a Yunho en.....cierta parte >\\\\<
Esa escena en el cine de ellos. ...uff simplemente deja con ganas de mas. ......
Muchas gracias.. ....Saludos ^^
woo cada capitulo comienzo diciendo ....oh ya lo van a hacer ...pero termina aish jejeje....todo a su tiempo XD ....
ResponderBorrarme encanta el sobrenombre que le a puesto 'príncipe' tann lindo jejeje ...pero que club omg con cine erótico y todo lo que hacen Jaejoong a queda impresionado y al parecer le gusta el tiene ese lado que a descubrierto junto a Yunho y va a salir en esta semana o mas bien ya esta saliendo proponiendo que vayan arriba al cuarto....pero Jaejoong no tengas nada de culpa o remordimiento no haces nada malo >o< solo que la persona que estaba a tu lado o la que creías que te apresiba no te considera y tu necesitas que alguien te aprecie y que te digan lo hermoso que eres realmente asi que ...a disfrutar esta semana ...tambien me inquieta que pasara cuando la semana termine a mas bien que crecera mmm con ellos dos ...y para Minho una patada XD jajaja ..
Gracias
jae se esta liberando de a poco y yunho es un dios el sexo won que genial y minho que se quede follando conla fea . gracias gaby besos
ResponderBorrarJae ahora si ya quieres mas, cada vez estas mas convencido de querer hacer todo y de todo con Yunho. Asi que Minho aprende como se debe tratar a ese ser que amas...
ResponderBorrarGracias
en fin.... me gusta que Yunho sea un hombre tan varonil y super sexual pero me empieza a cabrear cuando se la da del rey del sexo y no desea tener una relación "normal" y en una cama con Jae. eso me exaspera , da a entender que él no hierve de ganas de tener sexo con Jae. por eso no pude continuar leyendo las 50 sombras de Grey. espero que no sea así esta historia.
ResponderBorrargracias por este capítulo Gaby
Hola ^_^ Sigue leyendo. Cuando lo conocí, creí que sería como una copia de las 50 sombras, pero al avanzar te vas dando cuenta que él tiene un propósito que va más allá de lo sexual y que el tema sexual es su "zona de confort"
ResponderBorrarNo crei que yunho fuera tan paciente... No si lo bueno se hace esperar xD.... Una semana con el dios del sexo!! Cuantas cosas pueden pasar en una semana, ya quiero saber mas sobre el pasado de yunho, como fue que entro en ese mundo y que pasara con jaejoong ahora que ha descubierto ese mundo, desde ya piensa en no conformarse con lo que minho le ofrece y entonces que pasara una vez que este regrese?
ResponderBorrarNos leemos