CAPÍTULO
3
Yunho
podía oler la confusión y el miedo que emitía su mascota mientras
envolvía su cuerpo desnudo en una capa. Sabía que Jaejoong le temía
tras haber recibido su castigo, pero no había nada que pudiera hacer
para evitarlo. Su compañero tenía que entender quién mandaba. Él
hacía las reglas y era el deber de su compañero obedecerlas, lo
quisiera el hombrecito o no. No se arrepentía de haber azotado a su
compañero, pero sí se arrepentía que ahora el hombre le temiese.
Aunque
la idea original era que el hombre fuera su mascota, resultó que
también era su compañero. Yunho sabía que a los ojos del resto del
universo (excepto los de su propia raza) el hombre sería una mascota
humana sin más derechos que los concedidos por su amo. Menos mal que
los otros Phangars serían más tolerantes con sus estallidos.
Presentía que ambos iban a necesitar mucha paciencia de los demás,
sobre todo durante el periodo de entrenamiento.
Yunho
atesoraba el hecho de que finalmente había encontrado su compañero.
La conexión que se forjaría entre él y el hombrecito duraría toda
su vida. A pesar de lo que pensara Jaejoong, Yunho si se arrepentía
de tener que tratar al hombre como una mascota en compañía de
otros, pero era eso o perderle. Y eso no era una opción.
Mientras
Yunho acompañaba a su compañero por los pasadizos hacia su
camarote, se preguntó si el miedo que sentía Jaejoong era algo
malo. El humano estaría más dispuesto a obedecer órdenes si creía
que iba a ser castigado. Causaría menos problemas entre ellos. Yunho
frunció el ceño cuando vio a Jaejoong tambalearse. Su hermosísimo
compañero todavía no le miraba a la cara y sus mejillas ardían.
Quizás debería tratar a Jaejoong con un poco más de cuidado
durante un tiempo. El hombre tenía que estar acongojado. Había sido
procurado para la casa de subastas así que estaba claro que no
estaba aquí por su propia voluntad. Nadie procurado para la casa de
subastas lo estaba. Si añadías al hecho de su involuntaria
cautividad el que el hombre era de la Tierra y que se había
enfrentado a cosas tan por encima de su experiencia que ni se las
habría imaginado, a Yunho le sorprendía que Jaejoong no hubiera
perdido los papeles antes de ahora. Estaba bastante seguro de que
ocurriría. Y en un futuro no muy lejano.
Genial.
Una bomba de relojería.
Parándose
ante la puerta de su camarote, Yunho colocó su mano en el sistema de
seguridad de huellas de mano. Una luz verde parpadeó bajó su mano y
la puerta se abrió con su habitual swusss. Le dio a unos pocos
botones antes de agarrar la mano de Jaejoong y colocarlo firmemente
sobre el lector de seguridad hasta que la luz verde parpadeó de
nuevo. Ahora Jaejoong podría entrar y salir de su habitación. Solo
Yunho podía prohibirle entrar o salir.
"Poner
tu mano en el panel de seguridad abrirá y cerrará la puerta,
mascota," dijo Yunho mientras le enseñaba a Jaejoong su nuevo
hogar. "Nadie más puede abrir la puerta sin los permisos
necesarios." Miró a Jaejoong cuando el humano se detuvo de
repente en medio de la sala. Su compañero parecía nervioso y
empezaba a preocuparle. Yunho decidió vigilarle aún más de cerca.
"¿Por qué no echas un vistazo mientras yo preparo algo de
comer?"
Jaejoong
asintió distraídamente. Cuando los ojos gris-azulados de su mascota
se encontraron con los suyos dorados, se dilataron de miedo y su cara
palideció.
Yunho
frunció el ceño. Jaejoong parecía temerle más de lo que debiera.
Vale que había azotado el trasero del hombre, y luego le había dado
placer como un castigo, pero
no
había sido cruel. Al menos, no creía que lo había sido. No le
había dado una paliza o algo por el estilo. Sacudió la cabeza y se
dirigió a la cocina. Normalmente Yunho comía en la cantina con el
resto de la tripulación, pero tenía una pequeña cocina en su
camarote por si quería cocinar él mismo.
Cogió
unos ingredientes, los mezcló y los echó a la cámara calorífica.
Cuando volvió a la sala principal le sorprendió ver que Jaejoong
seguía donde le había dejado. El hombre no se había movido ni un
centímetro.
"¿Tienes
hambre, mascota?"
Jaejoong
le miró. Parecía un poco atontado. Sus ojos no parecían enfocar
bien y no hacía más que echar miradas nerviosas por toda la
habitación. Jaejoong agarraba la capa que
tenía
por encima de los hombros como si fuera un escudo y sus manos hacían
puños y se relajaban mientras temblaba.
"Sí."
"Entonces
siéntate y come." Moviéndose despacio para no asustar al ya
bastante nervioso humano, Yunho se fue a la cocina y sacó la comida
de la cámara. Puso la comida en la mesa y volvió a la cocina a por
dos platos. Jaejoong estaba de pie junto a la mesa cuando salió de
la cocina. Su compañero estaba mirando la comida que Yunho había
preparado con una expresión de confusión en su cara. Yunho se rió.
Se apostaba lo que fuera que Jaejoongnunca había probado prohat
antes. El plato era una mezcla de quesos, carnes y vegetales del
mundo de Yunho. Comía prohat porque era uno de sus platos favoritos
y además era fácil de preparar.
"Siéntate,
mascota."
Jaejoong
se estremeció un poco cuando se sentó, pero enseguida lo borró de
su cara. Yunho frunció el ceño cuando lo vio y se sentó en frente
de Jaejoong. Sirvió un plato para cada uno y empezó a saborear la
deliciosa comida. Yunho había tomado varios bocados cuando se dio
cuenta de que Jaejoong no había empezado aún. Paró, el tenedor a
medio camino a su boca, para mirar a Jaejoong. "Tienes que
comer, mascota. Pronto será la hora de acostarse y Doc quiere que
descanses."
Yunho
esperó, mirando a su compañero hasta que Jaejoong tomó unos
cuantos bocados antes de dedicar su atención a su propio plato. Iba
a tener que reconsiderar todo
esto
del castigo. Jaejoong parecía muchísimo más traumatizado de lo que
Yunho esperaba. No sabía si había sido los azotes o el placer que
le siguió o un conjunto de todo en general, pero se estaba
comportando como si estuviera realmente asustado. Yunho empezaba a
realmente preocuparse por su pequeño y frágil compañero. Yunho
suspiró y tomó una decisión: por la mañana, empezarían el
entrenamiento y Jaejoong aprendería qué se esperaba de él.
Mientras
tanto, esperaba que unas horas de sueño ayudaran.
"¿Has
acabado?" preguntó Yunho cuando Jaejoong dejó el tenedor en la
mesa junto al plato.
"Sí,
gracias," murmuró Jaejoong con voz monótona.
Yunho
se puso de pie y le tendió la mano al hombre. Necesitaba meter a su
compañero en la cama antes de que el hombre se cayera de sueño.
Jaejoong parecía exhausto y probablemente iba a quedarse dormido
durante varias horas, quizás la noche entera.
"Vamos,
mascota. Vamos a la cama." le pidió Yunho.
Jaejoong
tomó su mano y siguió a Yunho hasta la habitación. Yunho soltó la
mano de Jaejoong y se dirigió a la cama. Dobló las sábanas hacia
atrás y miró a su mascota.
"El
cuarto de baño está por ahí," dijo mientras señalaba a una
puerta en la pared opuesta. "¿Necesitas usarlo?"
"No."
"Entonces
deja la capa en esa silla y métete en la cama." Yunho se sentó
en el otro lado de la cama y empezó a quitarse las botas. Ya había
visto a Jae desnudo y sabía cómo era su cuerpo (increíble para ser
más exactos), pero quizás un poco de privacidad le haría calmarse
un poco.
Yunho
supo que había hecho lo correcto cuando sintió que el colchón daba
de sí un poco ante el peso de Jae. Sonrió mientras dejaba caer las
botas al suelo, quizás le estaba cogiendo el tranquillo a esto de
ser compañero. Quitó su transmisor de su oreja, lo dejó en la
mesilla de noche y tapó a ambos con las mantas.
Girándose
para encarar a Jaejoong, vio que el hombre se había escondido debajo
de las mantas. Sacudió la cabeza y se acurrucó junto a él,
rodeando al humano con sus
brazos.
Necesitaba ir al puente pronto, pero quería esperar a que Jaejoong
se quedase dormido.
"Duérmete,
mascota."
*
* * *
"¿Doc?"
llamó Yunho al entrar en la enfermería al día siguiente. "¿Crees
que podrías echarle un vistazo a mi mascota? Lleva durmiendo desde
ayer, y empiezo a preocuparme."
Yunho
estaba más preocupado de lo que dejaría al médico saber. No le
había dicho a nadie que su mascota era también su compañero porque
quería esperar a marcarlo antes
de
declarar eso. Ahora le preocupaba el no poder anunciarlo jamás.
Jaejoong no hacía más que dormir.
"Por
supuesto, Yunho," contestó Doc. "Me encantaría."
"¿Es
normal que duerma tanto?" Yunho tamborileó los dedos contra su
muslo mientras esperaba la respuesta del médico.
"Bueno,
ha sufrido bastante trauma en los últimos días, tanto emocional
como mental. Si añadimos el viaje espacial y su secuestro a esto, es
normal que duerma, es la manera que tiene el cerebro de darle a la
persona tiempo para procesar todo lo que le está ocurriendo."
Yunho
frunció el ceño, frustrado. "¿Qué tipo de trauma?"
"Yunho,
sabes que los terrícolas son una raza muy primitiva."
Yunho
asintió.
"Ser
abducido de su casa y todo lo que conoce por criaturas alienígenas y
vendido al mejor postor tiene que ser una presión mental y emocional
terrible para un hombre joven."
"Supongo
que nunca me pare a pensarlo así." Consideró Yunho. No estaba
seguro de que le gustaba la dirección que esta conversación estaba
tomando. Le hacía parecer una de las principales causas del trauma
de Jaejoong. Las dudas empezaron a asaltar al alienígena moreno.
¿Había contribuido a la condición de Jaejoong? "Doc, ¿crees
qué se pondrá bien?"
Doc
se encogió de hombros. "Es difícil saber. Los terrícolas son
criaturas delicadas, amigo mío. El más fuerte podría ceder ante la
presión y el más débil podría ser inquebrantable. Nunca se sabe."
"¿Crees
que el haberlo comprado fue demasiado para él?"
"Ya
te he dicho, es difícil saberlo, Yunho" el médico repitió con
paciencia. "No sé lo que puede o no puede soportar. Lo sabremos
con el tiempo. Y si tú no lo hubieras comprado, lo habría hecho
otra persona."
Yunho
detectó un atisbo de censura en la voz de Doc y la culpa que sentía
creció. Sus manos se cerraron en puños. Jaejoong era su compañero.
Renunciar al pequeño
humano
ya no era una opción. No podía, aunque no lo hubiera marcado
todavía.
"Lo
que sí te puedo decir es que tu mascota necesita apoyo, comprensión
y que lo traten con cuidado, por lo menos hasta que se acostumbre a
su situación. Los cambios que ha sufrido su vida en los últimos
días han sido impresionantes. No tiene nada de su vida anterior. Ni
siquiera la comida es igual. Va a necesitar tiempo para adaptarse a
lo que es en esencia una vida completamente nueva."
Yunho
apretó los labios, irritado y asintió con la cabeza. Las palabras
del médico le hacían sentirse como el monstruo que Jaejoong
seguramente le consideraba. Nunca se
había
parado a ver las cosas desde el punto de vista de su compañero. No
era una visión agradable. Iba a tener que reconsiderar como trataba
a su pequeño compañero. Yunho estaba seguro que en la Tierra,
Jaejoong era considerado un hombre fuerte. Yunho había visto las
videoemisiones como todos los demás. La televisión humana era
graciosa y ahora se alegraba de que la usara para distraerle en
noches solitarias. Le daba una idea de cómo pensaban los humanos.
Según las cosas que había visto Yunho, a Jaejoong se le
consideraría un chico muy atractivo. Estaría lo más arriba en la
cadena alimenticia, como Yunho lo era un su mundo natal.
Tenía
que ser desgarrador ser abducido y luego vendido como mascota para un
hombre así. Y Yunho estaba seguro de que Jaejoong se consideraba un
hombre fuerte y no
como
una delicada criatura que necesitaba protección de casi todo lo que
le rodeaba. Yunho no creía que Jaejoong reaccionase bien a ese
cambio en sus circunstancias.
La
azotaina que le había dado tenía que haber sido horriblemente
humillante para Jaejoong. Aunque solo pretendía castigar al hombre,
Yunho sospechaba que los azotes habían tenido un efecto mucho más
perjudicial para Jaejoong de lo que había pretendido.
El
Doctor Changmin le había dado algo en lo que pensar. Mientras tanto,
Yunho empezó a pensar en cosas que podía hacer para darle una
atmósfera más tranquilizadora
para
su compañero.
"¿Doc,
hay algo que pueda darle, o comida que pueda prepararle para hacerle
sentirse mejor?" preguntó Yunho tímidamente. "Aunque es
imperativo que siga mis
órdenes,
aunque solo sea por su propia seguridad, no quiero que pierda la
cabeza."
"¿Has
considerado volver a su casa y recoger sus pertenencias?"
preguntó Doc con cuidado. "No es un imposible, ¿sabes? Solo
nos llevaría más que unos pocos días llegar a la Tierra, y estoy
seguro de que tener sus propias cosas le daría algo de
tranquilidad."
A
Yunho le sorprendieron tanto las palabras del médico que no podía
más que mirarle durante unos momentos. La verdad es que no se le
había pasado por la cabeza, pero era
una
idea muy buena. Jaejoong iba a quedarse con Yunho para siempre, nunca
volvería a casa. Echaría de menos sus cosas a menos que las tuviera
con él.
"Haré
que Yoochun nos ponga en esa dirección inmediatamente." Yunho
empezó a dirigirse a la puerta, pero se detuvo, girándose hacia el
medico otra vez. Sabía que tenía que ser completamente sincero con
el médico.
"¿Erm,
Doc?"
"¿Sí?"
"Jaejoong
no es solo mi mascota. "Es mi compañero."
Changmin
pareció realmente sorprendido, sus cejas arqueando mientras miraba a
su capitán. "¿Le has marcado ya?"
"No,"
dijo Yunho. Se encogió levemente de hombros. "Quería esperar a
que le hubieras examinado y luego necesitaba descansar, y bueno--"
Yunho se apartó el largo pelo negro de la cara nerviosamente. "No
ha ocurrido todavía."
"Mmmm,"
consideró Doc, "quizás deberías esperar un poco."
"¿Esperar?"
preguntó Yunho con voz ahogada. No quería esperar. Necesitaba
marcar a Jaejoong cuanto antes, hacer al hombre suyo. La necesidad
solo iba a ir en aumento hasta que Yunho no pudiese controlarlo.
"Dale
algo de tiempo, conócelo un poco," dijo el médico. "Deja
que él te conozca. Creo que encontrarás que tu pequeño compañero
está más dispuesto a someterse a ti
si
está a gusto contigo." Yunho suponía que el medico tenía
razón, pero no tenía por qué gustarle. Asintió distraídamente a
Doc y salió, refunfuñando todo el camino al puente. Tenía que
darle consideración a las palabras de Changmin. Pero no quería
esperar a hacer suyo a Jaejoong.
"Yoochun,"
dijo Yunho el momento que pisó el Puente y vio a su segundo al mando
en el centro de control. "Pon rumbo inmediato a la Tierra."
"¿Tierra?"
Yoochun se giró hacia Yunho de la sorpresa.
"¿Quieres
ir a la Tierra? ¿Para qué?"
"Sí,
quiero ir a la Tierra," contestó Yunho, cruzando los brazos
sobre su pecho y lanzando una mirada fulminante al hombre. "Y tú
no necesitas saber el porqué, solo hacerlo."
"Vale,
sí, seguro," Yoochun volvió su atención a la consola. Empezó
a pulsar botones en la consola mientras se mordía el labio. "¿No
tenemos un cargamento que entregar
en
el sistema Vyer?"
"Lo
tenemos y lo entregaremos al regreso. Esto tiene preferencia. Te daré
el punto exacto en cuanto estemos en la atmósfera de la Tierra."
"Sí,
capitán."
"Mantenme
informado de nuestro progreso y asegúrate que estamos en modo
sigilo." Yunho sonrió. "A los terrícolas no les agradan
los visitantes del espacio exterior."
Seguro
de que Yoochun seguiría sus órdenes, Yunho pasó el resto de la
mañana cumpliendo con sus deberes de capitán en la nave:
actualizando los diarios, comprobando
el
cargamento, haciendo videollamadas a posibles clientes. Era todo muy
aburrido, pero necesario. En cuanto acabó con todo, volvió a su
camarote. Necesitaba ver que su pequeño humano estaba bien y decirle
que iban a ir a la Tierra a por sus pertenencias.
Además
quería ver a su compañero, olerle. La necesidad le había estado
distrayendo toda la mañana. Quería saber cómo le había ido a
Jaejoong en su primer día en la nave. Cuando abrió la puerta a su
camarote, Yunho miró inmediatamente a su cama, su cama vacía. Una
búsqueda frenética por todas las habitaciones le dio el mismo
resultado, no había nadie allí.
Yunho
estaba a punto de darle a su transmisor y ordenar una búsqueda por
toda la nave cuando recordó haberle pedido a Doc que le echara un
vistazo al hombre. Quizás había pasado algo y Changmin había
llevado a Jaejoong a la enfermería. Salió a toda prisa de su
camarote, echó a correr por los pasillos, esperando que no fuera
nada grave.
Había
tanto que no sabía de su compañero. Su corazón latía a toda
velocidad cuando entró
corriendo
en la enfermería y vio a Jaejoong sobre una de las camillas. Se
acercó a la Camilla, agradecido al ver los preciosos ojos de
Jaejoong abiertos y fijados en él. No parecía que le pasara algo.
"¿Estás
enfermo, mascota?"
La
cara de Jaejoong se sonrojó y apartó la mirada, evitando la de
Yunho. "No."
Yunho
examinó al hombre con cuidado, intentando encontrar una herida, una
lesión que explicara por qué estaba en la enfermería. Doc debería
haber podido examinar a Jaejoong en su camarote. "¿Entonces por
qué estás aquí? ¿Por qué no estás en nuestro camarote?"
"Doc
vino y él—quería echarme un vistazo."
Yunho
sabía por la manera en que Jaejoong le miraba que algo más grave
ocurría. Agarró la barbilla de Jaejoong en una mano, levantando el
rostro del hombre hacia el suyo.
Se
acercó, entrecerró los ojos y gruñó. "¿Quieres probar de
nuevo?"
Jaejoong
inhaló, asustado. Su cara palideció y sus ojos se entreabrieron por
un momento antes de bajarlos "T— Tengo moretones,"
susurró Jaejoong. Su respiración se entrecortó. "Mi—mi
madre es muy blanca y tenemos la piel muy pálida y nos amoratamos
fácilmente y cuando tú— cuando me azot-- cuando--"
Jaejoong
hablaba tan bajito, tan rápidamente que a Yunho le costaba seguirle.
La palabra que oyó con perfecta claridad, sin embargo, fue
moretones. Yunho no estaba acostumbrado a los sentimientos de rabia y
asco que inundaron sus sentidos, pero sabía que la única manera que
Jaejoong podía tener moretones era por mano de Yunho. Soltó la
barbilla de Jaejoong y le envolvió en sus brazos. Lo abrazó sin
resistencia por parte de Jaejoong y lo acunó contra su pecho.
"Lo
siento, mascota," dijo suavemente mientras frotaba su cara
contra la parte de arriba de la cabeza rubia de Jaejoong. Sintió el
cuerpo de Jaejoong temblar mientras el
hombre
sollozaba contra su pecho. "No era mi intención causarte
moretones. Prometo tener más cuidado en el futuro."
"¿Có--
cómo?" susurró Jae.
Yunho
abrió la boca para contestar, para decirle a Jaejoong que no lo
amorataría más, pero antes de poder hacerlo, alguien habló detrás
de él, recordándole que no estaban solos en la sala.
"Tengo
la solución ideal," Doc sujetaba una botella azul en su mano.
"Este es mi propia creación, una mezcla de varias hierbas y
plantas. Si se lo aplicas a Jaejoong después
de
sus castigos, debería ayudar con los moretones." Por la manera
en la que su mascota temblaba entre sus brazos, Yunho no estaba
seguro de que era la solución a sus problemas. Igual necesitaba
encontrar una manera de castigar a Jaejoong sin azotarle. De todas
maneras, tomó la botella que el médico le ofrecía y la metió en
el bolsillo.
"¿Hay
algo más que necesitas mirar, Doc?"
"No,
eso es todo," contestó Changmin.
"Necesita
comida, ya que ha dormido durante las últimas veinticuatro horas.
Aparte de eso y los moretones, está perfectamente, capitán."
Yunho
le dio las gracias y sacó a Jaejoong de la habitación en brazos. El
ya corto viaje de la enfermería hasta su camarote se hizo mucho más
rápido debido a los pasos agigantados de Yunho. Quería estar a
solas con su compañero para comprobar el daño por sí mismo.
Entró
en la habitación y cerró la puerta antes de activar su transmisor.
"¿Yoochun? Estaré en mi camarote si me necesitas. Y por favor
avísame en cuanto estemos a trescientos años luz de nuestro
destino."
"Entendido,
Yunho."
Dejó
su transmisor en una mesilla cercana y cruzó la habitación,
sentándose en la esquina de la cama, acunando a Jaejoong entre sus
brazos. El pequeño hombre todavía no le miraba a los ojos y Yunho
empezaba a odiar eso. Quería ver los expresivos ojos gris-azulados
de su compañero y quizás así averiguaría lo que le pasaba.
Yunho
se acordó de la botella de loción que le había dado el médico y
lo sacó del bolsillo. Se la enseñó a Jaejoong.
"¿Quieres
que le echemos algo de esto a tus moretones? Quizás alivie el
dolor."
Jaejoong
se encogió de hombros con indiferencia. Yunho frunció el ceño. No
le entusiasmaba esa respuesta. "Espero una respuesta cuando te
hago una pregunta, mascota," ordenó. "Ahora, ¿le echamos
un poco de esto a tus moretones?"
"Si
eso es lo que quieres."
De
nuevo a Yunho no le hacía gracia la respuesta que recibió pero no
estaba seguro qué hacer. Jaejoong le había contestado. "Ponte
de pie y quítate los pantalones, mascota."
Yunho
se sorprendió cuando Jaejoong hizo exactamente lo que le pedía. Se
puso de pie y dejó caer sus pantalones al suelo, sus manos cerrados
en puños a su lados, la parte de
debajo
de su cuerpo desnudo a la vista de Yunho.
"Ven
aquí, mascota," dijo Yunho señalando a su regazo.
Jaejoong
dio un par de pasos y se colocó sobre los anchos muslos de Yunho.
Pequeños temblores sacudían su cuerpo. Yunho pudo ver claramente el
daño que había causado con su castigo. Moretones grandes y oscuros
mancillaban la delicada piel de su mascota, todos con la forma de una
mano grande. Su mano grande.
Yunho
apretó los labios mientras acarició tiernamente la dolorida piel.
Su angustia era como un peso de plomo en su pecho. Él le había
hecho esto a su compañero. Había golpeado a la persona que ahora
era lo más importante en su vida. Abrió la botella de loción y
echo una cantidad generosa en sus manos. Dejó caer la botella sobre
la cama y empezó a masajear la loción en el culo amoratado de
Jaejoong. A Yunho no le gustaban las emociones que le recorrían
cuando curaba los moretones.
Su
única intención había sido castigar al hombre, imponer su
autoridad. No había querido dejar marcas. Yunho cerró los ojos,
sintiéndose completamente abatido. Jaejoong era su
compañero,
suyo para cuidar y proteger, hasta de sí mismo.
Y
sin embargo, lo único que le había dado era dolor y castigo. ¿Cómo
podía pedirle a Jaejoong que confiara en él si le trataba así?
Tenía que demostrarle a Jaejoong que no era un monstruo, aunque
estaba seguro que su compañero pensaba que era uno. Solo que no
estaba muy seguro de cómo lograrlo. Hasta ahora todos su planes
habían fracasado.
Las
orejas de Yunho se levantaron al oír cómo se entrecortaba
momentáneamente la respiración de Jaejoong. Se dio cuenta de que
mientras se reprendía a sí mismo por su
estupidez,
sus manos habían pasado de masajear la loción sobre el culo de
Jaejoong, a acariciar sus nalgas.
Sus
orejas se levantaron aún más y escuchó con atención mientras
acariciaba entre las nalgas de Jaejoong con un dedo, apenas tocando
el pequeño agujero ahí. Sonrió con cierto alivio cuando sintió
los leves temblores que sacudían el cuerpo de Jaejoong. Quizás
podía demostrar que no era un monstruo.
Yunho
agarró la botella de loción y se echó más en los dedos. Dejó
caer de nuevo la botella en la cama y continuó acariciando el
trasero de Jaejoong, prestando especial
atención
a la pequeña entrada rosa que tanto le fascinaba.
Yunho
no podía esperar al momento en que podría hundir se polla en ese
agujero. Ya le costaba lo imposible frenarse y no tirar a Jaejoong en
la cama y follarle hasta dejarle sin
sentido.
Parecía que había estado esperando una eternidad para marcar a su
compañero y Yunho no estaba seguro de si podría esperar mucho más.
"¿Te
gusta esto, mascota?" preguntó Yunho mientras le penetraba con
un dedo.
Frunció
el ceño no recibió más respuesta que un leve temblor. Podía
sentir la polla dura de Jaejoong contra sus piernas, así que sabía
que Jaejoong estaba disfrutando. No era algo que se pudiera fingir,
al menos, no para un hombre. "¿Mascota?"
"Sí,"
murmuró Jaejoong.
Algo
no iba bien. Yunho creía que le estaba dando placer a Jaejoong, pero
el acongojado susurro revelaba lo contrario. Y ahora que se paraba a
pensarlo, Yunho tampoco
olía
deseo y lujuria en Jaejoong, solo miedo. Jaejoong no debería sentir
miedo mientras Yunho le daba placer. Eso estaba mal.
Yunho
retiró la mano del trasero de Jaejoong y lo levantó para poder leer
su expresión. Más angustia se plantó en su corazón cuando vio las
lágrimas que corrían por las mejillas de Jaejoong.
"¿Por
qué me mentiste, mascota?" preguntó con la voz más calmada
que pudo considerando las emociones que se revolvían en su cabeza.
"Quiero la verdad. ¿Estabas
disfrutando
de lo que te estaba haciendo?"
Yunho
soltó los brazos de Jaejoong y le dejó irse cuando el hombre le
apartó de un empujón. El miedo que retorcía la cara pálida de
Jaejoong le dejó momentáneamente
atontado.
Parecía aterrorizado, su cuerpo entero temblando mientras se
arrodillaba en el suelo a los pies de Yunho y le miró, suplicando.
La respiración de Yunho se cortó cuando Jaejoong habló.
"Por
favor, ¿dime que hice mal?"
pobre jae a de estar muy traumatizado con eso que primero lo golpeo y luego le dio placer a de creer que después del placer que le dará lo golpeara de nuevo
ResponderBorrarno debería de tratarlo así debería de ser mas dulce con el y no me gusta que le diga mascota si el tiene su nombre que le llame jae no mascota
Gracias por el capitulo y por subirlos pronto así me gustan que los suban seguiditos así no pierdes el hilo de la historia y gracias de nuevo aquí estaré esperando por mas
Pobre Joongie... Yunho con su actitud le confunde... Yunho trátalo bien! mas aun si es tu compañero...
ResponderBorrarMuchas Gracias por las actuas y por subirlos rápido!!! :D
pucha yunho no sabe como tratar a jae y dejo todo morado y con miedo es su pareja no su mascota ¡¡ gracias por subir rapidos los capitulos <3
ResponderBorrarYunho que malo, como puede tratar asi pobre Jae, Jae es de tu propiedad tu lo tienes que cuidar y tratar con mucho amor....
ResponderBorrarGracias por dar un actu tan rapido <3 <3 <3
ohhhh pobre jae si esta traumado con los recientes sucesos. Y la culpa es de yun en parte. Pero confio en q podra ayudarlo. No pues si estuviese en la cituacion de alguno pues si q seria traumante. Gracias x la actu. Besos
ResponderBorrarHola~ :) ... Los dos me dieron pena en este capítulo :( porque no se entienden aún u.u esto recien comienza así que espero que se empiezen a entender pronto!! Gracias por la actu~ saludos :D
ResponderBorrarJae está deprimido y piensa que cuando Yunho lo toca es por un castigo y no por placer.
ResponderBorrarpobre Yunho ,no logra entender a su compañero. tan preocupado por él.
me encantan estos dos.
gracias
T___T pobre bebé...
ResponderBorrarYunho debe aprender más de los humanos.
Pobre Jaejoong, no sabe que sentir respecto a las acciones de Yunho
ResponderBorrarDios!
ResponderBorrarJaejoongie sí que es dificil de convencer!
Pero lo entiendo xq literalmente lo han apartado de su hogar de manera abrupta D:
Espero que cuando Yunho le consiga sus pertenencias personales, Jaejoong se sienta más comodo alrededor de Yunnie~ ♥
oww pobre trasero de BB D: yunho tienen q dejar de ser tan bruto y aprender a tratar con mas delicadeza a JJ xDD pobre jae que esta mas que confundido S:
ResponderBorrargracias x compartir ^^
Jae esta confundido, pero ahora Yunho debe demostrarle que no es castigo el placer para ellos, entonces debe demostrárselo haciendo lo mismo pero ambos, ya márcalo Yunho pero con amor y ternura.
ResponderBorrarAh que la!! Bueno ps es que también, no es de palo mi Jae, pero si le dijeron que eso era un castigo ps obvio que le va a dar terror!!! No me lo confundas mi Yun Yun hablale bonito y directo!! ;)
ResponderBorrarJae a pasado por tanto en poco tiempo ..y YH ..save que sera su pareja asi que debe ver la manera correcta para que trate a jae. .gracias por compartirlo ^=^
ResponderBorrarPobre joongie..., pero es que yunho es un bruto digo es su compañero debe cuidarlo no masacrarlo con castigos.
ResponderBorrarEn fin seguire leyendo... gracias por el capitulo
Hahahaha... "Mascota."
ResponderBorrarEso me causa gracia.
Aww jaejoong me da penuta por el, todo lo que tiene que asimilar, espero pronto las cosas mejoren, antes de que jaejoon realmente enloquezca... Creo que sera un trabajo un tanto dificil que exista la confianza necesaria entre ambos, pero supongo que ya lo superaran
ResponderBorrarGracias n.n