sábado, 7 de marzo de 2015

Subasta De Esclavos (Adaptación) Capítulo 3



CAPÍTULO 3

Yunho podía oler la confusión y el miedo que emitía su mascota mientras envolvía su cuerpo desnudo en una capa. Sabía que Jaejoong le temía tras haber recibido su castigo, pero no había nada que pudiera hacer para evitarlo. Su compañero tenía que entender quién mandaba. Él hacía las reglas y era el deber de su compañero obedecerlas, lo quisiera el hombrecito o no. No se arrepentía de haber azotado a su compañero, pero sí se arrepentía que ahora el hombre le temiese.

Aunque la idea original era que el hombre fuera su mascota, resultó que también era su compañero. Yunho sabía que a los ojos del resto del universo (excepto los de su propia raza) el hombre sería una mascota humana sin más derechos que los concedidos por su amo. Menos mal que los otros Phangars serían más tolerantes con sus estallidos. Presentía que ambos iban a necesitar mucha paciencia de los demás, sobre todo durante el periodo de entrenamiento.

Yunho atesoraba el hecho de que finalmente había encontrado su compañero. La conexión que se forjaría entre él y el hombrecito duraría toda su vida. A pesar de lo que pensara Jaejoong, Yunho si se arrepentía de tener que tratar al hombre como una mascota en compañía de otros, pero era eso o perderle. Y eso no era una opción.

Mientras Yunho acompañaba a su compañero por los pasadizos hacia su camarote, se preguntó si el miedo que sentía Jaejoong era algo malo. El humano estaría más dispuesto a obedecer órdenes si creía que iba a ser castigado. Causaría menos problemas entre ellos. Yunho frunció el ceño cuando vio a Jaejoong tambalearse. Su hermosísimo compañero todavía no le miraba a la cara y sus mejillas ardían. Quizás debería tratar a Jaejoong con un poco más de cuidado durante un tiempo. El hombre tenía que estar acongojado. Había sido procurado para la casa de subastas así que estaba claro que no estaba aquí por su propia voluntad. Nadie procurado para la casa de subastas lo estaba. Si añadías al hecho de su involuntaria cautividad el que el hombre era de la Tierra y que se había enfrentado a cosas tan por encima de su experiencia que ni se las habría imaginado, a Yunho le sorprendía que Jaejoong no hubiera perdido los papeles antes de ahora. Estaba bastante seguro de que ocurriría. Y en un futuro no muy lejano.

Genial. Una bomba de relojería.

Parándose ante la puerta de su camarote, Yunho colocó su mano en el sistema de seguridad de huellas de mano. Una luz verde parpadeó bajó su mano y la puerta se abrió con su habitual swusss. Le dio a unos pocos botones antes de agarrar la mano de Jaejoong y colocarlo firmemente sobre el lector de seguridad hasta que la luz verde parpadeó de nuevo. Ahora Jaejoong podría entrar y salir de su habitación. Solo Yunho podía prohibirle entrar o salir.

"Poner tu mano en el panel de seguridad abrirá y cerrará la puerta, mascota," dijo Yunho mientras le enseñaba a Jaejoong su nuevo hogar. "Nadie más puede abrir la puerta sin los permisos necesarios." Miró a Jaejoong cuando el humano se detuvo de repente en medio de la sala. Su compañero parecía nervioso y empezaba a preocuparle. Yunho decidió vigilarle aún más de cerca. "¿Por qué no echas un vistazo mientras yo preparo algo de comer?"

Jaejoong asintió distraídamente. Cuando los ojos gris-azulados de su mascota se encontraron con los suyos dorados, se dilataron de miedo y su cara palideció.

Yunho frunció el ceño. Jaejoong parecía temerle más de lo que debiera. Vale que había azotado el trasero del hombre, y luego le había dado placer como un castigo, pero
no había sido cruel. Al menos, no creía que lo había sido. No le había dado una paliza o algo por el estilo. Sacudió la cabeza y se dirigió a la cocina. Normalmente Yunho comía en la cantina con el resto de la tripulación, pero tenía una pequeña cocina en su camarote por si quería cocinar él mismo.
Cogió unos ingredientes, los mezcló y los echó a la cámara calorífica. Cuando volvió a la sala principal le sorprendió ver que Jaejoong seguía donde le había dejado. El hombre no se había movido ni un centímetro.

"¿Tienes hambre, mascota?"

Jaejoong le miró. Parecía un poco atontado. Sus ojos no parecían enfocar bien y no hacía más que echar miradas nerviosas por toda la habitación. Jaejoong agarraba la capa que
tenía por encima de los hombros como si fuera un escudo y sus manos hacían puños y se relajaban mientras temblaba.

"Sí."

"Entonces siéntate y come." Moviéndose despacio para no asustar al ya bastante nervioso humano, Yunho se fue a la cocina y sacó la comida de la cámara. Puso la comida en la mesa y volvió a la cocina a por dos platos. Jaejoong estaba de pie junto a la mesa cuando salió de la cocina. Su compañero estaba mirando la comida que Yunho había preparado con una expresión de confusión en su cara. Yunho se rió. Se apostaba lo que fuera que Jaejoongnunca había probado prohat antes. El plato era una mezcla de quesos, carnes y vegetales del mundo de Yunho. Comía prohat porque era uno de sus platos favoritos y además era fácil de preparar.

"Siéntate, mascota." 
 
Jaejoong se estremeció un poco cuando se sentó, pero enseguida lo borró de su cara. Yunho frunció el ceño cuando lo vio y se sentó en frente de Jaejoong. Sirvió un plato para cada uno y empezó a saborear la deliciosa comida. Yunho había tomado varios bocados cuando se dio cuenta de que Jaejoong no había empezado aún. Paró, el tenedor a medio camino a su boca, para mirar a Jaejoong. "Tienes que comer, mascota. Pronto será la hora de acostarse y Doc quiere que descanses."

Yunho esperó, mirando a su compañero hasta que Jaejoong tomó unos cuantos bocados antes de dedicar su atención a su propio plato. Iba a tener que reconsiderar todo
esto del castigo. Jaejoong parecía muchísimo más traumatizado de lo que Yunho esperaba. No sabía si había sido los azotes o el placer que le siguió o un conjunto de todo en general, pero se estaba comportando como si estuviera realmente asustado. Yunho empezaba a realmente preocuparse por su pequeño y frágil compañero. Yunho suspiró y tomó una decisión: por la mañana, empezarían el entrenamiento y Jaejoong aprendería qué se esperaba de él.

Mientras tanto, esperaba que unas horas de sueño ayudaran.

"¿Has acabado?" preguntó Yunho cuando Jaejoong dejó el tenedor en la mesa junto al plato.

"Sí, gracias," murmuró Jaejoong con voz monótona.
Yunho se puso de pie y le tendió la mano al hombre. Necesitaba meter a su compañero en la cama antes de que el hombre se cayera de sueño. Jaejoong parecía exhausto y probablemente iba a quedarse dormido durante varias horas, quizás la noche entera.

"Vamos, mascota. Vamos a la cama." le pidió Yunho.

Jaejoong tomó su mano y siguió a Yunho hasta la habitación. Yunho soltó la mano de Jaejoong y se dirigió a la cama. Dobló las sábanas hacia atrás y miró a su mascota.

"El cuarto de baño está por ahí," dijo mientras señalaba a una puerta en la pared opuesta. "¿Necesitas usarlo?"

"No."

"Entonces deja la capa en esa silla y métete en la cama." Yunho se sentó en el otro lado de la cama y empezó a quitarse las botas. Ya había visto a Jae desnudo y sabía cómo era su cuerpo (increíble para ser más exactos), pero quizás un poco de privacidad le haría calmarse un poco.

Yunho supo que había hecho lo correcto cuando sintió que el colchón daba de sí un poco ante el peso de Jae. Sonrió mientras dejaba caer las botas al suelo, quizás le estaba cogiendo el tranquillo a esto de ser compañero. Quitó su transmisor de su oreja, lo dejó en la mesilla de noche y tapó a ambos con las mantas.

Girándose para encarar a Jaejoong, vio que el hombre se había escondido debajo de las mantas. Sacudió la cabeza y se acurrucó junto a él, rodeando al humano con sus
brazos. Necesitaba ir al puente pronto, pero quería esperar a que Jaejoong se quedase dormido.

"Duérmete, mascota."


* * * *


"¿Doc?" llamó Yunho al entrar en la enfermería al día siguiente. "¿Crees que podrías echarle un vistazo a mi mascota? Lleva durmiendo desde ayer, y empiezo a preocuparme."

Yunho estaba más preocupado de lo que dejaría al médico saber. No le había dicho a nadie que su mascota era también su compañero porque quería esperar a marcarlo antes
de declarar eso. Ahora le preocupaba el no poder anunciarlo jamás. Jaejoong no hacía más que dormir.

"Por supuesto, Yunho," contestó Doc. "Me encantaría."

"¿Es normal que duerma tanto?" Yunho tamborileó los dedos contra su muslo mientras esperaba la respuesta del médico.

"Bueno, ha sufrido bastante trauma en los últimos días, tanto emocional como mental. Si añadimos el viaje espacial y su secuestro a esto, es normal que duerma, es la manera que tiene el cerebro de darle a la persona tiempo para procesar todo lo que le está ocurriendo."

Yunho frunció el ceño, frustrado. "¿Qué tipo de trauma?"

"Yunho, sabes que los terrícolas son una raza muy primitiva."

Yunho asintió.

"Ser abducido de su casa y todo lo que conoce por criaturas alienígenas y vendido al mejor postor tiene que ser una presión mental y emocional terrible para un hombre joven."

"Supongo que nunca me pare a pensarlo así." Consideró Yunho. No estaba seguro de que le gustaba la dirección que esta conversación estaba tomando. Le hacía parecer una de las principales causas del trauma de Jaejoong. Las dudas empezaron a asaltar al alienígena moreno. ¿Había contribuido a la condición de Jaejoong? "Doc, ¿crees qué se pondrá bien?"

Doc se encogió de hombros. "Es difícil saber. Los terrícolas son criaturas delicadas, amigo mío. El más fuerte podría ceder ante la presión y el más débil podría ser inquebrantable. Nunca se sabe."

"¿Crees que el haberlo comprado fue demasiado para él?"
"Ya te he dicho, es difícil saberlo, Yunho" el médico repitió con paciencia. "No sé lo que puede o no puede soportar. Lo sabremos con el tiempo. Y si tú no lo hubieras comprado, lo habría hecho otra persona."

Yunho detectó un atisbo de censura en la voz de Doc y la culpa que sentía creció. Sus manos se cerraron en puños. Jaejoong era su compañero. Renunciar al pequeño
humano ya no era una opción. No podía, aunque no lo hubiera marcado todavía.

"Lo que sí te puedo decir es que tu mascota necesita apoyo, comprensión y que lo traten con cuidado, por lo menos hasta que se acostumbre a su situación. Los cambios que ha sufrido su vida en los últimos días han sido impresionantes. No tiene nada de su vida anterior. Ni siquiera la comida es igual. Va a necesitar tiempo para adaptarse a lo que es en esencia una vida completamente nueva."

Yunho apretó los labios, irritado y asintió con la cabeza. Las palabras del médico le hacían sentirse como el monstruo que Jaejoong seguramente le consideraba. Nunca se
había parado a ver las cosas desde el punto de vista de su compañero. No era una visión agradable. Iba a tener que reconsiderar como trataba a su pequeño compañero. Yunho estaba seguro que en la Tierra, Jaejoong era considerado un hombre fuerte. Yunho había visto las videoemisiones como todos los demás. La televisión humana era graciosa y ahora se alegraba de que la usara para distraerle en noches solitarias. Le daba una idea de cómo pensaban los humanos. Según las cosas que había visto Yunho, a Jaejoong se le consideraría un chico muy atractivo. Estaría lo más arriba en la cadena alimenticia, como Yunho lo era un su mundo natal.

Tenía que ser desgarrador ser abducido y luego vendido como mascota para un hombre así. Y Yunho estaba seguro de que Jaejoong se consideraba un hombre fuerte y no
como una delicada criatura que necesitaba protección de casi todo lo que le rodeaba. Yunho no creía que Jaejoong reaccionase bien a ese cambio en sus circunstancias.

La azotaina que le había dado tenía que haber sido horriblemente humillante para Jaejoong. Aunque solo pretendía castigar al hombre, Yunho sospechaba que los azotes habían tenido un efecto mucho más perjudicial para Jaejoong de lo que había pretendido.

El Doctor Changmin le había dado algo en lo que pensar. Mientras tanto, Yunho empezó a pensar en cosas que podía hacer para darle una atmósfera más tranquilizadora
para su compañero.

"¿Doc, hay algo que pueda darle, o comida que pueda prepararle para hacerle sentirse mejor?" preguntó Yunho tímidamente. "Aunque es imperativo que siga mis
órdenes, aunque solo sea por su propia seguridad, no quiero que pierda la cabeza."

"¿Has considerado volver a su casa y recoger sus pertenencias?" preguntó Doc con cuidado. "No es un imposible, ¿sabes? Solo nos llevaría más que unos pocos días llegar a la Tierra, y estoy seguro de que tener sus propias cosas le daría algo de tranquilidad."

A Yunho le sorprendieron tanto las palabras del médico que no podía más que mirarle durante unos momentos. La verdad es que no se le había pasado por la cabeza, pero era
una idea muy buena. Jaejoong iba a quedarse con Yunho para siempre, nunca volvería a casa. Echaría de menos sus cosas a menos que las tuviera con él.

"Haré que Yoochun nos ponga en esa dirección inmediatamente." Yunho empezó a dirigirse a la puerta, pero se detuvo, girándose hacia el medico otra vez. Sabía que tenía que ser completamente sincero con el médico.

"¿Erm, Doc?"

"¿Sí?"

"Jaejoong no es solo mi mascota. "Es mi compañero."

Changmin pareció realmente sorprendido, sus cejas arqueando mientras miraba a su capitán. "¿Le has marcado ya?"

"No," dijo Yunho. Se encogió levemente de hombros. "Quería esperar a que le hubieras examinado y luego necesitaba descansar, y bueno--" Yunho se apartó el largo pelo negro de la cara nerviosamente. "No ha ocurrido todavía."

"Mmmm," consideró Doc, "quizás deberías esperar un poco."

"¿Esperar?" preguntó Yunho con voz ahogada. No quería esperar. Necesitaba marcar a Jaejoong cuanto antes, hacer al hombre suyo. La necesidad solo iba a ir en aumento hasta que Yunho no pudiese controlarlo.

"Dale algo de tiempo, conócelo un poco," dijo el médico. "Deja que él te conozca. Creo que encontrarás que tu pequeño compañero está más dispuesto a someterse a ti
si está a gusto contigo." Yunho suponía que el medico tenía razón, pero no tenía por qué gustarle. Asintió distraídamente a Doc y salió, refunfuñando todo el camino al puente. Tenía que darle consideración a las palabras de Changmin. Pero no quería esperar a hacer suyo a Jaejoong.

"Yoochun," dijo Yunho el momento que pisó el Puente y vio a su segundo al mando en el centro de control. "Pon rumbo inmediato a la Tierra."

"¿Tierra?" Yoochun se giró hacia Yunho de la sorpresa.

"¿Quieres ir a la Tierra? ¿Para qué?"

"Sí, quiero ir a la Tierra," contestó Yunho, cruzando los brazos sobre su pecho y lanzando una mirada fulminante al hombre. "Y tú no necesitas saber el porqué, solo hacerlo."

"Vale, sí, seguro," Yoochun volvió su atención a la consola. Empezó a pulsar botones en la consola mientras se mordía el labio. "¿No tenemos un cargamento que entregar

en el sistema Vyer?"

"Lo tenemos y lo entregaremos al regreso. Esto tiene preferencia. Te daré el punto exacto en cuanto estemos en la atmósfera de la Tierra."

"Sí, capitán."

"Mantenme informado de nuestro progreso y asegúrate que estamos en modo sigilo." Yunho sonrió. "A los terrícolas no les agradan los visitantes del espacio exterior."

Seguro de que Yoochun seguiría sus órdenes, Yunho pasó el resto de la mañana cumpliendo con sus deberes de capitán en la nave: actualizando los diarios, comprobando
el cargamento, haciendo videollamadas a posibles clientes. Era todo muy aburrido, pero necesario. En cuanto acabó con todo, volvió a su camarote. Necesitaba ver que su pequeño humano estaba bien y decirle que iban a ir a la Tierra a por sus pertenencias.

Además quería ver a su compañero, olerle. La necesidad le había estado distrayendo toda la mañana. Quería saber cómo le había ido a Jaejoong en su primer día en la nave. Cuando abrió la puerta a su camarote, Yunho miró inmediatamente a su cama, su cama vacía. Una búsqueda frenética por todas las habitaciones le dio el mismo resultado, no había nadie allí.

Yunho estaba a punto de darle a su transmisor y ordenar una búsqueda por toda la nave cuando recordó haberle pedido a Doc que le echara un vistazo al hombre. Quizás había pasado algo y Changmin había llevado a Jaejoong a la enfermería. Salió a toda prisa de su camarote, echó a correr por los pasillos, esperando que no fuera nada grave.

Había tanto que no sabía de su compañero. Su corazón latía a toda velocidad cuando entró
corriendo en la enfermería y vio a Jaejoong sobre una de las camillas. Se acercó a la Camilla, agradecido al ver los preciosos ojos de Jaejoong abiertos y fijados en él. No parecía que le pasara algo.

"¿Estás enfermo, mascota?"

La cara de Jaejoong se sonrojó y apartó la mirada, evitando la de Yunho. "No."

Yunho examinó al hombre con cuidado, intentando encontrar una herida, una lesión que explicara por qué estaba en la enfermería. Doc debería haber podido examinar a Jaejoong en su camarote. "¿Entonces por qué estás aquí? ¿Por qué no estás en nuestro camarote?"

"Doc vino y él—quería echarme un vistazo." 
 
Yunho sabía por la manera en que Jaejoong le miraba que algo más grave ocurría. Agarró la barbilla de Jaejoong en una mano, levantando el rostro del hombre hacia el suyo.
Se acercó, entrecerró los ojos y gruñó. "¿Quieres probar de nuevo?"

Jaejoong inhaló, asustado. Su cara palideció y sus ojos se entreabrieron por un momento antes de bajarlos "T— Tengo moretones," susurró Jaejoong. Su respiración se entrecortó. "Mi—mi madre es muy blanca y tenemos la piel muy pálida y nos amoratamos fácilmente y cuando tú— cuando me azot-- cuando--"

Jaejoong hablaba tan bajito, tan rápidamente que a Yunho le costaba seguirle. La palabra que oyó con perfecta claridad, sin embargo, fue moretones. Yunho no estaba acostumbrado a los sentimientos de rabia y asco que inundaron sus sentidos, pero sabía que la única manera que Jaejoong podía tener moretones era por mano de Yunho. Soltó la barbilla de Jaejoong y le envolvió en sus brazos. Lo abrazó sin resistencia por parte de Jaejoong y lo acunó contra su pecho.

"Lo siento, mascota," dijo suavemente mientras frotaba su cara contra la parte de arriba de la cabeza rubia de Jaejoong. Sintió el cuerpo de Jaejoong temblar mientras el
hombre sollozaba contra su pecho. "No era mi intención causarte moretones. Prometo tener más cuidado en el futuro."

"¿Có-- cómo?" susurró Jae.

Yunho abrió la boca para contestar, para decirle a Jaejoong que no lo amorataría más, pero antes de poder hacerlo, alguien habló detrás de él, recordándole que no estaban solos en la sala.

"Tengo la solución ideal," Doc sujetaba una botella azul en su mano. "Este es mi propia creación, una mezcla de varias hierbas y plantas. Si se lo aplicas a Jaejoong después
de sus castigos, debería ayudar con los moretones." Por la manera en la que su mascota temblaba entre sus brazos, Yunho no estaba seguro de que era la solución a sus problemas. Igual necesitaba encontrar una manera de castigar a Jaejoong sin azotarle. De todas maneras, tomó la botella que el médico le ofrecía y la metió en el bolsillo.

"¿Hay algo más que necesitas mirar, Doc?"

"No, eso es todo," contestó Changmin.

"Necesita comida, ya que ha dormido durante las últimas veinticuatro horas. Aparte de eso y los moretones, está perfectamente, capitán."

Yunho le dio las gracias y sacó a Jaejoong de la habitación en brazos. El ya corto viaje de la enfermería hasta su camarote se hizo mucho más rápido debido a los pasos agigantados de Yunho. Quería estar a solas con su compañero para comprobar el daño por sí mismo.

Entró en la habitación y cerró la puerta antes de activar su transmisor. "¿Yoochun? Estaré en mi camarote si me necesitas. Y por favor avísame en cuanto estemos a trescientos años luz de nuestro destino."

"Entendido, Yunho."

Dejó su transmisor en una mesilla cercana y cruzó la habitación, sentándose en la esquina de la cama, acunando a Jaejoong entre sus brazos. El pequeño hombre todavía no le miraba a los ojos y Yunho empezaba a odiar eso. Quería ver los expresivos ojos gris-azulados de su compañero y quizás así averiguaría lo que le pasaba.

Yunho se acordó de la botella de loción que le había dado el médico y lo sacó del bolsillo. Se la enseñó a Jaejoong.

"¿Quieres que le echemos algo de esto a tus moretones? Quizás alivie el dolor."

Jaejoong se encogió de hombros con indiferencia. Yunho frunció el ceño. No le entusiasmaba esa respuesta. "Espero una respuesta cuando te hago una pregunta, mascota," ordenó. "Ahora, ¿le echamos un poco de esto a tus moretones?"

"Si eso es lo que quieres."

De nuevo a Yunho no le hacía gracia la respuesta que recibió pero no estaba seguro qué hacer. Jaejoong le había contestado. "Ponte de pie y quítate los pantalones, mascota."

Yunho se sorprendió cuando Jaejoong hizo exactamente lo que le pedía. Se puso de pie y dejó caer sus pantalones al suelo, sus manos cerrados en puños a su lados, la parte de
debajo de su cuerpo desnudo a la vista de Yunho.

"Ven aquí, mascota," dijo Yunho señalando a su regazo.

Jaejoong dio un par de pasos y se colocó sobre los anchos muslos de Yunho. Pequeños temblores sacudían su cuerpo. Yunho pudo ver claramente el daño que había causado con su castigo. Moretones grandes y oscuros mancillaban la delicada piel de su mascota, todos con la forma de una mano grande. Su mano grande.

Yunho apretó los labios mientras acarició tiernamente la dolorida piel. Su angustia era como un peso de plomo en su pecho. Él le había hecho esto a su compañero. Había golpeado a la persona que ahora era lo más importante en su vida. Abrió la botella de loción y echo una cantidad generosa en sus manos. Dejó caer la botella sobre la cama y empezó a masajear la loción en el culo amoratado de Jaejoong. A Yunho no le gustaban las emociones que le recorrían cuando curaba los moretones.

Su única intención había sido castigar al hombre, imponer su autoridad. No había querido dejar marcas. Yunho cerró los ojos, sintiéndose completamente abatido. Jaejoong era su
compañero, suyo para cuidar y proteger, hasta de sí mismo.

Y sin embargo, lo único que le había dado era dolor y castigo. ¿Cómo podía pedirle a Jaejoong que confiara en él si le trataba así? Tenía que demostrarle a Jaejoong que no era un monstruo, aunque estaba seguro que su compañero pensaba que era uno. Solo que no estaba muy seguro de cómo lograrlo. Hasta ahora todos su planes habían fracasado.

Las orejas de Yunho se levantaron al oír cómo se entrecortaba momentáneamente la respiración de Jaejoong. Se dio cuenta de que mientras se reprendía a sí mismo por su
estupidez, sus manos habían pasado de masajear la loción sobre el culo de Jaejoong, a acariciar sus nalgas.

Sus orejas se levantaron aún más y escuchó con atención mientras acariciaba entre las nalgas de Jaejoong con un dedo, apenas tocando el pequeño agujero ahí. Sonrió con cierto alivio cuando sintió los leves temblores que sacudían el cuerpo de Jaejoong. Quizás podía demostrar que no era un monstruo.

Yunho agarró la botella de loción y se echó más en los dedos. Dejó caer de nuevo la botella en la cama y continuó acariciando el trasero de Jaejoong, prestando especial
atención a la pequeña entrada rosa que tanto le fascinaba.

Yunho no podía esperar al momento en que podría hundir se polla en ese agujero. Ya le costaba lo imposible frenarse y no tirar a Jaejoong en la cama y follarle hasta dejarle sin
sentido. Parecía que había estado esperando una eternidad para marcar a su compañero y Yunho no estaba seguro de si podría esperar mucho más.

"¿Te gusta esto, mascota?" preguntó Yunho mientras le penetraba con un dedo.

Frunció el ceño no recibió más respuesta que un leve temblor. Podía sentir la polla dura de Jaejoong contra sus piernas, así que sabía que Jaejoong estaba disfrutando. No era algo que se pudiera fingir, al menos, no para un hombre. "¿Mascota?"

"Sí," murmuró Jaejoong.

Algo no iba bien. Yunho creía que le estaba dando placer a Jaejoong, pero el acongojado susurro revelaba lo contrario. Y ahora que se paraba a pensarlo, Yunho tampoco
olía deseo y lujuria en Jaejoong, solo miedo. Jaejoong no debería sentir miedo mientras Yunho le daba placer. Eso estaba mal.

Yunho retiró la mano del trasero de Jaejoong y lo levantó para poder leer su expresión. Más angustia se plantó en su corazón cuando vio las lágrimas que corrían por las mejillas de Jaejoong.

"¿Por qué me mentiste, mascota?" preguntó con la voz más calmada que pudo considerando las emociones que se revolvían en su cabeza. "Quiero la verdad. ¿Estabas
disfrutando de lo que te estaba haciendo?"

Yunho soltó los brazos de Jaejoong y le dejó irse cuando el hombre le apartó de un empujón. El miedo que retorcía la cara pálida de Jaejoong le dejó momentáneamente
atontado. Parecía aterrorizado, su cuerpo entero temblando mientras se arrodillaba en el suelo a los pies de Yunho y le miró, suplicando. La respiración de Yunho se cortó cuando Jaejoong habló.

"Por favor, ¿dime que hice mal?"

17 comentarios:

  1. pobre jae a de estar muy traumatizado con eso que primero lo golpeo y luego le dio placer a de creer que después del placer que le dará lo golpeara de nuevo
    no debería de tratarlo así debería de ser mas dulce con el y no me gusta que le diga mascota si el tiene su nombre que le llame jae no mascota
    Gracias por el capitulo y por subirlos pronto así me gustan que los suban seguiditos así no pierdes el hilo de la historia y gracias de nuevo aquí estaré esperando por mas

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  2. Pobre Joongie... Yunho con su actitud le confunde... Yunho trátalo bien! mas aun si es tu compañero...
    Muchas Gracias por las actuas y por subirlos rápido!!! :D

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  3. pucha yunho no sabe como tratar a jae y dejo todo morado y con miedo es su pareja no su mascota ¡¡ gracias por subir rapidos los capitulos <3

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  4. Yunho que malo, como puede tratar asi pobre Jae, Jae es de tu propiedad tu lo tienes que cuidar y tratar con mucho amor....

    Gracias por dar un actu tan rapido <3 <3 <3

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  5. ohhhh pobre jae si esta traumado con los recientes sucesos. Y la culpa es de yun en parte. Pero confio en q podra ayudarlo. No pues si estuviese en la cituacion de alguno pues si q seria traumante. Gracias x la actu. Besos

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  6. Hola~ :) ... Los dos me dieron pena en este capítulo :( porque no se entienden aún u.u esto recien comienza así que espero que se empiezen a entender pronto!! Gracias por la actu~ saludos :D

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  7. Jae está deprimido y piensa que cuando Yunho lo toca es por un castigo y no por placer.
    pobre Yunho ,no logra entender a su compañero. tan preocupado por él.
    me encantan estos dos.
    gracias

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  8. T___T pobre bebé...

    Yunho debe aprender más de los humanos.

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  9. Pobre Jaejoong, no sabe que sentir respecto a las acciones de Yunho

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  10. Dios!
    Jaejoongie sí que es dificil de convencer!
    Pero lo entiendo xq literalmente lo han apartado de su hogar de manera abrupta D:
    Espero que cuando Yunho le consiga sus pertenencias personales, Jaejoong se sienta más comodo alrededor de Yunnie~ ♥

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  11. oww pobre trasero de BB D: yunho tienen q dejar de ser tan bruto y aprender a tratar con mas delicadeza a JJ xDD pobre jae que esta mas que confundido S:
    gracias x compartir ^^

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  12. Jae esta confundido, pero ahora Yunho debe demostrarle que no es castigo el placer para ellos, entonces debe demostrárselo haciendo lo mismo pero ambos, ya márcalo Yunho pero con amor y ternura.

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  13. Ah que la!! Bueno ps es que también, no es de palo mi Jae, pero si le dijeron que eso era un castigo ps obvio que le va a dar terror!!! No me lo confundas mi Yun Yun hablale bonito y directo!! ;)

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  14. Jae a pasado por tanto en poco tiempo ..y YH ..save que sera su pareja asi que debe ver la manera correcta para que trate a jae. .gracias por compartirlo ^=^

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  15. Pobre joongie..., pero es que yunho es un bruto digo es su compañero debe cuidarlo no masacrarlo con castigos.

    En fin seguire leyendo... gracias por el capitulo

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  16. Aww jaejoong me da penuta por el, todo lo que tiene que asimilar, espero pronto las cosas mejoren, antes de que jaejoon realmente enloquezca... Creo que sera un trabajo un tanto dificil que exista la confianza necesaria entre ambos, pero supongo que ya lo superaran
    Gracias n.n

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