Capítulo
4
Jung
Yunho tenía una voz que le hacía cosquillas en la piel.
O
bien era ronca por el sinfín de gritos y súplicas de misericordia
que había hecho en el sótano, o suave, profunda y completamente
masculina, como ahora, que estaba curado.
Jaejoong
nunca había experimentado nada parecido a la reacción que tenía a
cada palabra que
salía de su boca. Su voz cuando le encontró, le tocó una
fibra sensible que resonó en su interior y sacudió su parcialidad.
Su voz le hacía sentir.
La
puerta de su habitación se abrió y apareció Yunho,
convertido de nuevo en un ser humano, con una camiseta negra
y unos pantalones vaqueros que eran de hecho, demasiado
grandes para su cuerpo reducido.
Jaejoong
estaba ansioso por verlo regresar a la forma en que había
aparecido en su memoria, rellenito y musculoso, su piel de
un color dorado cálido y sus ojos brillantes de felicidad en
lugar de embrujados por las sombras.
—Así
que… —empezó a decir Jaejoong, sorprendido por su
necesidad de aclararse la garganta.
Había
algo en él, que parecía detener todos sus procesos físicos y
mentales.
—¿De
qué tienes hambre?
—¿Cuánto
tiempo tienes? — preguntó curioso Yunho.
—
Jaejoong lo observó. Eso lo
hizo sonreír.
—Ven
conmigo al laboratorio y te daré algo de papel para escribir una
lista.
—¿Laboratorio?
— Repitió en voz alta Yunho. Jaejoong comenzó a caminar por el
pasillo.
—Sí,
ahora mismo estás en una instalación de almacenamiento
subterráneo, que he
convertido
en un laboratorio dentro del centro de detención y la
enfermería.
Estoy
estudiando una enfermedad que se ha ido extendiendo a
través de las filas de vampiros. Trato de averiguar lo que es,
si hay una cura aceptable, con qué rapidez se está expandiendo,
las mutaciones y variaciones... todo, en realidad.
Yunho
lo miró fijamente.
—¿Eres
una rata de laboratorio?
—Bueno,
sí... Supongo que lo soy. —Jaejoong sonrió.
—¿No
es eso un poco... mundano para un ángel?
—Alguien
tiene que hacerlo. Bien podría ser yo, ya que me gusta.
Además, tengo
aptitudes.
—Yunho le puso una mano sobre la cabeza y dijo:
—Creo
que tendrías aptitudes para todo. Eres un ángel.
Abrió
una puerta y lo acompañó a un laboratorio impresionante. Cuando
Yunho silbó, Jaejoong sintió un arrebato de orgullo.
—¿Te
gusta? —preguntó, tratando de ver el espacio familiar como él lo
hacía. En una de
las
paredes de vidrio se alineaban refrigeradores, mostrando los
tubos de ensayo y placas de Petri que guardaba en su interior.
La
pared de enfrente estaba llena de fregaderos y armarios
montados en la pared. Dos filas de largas mesas de trabajo
de aluminio, corrían paralelas entre sí, a lo largo de la
habitación. Vasos, microscopios, centrifugadoras y más
capsulas llenas en un caos organizado.
—¿Qué
más se puede pedir? —dijo—. Es la habitación de
ensueño de un friki de
medicina.
—Recordó que Yunho había sido un estudiante de EMT y de
medicina, dijo:
—Si
alguna vez te sientes con ganas de echarme una mano, no voy a decirte
que no.
—Yo
tampoco te diré que no.
—Bueno,
eso fue fácil. —Sintió como sonreía de nuevo—.
Nunca
voy a decirte que no a ti, Jaejoong. —Su tono era bajo y
desesperado—.
Haré
cualquier cosa que quieras.
Incluso
ayudarte a encontrar una cura para esas jodidas cosas que...
—Tomó aire con la respiración entrecortada—. Lo que sea. Te
ayudaré.
—Yunho...
—Algo se retorció dolorosamente en su pecho—. Gracias.
—No
me lo agradezcas. Te debo la vida. Es tuya para hacer lo que quieras
con ella.
Jaejoong
se alejó de prisa, sintiendo una necesidad de privacidad.
Usó el pretexto de conseguir lápiz y papel para ocultar la
forma en que... se puso nervioso.
¿Cómo
lo hizo sentirse expuesto y vulnerable?
Que
pudiera recordar, nunca nada, había sido capaz de afectarle de
esa manera.
—Ocupémonos
de conseguirte algo de comer —dijo Jaejoong con una facilidad
fingida.
—Entonces
te explicaré un poco por qué estoy estudiando esta enfermedad.
Cuando
regresó, con un poco de papel cuadriculado y un lápiz, se reunió
con Yunho.
Inclinó
la cabeza hacia atrás, lo miró... y se perdió en sus
ojos.
Eran
tormentas de emociones que nunca había sentido. Era como
mirar dentro de un torbellino del Caribe, el castaño
inmaculado lo atraía y se lo llevaba por delante, hasta
que él fue todo lo que vio. Yunho lo agarró de la muñeca
cuando comenzó a alejarse.
—Jaejoong
—dijo con voz ronca—. ¿Puedo tocarte? ¿Me dejarías?
—Yo...
—Frunció el ceño—. ¿Por qué?
Las
manos de Yunho se levantaron lentamente hacia su rostro.
—Tengo
que tocarte para asegurarme de que eres real. Eres un sueño
para mí, Jaejoong.
Eres
una criatura mítica, como un unicornio o un hada.
—Tus
manos están temblando —murmuró Jaejoong, preocupado—.
Necesitas comer.
—No
estoy temblando por eso. —Yunho Inhaló fuerte—. Eres tan
hermoso. Nunca he visto nada tan hermoso como tú.
El
giro extraño en su pecho lo golpeó de nuevo, separando
sus labios en rápidas
exhalaciones.
—De
acuerdo. —Sus labios se curvaron ligeramente, apretando el
dolor en un malestar agudo. Aunque demacrado, Yunho era un hombre
guapo.
—¿De
acuerdo?
—De
acuerdo Yunho, puedes tocarme.
Jaejoong
se quedó inmóvil, cuando las yemas de sus dedos trazaron
la curva de sus cejas. Le movió a un lado el flequillo y
después le acarició la línea de cabellos que llegaban a
la altura del mentón con la punta de sus dedos.
Le
tomó la mandíbula con las dos manos, inclinando su cabeza un
poco, hacia arriba.
La
piel de Jaejoong se calentaba dondequiera que la tocara. Comenzó a
temblar.
Tenía
sus dedos en la garganta, una caricia que de alguna manera, era
insoportablemente
íntima. Un
hormigueo corrió por su carne.
Yunho
miró fijamente y por largo tiempo su boca y luego pasó la
yema de su dedo
pulgar
sobre el labio inferior.
El
roce de sus dedos, cuando le acariciaba le hacía sentir un
agradable dolor, una contracción poco familiar, desconocida
entre sus piernas, haciéndolo apretar los dientes.
Asustado por el diluvio
confuso de sensaciones y necesidades, Jaejoong se apartó de
allí, respirando con dificultad.
No
podía pensar... no entendía...
—¿Qué
estás haciéndome? —Jaejoong jadeó.
Yunho
lo miraba con aquellos ojos intensos y turbulentos.
—Adorarte.
—¿Qué...?
No deberías. No puedes.
—No
puedo evitarlo.
—Sacudiendo
su cabeza, Jaejoong se apartó.
—Por
favor, sólo escribe lo que quieres para comer.
—Te
ha molestado. No era mi intención.
—Suspiró
Yunho cuando Jaejoong dio un paso más atrás.
—¿Me
puedes dar alguna idea para la comida? ¿De qué tienes hambre?
—No
me alimento como tú.
—Por
supuesto que no lo haces. Esa fue una pregunta estúpida. —Yunho
se frotó la nuca.
—Me
has curado, ¿no? ¿Cómo?
Lo
miró, casi sin poder hacer nada, fascinado por su
capacidad de recuperación.
Sí, le había curado su
cuerpo, pero era su propia fuerza de voluntad y el
espíritu, lo que le permitió enfrentarse a él ahora. Un
hombre herido y parcialmente roto, pero no una bestia salvaje.
—Te
di un poco de mi sangre.
—¿Me
diste tu sangre? ¿Cómo?
—Una
transfusión. Es la forma más rápida y eficiente.
—¿Tengo
tu sangre en mis venas, Jaejoong?
Algo
feroz invadió sus facciones.
La
puerta se abrió detrás de ellos y Heechul entró.
El
otro Centinela observó a Yunho con curiosidad descarada.
—Hola,
Jaejoong y amigo de Jaejoong—saludó, con su dulce voz cantarina.
Realmente,
Heechul podía cantar como sólo un ángel puede hacerlo. Su
cabello fluía hasta la cintura. Sus espesos rizos eran de un
color único, llamado «rubio fresa» por algunos mortales.
Estudió
a Yunho con los ojos negros universales, en todos los ángeles
Centinelas.
—Soy
Heechul. ¿Y tú eres?
—Yunho.
Dio una breve inclinación de cabeza y se presentó a sí
mismo.
—Encantado
de conocerte, Yunho. Parece que estás curándote muy bien.
Jaejoong
sabía que los demás estarían observando atentamente a Yunho,
Changmin no estaría contento con Jaejoong, por llevar un
mortal a su laboratorio y ninguno de los otros Centinelas querían
que su desaprobación, se extendiera sobre ellos.
—Gracias
a Jaejoong —dijo Yunho, lanzándole una mirada rápida con
gratitud, lo que hizo que sus manos se enroscaran en puños flojos.
—¿Eres
humano, Heechul? O un ángel, ¿cómo Jaejoong?
Como
respuesta, Heechul liberó sus alas exponiendo los colores
que Jaejoong siempre recordaba como una puesta de sol tropical, una
fusión de naranjas, amarillos y rojos.
—Muy
bonitas —dijo Yunho, tomando la revelación de otra
«criatura mítica» con un
aplomo
digno de elogio.
Sin
embargo, Jaejoong sintió una punzada por su admiración al otro
Centinela, una que no podía identificar, ya que no la había
sentido antes.
—Heechul,
¿puedes ir a comprar algo rápido para darle de comer a Yunho?
—Sí,
por supuesto. Me vendría bien un poco de tiempo fuera de la
enfermería.
—¿Qué
te gustaría? —le insistió Jaejoong de nuevo.
Su
rostro se arrugaba un poco mientras lo pensaba, lo cual, encontraba
entrañable.
—¿Qué
tal un gran cubo de pollo frito, ensalada de col, maíz en
mazorca, bollos de pan de maíz y el refresco más grande que
tengan. Además de postre. Lo que sea que haya.
Soy muy goloso.
—Heechul
levantó las cejas.
—¡Qué
hambriento!
—Ha
pasado un año desde que comí. Tengo mucho que ponerme al día,
dijo Yunho.
—Está
bien. —Se dirigió hacia la puerta—. Vuelvo en un rato.
Jaejoong
se encontró con la mirada de Yunho, cuando se volvió para mirarlo.
—¿Quieres
que te explique en lo que estoy trabajando, mientras vuelve?
—Por
supuesto.
Lo
siguió muy de cerca, mientras se acercaba a los monitores de la
enfermería, en la pared del fondo.
—Por
cierto… tus alas son más bonitas que las suyas, dijo Yunho
sinceramente.
No
podía verlo, pero Jaejoong sonrió.
La
placa de Petri, o cápsula de Petri: recipiente redondo, de cristal
o plástico, con una cubierta de la misma forma que la placa,
pero algo más grande de diámetro, para que se pueda
colocar encima y cerrar el recipiente, aunque no de forma
hermética. Es parte de la colección conocida como «material de
vidrio». Tiene uso de microbiología.
EMT:
En el mundo de la medicina, la EMT, conocido como un técnico medico
de emergencia, es la línea del frente en la escena de una
emergencia.
Rubio
fresa: Strawberry blond, rubio tirando a rojizo.
Me encanta ¡recién lo leo y aksjaksjaksj Jae sintió un poquito de celos! Bueno espero y YunHo se siga recuperando más rápido y se quede al lado de Jaejoongie~
ResponderBorrarHeeChul siempre tan servicial (?) seguro será futuro cómplice del romance~
me encantan los celos de Jae aun que creo que no sabe que los tiene pues al parecer nunca le habían dado antes y Yunho muy endiosado con Jae
ResponderBorrarGracias por compartir
ayyy sigo admirada por la forma tan hermosa en que se enamoraron estos dos y ellos sin darse cuenta,
ResponderBorrarYunho literaltmente, adora a su ángel
y Jae ya siente cosquillitas, celos, nerviosismo, con solo mirar y escuchar a Yunho. lo asombrado que estará cuando se de cuenta que lo que siente es amor por Yunho.
tan hermosa esta historia, me encanta. no me canso de repetirlo.
me encanta ver la forma tan natural y tan apasionada en que se enamoran... es precioso.
mil gracias por esta nueva actualización
<3 <3 <3 Super linda Jae esta celosillo hihihi
ResponderBorrarGracias por compartirrrrr
Me encanta su manera de empezar a quererse, celos, y admiración por parte de ambos. Jae siente cosas cuando Yunho lo toca pero no sabe que, pues nunca antes lo había sentido pues un ángel.
ResponderBorrarGracias, es tan hermoso....
Me encanta jae esta confuso por todas las emociones que le transmite yunho mi vido que lindo
ResponderBorrarque gloton yunho XD o es que lo hizo solo para quedarse con Jae a solas por mas tiempo? **
ResponderBorrarJoongie celosito :3 y Yunho asegurandole que sus alas eran mas bonitas kyaaaaa *W* Jae no sabe que son las cosas que Yunho le hace sentir.... Que tierno~
ResponderBorrarMe encanta! ^ ^
Pero por supuesto!! Un fic Yunjae no es un fic completo sino aparece la Chula!!! Y el jaejoongnie todo celosito awww!!! Hermosos!!! Gracias por eel cap!!
ResponderBorrarJae se puso celoso xD!!! …. Que bueno que YH le aclaro que sus alas son mas bonitas que las de Heechul jaja *-*
ResponderBorrarMe encanta :3las emociones de Jae hacia Yunho se están haciendo de a poquito conscientes para él , y Yunho tan adorable hacia su angel :3 me encantó!!! Gracias por el capítulo!!
ResponderBorrarHahahahahahaa
ResponderBorrarAl final del dia, Jae resulta ser... Jae xD
jejeje si que con Yunho va a experimentar ciertos cambios como lo último eso se llaman celos Jaejoong pero dijo que tus alas son mas hermosa
ResponderBorrarMe fascina!!! Oh! Tantas emociones, sentimientos nuevos para Jae......Destino?
ResponderBorrarEsta aprendiendo lo que es la empatia, el dolor, la tristeza, la alegria, el deseo y los celos....ohh! Sus alas son mas hermosas......
Siempre que leo un Fic referente a Angeles....recuero la primera vez que vi a los shinkis....y cuando vi a Jae...fue un golpe....yo no soy creyente pero cuando lo vi....juro que si hay angeles Jaejoong es uno! Tan hermoso! Incluso brillaba!...despues me di cuenta que era efecto del video...pero contribuyo a mi imagen de el.....aun sigo creyendo que Jae es algo mistico.....muy bello para ser de este planeta.....ademas sus conversaciones jajajaja nunca me cansare de orile decir cualquier cosa extraña sacada de su mente....lo amo simplemente......
Muchas gracias...a segir leyendo....
Jaejoong teniendo sentimientos que desconoce, me encanta, ademas sintio celos de heechul, me pregunto cuanto tiempo podra resistir sin darse cuenta de que son todas esas emociones n.n
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