Subasta De Esclavos (Adaptación) Capítulo Final

Capítulo Final

Yunho se dio cuenta de que algo no iba bien antes de llegar al puente. Todo estaba demasiado silencioso. No es que hubiera mucha gente en la nave, pero se tenía que

haber cruzado con alguien en los pasillos a estas alturas.

El no recibir una respuesta en su transmisor hizo que su ansiedad aumentara, e hizo que un escalofrío de temor le recorriera la espalda. Heechul debería haber contestado ya. El hombre era su oficial de comunicaciones, era su trabajo comunicarse. Incluso en una emergencia.

Su presentimiento de que algo terrible había pasado se confirmó cuando la puerta del puente se abrió. Había ordenado que la nave se asegurase, cierre de emergencia completo. Eso significaba que el puente estaría cerrado a menos que tuvieras la acreditación necesaria.

Una puerta abierta significaba que, o sus órdenes no se habían cumplido, cosa que Yunho dudaba, o que habían tenido un fallo en la seguridad, uno grave. Yunho votaba por el fallo

de seguridad. Ningún miembro de su tripulación le desobedecería. Habían pasado por muchas cosas juntos, y le eran leales hasta la muerte.

Yunho se apretó contra la pared al lado de la puerta al puente. Hizo un gesto a Yoochun para que hiciera lo mismo.

Tomó su pistola de pulso y echó un rápido vistazo por la puerta, pegándose contra la pared otra vez: Levantó dos dedos hacia Yoochun para indicarle que había visto a dos personas en el puente y dónde estaban posicionados. Yoochun asintió con la cabeza y desenfundó su pistola, esperando la señal de Yunho.

Agachándose para presentar un objetivo más pequeño, lo cual no era fácil dado su tamaño, Yunho se acercó lentamente a la entrada del puente. Moviéndose tan silenciosamente como podía, Yunho se asomó por la puerta y apuntó a uno de los intrusos.

Por el rabillo del ojo pudo ver el cañón de la pistola de Yoochun, apuntado al otro intruso.

Asintiendo con la cabeza, Yunho y Yoochun lograron disparar al unísono, gracias a otros abordajes que habían llevado a

cabo. Los dos intruso cayeron al instante. Yoochun se puso de pie y entró a la habitación, yendo de frente a por la consola de seguridad para reiniciar los protocolos de seguridad y activar el cierre de emergencia.

Asegurar la nave era la primera prioridad, incluso antes que buscar signos de vida.

Yunho esperaba que su gente estuviera bien. Soltó un suspiro de alivio cuando el

computador informó que la mayoría de la tripulación estaba encerrada en el comedor.

"Están en el comedor," le dijo a Yoochun cuando este se acercó.

"¿Y nuestras mascotas?" 

 

A Yunho se le paró el corazón. ¡Ups! El hecho de que su compañero debería estar a salvo en su camarote le había permitido seguir el procedimiento de seguridad hasta ahora, pero ahora localizarles le era tan necesario como el respirar.

Su mano tembló al hacer un rápido escaneo de signos de vida humanos. Su corazón se paró de nuevo al localizar solo uno. Por lo menos el individuo estaba en el camarote del capitán.

Eso significaba que Jaejoong le había obedecido, pero también significaba que no sabía si era Jaejoong o Junsu. Yunho se dio cuenta de que la señal se debilitaba.

Las manos de Yunho solo se pararon para darle órdenes a Yoochun. "Saca a todos del comedor y haz que el médico vaya de inmediato a la enfermería. Minho tiene que hacerse cargo del puente ahora.

Iré a mi camarote en cuanto esté aquí. No quiero quedarme en este planeta más de lo necesario." Yunho maldijo el hecho de que alguien tenía que hacer que todo estuviera preparado para irse.

"¿Quién es?" preguntó Yoochun mientras apuntaba a la forma roja tirada en el suelo del camarote de Yunho. Su voz era tensa. La computadora solo enseñaba la forma general

de un cuerpo, no a quien pertenecía.

"No lo sé." Decir las palabras le producía un dolor en el pecho. Si perdía a su mascota, él estaría perdido también. ¡No llevamos lo suficiente juntos para esta mierda!

Yoochun miró la forma roja brillante en la pantalla y luego asintió con la cabeza. Se giró y se encaminó hacia la puerta, parándose para mirar a Yunho por encima de su hombro. "Es mi compañero, ¿Lo sabes?"

"Lo sé, Yoochun."

"No puedo . . . él es . . ." Yunho vio a Yoochun apretar los puños y sacudir la cabeza. "Si está herido o . . ."

"Lo sé. Vete, Yoochun," dijo Yunho. Sabía cómo se sentía Yoochun, y sus emociones eran reflejo de las del otro hombre.

"Cuanto antes hagamos esto, antes sabremos qué es lo que pasa."

Yoochun asintió y salió de la habitación.

Yunho apretó unos cuantos botones más para completar el proceso de despegue. Minho podía ocuparse del resto. Con una última mirada a la consola de seguridad para asegurarse de que la nave estaba asegurada contra intrusos, Yunho salió corriendo del puente y en dirección a su camarote.

Su estómago se revolvía a cada paso. Yunho no tenía ni idea de qué iba a encontrar cuando llegase a su camarote, pero fuera lo que fuera, no iba a ser algo bueno. Solo había

una señal de vida. ¿Estaba muerto uno de los humanos?

Por favor, que Jaejoong esté bien.

Doblando la esquina del pasillo, los pasos de Yunho se ralentizaron. La puerta a su camarote se abría y se cerraba repetidamente, incapaz de cerrar por completo, debido al transportín de Jiji tirado en el marco. La puerta no hacía más que golpearla. Maulliditos desde dentro indicaban que aunque Jiji no estaba contento, estaba a salvo.

"¿Jaejoong?" llamó Yunho mientras se acercaba a la puerta. No obtener respuesta no le hizo sentirse mejor.

Agarró el transportín y lo empujó dentro de la habitación delante de él y luego entró.

La cantidad de destrucción en la habitación disgustó a Yunho, pero no tanto como ver a Jaejoong inmóvil en un charco de su propia sangre. Yunho gritó y se llenó de angustia. Cruzó la habitación y cayó de rodillas al lado de su humano, sin importarle la sangre que fue absorbida por sus pantalones.

Sus manos pasaban por encima de Jaejoong sin tocarle, no sabía ni dónde tocarle para saber si estaba vivo. Cada centímetro de su mascota parecía estar cubierta de sangre. Moretones, arañazos y marcas de garras desfiguraban su precioso cuerpo. Uno de sus brazos estaba torcido en un ángulo imposible.

"Oh, mascota, ¿quién te ha hecho esto?" susurró, su corazón ya despidiéndose del hombre que tanto significaba para él. Yunho sabía que nadie, y menos un humano podría

sobrevivir a las heridas que veía en el cuerpo de Jaejoong.

Yunho le dio al transmisor, con la esperanza de que Yoochun ya había liberado a la tripulación del comedor.

"¿Doc?"

"¿Sí, Yunho?" contestó Changmin. "Voy camino a la enfermería como pediste."

"Necesitas venir a mi camarote y traerte tu equipo médico. No creo que debamos mover a Jaejoong."

"Entendido." Yunho oyó a Doc acelerar el paso.

"Voy de camino."

"Date prisa. No sé . . . No sé si está vivo tan siquiera, Doc."

"Comprueba su pulso, Yunho, está debajo de su oreja, justo debajo del borde de su mandíbula. Si sientes un latido, es que está vivo."

La mano de Yunho tembló mientras hacía como le había dicho el médico, presionando sus dedos con delicadeza contra el cuello de Jaejoong. Su corazón se paró

cuando no sintió nada, pero movió los dedos más cerca de la mandíbula y sintió un débil pulso latir contra su piel.

"Mierda, mierda, mierda," recitó Yunho con alivio.

"¿Y bien?"

"Tiene un pulso, pero no es muy fuerte, Doc," contestó Yunho. "Creo que deberías darte prisa."

"Estoy tomando lo que necesito ahora mismo. Estaré ahí en seguida."

Yunho no se molestó en desconectar la llamada.

Simplemente le dio al transmisor otra vez y llamó a Yoochun.

"Yoochun, Junsu ha desaparecido. Vete al puente y búscale con el escáner. Yo ya escaneé la nave. Quienquiera que se llevara a Junsu tiene que ser de nuestro mundo, lo cual quiere decir que tiene que quedar un rastro. Shindong dijo que nos habían seguido hasta aquí. Empieza por ahí."

"Entendido."

"Y Yoochun, lo traeremos de vuelta."

"Sí, eso haremos," le contestó con determinación.

Yoochun se fue antes de que Yunho pudiera decir nada más. Su corazón dolía por lo que su amigo tenía que estar pasando, y por Junsu también. Con Yoochun encargándose de

seguir al humano desaparecido, Yunho dedicó toda su atención a su compañero herido.

Yunho se sentó en el suelo al lado de Jaejoong para estar más cerca de su mascota.

Estiró una mano sangrienta con cuidado y apartó el pelo enredado y amatojado de la cara amoratada de su compañero y suspiró. "Mi pobre pequeño, quizás debería haberte dejado en tu casa. Habrías estado a salvo."

Jaejoong estaba tan malherido que Yunho no sabía si iba a poder sobrevivir. Y si Jaejoong no sobrevivía, Yunho tampoco.

Yunho era un guerrero grande y fuerte, un pícaro que iba a donde le daba la gana y hacía lo que le daba la gana. 

 

Estaba al mando de su propia vida. Esperar a que Doc llegase era casi tan doloroso como ver como su mascota estaba ahí tirado y no poder hacer nada para ayudar. Se sentía completamente inútil, algo que no recordaba haber sentido jamás en todos los años que había navegado las galaxias.

Cuando la puerta se abrió detrás de él, Yunho gruñó y cubrió el cuerpo de Jaejoong instintivamente con el suyo. Al ver al médico, combatió su propia naturaleza para relajarse y dejar que el hombre azul hiciese su trabajo.

Era difícil apartarse y dejar que se acercara el médico cuando lo único que quería era proteger a su compañero. Pequeños gruñidos se le escapaban cuando Doc empezó a tocar a Jaejoong, haciendo escáneres y haciéndole una revisión general, pero Changmin sonrió, comprensivo, y continuó con su trabajo.

La espera era atroz.

"¿Y bien, Doc?" preguntó Yunho cuando ya no pudo soportar más el silencio.

"Necesitamos llevarle a la enfermería ahora mismo.

¿Crees que puedes llevarle hasta ahí?" Yunho alcanzó los brazos, ansioso por sentir su compañero entre ellos, cuando el médico le paró agarrándole por la muñeca. "Con

cuidado, Yunho, creo que tiene varios huesos rotos y heridas internas."

Yunho asintió con la cabeza, y se movió con aún más cuidado. Levantó el cuerpo de Jaejoong con cuidado y lo acunó contra su pecho. Casi lloró cuando Jaejoong ni siquiera

se quejó, la cabeza del hombre cayendo sin vida contra su pecho.

Yunho siguió rápidamente al médico por el pasillo hasta la enfermería, moviéndose con tanta gracia como podía para no sacudir el cuerpo de Jaejoong demasiado. Doc abrió la puerta a la enfermería y Yunho llevó a Jaejoong hasta la camilla, dejándolo con cuidado.

"¿Hay algo que puede hacer, Doc?"

"Háblale," le ordenó Doc mientras pasaba un pequeño aparato sobre el cuerpo de Jaejoong.. Luces parpadeaban y sonaban pitidos. Yunho no tenía ni idea de que significaban, pero no era nada bueno. "Jaejoong necesita oír tu voz. Tiene que saber que está a salvo."

"¿Lo está? ¿Va a ponerse bien, quiero decir?" Yunho no podía evitar el atisbo de esperanza en su voz. Necesitaba a Jaejoong como el aire que respiraba.

"Es demasiado pronto para saber, Yunho," Doc limpió la sangre de la boca de Jaejoong y colocó un aparato respirador sobre su boca y nariz, "pero cuanta mayor la

conexión a este mundo, menos posibilidades de que se nos escape al otro."

Los ojos de Yunho se levantaron hacia los del médico al oír las palabras. Intentó desesperadamente que sus emociones no le ahogasen, pero las palabras de Changmin

aumentaron aún más su ansiedad. De repente se dio cuenta de que realmente podría perder a Jaejoong. Su compañero podría morir. Yunho no pudo evitar que su cuerpo se estremeciese al pensarlo.

Tuvo cuidado de mantener sus garras guardadas a pesar de la rabia que sentía. En vez de

explotar, se inclinó hacia Jaejoong y empezó a ronronear para su compañero.

"¿Qué hiciste?"

Yunho estaba tan pendiente de Jaejoong que se sobresaltó al oír al médico. Miró hacia el hombre y frunció el ceño. "¿Cómo que qué hice? No he hecho nada."

"No, ahora mismo, hiciste algo." Doc señaló al pequeño aparato que tenía en su mano. Parecía emocionado. "Los signos vitales de Jaejoong mejoraron."

"Yo . . . eh . . . Yo ronroneé." dijo Yunho, sintiendo su cara enrojecer.

"A Jaejoong le gusta cuando ronroneo."

"Hazlo otra vez."

Yunho se inclinó hacia Jaejoong y empezó a ronronear de nuevo. Miraba cada poco a Changmin, viendo como el hombre asentía con la cabeza cuanto más fuerte ronroneaba

Yunho. 

 

"Sigue así, Yunho, está ayudando," dijo el médico mientras empezaba a cortar la ropa de Jaejoong. “Voy a limpiarle a ver que más tiene."

Yunho ronroneó más fuerte mientras el médico trabajaba en su compañero. Poco a poco, la sangre fue limpiada y pudieron echar un buen vistazo a las heridas de

Jaejoong. "¿Y bien?"

"Su brazo está roto, además de varias costillas. Una de sus costillas ha perforado un pulmón, lo que explica la sangre que estaba escupiendo. Creo que además se ha dañado el bazo. Aparte de eso, solo son pequeños cortes y moretones. Arreglaré lo que pueda, pero mucho depende de Jaejoong. Tiene que querer ponerse bien."

Yunho volvió de nuevo su atención a su apaleado compañero, ronroneando para él.

El daño interno fue el más difícil de arreglar. Doc tuvo que traer un enorme aparato que se cernió sobre Jaejoong durante lo que parecían horas, disparando un rayo de luz verde sobre su estómago. Tras reparar los numerosos huesos rotos de Jaejoong, el médico curó los arañazos, cortes y abrasiones.

Cuando el médico finalmente acabó de limpiar y curarlo todo y le cubrió con una manta, Yunho le miró sorprendido. "¿Ya está? ¿Ya acabaste?" 

 

"Sus heridas están curadas, Yunho, el resto depende de él."

"Si el daño está reparado, ¿por qué demonios no se ha despertado todavía?" insistió Yunho.

El médico sonrió mientras se limpiaba sus manos en una toalla. "Te sugiero que le ordenes que se despierte. Es tu mascota al fin y al cabo. A ti te escuchará."

Yunho se quedó boquiabierto. "¿Crees que no despertará a menos que le diga que lo haga?"

Doc se encogió de hombros. "No hará daño." Yunho miró como Changmin salía de la habitación, antes de posar la mirada sobre su mascota dormida. ¿Podría ser tan sencillo? ¿En serio?

"Jaejoong." Yunho se aclaró la garganta. El bulto que se había alojado ahí desde que había encontrado a su compañero inconsciente en un charco de su propia sangre impedía que su voz sonase como la de un amo. Necesitaba sonar fuerte, exigente, y seguro.

"Jaejoong, ya has dormido bastante. Quiero que abras los ojos y me mires."

¡Nada! Yunho esperó, mirando con atención la cara de Jaejoong, esperando por muy pequeña fuera, una señal que el hombre estaba bien. Yunho estaba bastante seguro de que

no se encontraría mejor hasta que el hombre le estuviera desafiando de nuevo.

"Jaejoong, ya he tenido bastante," dijo Yunho, más fuerte, firme. "Abre los ojos o te azotaré el culo y no de una manera que te vaya a gustar." Yunho aguantó la respiración.

¿Había movido los párpados?

"Estoy esperando, mascota, y no me gusta esperar. Abre los ojos."

¡Ahí estaba otra vez! Los párpados de Jaejoong se movieron un poco. El corazón de Yunho latió con fuerza cuando sintió los dedos de Jaejoong moverse contra su mano.

Casi explotó de alegría cuando se dio cuenta de que Jaejoong intentaba volver a él.

"Eso es, mascota, abre los ojos."

Los párpados de Jaejoong temblaron y una suave inhalación fue todo lo que necesitó Yunho para coger a Jaejoong y acunar el hombrecito entre sus brazos. Lo abrazó contra su pecho mientras se sentaba en la camilla.

Sus manos recorrieron el cuerpo de Jaejoong para asegurarse de que estaba curado.

Jaejoong de repente se sobresaltó y empezó a agitar los brazos, golpeando y arañando y gritando tan fuerte que los tímpanos de Yunho casi reventaron. Yunho agarró las manos de Jaejoong, inmovilizándolas contra la cama, envolviendo al hombre en un abrazo.

"Jaejoong, maldita sea," gritó Yunho, sacudiendo a Jaejoong con cuidado, "¡despierta!."

Jaejoong dejó de forcejear. Sus ojos se abrieron del todo y miró a Yunho durante varios minutos. Ni siquiera parpadeó. Simplemente miró fijamente. "¿Yunho?"

"Hola, mascota." Yunho sintió como el alivio le recorría de tal manera que si no estuvieran sentados en la

camilla, se habría caído al suelo. "¿Cómo te encuentras?"

Jaejoong finalmente parpadeó, pareciendo algo confuso. "Bien, supongo."

"¿Te duele algo?"

"No, no exactamente. Me siento un poco raro, cansado como cuando llegué aquí por primera vez, pero . . ."

Jaejoong paró de hablar e inhaló con fuerzas mientras su cara empalideció.

"¡Junsu! ¡Tiene a Junsu!"

"¿Quién, mascota, quién tiene a Junsu?"

Jaejoong estaba temblando. Sus manos agarraron la camisa de Yunho con tanta fuerza, sus nudillos se volvieron blancos. "Di-- dijo que su nombre era Siwon, que era mi

amo."

Yunho reconoció el nombre y la sangre se heló en sus venas. Yunho no sabía cómo Siwon había descubierto quien era Yunho y cómo encontrarle. Lo que sí sabía era como cazar a este hombre y sabía por dónde empezar.

La casa de subastas.

"¿Yoochun, estás ahí?" Yunho esperó. "¿Yoochun?"

"Lo siento Yunho, pero Yoochun se llevó uno de los cazas pequeños. Se ha ido."

"¡Mierda!" Yunho se puso de pie y empezó a llevarse a Jaejoong de la enfermería.

"¿Heechul?"

"¿Sí?"

"Pon a Yoochun en contacto conmigo, y me da igual como lo haces. Quiero hablar con él. También quiero que tú y Minho levantes este cubo de tornillos del suelo y fuera de

esta mierda de planeta cuanto antes. Cuanto más nos quedemos, en más peligro estamos."

"Entendido."

"¿Yunho?" preguntó Jaejoong tras un momento.

"¿Sí, mascota?"

"¿Qué está pasando?"

"Cuando estabas en la casa de subastas, antes de que te comprase, estabas reservado para un hombre llamado Siwon."

"Ese es el hombre que se llevó a Junsu."

"Sí, creo que vino por ti. Te tenía muchas ganas, mascota. Le vi matar a un guarda al salir de la casa de subastas cuando se dio cuenta de que te habías escapado de entre sus dedos."

"¿Vi-- vino por mí?" Jaejoong murmuró.

"Eso me temo, mascota."

"Pero se llevó a Junsu." Jaejoong se tensó. "¿Por qué no me llevó a mí si yo era el que quería? ¿Por qué se llevó a Junsu? Oh dios mío, todo esto es culpa mía."

Jaejoong parecía al borde de un ataque de nervios.

"No, Jaejoong," Yunho se paró. Agarró la barbilla de Jaejoong y le obligó a mirarle a los ojos. "Nada de esto es culpa tuya.

Siwon es un chiflado. Si es culpa de alguien es mía, por marcarte. Sospecho que no te llevo por culpa del tatuaje de marcaje."

"¿El tatuaje de marcaje?"

"Sí, ¿recuerdas que te dije que no puede ser quitado o alterado sin mi ADN? Siwon sabe eso. Cualquiera que te viera sabría que no le perteneces a él. Cualquiera de mi mundo reconocería el diseño y sabría que habrías sido robado.

Y aunque la esclavitud no está prohibida, robar la propiedad de otro sí que lo está. Iría a la cárcel por mucho tiempo."

"¿Así que se llevó a Junsu porque no tiene un tatuaje de marcaje?"

"Eso creo, sí."

Jaejoong tiró de la camisa de Yunho con urgencia.

"Tenemos que rescatar a Junsu. Este hombre es malvado, Yunho. Podría matar a Junsu o algo peor." 

 

"Lo haremos, mascota, lo haremos." Yunho hizo una mueca. "Sospecho que Yoochun le está persiguiendo mientras hablamos."

"¿Cómo sabes eso?" preguntó Jaejoong. "No te

devuelve las llamadas."

"Porque se llevó un caza pequeño."

"¿Y eso que quiere decir?"

Yunho se rió. "Un caza pequeño es una nave para dos personas. Tenemos un par de ellas en el almacén.

Normalmente las usamos para viajes pequeños o escapaditas porque no tienen armas y están construidos para la velocidad."

Jaejoong soltó la camisa de Yunho y se relajó entre sus brazos. "¿Crees que Yoochun encontrará a Junsu?"

"No tengo ninguna duda de que Yoochun lo encontrará y lo traerá de vuelta a casa. No parará hasta encontrar a Junsu.

Porque de la misma manera que tú eres mi compañero, Junsu es el de Yoochun."

* * * *

Jaejoong podía oír a la gente hablar, cuando entró en el puente. Escaneó rápidamente la habitación, buscando a un hombre en concreto. Su corazón latió con fuerza al ver una figura alta y de pelo oscuro delante de una de las consolas de la nave. Cruzando la habitación, Jaejoong apretó su cuerpo contra el del hombre, y pegó su cara contra la espalda.

Respiró hondo, sintiendo la reacción de su cuerpo hasta en los dedos de los pies. Mierda, que bien huele mi compañero .

"¿Si te dijera que he sido muy muy malo, qué harías?"

Jaejoong sintió como vibraba el pecho del hombre mientras reía. Un brazo tiró de él hasta que estaba en frente de Yunho. Jaejoong se rió cuando fue levantado por dos brazos

fuertes y apretado contra un pecho ancho.

"Pues tendré que castigarte."

"¿Prometido?" Jaejoong sonrió. Sus ojos brillaron de felicidad ante la sonrisa de Yunho.

Jaejoong dudaba que se cansara alguna vez de verla. Yunho estaba guapísimo

cuando era feliz. Estaba guapísimo cuando estaba triste también, pero Jaejoong le prefería feliz. Jaejoong echaba más polvos cuando Yunho era feliz, y Jaejoong estaba muy a favor

de echar polvos.

Yunho era mágico en la cama. El hombre sabía cosas de las que Jaejoong nunca había oído. Esta cosa del espacio exterior era toda una aventura.

Yunho se inclinó para besar a Jaejoong. "Tengo buenas noticias para ti, mascota."

"¿Oh?"

"Hemos tenido noticias de Yoochun."

Los pensamientos lujuriosos de Jaejoong desaparecieron cuando le recordaron sobre su amigo perdido. Solo habían pasado un par de semanas, pero Jaejoong sentía el dolor de la ausencia de Junsu a diario.

Sabiendo que era Siwon el que lo tenía solo hacía que las cosas fueran peores.

"¿Y bien?" Jaejoong preguntó cuándo Yunho no dijo nada.

"¿Qué dijo? ¿Ha encontrado a Junsu?"

"Así es," dijo Yunho. "Nos dirigimos hacia allá ahora mismo."

"¿De verdad?"

"¿Te mentiría, mascota?"

Jaejoong hundió la cara en el cuello de Yunho y trató de respirar normalmente. Era difícil considerando que su corazón intentaba salirse de su pecho. Se sentía lleno de

felicidad que Junsu había sido encontrado y no podía esperar para verle.

"¿Está bien?" preguntó Jaejoong mientras levantaba la cabeza para mirar a Yunho. Sus manos agarraron los hombros de Yunho.

"¿Cuándo llegamos? ¿Puedo verle?

“¿Fue muy terrible? ¿Qué le ocurrió a Siwon? ¿Lo mató Yoochun?"

"Whoa, mascota, relájate." Yunho se rió y levantó la mano para colocar un dedo sobre los labios de Jaejoong. "Yoochun simplemente mandó un mensaje diciendo que había

encontrado a Junsu y que si podíamos ir a recogerles. Eso es lo único que sé."

"Oh." Jaejoong estaba decepcionado, pero por lo menos Yoochun había encontrado a Junsu.

"Estoy seguro de que están bien," lo tranquilizó Yunho. "Yoochun no me habría pedido que fuéramos a buscarles si hubiera algún problema."

"Bueno, ¿y cuándo llegamos?"

"Deberíamos llegar en un par de días."

"¿Dos días?" dijo Jaejoong. "Eso es mucho."

"Has esperado todo este tiempo, puedes aguantar un par de días más." Yunho sonrió y se llevó a Jaejoong fuera del puente y por el pasillo.

"¿No estabas diciendo algo de haber sido muy malo?"

Jaejoong asintió y rodeó la cintura de Yunho con las piernas, empujando su polla contra el abdomen de su compañero. Empezó a endurecerse a medida de que los

pensamientos de Jaejoong se dirigían hacia el hombre que le sujetaba.

Sonrió ante el sonrojo en las mejillas de Yunho. Se sentía casi tan bien como la polla que sentía endurecerse contra la suya.

"He sido muy, muy, muy malo."

Yunho sonrió. "¿Tan malo como para merecer unos azotes?"

"Peor."

"¿Peor que unos azotes?" Jaejoong casi se derritió ante la ceja arqueada en la cara que le miraba. "Debes de haber sido malo de verdad. Tendré que encontrar un nuevo

castigo para ti. No puedo permitir que mi mascota vaya por ahí comportándose mal."

Jaejoong empezó a jadear ante la lujuria que veía en los ojos que le miraban. Yunho podía ser muy imaginativo en sus castigos. Jaejoong normalmente acababa cubierto de

semilla y exhausto con una enorme sonrisa en su cara. Le encantaba.

"Sí, por favor," Jaejoong le guiñó el ojo al hombre que le sujetaba. "Amo."

FIN

* * * *

Quisiera agradecer a todas y cada una de las personas que se dieron el tiempo de leer este mini serial, soy nueva en esto y realmente su apoyo constante me hizo muy feliz y me motiva a continuar haciendo adaptaciones o en un futuro continuar escribiendo originales, ésta adaptación la hice porque me gustó mucho el libro y porque amo el YunJae y ya que pronto ambos se enlistarán será mi forma de mantenerlos siempre presentes en las mentes y corazones de sus queridas cassiopeias y bigeast.

Por favor no lo resuban en otros blogs, si les gusta compártanlo desde aquí y así también estarán valorando mi trabajo.