La Caricia De Las Alas (Adaptación) ~ Capítulo Dos

Capítulo 2

—¿Sabes lo que estás haciendo, Jaejoong? —preguntó Junsu, mientras su avión se

deslizaba por la pista de aterrizaje en preparación para el despegue.

—No —dijo él sinceramente, porque los Centinelas nunca mentían.

Evadían y eran selectivos con la verdad, pero nunca mentían abiertamente. Había menos de doscientos de ellos en la tierra, con órdenes para contener decenas de miles de vampiros de extenderse demasiado por todas partes.

Los Centinelas no podían permitirse el lujo de ser nada menos que completamente honestos con los demás o no sobrevivirían a su misión sin fin.

—Creo que él está más allá de la salvación.

—A lo mejor voy a terminar de matarlo —reconoció Jaejoong aunque no podía soportar la idea—, pero tengo que tratar de ayudarlo. Él ha tenido la formación del Ejército Ranger y se quedó como reserva mientras se preparaba para la escuela de medicina. Hay una posibilidad de que sea lo suficientemente fuerte como para atravesar con éxito esto.

El Centinela rubio asintió, pero parecía cauteloso y escéptico. No lo culpó. En cuanto a lo que quedaba de Jung Yunho era difícil imaginar, que una recuperación significativa fuese posible.

Jaejoong se acercó a la forma acurrucada en la parte trasera del avión y estudió la uniformidad de su respiración.

Luego de la gran impresión que se llevó Yunho al verlo, JaeJoong decidió inducirle un estado de coma por su propia seguridad. Estaba demasiado frágil, tanto mental como físicamente, para soportar cualquier tipo de choque en su sistema. Su atormentado cerebro había soportado el martirio del secuestro y la tortura, merecía descansar.

Una vez que él lo llevase a su laboratorio en Seúl, Corea del Sur pondría su cuerpo fuerte primero. Luego trabajaría en la curación de su mente. 

Su antigua vida estaba para siempre pérdida para él, pero tal vez podría sanar lo suficiente como para trabajar para Park Yoochun, uno de los siete Arcángeles Celestes Terrestres y un magnate de los negocios seculares que financiaba sus operaciones en América del Norte. 

  

Después, Yunho podría vivir una vida mortal, mientras que sin saberlo, estaría bajo la protección de un ángel poderoso. No era menos de lo que se merecía después de todo lo que había sufrido.

Cuando aterrizaron en Seúl, Jaejoong llevó a Yunho al hangar privado de la

Aeronáutica Park en el aeropuerto. Bajo el cual estaban las instalaciones subterráneas

donde se alojaba su laboratorio.

Durante el último mes, había vivido bajo tierra, lo que era imposible para un ángel. Era una bendición que él estuviera tan absorto en su trabajo o se habría vuelto loco.

Se dijo que fue una de las principales razones, por las que había aceptado la tarea de rehabilitar a Jung Yunho, porque necesitaba mayores distracciones y nuevos desafíos.

Trató de no pensar demasiado en cómo iba él a sollozar cuando lo viera, o la cantidad de veces que debía de haber suplicado por su liberación antes de ser encontrado. El pobre hombre estaba muerto en vida.

Como ser angelical, los caprichos y las emociones extremas de los humanos, estaban más allá de él. No había sido creado con el mismo corazón que los mortales tenían. No había sido creado para amar, temer, o llorar.

Era un Centinela, la casta de los guerreros de Élite de los Serafines, el más poderoso de todos los Ángeles.

Todo acerca de su forma física, había sido militarizado y su estado emocional, fue

diseñado para reforzar ese propósito. Sentir esa profundidad de compasión , era una novedad para él, una sorpresa para alguien que había existido durante tanto tiempo, quien creía que ya no había nada nuevo o desconocido para él.

Trazando una línea recta hacia su habitación privada, Jaejoong, tomó el débil y frágil cuerpo inconsciente de Yunho llevándolo directamente al cuarto de baño. Lo puso en la bañera de aluminio estrecha, pero profunda.

Le retiró cuidadosamente la manta alrededor de su cuerpo, dolorosamente delgado y algo se retorció en su pecho a la vista de los cientos de pinchazos de colmillos y magulladuras que todo el cuerpo del hombre tenía, algunas heridas eran profundas y estaban en carne viva. Jaejoong no pudo soportarlo y las lágrimas estropearon cada centímetro de su piel. Al hombre los recuerdos de lo que había sufrido lo perseguirían durante muchos años.

Tapó el drenaje y abrió el grifo, a continuación convocó a un par de tijeras en su mano con un sólo pensamiento, usándolas para cortarle suavemente el largo pelo negro y la barba rala lo más corto posible.

Cuando terminó de usar la navaja de afeitar en el rostro del hombre, se encontró fascinado por las características que revelaba con cada golpe cuidadoso de la hoja.

Incluso macilento y demacrado, la perfección de su estructura ósea era inconfundible. Se encontró imaginándolo más adelante, viéndolo con un peso normal, viendo su cara llena y restaurada a su antigua belleza.

Acabó con el afeitado, se puso a trabajar en la limpieza de su cuerpo.

Cuidadosamente llenó la bañera hasta sólo dejar su cabeza fuera del agua, cuidando de que Yunho no aspirara agua en el proceso. Con un suave paño enjabonado comenzó a limpiar los rastros de su martirio. Vació y volvió a llenar la bañera tres veces con agua tibia antes de que se sintiera seguro de que estaba tan limpio, como el proceso de baño les permitía a los mortales.

Luego lo envolvió en una toalla y lo llevó a su sofá.

Dado que no requería dormir como lo hacían los mortales, no tenía cama, por lo que lo puso lo más cómodo posible con lo que tenía, tapándolo con tantas mantas como pudo encontrar. 

Luego acercó una silla a su lado, le colocó una vía intravenosa y le transfundió medio litro de su poderosa sangre angelical.

Yunho comenzó a sanar ante sus ojos.

Un sano rubor comenzó a extenderse a lo largo de su piel de alabastro, borrando las cicatrices de mordeduras y pinchazos en el proceso. Su carne comenzó a bombear y las heridas comenzaron a cicatrizar hasta desaparecer, su respiración poco a poco se volvió más profunda e incluso los latidos de su corazón se tornaron cada vez más fuertes y estables.

Se sorprendió, extendiendo su brazo para tocar la mandíbula de Yunho.

—Siento mucho que nos llevara tanto tiempo encontrarte. Le susurró al oído Jaejoong.

Yunho movió la cabeza como si estuviera respondiéndole, presionando su mejilla contra la palma de su mano.

Jaejoong se acomodó más cerca de Yunho y posó su mano en su frente, llegó con suavidad a las profundidades de su mente, entorpeciendo los recuerdos de su terrible experiencia. Los selló detrás de una nube en su cerebro, como una canción de la que sabes que has oído hablar, pero no puedes recordar dónde.

Más tarde, él tendría los recuerdos de Yunho por completo, pero por ahora era mejor no hacerlo. Ya era bastante malo estar emocionalmente vacío; sólo lo haría peor si se sentía mentalmente vacío también.

Satisfecho de que Yunho estuviese de camino hacia una recuperación física completa, Jaejoong comenzó un goteo de suero salino que le proporcionara los líquidos necesarios.

Entonces, se quitó la ropa sucia llena de sangre y se duchó.

En el momento en que lo dejó para comenzar la catalogación de las entradas de nuevos infectados, Yunho estaba casi sano y sintió la extraña sensación de profundo alivio.