Subasta De Esclavos (Adaptación) Capítulo 8

Capítulo 8

Yunho se hacía una idea de quién podía ser, pero se negaba a decirlo en voz alta.

Para empezar no quería asustar a Jaejoong. Y además, podría estar equivocado. Pero Yunho no creía que lo estaba. Siwon había parecido demasiado enfadado cuando Yunho le quitó a Jaejoong de entre las manos.

"Coge tus cosas, Jaejoong." Se giró hacia Yoochun y Junsu.

"Yoochun, tienes que dejar que Junsu coja sus cosas también. Sabes muy bien que no va a volver. Necesita sus cosas para sentirse a gusto. No seas como yo e ignores sus necesidades."

Yoochun gruñó en la parte de atrás de su garganta, pero soltó despacio a Junsu, antes de separarse de él por completo. Yunho sabía que el hombre estaba a punto de perder el control cuando ordenó a Junsu coger las cosas que quería llevar con él. 
 

Junsu tenía una expresión de confusión en su cara, pero hizo lo que le mandaban. Correteó por el departamento con Jaejoong, ambos metiendo cosas en una funda de

almohada. Varios minutos más tarde, Jaejoong y Junsu tenían dos fundas de almohada llenas de cosas y un par de maletas enfrente de Yunho y Yoochun.

"¿Esto es todo?" Yunho señaló los objetos.

"Sí, aparte de Jiji."

Yunho sonrió. No, no podía olvidarse de Jiji.

Agarró varias bolsas, Yoochun cogiendo las que faltaban. "Coge tu gato, mascota." En el momento en que Jaejoong agarró a Jiji, Yunho le cogió de la muñeca y tiró de él hacia la

puerta.

"Espera," Jaejoong clavó los talones en la moqueta, "¿cómo vas a volver a la nave con esas pintas? ¿Alguien te podría ver."

Yunho apretó unos cuantos botones en su aparato de desplazamiento animado. Sus facciones cambiaron de nuevo hasta que parecía humano. Yoochun hizo lo mismo. Jaejoong soltó una exclamación.

"Pensé que habías dicho que el aparato había dejado de funcionar."

"Se recarga cuando está apagado," explicó Yunho.

"Si se ha cargado lo bastante, quizás tengamos tiempo de llegar a la nave antes de que se apague de nuevo, pero debemos darnos prisa."

Jaejoong asintió como si entendiese, pero Yunho sabía que no era verdad. Aun así, se dio prisa, la jaula de Jiji en una mano. Junsu parecía totalmente alucinado mientras

corría detrás de Jaejoong. Yunho y Yoochun sacudieron la cabeza mientras se apresuraban tras sus compañeros.

El corazón de Jaejoong latía con fuerza con cada paso que daba hacia la nave. Sabía que los iban a pillar. Los iban a descubrir y se llevarían a Yunho. Había intentado salir corriendo hacia la nave, pero Yunho le había obligado a ir andando a ritmo normal, como si fueran de paseo o algo.

Yunho le había dicho que había menos posibilidades de que alguien sospechara algo si se comportaban con normalidad.

Jaejoong no tenía ni idea de cómo iba a pasar Yunho por “normal” . Incluso con su pequeño aparato de camuflaje no podía ocultar que medía 2,30m de alto. La gente se les quedaba mirando, mucho.

Para cuando llegaron a la gran nave gris, Jaejoong casi estaba hiperventilando. Se le saltaron las lágrimas al verla. Igual llegaban y todo.

"Date prisa, Junsu," dijo Jaejoong y agarró el brazo de Junsu y tiró de él, "la nave está ahí mismo."

"¿Esa cosa nos va a llevar al espacio exterior?" susurró Junsu. "Es tan pequeña. Pensé que las naves espaciales eran enormes. ¿De verdad vuela?"

"Es más grande de lo que parece. No he visto toda la nave por dentro, pero Yunho y yo tenemos nuestro propio camarote, y hay una enfermería y un comedor dónde comemos todos juntos." 
 

"¿Van a dejar que nos veamos?"

Jaejoong paró de correr para mirar a Junsu, asombrado ante la voz vacía de su mejor amigo. "Claro que nos vamos a ver. ¿Crees que te traería conmigo si no fuera a verte nunca más?

Junsu se encogió de hombros, su cara tan vacía como su voz. "No lo sé. No sé cómo funciona todo este asunto de amos. ¿Y si Yoochun no me deja verte?"

"Puedes ver a tu amigo, mascota," Yoochun dijo desde sus espaldas, recordándoles que no estaban solos.

Jaejoong se giró para ver a Yoochun y a Yunho tras ellos, en sus cuerpos originales. Yoochun parecía estar devorando a Junsu con los ojos. Jaejoong recordaba la misma mirada de desesperación en los ojos de Yunho cuando pasó por el cambio. Era un poco extraño verlo en la mirada de Yoochun, y dirigido a su amigo Junsu.

"Ves, te lo dije, Junsu," dijo mientras tiraba de Junsu hacia la nave. "Yoochun dejará que nos veamos. Vamos a estar todos en la misma nave. Lo difícil sería no vernos."

Junsu asintió mientras caminaba al lado de Jaejoong.

No hacía más que mirar por encima del hombro, buscando a Yoochun con la mirada, como si no supiera que pensar del hombre, pero intrigado aun así.

Jaejoong esperaba que sí. Esperaba que Junsu desarrollara una relación con Yoochun como la suya con Yunho. 
 

No era malo, aunque la mayoría del universo conocido por Yunho lo viera como esclavo. Jaejoong y Yunho sabían la verdad y eso era lo que importaba.

"Mascota," dijo Yunho mientras entraban a la nave, "Quiero que lleves a Junsu a nuestro camarote por ahora. Yoochun y yo tenemos que ir al puente. Iremos hacia allá en

cuanto despeguemos."

"Está bien."

El brazo de Yunho rodeó repentinamente la cintura de Jaejoong, apretándolo junto a él. Se inclinó sobre la cabeza de Jaejoong, ronroneando suavemente. "Cuídate, mascota, o te azotaré hasta que no te puedas sentar."

Jaejoong sonrió ampliamente. Giró la cabeza y besó el cuello de Yunho, y luego se puso de puntillas para susurrarle al oído. Gracias a Dios, el hombre se inclinó hacia él o Jaejoong le hubiera hablado a su pecho. "Lo mismo te digo. SI te pasa algo, voy a estar muy enfadado." Jaejoong rió ante la ceja arqueada de Yunho.

"Me da igual que sea humano, encontraría la manera de patearte el culo."

"Apuesto que sí, mascota." Yunho se rió, la diversión evidente en su cara y brillando en sus ojos. Le sentaba bien. "Ahora haz lo que te digo. Yoochun y yo bajaremos con sus cosas en unos minutos."

Jaejoong sonrió y agarró la mano de Junsu, tirando de él por el pasillo. Tenía muchas ganas de enseñarle la nave a Junsu. Tenía aún más ganas de enseñarle el espacio exterior.

Era una vista increíble.

Cuando llegaron a su camarote, Jaejoong puso su mano en el panel de seguridad y esperó a que se abriera la puerta.

Cuando no lo hizo, frunció el ceño y lo intentó de nuevo.

La puerta seguía sin abrirse.

"Maldita cosa," dijo. "Nunca entiendo estas malditas puertas."

"¿Qué pasa?"

"No lo sé. La puñetera puerta no se abre."

"¿Has probado el pomo?"

Jaejoong se rió por lo bajo. "Um, Junsu, no hay pomo.

La puerta se abre con la huella de mi mano."

"¡Genial!"

"Lo sé." Jaejoong se rió. "Deberías ver la sonda de Doc. Vas a alucinar."

"¿Sonda?" Junsu hizo un ruido como un ratón.

" ¡Sí, es una-- aahhh!" Jaejoong gritó cuando la puerta a su camarote de repente se abrió y una manaza le agarró del brazo, tirándole hacia adentro con tanta fuerza que

pensó que le iba a dislocar el brazo.

Soltó la jaula de Jiji y cayó sobre sus manos. Apenas tuvo tiempo de calmar su respiración cuando tiraron a Junsu a su lado.

"Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí?" 
 

La voz profunda hizo que escalofríos recorrieran la espalda de Jaejoong. Se giró y miró hacia arriba, y luego un poco más arriba. El hombre que estaba de pie sobre él era

tan alto como Yunho, pero no tenía tan buena pinta.

De hecho, la mueca de asco en su cara le daba una apariencia siniestra. Había otro hombre a su lado, con una pinta igual de feroz. Aunque era la cosa con pinta de pistola en su mano lo que asustaba a Jaejoong.

"No deberías estar aquí," dijo Jaejoong.

Gruñó momentos después, envolviendo su estómago con los brazos cuando la agonía irrumpió al ser pateado.

"No te di permiso para hablar, esclavo."

¿Esclavo? Los ojos de Jaejoong se abrieron de par en par ante las implicaciones de esas palabras. Jaejoong no sabía quién era este hombre, pero venía del mundo de Yunho, no del suyo.

"No respondo ante ti." Jaejoong intentó encontrar valor, tarea difícil, ya que se le escapaba que le lanzaban una de esas miradas furibundas. "Yo solo respondo ante mi

amo."

"Soy Siwon, y yo soy tu amo, ¡mocoso!"

Jaejoong se encogió y abrazó su estómago para protegerlo de la patada que iba hacia él. Sintió como resbalaba por su brazo y eso pareció enfurecer aún más al hombre. Dio varias patadas más contra Jaejoong y Jaejoong se mordió el labio para evitar soltar ningún sonido.

No quería darle a este monstruo la satisfacción, pero una patada le dio de lleno en el brazo. Jaejoong oyó el hueso romperse y chilló de dolor. Miró acusador al hombre que lo torturaba y se mordió el labio para no llorar. Acunó el brazo roto contra su pecho, el dolor haciendo que sus ojos llorasen.

"Quizás ahora te des cuenta de quién manda aquí."

"Yunho." Jaejoong sonrió a pesar del dolor que le recorría el cuerpo. Sabía que era una estupidez decirlo incluso antes de abrir la boca, pero no pudo evitarlo. Jaejoong no sabía quién era este hombre o cómo él y su amigo se habían colado en el camarote de Yunho.

Lo que sí sabía es que Yunho era el único que le daba órdenes, o Yoochun si Yunho no estaba disponible. No tenía por qué hacerle caso a nadie más y mucho menos al hombre que estaba sobre él.

El monstruo que estaba sobre él pareció volverse loco al oír las palabras de Jaejoong. La rabia que dominaba la cara de Siwon hizo que su cara se tornase roja mientras intentaba infligir en mayor daño posible en el pequeño humano. Nada de lo que hacía Jaejoong pudo evitar que Siwon le diera una paliza.

Jaejoong sintió los primeros golpes a su estómago y pecho, los puñetazos a su cara y las garras que le acuchillaban el cuerpo, pero tras un tiempo, el dolor era tan intenso que todo él dolía. 

 

Jaejoong se preguntaba si Siwon venía de un planeta de gente de piel roja, como la del Doc era azul. Sería lo lógico, ya que los dos eran alienígenas, y Jaejoong se preguntaba por qué se hacía estas preguntas cuando le estaban dando la paliza de su vida.

Podía oír a Junsu chillar tras él, pero era un sonido lejano, como escuchar a través de un embudo lleno de algodón. Quería asegurar a su amigo de que Yunho y Yoochun

les rescatarían pero su voz no estaba funcionando como debiera.

Cada vez que abría la boca, pequeños quejidos se escapaban de sus labios. Jaejoong al final se rindió y dejó que el dolor le ahogase.

Antes de que sus ojos se cerraran, Jaejoong vio a Siwon coger a Junsu y sacarle, gritando y pataleando de la habitación. Esperaba que Yunho y Yoochun parasen a Siwon

antes de que escapase con Junsu.

Su mejor amigo no estaba hecho para ser el esclavo de un desquiciado.